Caterva Vol 8: Afro

Page 1

CATERVA

vol 8


TABLA DE CONTENIDO Nota de la editora Playlist del mes Recomendados Entrevista a Dulcelys Gaviria Ilustración Collage Fragmento poema Mi aceptación como afro: La diversidad viene en distintos envases Collage Cuento de la negrita y su maletita Ilustración

En portada Foto tomada por: Julio Macott IG: julio.macott


NOTA DE LA EDITORA Esperamos que disfruten el nuevo volumen de la revista caterva: Afro. Después de varios mese hibernando, retomamos este proyecto con la propuesta que nos había quedado pendiente: la importancia de conocer parte de nuestra cultura, nuestras raíces y de lo que somos. Entendemos que la representación nos ayuda a crear figuras con las cuales identificarnos y a perpetuarnos en la historia, este volumen tiene la intención de recoger un poco de nuestra cultura negra a través de entrevistas, ilustraciones y material visual diverso, disfrútenlo con un cafecito.


PLAYLIST DEL MES

AZÚCAR NEGRA CELIA CRUZ

ME CONOZCO MICRO TDH


HIGH RAWAYANA FT. APACHE

AFRO BEAT BLUES HUGH MASEKELA FT. OJAH


RECOMEN

Miles Davis: Birth of the cool Documental 2019

The Black Power Mixtape 1967-1975 Documental 2011

Burning Cane Película 2019

Chi-raq Película 2015

Black Dynamite Película 2009


NDADOS

The Underground Railroad Serie 2021

Ray Película 2004

What happened, miss Simone? Documental 2015

Pariah Película 2011

Poetic Justice Película 1993


ENTREVISTA A DULCELYS GAVIRIA @dulcedeebano Para este volumen de Caterva entrevistamos a Dulce Gaviria, miembro de la escuela de formación integral de Cartagena (Esforinca), quién a través de sus redes sociales utiliza la moda como forma de expresión política y social; también es creadora de contenido en el que se enseña que la moda más allá de lo estético también es un acto político. Estas fueron las preguntas que Dulce se animó a responder para nuestro volumen “afro”, dejándonos conocer a través de su trabajo lo que representa la moda para ella. —¿Cómo se genera cambio social a través de la moda? También hay que examinar a qué nos referimos por cambio social. Yo considero que la moda siempre ha estado presente en momentos históricos y de cambio importantes para las sociedades reflejando un cúmulo de valores a los que se adhieren los sujetos. Por ejemplo, los 60 fueron una década de total revolución marcada por diversos fenómenos culturales como el hippie -que tiene influencia en el vestido- y el movimiento por la lucha de los derechos civiles; a continuación, solo les agregaré una referencia en específico. Con el surgimiento del movimiento antirracista Panteras Negras, en Estados Unidos, en esa misma década, surgió toda una estética corporal identitaria

de los miembros de este partido; gabanes y chaquetas de cuero, suéteres con cuello alto, boinas y por supuesto, un gran y redondo cabello afro. Estos, por solo mencionar, fueron vestuarios y formas concretas que precisaron una vinculación de ciertos valores políticos y estilos de vida relacionados con la resistencia de las personas negras. Otro punto importante a poner en conversación es la manera en que el vestido se convierte en un vehículo de información, que relaciona oficios, comportamientos, estatus, posiciones políticas e incluso orientación sexual en la sociedad. Y claro, que no es extraño que tengamos ciertas ideas preconcebidas al ver a un cuerpo vestido. —¿Qué piensas acerca de la sexualización de la mujer negra y la exotización de la raza por cuenta de los estereotipos? La sexualización y exotización de los cuerpos de las mujeres negras no es reciente, porque no sea reciente no quiere decir que no sea un asunto grave. Este estereotipo se ha creado desde posiciones de privilegio y de poder en todas las áreas durante la historia, negando nuestra humanidad y viéndonos como un objeto para realizar sus horrores. Si hablamos de eliminar la posibilidad


