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LA SONRISA DEL FÚTBOL

Por Valeria Burga Bobadilla*

fútbol y a sus dos mejores estrellas: Ronaldinho y Messi. Sin embargo, al año siguiente comenzaría el declive de Ronaldinho por sus problemas extradeportivos e indisciplina. Fue eliminado del Mundial de Alemania 2006 en cuartos de final y el 09 de marzo de 2008 jugó su último partido con la escuadra culé. El AC Milan lo fichó por 35 millones de euros. Aquí jugó tres temporadas, donde aún dejó algunas pinceladas de su calidad deportiva. El talento estaba intacto, pero ya no contaba con la velocidad de antaño. Ello hizo que se perdiera el Mundial de Sudáfrica 2010. Después regresó al Flamengo de Brasil, donde ganó el Campeonato Carioca, la Taça Río y la Taça Guanabara. El Brasileirão enfrentó a Flamengo y Santos el 27 de julio de 2011 en uno de los partidos más recordados del fútbol brasileño. Ronaldinho, un jugador consagrado y Neymar Jr, una joven promesa; fueron el atractivo principal que dio la vuelta al mundo. El veterano demostró que seguía siendo el rey, luego de llevar a su equipo a una remontada que finalizó 5-4. Es el último recuerdo latente que tengo de «Dinho» en el césped, donde aún pude apreciar los destellos de su magia futbolística antes de culminar su carrera. En 2012 se fue al Atlético Mineiro, con el que obtuvo el Campeonato Mineiro. También conquistó la Copa Libertadores en 2013 y la Recopa Sudamericana en 2014. Después de una corta etapa en el Querétaro mexicano, Ronaldo de Assis Moreira finalizó su era deportiva en el Fluminense, con el que apenas disputó 9 encuentros. No obstante, Ronaldinho es de esos pocos jugadores que lo han logrado todo. Pudo ser el mejor de todos los tiempos, pero no quiso. Jamás me atrevería a juzgarlo. Le devolvió la sonrisa al fútbol y fue protagonista de momentos que quedarán inmortalizados en la órbita.

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*Editora General