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Margaritas

Planta llena de belleza, perfecta tanto para interior como para exterior

Por norma alVarado Userralde

Las margaritas, pertenecientes a la familia de las asteráceas, rivalizan con las orquídeas por el mayor número de especies que existen en nuestro planeta. Actualmente, se reconocen más de 20 mil especies diferentes de este arbusto floral.

Una de las especies más comunes y gustadas en la mayoría de los jardines donde la temperatura lo permite es la planta de las margaritas, Chysanthemum Leucanthenum, ya que cuenta con un buen tamaño, las bien conocidas y bellas flores y pueden formar con sus tallos individuales grandes plantas. Los tallos de esta planta son alargados y además son delgados. En estos se encuentran las hojas que son alargadas y tienen como rasgo ser dentadas. Así mismo son de color verde en un tono muy oscuro. Las flores son de mediano tamaño y muestran un centro que es en color amarillo y los pétalos pueden presentarse tanto amarillos como blancos. En cuanto a los usos de estas plantas están como elementos decorativos y también para sembrar en los jardines. En el caso de sembrar se recomienda hacerlo con semillas y en la época de primavera. Chysanthemum frutescens, una de las variedades de margarita más populares, tiene flores de 3 a 5 cm de diámetro. En todos los casos se trata de una planta arbustiva y tallos leñosos, que puede alcanzar diferentes alturas y tener flores más o menos grandes, según la variedad de que se trate.

La planta requiere de cuidados como un buen regado del suelo y también se recomienda elegir tierra de tipo arcilloso para su cultivo. Necesita buenos nutrientes por lo que es bueno dar un abono orgánico a la tierra. También requiere buena luz solar. El florecimiento de esta planta es en los meses de primavera o también puede darse en la época inicial del invierno. Las margaritas crecen habitualmente durante los meses de verano. El terreno idóneo para estas plantas se caracteriza por ser seco y abierto, pero esto no quiere decir que no puedan cultivarse en el interior del hogar. En estos casos, es preciso llevar a cabo una serie de cuidados y medidas para estimular su desarrollo.

En general, las margaritas precisan de una iluminación adecuada y un riego periódico con agua calcárea. Para su cultivo, se debe esperar hasta la primavera, especialmente durante los meses de abril y junio. En esta etapa, el crecimiento de esta planta es más

adecuado para su adquisición en tiendas de jardinería. En el caso de que se desee obtener margaritas a partir de sus semillas, el período más indicado se enmarca entre los meses de marzo a abril. Dos años tras su plantación, tomará lugar la floración de nuestra margarita, un suceso que ocurre entre junio y julio. Si bien se trata de una planta bastante adaptable, es preciso contar con un suelo bien drenado y abundante luz solar. Raras veces se requerirá el uso de fertilizantes, si bien lo más importante es regarlas con frecuencia, sin llegar a saturarlas.

Para su cultivo en interior, las margaritas deberán recibir como mínimo unas cuatro horas de sol al día, recomendándose además una separación de 15 centímetros entre cada planta para que puedan ventilarse adecuadamente. Estas flores necesitan abundante agua, nunca hay que dejar que la tierra donde están plantadas se seque totalmente, aunque tampoco hay que encharcarlas. La frecuencia de riego puede ser cada 2 días en verano y cada 8 o 9 en invierno. La margarita es una planta tanto de interior como de exterior, por lo que no hay ningún problema para trasplantarla a una jardinera de la terraza o al jardín. Únicamente hay que tener en cuenta que hay que plantarla a bastante profundidad, dejar un mínimo de 20 cm entre planta y planta y comprobar que hay un buen drenaje.

Por lo general las margaritas son flores muy resistentes a las plagas, pero uno de sus principales enemigos son sin duda los caracoles o babosas. Estos pequeños animales se encargan de comerse las hojas haciendo que nuestras margaritas luzcan marchitas. La mejor forma de combatirlos es eliminándolos de forma manual o bien recurriendo a algún producto específico para plagas de modo que nuestras margaritas no sufran el daño provocado por estos intrusos. Se trata de un tipo de flor muy resistente, por lo que es difícil que sufra alguna plaga. Es más sensible a los pulgones, pero basta utilizar un insecticida específico, en floristerías y viveros, para solucionar el problema.

diseño y creación de jardines con abundancia de margaritas

Los jardines representan un vínculo que el hombre crea para conciliarse con el mundo exterior pues es cierto que los paisajes naturales en los que participan la vegetación, el agua, las rocas, las montañas, etc., provocan en el hombre sensaciones que pueden encontrar su expresión en artes y actividades como la poesía, la música, las artes plásticas y también forma más inmediata en el embellecimiento de jardines y patios privados o públicos con plantas seleccionadas por las diferentes características que pueden aportar en cuanto a tamaño, forma, color, fragancia y textura, y por supuesto belleza como en el caso de flores como las margaritas.Los jardines pueden transmitir tranquilidad tanto espiritual como recreativa ya que son un punto de reunión de familias y amigos.

La jardinería es el arte de crear estos espacios y acompaña a la arquitectura puesto que son un complemento de los edificios e, incluso, a menudo tienen construcciones en su diseño. La relevancia de un jardín en la arquitectura es darle un valor agregado al diseño como también busca tener una consciencia más ecológica para el cliente haciéndole ver que es lo más recomendable y que tendencias son las mejores cuidando el medio ambiente. A lo largo de la historia los jardines han variado no solamente en sus estilos, sino que también en relación con las especies. La ingeniería genética ha aportado gran diversidad de variedades híbridas adaptadas a requerimientos del diseño. También la corriente ecológica planifica un jardín teniendo en cuenta las plantas autóctonas de la región, permitiendo así el buen manejo de la biodiversidad existente.

La biodiversidad: es la variedad de la vida. Este concepto incluye varios niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies. Las plantas compiten con otras plantas y organismos para sobrevivir en un ecosistema. Con el tiempo, se desarrollan diversas características para ayudarlos a sobrevivir, lo que conduce a la diversidad de especies.