estructurales. La idea es que, a través de su ejemplo, motiven en el futuro a cientos de jóvenes a sumarse a esta interesante e importante tarea. Mario Nazal, director de la Fundación Belén 2000, al recibirlos en el aeropuerto enfatizó: “Los palestinos están esperando que la diáspora constituya el brazo extendido que les aporte la fuerza necesaria para salir adelante. Por ello, como Fundación no dudamos en extremar las voluntades para acercar a los jóvenes a una cruda realidad que como colectividad nos perturba. Son ellos quienes desde su conocimiento profesional tienen mucho que entregar al pueblo palestino”. Apenas se abrieron las puertas de salida del aeropuerto de Santiago, la psicóloga Sofía Farah Vizcarra expresó: “No soy la misma. Esta experiencia marcó mi vida para siempre. Conocimos a los palestinos en su vida cotidiana, fuimos testigos de su lucha y opresión constante. Y lo más bonito es que, a pesar de aquello, comprobamos que son personas generosas que enfrentan la vida con esperanza y con una gran capacidad de perdón y resiliencia. Nos hicieron sentir tan palestinos como ellos y nos abrieron sus corazones y sus casas”. Inmediatamente después agregó: “Desde Chile se escuchan muchas cosas, pero es realmente impresionante presenciar que el simple hecho de moverte por tu país signifique un gran atrevimiento y un constante recordatorio de que estás bajo ocupación”. Más atrás, e igualmente conmovido, venía el recién titulado ingeniero civil Carlos Carmi Ahués. “Lo urgente hoy es dar a conocer los reales problemas que afligen a Palestina, desmitificar que el conflicto está disminuido. Existe un muro que se sigue construyendo, cada día surgen nuevos
asentamientos y siendo la colectividad más numerosa del mundo no podemos quedar ausentes”, subrayó Carlos. Respecto al sentido del Programa Conozca su Patrimonio enfatizó: “Es muy relevante que comprendamos el real objetivo que se busca cumplir con este proyecto. Lo que se nos pide es que seamos capaces de poner al servicio del pueblo palestino la expertise profesional de cada uno de nosotros y tenemos que organizarnos para que con ese foco en mente podamos construir un plan de largo aliento”. Sofía y Carlos, junto a Isidora Gutiérrez Aravena, Francisca Khamis Giacoman y Karen Tumani Daccarett, protagonizaron unas intensas semanas en las que, de acuerdo al didáctico programa al que fueron sometidos, tuvieron la oportunidad de participar en noches folclóricas y culturales, explorar los lugares sagrados, visitar las distintas ciudades de Palestina, compartir con líderes políticos, religiosos y civiles, conocer la Dabka y los campamentos de verano para niños, entre múltiples actividades. Ya de regreso, comparten el fuerte deseo de volver y contribuir al desarrollo de Palestina y sus habitantes. Con especial entusiasmo invitan a los jóvenes profesionales chilenopalestinos a postular el próximo año a esta extraordinaria experiencia que la Fundación Belén 2000 co-financia. Cinco jóvenes que tras lo vivido se sienten afortunados y, a la vez, responsables de dar a conocer en Chile una situación que les inquieta. Asumiendo que hay mucho por hacer, declaran un fuerte vínculo con una tierra que hoy más que nunca sienten como propia. Paula Mobarec Hasbún
Carlos Carmi, Sofía Farah y Mario Nazal, director general de la Fundación Palestina Belén 2000.
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