EMPRESAS
Superficies interactivas
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Con simples órdenes táctiles sobre una pantalla, los usuarios hacen que pisos, paredes y membranas cobren vida. Innovaciones estimulantes que resultan ideales para lanzamientos de productos, ferias y congresos.
L
as superficies interactivas desarrolladas por la industria tecnológica dotaron al mercado empresarial de una herramienta dinámica, innovadora y de alto impacto que logra cumplir con uno de los grandes anhelos de la sociedad moderna: estimular los sentidos de los espectadores y convertirlos en protagonistas. Pisos y paredes cobran vida a medida que los usuarios dan órdenes con sus dedos sobre la pantalla o caminando sobre ella. Como ocurre con los celulares de visor táctil, en las paredes interactivas se puede escribir, hacer correr una serie de fotos hasta seleccionar alguna, reordenar la posición de un elemento en la pantalla, elegir una opción en un menú… todo esto simplemente apoyando la mano sobre la pantalla, sin necesidad de dispositivos como mouses o teclados. Los pisos interactivos, por su parte, soportan sobre sí el peso del usuario, que puede caminar sobre ellos para fundirse en una serie de efectos visuales sorprendentes a medida que se desplaza por encima de la pantalla. Ciertamente, los pisos interactivos permiten algunas de las experiencias mejor logradas de este tipo de superficies, que reaccionan ante la presencia y los gestos de los transeúntes. Los efectos son variados pero todos cau-
tivantes. Se puede abrir grietas en el hielo, dejar huellas en la arena, jugar partidos virtuales de fútbol o hockey, caminar sobre un charco de agua y esparcir las gotas, agitar olas, caminar sobre un colchón de hojas secas hasta desparramarlas por el suelo, aplastar objetos con el pie, etc., siempre en un entorno de realidad virtual con una fuerte pregnancia sobre el usuario, que ve cómo la pantalla responde a sus movimientos de una manera ágil e inteligente.
Cómo se logra el efecto
Según explica la firma Superficies Interactivas, se implementan dos sensores infrarrojos al lado de un proyector de alta potencia que detecta el movimiento. Tanto el proyector como los sensores infrarrojos están conectados a una computadora que procesa las imágenes y la variación según el movimiento. La señal de los infrarrojos es procesada junto a la imagen en tiempo real, y por la entrada de video del proyector sale una película o audiovisual diferente de la inicial. Esta experiencia, que convierte a los espectadores en protagonistas, aprovecha todo su potencial valiéndose de videos,