Edición 123

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3 1. De viaje con su esposa Marina a Egipto. 2. Mauricio junto a su familia en Cambridge.

3. Mauricio y Marina junto a sus hijas Emilia, Aurelia, Marina y Sabina.

Mauricio

Novoa extraña los mince pies que preparaba su mamá cada Navidad, cuanto todavía era un niño (un pie dulce con frutas). Patricia Cain Shackley de Novoa había llegado al Perú desde Inglaterra cuando tenía tres años. Creció en Arequipa y su español es preciso, delicado. Sin embargo, con la comida nunca hubo forma de convencerla. Novoa recuerda que casi no preparaba arroz y mucho menos mondongo. Ella prefería el cordero y los pies ingleses. Ahora, a los cuarenta años, intenta persuadirla para que vuelva a cocinarle como cuando era chico. Por esa misma época en su casa escuchaba las historias de su abuelo paterno, Alfredo Novoa Cava, un héroe del ejército peruano que murió en la guerra con el Ecuador. Ese hombre que no había conocido le generaba curiosidad, y ya desde niño le preguntaba por él a su abuela y los compañeros de armas que aún vivían. «Era una relación muy natural. No crecí con un retrato de él en la chimenea, ni con la espada en una urna, pero creo que eso en parte terminó definiendo esta vocación que tengo como historiador. Eso y que siempre hubiese libros en casa», cuenta ahora Mauricio Novoa. Su padre, Alfredo Novoa, un ingeniero que trabajó durante muchos años como profesor, le decía a él y sus hermanos Jonathan y Christian: «en casa puede no haber plata para muchas cosas pero para libros sí». Así siguió la carrera de Derecho en la Universidad de Lima y poco tiempo después, estaba representando a una empresa minera. Pero eso no lo llenaba. Quería un cambio y, entonces, se mudó a Cambridge con su novia Marina. La idea era quedarse un año. Sin embargo, Cambridge los enamoró y se quedaron cuatro. Mauricio siguió una maestría, luego un doctorado, se casaron y sus dos primeras hijas, Marina y Aurelia, nacieron allí. «Vivíamos con un presupuesto de estudiantes pero probablemente fueron los mejores años de mi vida». En el 2004, volvió a Lima para dedicarse a la academia. «Pero en un momento me di cuenta

«... le decía a él y sus hermanos Jonathan y Christian: «en casa puede no haber plata para muchas cosas pero para libros sí».

AbreBoca “El sastre es un gran psicólogo, el mío es como Ronaldinho y es una de las cosas que más cuido. Lloré con Toy Story 3, porque me recordó a mi hija mayor cuando dejó los juguetes. El primer día que entré al curso de oficiales de reserva del ejército me di cuenta que no tenía ninguna vocación militar. Soy canciller de la Orden de Malta y como tal, tengo la misión de la tutela de la fe y el auxilio de los pobres”.

1. Libro favorito: Brideshead Revisited de Evelyn Waugh.

que también era importante trabajar con el Estado, porque vivimos en un país con recursos naturales muy importantes, y el esquema legal hace sea el propietario de esos recursos». Así, en el 2007 llegó al Ministerio de Transporte para negociar la parte de Comunicaciones de los TLC y luego sería miembro de la protección al consumidor de INDECOPI. «Fue una visión de lo que significa el mundo del derecho real en el Perú. Ahí está lo que a la gente le importa». Dos años después compartiría su tiempo en dos proyectos propios: BNA, una firma que ve asuntos legales y públicos, que ganó el premio ANDA a mejor campaña por el centenario de Lindley. Por esa misma época Mauricio Nova fundó el Centro de Estudios del Bicentenario, una iniciativa que reúne a historiadores e intelectuales para pensar el bicentenario.

2. Película favorita: La edad de la inocencia / Toy Story 3.

3. Música favorita: Nina Simone y João Gilberto.

4. Aficiones: Todo lo que no sea Prêt-à-porter.

5.

Ciudades favoritas: Pacasmayo y Cambrige.


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