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PALO A PIQUE
E D I T O R I A L
Cerramos un año muy duro, signado por la pandemia que estableció nuevas reglas de convivencia, y por encima de cualquier actividad, es inherente a toda la sociedad por lo que acusamos al golpe. Pero el sector fue declarado (como no podía ser de otra manera) de esencial, ya que precisamente lo que produce es alimento, tan vital para la humanidad como las relaciones. Y no estuvimos ajenos a las necesidades de nuestros conciudadanos, pues reaccionamos rápidamente y asistimos a tres comedores comunitarios con el aporte de carne para las comidas que éstos ofrecían.
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También sufrimos una sequía de dimensiones bíblicas, ya que solo llovió la mitad de lo que normalmente llueve en el año y la misma aún continúa. Pero estos eventos son inmanejables por el hombre; uno que afectó a toda la sociedad y el otro más que nada al sector productivo primario, pero el hombre es poco o nada lo que puede hacer frente a estas adversidades.
Hubo, sin embargo, una catástrofe, una pandemia, que sí fue provocada por el hombre, y más específicamente por este gobierno. Durante todo el 2020 y lo que vamos transitando de este año se ha dedicado a atacar al sector, incrementando impuestos que afectan directamente la facturación bruta (las retenciones), amenazando con impedimentos de comercializar con el mundo de una manera libre y sin limitaciones (los cupos de exportación), la manía de intentar poner precios máximos a los productos cuyos insumos principales son productos primarios, acusando a los productores de especuladores, de subir los precios de forma deliberada cuando a la vista de todos se sabe que el productor si hay algo que no maneja (al igual que el clima) es el precio de lo que produce.
Se apoyó explícitamente con funcionarios nacionales y provinciales intentos de usurpación de tierras con argumentos falaces, y que estaban en procesos judiciales en marcha; como también la se produjo la intentona de apropiarse de manera irregular y por la vía de la expropiación de una empresa quebrada con la argumentación que se defendía el interés de los pequeños productores y el mejoramiento de los precios que estos podrían recibir por la acción de una empresa manejada por el estado (como parangón solo pensemos Aerolíneas Argentinas), construyendo un relato que, al margen de inverosímil, a todas luces era ilegal por la manera que se lo encaró. Y en todos estos casos (salvo con las retenciones) se dio marcha atrás con las medidas o las acciones, provocando una ira innecesaria que se trasmuta en una falta de confianza (no solo en el productor, cuyo insumo imprescindible para cualquier inversión es la confianza en el mediano y largo plazo, que son los tiempos que el maneja para obtener el fruto de su esfuerzo), sino también de países que son clientes habituales de nuestros productos, pues estos ya están abriendo sus mercados a otros países ante la posibilidad de quedarse sin estos alimentos para sus habitantes.
En el plano local (como también en el nacional y provincial, aunque tal vez con menos intensidad mediática y efectiva) el acoso a productores por parte de grupos pseudo-ambientalistas, acusando de una manera irresponsable al sector de ser envenenadores seriales, actitud que se materializa en nuestra ciudad con regulaciones que impiden el uso de agroquímicos que Sí se usa en el resto del país, y promoviendo llevar este modelo de producción al resto de la provincia reemplazándolo por uno que elimina los químicos para producir. Obviamente sin explicar cómo van a hacer para alimentar (de mínima) a los 40 millones de argentinos (recordando que con el modelo “envenenador” argentino produce alimentos para 400 millones) y contraponiendo el programa PASSS, de cuyo resultado efectivo no hay ningún dato y del que sabemos que es un sistema económicamente inviable. Lo que sucede es que se hace con dinero público que sale de nuestros impuestos, es algo más de lo que todos los gobiernos hacen (malgastar recursos) y ya no causa ni extrañeza entre los vecinos que se dilapiden los fondos que son de todos.