de una mujer negra de vivir una vida digna por tener características fenotípicas pertenecientes a sus raíces fue Sara Baartman, convertida en atracción de circo en Londres y París, donde se invitaba a las personas –sobre todo de elite- a observar su enorme trasero. Su cerebro, esqueleto y órganos sexuales siguieron exhibidos en un museo de París hasta 1974, según fuentes. Esto podría evidenciarse como racismo, explotación y exotización de los cuerpos femeninos negros. Otro punto importante es que lo peligroso de los estereotipos es su capacidad de convertirse en verdades absolutas e irrefutables y esto nos pone como mujeres negras en una situación mucho más vulnerable porque de nosotras se ha dicho que todo el tiempo tenemos el deseo sexual a flor de piel, con esta justificación ¿cuántas mujeres negras han sido violentadas? Que tenemos un trasero y pechos rebosantes ¿y qué pasa con la diversidad de cuerpos de mujeres negras que se salen de ese estereotipo? En mi caso. Entonces tendríamos que vivir escuchando que no tenemos el “cuerpo de negra”; que somos excelentes cuidadoras, porque nuestras ancestras cuidaban a los hijos de las blancas mientras que le dedicaban pocas horas a la crianza de los suyos.

sotras mismas y esto puede sonar hasta cierto punto arrogante, pero es que sobre nuestros cuerpos se han ejercido tantas violencias que nada más nuestra existencia es resistencia, por bastante repetido que suene. —¿Cuál fue tu inspiración para crear ‘Ébano’? ¿Consideras que estás alcanzando ese objetivo de reivindicar la estética negra a través de la moda?

“Los estereotipos son peligrosos porque nos hacen ver solo una historia única –como diría Chimamanda– de grandes fenómenos y Los estereotipos son peligrosos porque problemáticas.” nos hacen ver solo una historia única – como diría Chimamanda- de grandes fenómenos y problemáticas. Por eso pienso que las mujeres negras no le debemos nada a nadie, excepto a no-


Salí del bachillerato con el deseo de estudiar diseño de modas, pude lograrlo gracias a su esfuerzo. Cuando entré a la universidad pública empecé a creer que mi lugar de enunciación como mujer negra era expresarme con la moda. Habiendo dicho lo anterior, Ébano surge por mi deseo de plantearme una forma de vestir que reivindique la belleza nuestra de manera digna, que cuente historias de las personas afrodescendientes y que ellos se sientan identificados con nuestra apuesta. Tenemos un área de aprendizaje bidireccional donde hablamos de la historia del turbante en África subsahariana y los significados que este tiene en los cuerpos diaspóricos en Colombia. —¿Consideras que estás alcanzando ese objetivo de reivindicar la estética negra a través de la moda? Me parece bastante pretencioso considerarlo como acabado porque los aportes que puedo hacer como sujeto a mi comunidad siguen estando en construcción y lo estarán siempre. Mi apuesta es estar leyendo constantemente la cotidianidad de mi gente. ¿Qué usan? ¿Cómo lo usan? ¿Cómo se expresan con ello? Y a partir de ahí pensar en mis propuestas para exaltar su belleza y dignidad. Y esto requiere de investigación y un acercamiento personal.



por: andrés pertuz ig: andrespertuz_


Mi negra camina en versos de cuatro o cinco tonadas, Su habla es un canto largo, con las palabras cortadas, Mi negra es dulce por fuera. Por dentro yo no sé nada. Por dentro mi negra tiene alguna cosa guardada. Agüita de manzanilla, Tisana de ron y eneldo, La raíz del limoncillo Y un manojito de espliego. El aire huele a linaza Con astillas de canela, Con alheña y con azúmbar Viene pintada mi negra. Pintada no es la palabra Viene más azul que negra, Como esculpida en el aire Durísimo de la piedra. Jaime Jaramillo Escobar


