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La medicina ancestral alternativa y curativa.

LA TRADICIONAL LIMPIA CON HIERVAS QUE SE REALIZA EN LOS MERCADOS DE LA CIUDAD

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a medicina ancestral de nuestros abuelos que la heredaron de sus abuelos y ellos de sus ancestros, que se remonta a tiempos perdidos, y que en la actualidad todavía subsisten y se niegan a desaparecer, generalmente con la utilización de las hierbas y plantas medicinales.

El llamado “mal de ojo” es una costumbre ancestral en la ciudad de Cuenca, esta tradición se pierde en el tiempo, era una de las más comunes tradiciones en Europa tanto en la antigüedad como en la edad media, para lo cual fueron creados varios amuletos que supuestamente protegían a quien padecía de este mal.

La ciencia médica aun no descubre científicamente las causas de este “mal”, solo se conocen sus efectos. Los médicos creen que existe alguna descarga energética daniña proveniente de alguna persona hacia el niño sensible generalmente.

Los síntomas, se localizan en el estómago del pequeño, que presenta llanto incontenible y se retuerce de dolor.

Si bien es muy común en los niños, algunas personas adultas testifican también haber sufrido de este mal, la presencia de algunas personas mayores para ser curadas confirma este dato.

Los síntomas desaparecen luego de que el paciente es sometido a las diferentes formas de curación. Lo más común es llevar al paciente al curandero (a) que están en los mercados de la ciudad, pero más certero en la plaza Rotary, está el espacio donde ocupan estas personas, y los días que curan son los martes y viernes, en donde mediante un rito es tratada la victima de este “mal” …Mediante rezos católicos del “Padre Nuestro”, es soplado con trago (alcohol de caña) en todo su cuerpo, al soplo del “chuca…chuca…chuca…”, un manojo de montes; la señal de la cruz hecha ceniza es colocada sobre la espalda y el pecho.

El paciente sale sano como si nada hubiese pasado. El manojo de 10 flores y ramas son en su mayoría autóctonas y de exóticas fragancias, contiene: flor de guando blanco, rojo y amarillo, chilchil, chamaná, ruda, eucalipto, altamiza, chilco, sauco negro, santamaría y poleo. Estas se las puede encontrar en los mercados cuencanos.

Estas yerbas tienen poderes medicinales que limpian las “energías dañinas” emanadas por el “ojeador”.

El curandero (a) por lo general pertenece a un estrato popular y sabe del mal que sufre el paciente sólo con verlo ya conoce su sintomatología.

Otra forma de curación es pasar por el cuerpo un huevo de gallina fresco, huevo del día dicen. Para comprobar que fue ojo, se rompe el huevo y se coloca en un vaso de agua. Allí se podrá advertir una sustancia viscosa, que se supone fue el “Ojo” del que, el paciente sufre.

En el campo se acostumbra pasar el cuy vivo por el cuerpo del niño. Luego de la curación, el animal es abierto para ver si fue o no el mal del ojo. Algunos familiares del niño tienen fama de sufrir ese “mal” y acostumbran a dejar “soplando” al infante luego de una visita, como prevención de lo que el niño sufrirá luego de que el “ojeador” salga.

También se hacen curaciones caseras con ruda, una tijera abierta y una caja de fósforos, que deben pasarse sobre el cuerpo del niño. Al parecer, ni los mismos “ojeadores” saben que tienen ese “mal” pero otros sí. Es una descarga inconsciente.

No sólo las personas pueden ser susceptibles de esta desgracia, también los animalitos son vulnerables y por ello se puede advertir aún ahora la protección de sus amos con cintas rojas, cascabeles y otros objetos. Generalmente a los niños pequeños para protejerlos que no les “ojeeen” se les coloca bajo su almuadita una fundita pequeña que lleva ruda, ajo y carbón, otras personas le colocan una manillita de color rojo en la muñeca izquierda, o una cinta de color rojo le ponen como cintillo en la cabeza generalmente a las niñas, pero la verdad creamos o no el mal de ojo existe, por lo que es mejor prevenir que lamentar y no está por demás utilizar lo que generalmente nuestras madres y abuelas nos han enseñado como se protege de este mal o como se hace para curarlo; por suerte, en Cuenca y en el Azuay se tienen en los mercados populares como el de la 9 de Octubre o 10 de Agosto a las señoras que curan de este mal o del famoso “espanto” que también es otro mal que puede hasta producir que el infante se quede “mudo” según indican las personas entendidas en esta materia.