No obstante, seguimos, firmes, con la frente en alto, con el lomo agachado cuando es necesario, debatiendo, resistiendo, aclarando, informando, haciendo gremialismo solo motivados por intereses altruistas, convencidos que trabajando de este modo, lograremos un día ayudar a construir un país mejor.
Esperamos contar con el apoyo de los productores y conciudadanos, ellos son los verdaderos destinatarios de nuestros esfuerzos.
Sergio Dalcol
Nómina de Autoridades SRG
Presidente: Dr. José Colombatto Vicepresidente 1°: Lic. Sergio Dalcol Vicepresidenta 2°: Sra. Fernanda Cafferata Secretaria: Dra. Luisa Castiglione Prosecretario: Ing. Enzo Bocalandro Tesorera: Cra. Xiomara Herrero Pro Tesorera: Cra. Marcela Fazzio
Vocales Titulares: Vocal 1° Dr. Adalberto del Valle Vocal 2° Sr. Raúl Sobredo Vocal 3° Sr. George Thomas Fogg Vocal 4° Agrim. Eduardo Calot Vocal 5° Dr. Guillermo Echezarreta
Vocales Suplentes: Sr. Matías Marquez Ing. Santiago Veronesi Sr. Igor Pieczocha Comisión Revisora de Cuentas - Titulares: Dr. Raúl Echezarreta Sr. German Chilese Dr. Guillermo Andrés Jauregui
Comisión Revisora de Cuentas - Suplentes: Ing. Agustin Dalcol Ing. Luis Ledri Ing. Emanuel Bogliacino
Correspondiente a la Asamblea General Ordinaria efectuada el día 22 de Abril de 2019.

N O T I C I A S
LA EXPOSICIÓN RURAL GUALEGUAYCHÚ YA TIENE FECHA
Se desarrollará el fin de semana comprendido entre el 10, 11 y 12 de septiembre de 2021. Se prevé además de la tradicional muestra ganadera la realización de la muestra comercial.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) actualizó su Plan Nacional de Control y Erradicación de Brucelosis Bovina. Se trata de la Resolución Senasa 77/21 ya en vigencia que modifica algunos artículos de su Resolución 67/2019, ofreciendo alternativas para cumplir con la obligación de la Determinación Obligatoria del Estatus Sanitario (DOES) en los rodeos reproductivos y alcanzar el principal objetivo de la estrategia: identificar los establecimientos infectados para su saneamiento. La DOES muestreo, opción que plantea la resolución modificatoria, es obligatoria para rodeos de cría y ciclo completo; la cantidad de muestras a tomar se determina en base a un porcentaje de la categoría “vaca” presente en el establecimiento, según la nueva tabla incluida de la Resolución 77/21. Aquellos establecimientos que tienen más de 300 vacas, deben determinar el estatus de sus rodeos antes del 31 de julio del 2021; mientras que los productores con 300 vacas o menos¨, tienen tiempo hasta el 30 de noviembre del 2021. Si se obtienen resultados positivos, se deben realizar las tareas de saneamiento hasta eliminar la enfermedad. Aquellos productores de cría y ciclo completo que quieran alcanzar la categoría de “Establecimiento libre”, podrán optar por la DOES Total obligatorio para tambos y cabañas.

VACUNACION DE BRUCELOSIS GIRASOL 20/21

La Bolsa de Cereales de Entre Ríos da a conocer el informe correspondiente.
La superficie sembrada con girasol en la campaña 2020/21 en la provincia de Entre Ríos se ubicó en 5.900 hectáreas (ha), lo cual representó un crecimiento interanual del 521 % (4.950 ha).
Es importante mencionar que, si bien la oleaginosa experimentó una interesante expansión en el territorio, desde ciclo 2011/12 el área cultivada no logra superar la barrera de las 10.000 ha.
La mayor producción con 72,695 has se registró en la campaña 2007/2008, siendo la actual la que más hectáreas sumó de las últimas ocho.