por: andrés pertuz ig: andrespertuz_



Mi aceptación como afro: La diversidad viene en distintos envases “Es hora de que los padres enseñen a los jóvenes desde el principio que en la diversidad hay belleza y hay fuerza.” – Maya Angelou diferentes circunstancias escribió lo que decidió plasmar en palabras. Aunque por, mi profesión y oficio, debo leer muchos textos técnicos (Lo cual me gusta, tiendo a ser un poco ñoña lo debo confesar) no se genera la misma magia que con un texto generado desde la realidad de alguien más. Decidí buscar un poco de insAsí que, por esta razón, como menciopiración en la literatura, ella siempre hace que me reencuentre con mi lado né antes, decidí buscar en la literatura algo que pudiera interpelarme lo sumás sensible y quizá más humano. ficiente para poder escribir algo que pudiera interpelar al que me leyera; Después de haber escrito mi primer artículo la semana pasada recibí bue- después de buscar un rato entre archivos y papeles un tanto desvencijados nos comentarios pero hubo uno, en especial, que me llamó mucho la aten- pude hallar la fuente de mi inspiración: El poema de la escritora Shirley ción, aunque no quiero citarlo para Campbell Barr llamado Rotundamente que nadie se de por aludido, pienso Negra. parafrasearlo un poco: “creo que le podrías llegar a más gente si no escriEste hermoso poema, que pueden bes tan en primera persona”. buscar en el mundo virtual, habla de la auto-aceptación no solamente en La verdad después de haber leído dichas resonantes palabras, me puse el ámbito físico, como la autora mena pensar en aquellos artículos que me ciona en el segundo verso sino en no quedarse callado ante las injusticias, hayan marcado más; y adivinen esos impunidades y vejaciones que mufueron los que, como lectora, me inchos grupos de personas se tienen terpelaban, me cuestionaban y sobre todo, me hacían sentir empatía con el que ver enfrentados todos los días. autor porque estaba escrito desde primera persona. Para mi es como tener una conversación a destiempo con la persona que en algún momento por

El amor a la diversidad se ha ido extendiendo por goteo, debido a que los mismos que son víctimas de la intolerancia y menosprecio (obviamente



no todos) se vuelven intolerantes no al hecho del odio, racismo, homofobia, xenofobia, y entre otras formas de intolerancia sino a la diferencia de los demás. El llamado de la diversidad debe ser bilateral y nunca impuesto, eso es algo que debe fluir de forma natural con nuestro ejemplo y acciones contundentes, nunca con más intolerancia debido a que el discurso que usamos de nuestro orgullo, en este caso muy particular, de ser negros, afrodescendientes, o como lo quieran denominar, se diluye a tal punto que pierde su oriente y significado real. Yo me siento orgullosa de ser afro, de tener cabello grueso y muy rizado pero no por eso alguna mujer afro que se alise es menos afro que yo. El sentirse orgullo de lo que se es viene de un proceso de amor propio y de reflexión que lleva al conocimiento del ser humano, tanto con virtudes como con defectos, que se es y se quiere llegar a ser. Si yo pido que me respeten, que me brinden las mismas oportunidades y que no se me juzgue sólo por mi apariencia, no puedo tirar ese discurso a la basura si, al mismo tiempo, no acepto la diferencia de otros grupos con alegatos como “los homosexuales son incapaces de criar en un buen ambiente a los niños, o que las mujeres blancas son simplonas, flacas y sin gracia, o las personas religiosas es una masa acéfala”.

La tolerancia y la diversidad nacen del amor propio y hacia los demás. Si todos pensáramos igual frente a asuntos en los cuales se puede reflexionar y sentir desde distintas ópticas y además si fuéramos como copias fotoestáticas de los demás dónde quedaría el progreso, el crecimiento y el desarrollo de nosotros como sociedad. Yo me siento orgullosa de lo que soy porque estoy hecha de lo mismo que los demás, pero nuestra esencia es distinta, ésta puede venir en distintos colores, alturas, pesos, idiomas, religiones, doctrinas, etc. Sin embargo cada uno de nosotros somos los mismos en distintos envases. El mío, por ejemplo, es color café, con rasgos fuertes y un cabello un tanto alborotado por las mañanas y no sólo me hace feliz ser como soy sino que me trae aun más felicidad que los demás puedan ser feliz con el de ellos asimismo que lo puedan expresar libremente. En otras palabras es poder decir: “Yo soy rotundamente yo en mi envase colorado y tú eres rotundamente tú en tú en el envase que tienes y que hemos decidido aceptar entre todos”. Termino diciendo que lamento si hice otro texto muy personal, pero creo que el llamado al amor, tolerancia y diversidad, sin importar en qué envases vengan, no puede hacerse desde una