Las Cruces, una advocación en el Azuay

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a cruz es uno de los símbolos más antiguos de la humanidad que tiene varios simbolismos, pero el más tradicional es el que la asocia con la iglesia católica donde representa la pasión y muerte de Jesús.

Con respecto a sus usos dice que en la antigüedad fue usada por los chinos, indios, americanos, budistas y los egipcios, sirvió como patíbulo para los delincuentes, antes de la era de Cristo. En la época cristiana se la conoce como instrumento de martirio de la crucificción de Jesús y es en la insignia de los cristianos. Además delimintaba el espacio, indica direcciones cardinales y establece un orden… En lo profano, se la usa en el juego de “cara o cruz” o en las áreas rurales los agricultores toman la forma para hacer figuras de espantapajaros con el fin de proteger sus sembrados de las aves.

En Cuenca, apenas fue fundada, luego de la conquista española que utilizó la cruz y la espada en mano, en 1557 se alzaron en la plaza principal (hoy Parque Caderón) los pedestales de la Cruz, la bandera emblema de España y la justicia de los Rollos.

En la época colonial en las ciudades fundadas por españoles como señal de poder evangelizador se ubicaron en las entradas de la ciudad grandes cruces, fue el caso de Cuenca que la ubicaron en lugares como El Vecino, San Sebastián, San Blas y a orillas del Tomebamba para amenguar los furiosos embates del río que inundaban el Ejido.

En la Provincia del Azuay el uso de la cruz, dentro de este marco de religiosidad popular, es una respuesta a la necesidad de obtener protección divina recibir los favores de ser bendecidos en todos los momentos de la vida y de la muerte y para evitar desatres naturales, rayos, truenos, terremotos, preservar los animales, cultivos y otros. Son colocadas en los techos o dentro de las casas, en las iglesias, capillas como ofrendas, en diversas festividades, para recordatorios en los cementerios, caminos, carreteras, etc.

Los artesanos son quienes trabajan estas obras como cruces, crucifijos, imprimiendo las virtudes y los misterios con advocaciones distintas y el sentido simbólico que representan, los materiales con los que se trabajan son varios, como cerámica, madera, piedra, hierro, hojalata, cobre, vidrio o hueso.

Existen variedad de formas de las cruces, pero las más conocidas por ejemplo son las que se han registrado en los techos de las casas y en los cementerios.

La Cruz Latina es la más común, antiguamente se la conocía como la marca de Dios. Dado su valor intrínseco, la cruz latina constituye la clave de toda la metafísica cristiana, está formada de una vertical más largo y brazos situados más arriba de la mitad.

La Cruz griega de vertical y brazos del mismo tamaño, unidas en el centro. La Cruz Patriarcal similar a la latina pero de doble brazo siendo el primero más corto que el inferior. La Cruz Papal que ostenta tres brazos horizontales, los dos primeros de menor tamaño que el inferior. La Cruz Celta, es la misma cruz latina a la que se ha agregado un círculo en unión de los brazos con el pie.

Las cruces en su mayoría van acompañadas por alegorias colocadas por los mismos artesanos cada una tiene un significado diferente, entre las más frecuentes están: a) la cruz sobre la hostia que

significa la redención del mundo por Cristo. B) La hostia sobre el cáliz, la hostia es el cuerpo de Cristo consagrado para el perdón de los pecados, el caliz es la copa en la que bebió vino, representa la sangre de Cristo. C) La cruz con un corazón, que es el órgano vital del hombre generalmente rodeado de espinas. D) Con un cordero que es el símbolo de Cristo resucitado. E) Con escaleras, que representa el decendimiento o ascención de Cristo en sentido material o espiritual. E) Con la media luna que es el principio femenino receptivo. F) Con la flor que representa la causa y efecto, el principio y el fin. G) Con la flor de lis, que es un lirio estilizado y representa la santísima trinidad. H) Con el gallo, que simboliza custodia y vigilancia, o el anunciamiento de un nuevo amanecer. I) Con palomas, que representan el alma o el espiritu trascendente.