Se detectó la siembra de girasol en 21 de los 106 distritos que conforman la provincia de Entre Ríos. Los distritos con mayor cantidad de hectáreas sembradas fueron: Lucas al Sur (Dpto. Villaguay) y Alcaraz Primera (Dpto. La Paz) con una superficie que se ubicó dentro del rango de 801 a 1.000 ha. En segundo lugar, se posicionó el distrito Tacuaras (Dpto. La Paz) con un área que osciló entre 601 a 800 ha. En estos tres distritos se concentró el 41 % (2.400 ha) del área total implantada.










RELATOS DE PRUEBA
Pasó el 2020 con pandemia, pero con muchísimos eventos impensados, solo nos queda esperar que nos deparará 2021. Ya resulta toda una metodología del gobierno tirar una idea en un medio afín para probar qué resulta, cómo se defiende el grupo en cuestión y cómo lo toma la sociedad en general.
La primera gran prueba fue Vicentín, luego la novela entre Grabois y la familia Etchevehere, más tarde el anuncio de la suba de retenciones a los cereales y los cupos de exportación. Todos estos eventos atentan contra la decisión de invertir que está en el ADN de los productores.
Más recientemente el tema pasó por la necesidad de “desacoplar los precios internacionales de los granos con los internos” para de esa forma bajar el precio de los alimentos a los consumidores y abastecer la mesa de los argentinos. Otra vez tirón de orejas y la amenaza de subir las retenciones a las exportaciones y poner cupos de exportación. En realidad, muy poco sentido práctico para los fines buscados tenía esta suba de las retenciones, que en el caso del maíz y del trigo (dos insumos básicos de la industria alimenticia local) podía ser de solo 3 puntos porcentuales, del 12% al 15%, que es el tope que estableció el Congreso Nacional al Ejecutivo, en la Ley de Emergencia Económica de diciembre de 2019. En el caso de la soja, el cultivo que explica 75% de la recaudación por retenciones, el límite de 33% ya se está aplicando desde marzo pasado.
Siempre apuntando a la misma receta, la viceministra de Economía, Cecilia Todesca, aseguró que no tienen muchas más herramientas, que la inflación no es un fenómeno monetario generado por el manejo local, sino que nos viene de afuera. Fue excelente el comentario del economista Martín Tetaz al respecto, cuando en el programa de Lanata en Radio Mitre se preguntó “¿Si viene de afuera, porqué no hay inflación en Uruguay, Paraguay o Brasil, que tienen la misma estructura exportadora basada en commodities agrícolas?” Tetaz explicó muy bien el impacto mínimo de las retenciones en el precio de los alimentos. Sostuvo que el trigo no incide en más del 10% en el precio del pan más barato. Y que, en consecuencia, un aumento del 10% en el precio internacional del trigo impactaría apenas en un uno por ciento en el costo del pan. Ni hablar de la incidencia en otros panificados de mayor valor, desde las medialunas hasta las tortas de casamiento, pasando por las pizzas y las pastas.
Desde distintas entidades y hasta productores independientes buscan explicar qué sucedería con los precios de los alimentos si finalmente subieran las retenciones al trigo y maíz al 15%. La posible suba de retenciones, castigaría al productor de esos granos, pues recortaría de inmediato un 3% los precios que recibe, no tendría un impacto significativo sobre los precios de los alimentos, que es lo que el gobierno supuestamente busca. En primer lugar el desacople de los precios externos e internos ya se dio, desde el momento que el trigo tiene un derecho de exportación del 12%, por lo cual si consideramos un precio FOB de 270 dol/ton, -descontando los gastos internos- el equivalente para el productor es de solo 225 dol/ton, como lo explica el analista de mercado Gustavo López.

Por otro lado, este recibe pesos al tipo de cambio oficial, por lo cual si se considera un precio externo de 270 dol/ton, el equivalente en dólares libre que termina percibiendo es de solo el 45% del valor original. De un kg de trigo se obtiene el 75% aproximadamente de harina por lo cual con 1.2 kg de trigo se obtiene 900 gramos de harina que son equivalentes a un kilogramo de pan.