óptica imparcial. No puedo decir “Hay que amar y tolerar”, si yo en mi propia realidad no lo hago, tampoco puede decir “Yo me amo por lo que soy y amo que tú te ames por lo que eres”, si vivo señalando y quejándome de mi situación y no lo cambio con mis acciones y ejemplo de tolerancia. Simplemente no lo puedo imponer, tengo que decirlo desde mi propio sentir. Sólo espero que vivas todos los días aceptando el envase en el que estás y puedas admirarlo mejor estando entre distintos envases. Aquí les dejo un extracto del poema “Rotundamente negra” de Shirley Campbell Barr: “…Y me niego absolutamente a ser de los que se callan de los que temen de los que lloran

Porque me acepto rotundamente libre rotundamente negra rotundamente hermosa.”

Autora: Andrea Catalina Fajardo Fotografías: americanbeautyblack.com Blog: Afrofeminas



por: andrés pertuz ig: andrespertuz_


Cuento de la Negrita y su maletita Había una niña negrita de esas que una vez que la conoces, es difícil que la puedas olvidar. Ella tenía unos rizos gruesos y tan negros como el azabache mismo. Ellos eran el recuerdo y el testimonio vivo de su historia y orígenes afro. Sus ojos morenos expresaban tal delicadeza y alegría que podía contagiarla a quien la rodeaba.

Todos los días tanto sus padres como ella misma recibían elogios sobre lo hermosa que era, lo linda que lucía con sus rizos alborotados y sobre lo expresivos que sus ojos eran. Todo parecía perfecto, pero los años siguieron sumando en el calendario y Negrita, así como la llamaron, comenzó a crecer, sus curvas se redondearon así como la grandeza de sus ojos cuando tenía cuatro años de edad. Sus rizos se volvieron más desordenados que en otrora tiempo y con ellos los comentarios no tan agradables comenzaron a llegar en su bandeja de entrada con asunto de importante. Negrita no entendía por qué ya la gente no le decía cosas bonitas como antes, sino todo lo contrario: “¿Por qué no te alisas?”, “¿Por que no te vistes como las demás?”, “Has estudiado toda una carrera universitaria, pero así no luces para nada profesional”, “Tienes que comportarte, no puedes reírte de esa forma, ya no tienes cuatro años”.