Las cruces han sido tradicionales en el Azuay y Cañar y todavía subsiste la tradición de colocar una cruz en el techo de la casa lo que comunmente se denomina la “guasipichana” con lo cual la protegen de malas energías, sobre todo alejando a demonios o fuerzas malignas, de los vientos huracanados, tempestades, desgracias y otras calamidades. La Guasipichana significa “barrer la casa” y es una fiesta en donde hasta se elige a un compadre quien es el que tiene que comprar la cruz, hacerla bendecir y realizar el enteche que es colocar la cruz en la cumbrera de la casa.

En Cuenca en el mes de mayo se celebra la “Fiesta de las Cruces”, es una fiesta conocida como la fiesta de la “Santísima Cruz” data desde la época de la colonia cuando los misioneros a falta de los santos en bulto, optaron por mantener el culto a la Cruz y tributarle homenaje en el mes de mayo, mes en que los indígenas realizaban sus festejos para rendirle homnenaje a la naturaleza en el resurgimiento de la florecencia.

Generalmente se indica que la Cruz remplazaba a las advocaciones y adoratorios indígenas, por ejemplo en los cerros que eran centros de adoratorio de las comunidades cañaris en el austro, se colocaron cruces advocando a santos católicos suplantando a los dioses indigenas.

En estas fiestas, se revestía a la cruz, en épocas anteriores se lo hacía el primero de mayo se la vestía y el 31 de mayo se la desvestia, eran fiestas

religiosas cargadas de mucha devoción, con el rezo del rosario, en la actualidad en el barrio El Vado aun se conserva esta tradición que no ha muerto, en donde se arreglan altares donde se venera a la Cruz, se realizan juegos pirotécnicos, la tradicional misa y la carrera de las cruces que es una de las más antiguas, prestigiosas e internacionales carreras de la ciudad con la participación de muchos atletas locales, nacionales e internacionales.

EL TURISMO CULTURAL EN CUENCA

iempre el sector turístico de Cuenca y el Azuay presentan sus S constantes quejas y voz de sus representantes ante las autoridades de gobierno sea Ministerio de Turismo o Fundación Turismo para Cuenca que corresponde al Municipio de la ciudad por la poca afluencia de turistas hacia una ciudad Patrimonial como lo es Cuenca. Este recurso es básico para la configuración como destino turístico que debemos valorar y transformar en un producto al servicio de un desarrollo local duradero, mereciendo una especial atención en su conservación y mantenimiento, así como para garantizar el disfrute del mismo a la propia población residente, por lo que urge desarrollar una adecuada planificación turística que contemple estrategia, sobre todo a corto plazo, promoviendo la colaboración más estrecha entre el sector público y privado, estableciendo una cooperación local y regional que abarque aspectos como la promoción conjunta y desde luego la comercialización. De todas maneras tenemos que estar conscientes de que el turismo en la sociedad actual prescinde incluso de la exitencia de recursos naturales y culturales en un determinado

territorio para atraer a millones de visitantes como el claro ejemplo de destinos consolidados como Madrid o Ciudad de México destinos mundiales que sirven como ejemplo, así mismo tampoco se puede hablar de un agotamiento del modelo turístico dominante centrado en el binomio sol y playa en donde la demanda masiva aún persiste, pese a los amenazantes fenómenos naturales como los tsunamis.

