Guerra del 47 contra Estados Unidos, y la Batalla del 5 de Mayo, son algunos de los pasajes de nuestra historia que más me apasionan. De ahí me empecé a involucrar en los uniformes militares de cada época, aunque ha sido muy difícil porque hay una gran variedad de ellos, por eso hice algunas investigaciones y para aplicarlo al modelismo tomé en cuenta los uniformes más comunes, mismos que reproduzco en figuras de plomo de seis centímetros, aunque para esta afición hay una gran variedad de tamaños, porque las hay desde dos hasta 20 centímetros. Los soldados los adquiero en el color natural del plomo, y de ahí se les puede pintar cualquier uniforme, algunos incluyen el tamborcito o la corneta de órdenes, pero de lo que se trata es de darles vida e identidad a través del uniforme del Ejército Mexicano”. Una gran colección Guillermo Vargaslugo explicó cómo está integrada su colección: “Son ya más de
“La labor que realizan nuestras Fuerzas Armadas es importante y primordial, de mucho respeto y orgullo porque en sus manos tienen la encomiable labor y compromiso de salvaguardar la soberanía de nuestro país, lo que provoca por mi parte un sentido reconocimiento por todo lo que realizan, que grato poder compartir mi trabajo a través de este importante medio de difusión”. Guillermo Vargaslugo Gaytán. mil soldados pintados a mano. Empecé con soldados y uniformes de la época de la Independencia de México en 1810, de ahí me fui con la Guerra de los Pasteles en 1838, conocida como la primera Intervención francesa, posteriormente seguí con los Héroes de la Patria como Los Niños Héroes en la Guerra contra los Estados Unidos de 1847, y por último la segunda intervención Francesa con la Batalla de Puebla en 1862, porque considero estos combates como los más emblemáticos que ha tenido México. ARMAS
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MAYO/JUNIO
2017
Los soldados están acomodados por columnas de hileras y bloques, en una formación por batallones, la mayoría son fusileros, pero también incluye banda de guerra con tambores y corneta de órdenes, y por supuesto la escolta de Bandera”. Explicó el proceso de elaboración de cada pieza: “Cada soldado representa muchas horas de trabajo, cada uno en promedio lleva de siete a diez manos de pintura, cada capa tiene que secar una hora, empiezo con la carita que lleva tres manos de pintura y posteriormente el Kepy, casco o boina y de ahí me sigo con el saco, la botonadura, hombreras, fajilla, chapetón, y el pantalón con franja ancha según el color de la levita, Ross con penacho y finalmente las armas, es un proceso muy largo. Al pintar utilizo diferente grosor de pinceles, así como diverso material como son; palillos, clips, agujas, alfileres, etc., ya que se requiere un punto fino para los ojos o bien para los adornos de las mancuernillas y botones.