Al principio pensó que todos esos comentarios y preguntas de reflexión venían como un balde de agua fría, pero que era para su bien, comodidad y desarrollo en la sociedad. Negrita pensó: “Ummm debo hacer lo que ellos me dicen. Debo comportarme y ser una persona seria y profesional”. Por eso, un día Negrita buscó su maleta vieja, donde solía guardar sus secretos cuando era muy niña, ahí dejó sus rizos alborotados, sus curvas prominentes, todos sus rasgos fuertes y gruesos, sus ojos expresivos y por último, pero fue lo que le dolió más, su risa contagiosa. Terminó por cerrar su maletita y le puso una etiqueta que parecía gritar: “Mis miedos”. Al día siguiente salió a la calle y al instante pudo sentir las sonrisas y los comentarios simpáticos de la gente sobre lo bien que lucía y se comportaba. Aunque su piel negra todavía estuviera ya que no la pudo dejar en la maletita porque era muy pequeña para guardar toda la extensión de negrura. Nuevamente Negrita sintió aceptación, pero ésta no era lo suficiente grande para llenar todo lo que dejó guardado. Sin embargo cuando llegó una noche a su casa volvió a abrir la maletita de miedos y guardó su autovaloración; con ello ya le parecía indiferente el hecho de que no se sintiera bien con respecto a ella misma. Así los días pasaron, Negrita era cada vez más “valorada” por sus semejantes, se convirtió en una sensación entre sus amigos, total era como ellos y lo más triste se reía como ellos. Un día Negrita iba tarde para el trabajo; por eso le tocó correr hacia la estación del bus. Mientras lo hacía sus oídos retumbaron al escuchar: “Uy no… Negrita la gente normal no corre así, no es para nada elegante”; en ese instante detuvo instantáneamente sus pies y siguió su camino de forma lánguida y erguida, así como los demás dejando que su sombra fuera pisada por los demás transeúntes. Después de 45 minutos de caminata lenta llegó, por fin, a la estación del bus. Se montó al primero que pasó, no le importó el hecho de que estuviera atiborrado de otros personajes de la triste rutina de su vida. Una Señora se subió luego que ella, y tal como si no existiera la pisó y la empujó, tratando de buscar un espacio acorde a su inercia exagerada. En ese momento Negrita no pudo ser lo suficiente indiferente y le dijo a la señora de curvas multiplicadas: -“Disculpe, pero me está pisoteando, ¿Podría, por favor, correrse un poco?”. La señora, tal gorda era, no pudo creer lo que escuchó y le


dijo: -“Si quiere comodidad use taxi…. Negra tenía que ser” Tal ráfaga de luz Negrita comprendió que al intentar esconderse tras la caricatura de otros, se estaba dejando pisotear y minimizar, pero no entendió hasta ese instante que era negrita y siempre lo sería.Y por primera vez después de mucho tiempo sonrió y le respondió a este personaje: -“Gracias, si tenía que ser negra y amo serlo”. Tocó el timbre del bus y se bajó. Comenzó a correr y no le importó la lluvia de críticas que empezó a recibir por tal comportamiento. Siguió corriendo, dejando atrás las personas acartonadas que permitió que por mucho tiempo le dictaran la forma en que tenía que llevar su vida. Negrita, entre sudor y cansancio, llegó a su casa, subió las escaleras y llegó a su habitación. Buscó su maletita, la abrió y se volvió a colocar sus rizos desordenados, sus curvas, sus ojos redondetes junto con sus rasgos fuertes y por último, pero fue lo que más le alegró colocarse de vuelta, su risa. Luego de todo esto, Negrita se vistió con su autovaloración. Sin embargo, antes de cerrar su maletita decidió guardar todos los prejuicios, inseguridades, mitos y falsedades sobre su persona y negrura. Luego de haber hecho esto, le colocó una etiqueta que decía “Mentiras que solía creer” y la terminó por guardar en el rincón más oscuro de su armario. Desde ese día Negrita es feliz, siendo ella contagiando a otros con su alegría y risa. Corriendo cuando le plazca, siendo ruidosa cuando le nace serlo y nunca más dejando que la pisen con la sombra de los demás. Sí, Negrita tenía que ser y su negrura cuenta la historia de su afrodescendencia. Moraleja: ¿De qué tienes llena tu maletita? ¿Has dejado que otros la llenen por ti?

Autora: Andrea Catalina Fajardo Fotografías: americanbeautyblack.com Blog: Afrofeminas



CRÉDITOS Equipo de Caterva Yakellys Arellano - Directora Creativa Elayne Ceballos - Directora de Arte e Ilustradora Scarlett Gutiérrez - Editora Jefe Laura Caraballo - Equipo de edición Sara Yacelga - Co-directora de Arte e Ilustradora Zaray Saker - Ilustradora Cely Vergara - Community Manager Queremos dar las más sinceras gracias a quienes aportaron con su creatividad e imaginación y encontraron en este espacio un medio para expresarse. Dulcelys Gaviria Andrés Pertuz Andrea Fajardo ¡Nos vemos en un próximo volumen!


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.