La prosperidad turística en los destinos emergentes, zonas que cuentan con importantes recursos naturales y culturales como es el caso de numerosos ejemplos en nuestra América Latina; está siendo promovido básicamente por grandes grupos de implantación internacional que, por lo general, dedican escasos recursos a la protección y conservación del patrimonio y, en algunos casos ponen en peligro la propia identidad cultural de la zona, y en este sentido debemos considerar el desarrollo sostenible. Así dada la insostenibilidad de nuestro modelo de crecimiento y la urgencia de entrar en una senda de desarrollo sostenible, es fundamental potenciarlo como motor de desarrollo para las comunidades que lo acojan, un turismo que sea asimilable para la región receptora, tanto ambiental como socioculturalmente contribuyendo al avance armónico de la región, como un conjunto de actividades referidas a la gestión del desplazamiento voluntario de personas con diversos fines y que generaran mejoras en el nivel y calidad

de vida y por lo tanto manteniendo dentro de ellas la competencia del patrimonio natural y cultural utilizado. Concretamente, el turismo de ciudad es esencial para captar otro tipo de producto–mercado como el urbano y el de congresos y convenciones.

En definitiva, es conveniente, establecer un equilibrio entre la propia conservación del patrimonio y la explotación eficaz del mismo, respondiendo a la demanda que plantea el turista cultural, facilitando la aparición de nuevos productos, ofreciendo nuevos destinos y consumos complementarios a los ya tradicionales, responder a la creciente segmentación sensible de la demanda, complacer exigencias vacacionales de corta duración como feriados y fines de semana, y añadir valor a la experiencia turística, siendo esta una consumidora intensiva del territorio y por lo tanto debe planificarse su desarrollo con una visión urbanística en donde se precise que objetivos económicos se quieren cumplir, que espacios hay que proteger y que se quiere poseer.

La parroquia Baños atrae con sus aguas termales a los turistas

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eográficamente la parroquia Baños se sitúa a los 2º 56’ 29’’de latitud sur y 79º 3’ 45’’ de longitud oeste, asentada en las estribaciones de la cordillera del Cajas lo que le hace aún más importante, porque en él se encuentra una gran cantidad de lagunas que a su vez dan origen a riachuelos de cuya unión en la altura del río Soldados nace el río Yanuncay, que se convertirá en un importante límite geográfico para la parroquia.

Esta parroquia es aún considerada como parroquia rural del cantón Cuenca, se deduce que Baños se creó como parroquia rural de Cuenca en 1824, según la Ley de División Territorial de la Gran Colombia, dictada por Francisco de Paula Santander. Fue legalmente oficializada y ratificada como parroquia rural del cantón Cuenca el 1 de septiembre de 1852, según el Registro Oficial de esa época, depositado en los archivos de la Biblioteca Aurelio Espinosa Pólit.

Está situada al suroccidente de Cuenca en medio de un maravilloso paisaje natural, rodeado de zonas de gran altura como Chanchán, Nero, Yanasacha, Sunsún y Huasiloma (llamada así porque se dice que el campesino construía pequeñas chozas en las lomas para guardar herramientas, semillas, y alojarse en temporadas de trabajo), donde la naturaleza se pinta de hermosos y únicos pajonales, páramos, peñas, flora y fauna. En la parroquia también se encuentran laderas y peñas que se desprenden de la cordillera de los Andes.

Además, cuenta con extensas planicies donde se ha asentado la plaza central de la parroquia y sus barrios aledaños, que limitan con la zona urbana de la ciudad de Cuenca.

Esta parroquia se encuentra solamente a 8 kilómetros de Cuenca, que recorridos en un vehículo toma 15 minutos. Cuenta con una extensión de 34 kms. y con una altura media que va desde los 2.580 hasta los 4.200 m.s.n.m. Su temperatura promedio es de 14° C.

La parroquia de Baños es considerada como uno de los centros turísticos de gran importancia para Cuenca y se encuentra limitada: al norte con la parroquia San Joaquín; al sur con las parroquias Tarqui, Victoria del Portete, Chumblín del cantón San Fernando y Zhaglli del cantón Santa Isabel; al este con la ciudad de Cuenca y la parroquia Turi; y finalmente por el oeste limita con la parroquia Chaucha.