1.2 kg de trigo por 19.850 $/ton (equivale a 125 dol/ton que es lo que cobra un productor en dólares libre, implica que el valor de la materia prima es de 23.8 $/kg, lo cual si lo comparamos con el precio del kilogramo de pan en un promedio de 160 $/kg su incidencia es de solo el 14.8%. Los precios históricos del pan en argentina normalmente oscilaron en torno al dólar/kg. En este caso a lo largo de la cadena, desde el productor que solo recibe el 15% del precio final en la góndola, se suman costos industriales, de logística, salariales, impuestos etc. que aportan el 85% restante.
Los productores ganaderos también tuvieron su alerta. El establecimiento de cortes populares en los supermercados dos días a la semana difícilmente solucione el problema de la pérdida de poder adquisitivo del salario de los argentinos. El valor promedio de la carne exportada a China en 2020 fue de 3.713 dólares la tonelada, según datos oficiales. A valor oficial, que es como se cobran las exportaciones, son 352 mil pesos por tonelada o 352 pesos por kilo. En el país vecino Uruguay 1 kg de colita de cuadril cuesta 429 pesos urguayos, que son 858 pesos argentinos, para nosotros resulta caro porque nuestra plata no vale y mientras nuestro salario promedio es de 506,87 USD, el salario medio de Uruguay es de 614,45 USD. Si bien el 20% a favor de Uruguay parece poco, hay que tener en cuenta que los 500 dólares son medidos en dólar oficial. Si lo medimos en otro tipo de dólar el salario argentino cae a un 50% de lo que cobra un uruguayo.
FRASES QUE PREOCUPAN
"Las retenciones son una herramienta técnica que permite desacoplar el precio nacional del internacional, para garantizar una oferta de alimentos a un precio razonable para los ingresos de las familias".Vicejefa de Gabinete de la Nación, Cecilia Todesca.
“Si el campo no entiende, voy a subir las retenciones y establecer cupos a la exportación” Presidente Alberto Fernández.
Fernanda Vallejos: "Tenemos la maldición de exportar alimentos". La diputada nacional por la provincia de Buenos Aires explicó en sus redes por qué considera que la exportación de alimentos de la Argentina es "una maldición".
PRECIOS DE LOS COMMODITIES
Argentina tuvo la suerte ó la desgracia según quien lo mire de que los precios de nuestros productos exportables subieran de una manera significativa,
El maíz pasó de valer alrededor de 130 que valía entre 2019 y 2020 a casi 200 dólares, la soja de 220/230 a más de 300 dólares y el trigo que hoy se discute su precio varió muchísimo menos. Si tenemos en cuenta que en el resto del mundo, el dólar se cae de precio; es lógico que en parte aumenten los alimentos si los medimos en esta moneda, la realidad es que el trigo más que duplicó su precio en pesos, el maíz incluso lo triplicó, no por capricho de los productores que no son formadores de precios, sino mayormente por la devaluación de nuestra moneda. El peso argentino cada vez vale menos, y esto lo sufren los productores y el resto de la sociedad argentina al ser cada vez más pobres.
Mientras tanto los productores Uruguayos cobran entregando en Nueva Palmira a pocos kilómetros de nuestra zona, U$490 dólares por tn de soja. Producto de exportación que miremos: carne, leche ó granos sucede similar, hay diferencias enormes que en parte se queda el gobierno con las retenciones y la diferencia entre el dólar oficial con que se liquidan las divisas y el resto de los distintos tipos de dólar que son 10 distintos. Parte de esas diferencias también suceden al presionar el gobierno a los exportadores para que no hagan subir las cotizaciones internas, llegando incluso a que los frigoríficos ofrezcan “solidariamente” cortes populares a precios bajos, total ya están haciendo su diferencia al comprar la carne.