La mayor parte de su territorio está incluida dentro de las declaratorias de Bosques y Vegetación Protectoras del río Paute conocidos como Yanuncay y Sunsun Yanasacha, áreas en donde se puede estar en contacto con la flora y fauna local. El Corredor Bioturístico del río Yanuncay está conformado por abundantes aguas que nacen en las alturas de Soldados junto a la cordillera de Chanchán y Cajas que baja a la ciudad de Cuenca.

Mientras que el bosque Sunsun Yanasacha es una zona protegida por sus excelentes páramos. Estas áreas comparten una perfecta fusión de naturaleza y cultura, a donde numerosas familias acuden los fines de semana para su diversión y esparcimiento.

La parroquia Baños de Cuenca, hace 50 años, era considerada el lugar perfecto para los paseos. En ese entonces, los cuencanos realizaban un ‘largo viaje’ desde el centro de la ciudad, se tenía que ir por un viejo camino que todavía existe en los pocos carros que había, pero otros iban caminando. Los fines de semana, los cuencanos armaban su fiambre (comida) para emprender el viaje hasta Baños y disfrutar en este sitio de las aguas termales,

que siempre llamaron la atención de los turistas y los propios azuayos.

En ese entonces, para los visitantes, el objetivo no era solo llegar a la parroquia e ir a las piscinas, sino también subir hasta los ‘hervideros’, donde el agua caliente que bajaba por la montaña, siguiendo un canal formado por la corriente del líquido.

Allí los viajeros enduraban los huevos de gallina que llevaban para su almuerzo. Los colocaban en un pañuelo y en menos de cuatro minutos ya estaban listos para servirse.

Algunos habitantes manifiestan que el agua termal era tan fuerte “que había que tener cuidado”. “Actualmente el cauce está canalizado porque los visitantes comenzaron, no solo a entibiar los huevos, sino a pelar los cuyes y gallinas, contaminando el agua que los turistas utilizaban en los balnearios.

Los miércoles de ceniza eran los días más concurridos; las pocas piscinas que existían en ese entonces pasaban completamente llenas.

Baños, por la cercanía, era el lugar buscado por los cuencanos para recuperarse luego de los festejos.

Según la historia, la existencia de Baños como asentamiento humano se remonta a la época precolonial e incluso preincaica, pues la presencia de recursos naturales, como las aguas termales y vetas auríferas, más su ubicación geográfica entre la llanura que ocupa la ciudad de Cuenca y los pajonales de la cuenca alta del río Yanuncay, la sitúan como un lugar estratégico, por lo que debió ser conocido y poblado por los cañaris originarios de esta parte de los Andes ecuatorianos.

Este sector en los actuales momentos cuenta con todos los servicios básicos. El transporte y las telecomunicaciones han modernizado el sitio que sigue siendo el atractivo de todos los turistas.

Baños, está destinado a paseos, aunque hace muchos años solo se promocionan las aguas termales, que son manejadas por una empresa privada dueña de las piscinas, y el turismo no llega hasta el centro parroquial, donde están el mirador El Calvario y la iglesia de Guadalupe. La construcción del templo se inició en 1950, mientras Alfonso Carrión Heredia era párroco.

Por más de 100 años, en el mismo espacio funcionó un pequeño santuario que sirvió de base para la nueva estructura. Su edificación duró cinco años y la inauguración fue el 8 de septiembre de 1955. Los materiales que se utilizaron para la construcción del templo, como los ladrillos, se elaboraron en la parroquia con la colaboración de las comunidades de artesanos.

Las aguas termales de Baños se han mantenido intactas. En los últimos años se han creado otras empresas que aprovechan este recurso hídrico para ampliar los servicios con hidromasajes, piscinas y baños turcos, obteniendo cada vez mayor afluencia de turistas.

Las propiedades curativas que se atribuyen a las vertientes termales han hecho de Baños un próspero centro turístico. Las aguas emergen de la tierra a temperaturas que bordean los 60 °C y 75 °C, y alimentan a las piscinas instaladas en el sector. Hay quienes aseguran que allí hay un volcán apagado.

En la gastronomía de la parroquia se destacan sus famosas empanadas de viento. La empanada puede ir acompañada de un tinto o un chocolate caliente. Las empanaditas identifican a la parroquia. Todos los que llegan a este lugar tienen que probar esta delicia.

Desde la parte alta de esta parroquia también se puede contemplar Cuenca.

El 8 de septiembre, la parroquia recibe gran cantidad de visitantes por las fiestas en homenaje a la Virgen de Guadalupe.

Alrededor de las piscinas existen varios restaurantes de comidas típicas.

El transporte hasta Baños, en buses urbanos, funciona desde las 06:00 hasta las 22:00, por el valor de $ 0,35.

En este sitio también están las mejores bandas de pueblo de la ciudad, con la familia Ramón, pioneras en esa actividad.

Comida Tradicional: el cuy, y su preparación que ha evolucionado con el tiempo

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o que nació como un plato típico y tradicional en los campos del Azuay y Cañar de épocas anteriores, con el paso de los años se ha venido convirtiendo en el plato principal y típico de la ciudad de Cuenca y de la Provincia del Azuay.

En Cuenca existen lugares tradicionales para consumir este plato típico, uno de esos es la Parroquia de Ricaurte al norte de la ciudad, la Av. Don Bosco es otro sitio donde se puede encontrar este plato típico, siendo reconocido a nivel nacional, en el sector del mercado 9 de Octubre tambien se lo puede disfrutar.

La gran acogida que tiene en la ciudad ha llevado a los comerciantes ha crear establecimientos especializados en la

preparación de este platillo, incluso la tecnología ha ingresado en su preparación, agilitando su proceso para el beneficio de los comerciantes y comensales.

Los famosos “cuyes de la Don Bosco”, que ya tienen una historia de tradición en la mesa cuencana, sus primeros locales ya han desaparecido, hubo un tiempo que casi toda la avenida Don Bosco estaba llena de negocios de venta de cuyes, el olor se apercibia a varias cuadras, antes los restaurantes no vendían cuy por considerarlo un bocado diferente, poco sofisticado, ahora engalana las mesas de los mejores restaurantes, al igual que el hornado o las papas locas, que son también platos muy apetecidos por los cuencanos, azuayos, ecuatorianos y extranjeros que visitan la ciudad.

El crecimiento de la ciudad ha hecho que los locales de cuyes se trasladen, pero algunos restaurantes han sobrevivido en la Av.Don Bosco, gracias a que han incorporado otros platos típicos, como la fritada, la cascarita y el sancocho.

Atrás quedó la época del cangador de madera y el fogón de carbón sobre todo en los restaurantes, pero en los hogares cuencanos todavía sobreviven sobretodo en las reuniones familiares en épocas tradicionales. En estas reuniones de familias cuencanas y azuayas se mantiene la manera como la persona va girando el cangador para que el cuy se dore uniformemente, sin importar si terminaba quemado por las brazas.

Los restaurantes en la actualidad el cangador ya no es de madera sino de metal inoxidable, los cuyes son colocados en un asador al igual que los pollos. En quince minutos se pueden obtener nueve cuyes asados, en el mejor de los casos sin mayor esfuerzo.

El cuy con papas es una tradición que va a perdurar por el tiempo, ya que es algo propio de la tradición cuencana y azuaya y los lugares que por años han preparado este plato permanecerán por mucho más tiempo, sin embargo estos se han ido adecuando a las necesidades de los comensales locales y foráneos.

En el Azuay Ud podrá encontrar en los mercados tradicionales de los cantones azuayos sobre todo en Gualaceo, Paute, Sígsig, Girón, entre otros el famoso cuy asado, así mismo en las parroquias también los podrá encontrar, en fin como se ha dicho es un plato típico de Cuenca y el Azuay, tradiciones cuencanas que nunca desaparecen y que ya son parte del patrimonio culinario del Ecuador.

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Un agradecimiento al Sector Privado: comercial artesanal, de la Ciudad de Cuenca, que siempre esta apoyando la promoción de esta publicación; sin su participación sería muy difícil estar presentes todos los años con la edición de este ejemplar conmemorativo por las Fiestas de Cuenca.