REVISTA PLÉYADE Nº5

Page 11

REVISTA PLÉYADE N°5

PRESENTACIÓN Si bien es muy difícil dar una articulación general y categórica sobre América Latina, es posible identificar procesos políticos que tienen una cierta continuidad temporal y una curiosa transversalidad que supera lo local y que permite agrupar dentro de una frágil afinidad a la explosiva diversidad de la región. El origen de muchas de las problemáticas actuales encuentran su lugar de arranque en el contexto que se configuró luego del proceso de emancipación. Con todo, desde aquí se fue desarrollando una dinámica que ha marcado el carácter profundo de la forma de hacer política en América Latina, la cual merece ser reflexionada en momentos como el actual, donde abundan los discursos conformistas y autocomplacientes, a propósito de los doscientos años de vida “independiente”. La lucha por la independencia no rompió con las instituciones formales de la colonia; por el contrario ciertas estructuras de poder van a permanecer en el tiempo. Este último factor le entregó un carácter distinto a la revolución de independencia, ya que —a diferencia de las revoluciones europeas y americana— la burguesía latinoamericana no pudo romper absolutamente con las antiguas instituciones coloniales para de este modo expandir completamente su influencia. Es así como luego del conflicto de independencia quedó clara la existencia de una supremacía de la oligarquía terrateniente por sobre la burguesía urbana. Esta supremacía se verá reforzada por una estrategia oligárquica que permite asegurar su adaptabilidad al cooptar a aquellos grupos que emergen y que promuevan el cambio social, que terminan por integrar los usos y las formas de la oligarquía. En este contexto, donde encontramos una burguesía débil enfrentada a una oligarquía que sabe adaptarse, se presenta un nuevo factor y una nueva problemática. El nuevo factor será la violencia producida por la conformación de milicias. Estas se transforman en un problema principalmente para la oligarquía terrateniente, ya que por un lado la violencia desestabiliza el orden pero al mismo tiempo es por medio de esta misma violencia que se puede restaurar ese orden perdido. La problemática latinoamericana será la construcción del Estado y de aquí en adelante el interés por afirmar, sostener, consagrar una institucionalidad propia de un Estado moderno. Violencia e institucionalidad se relacionan en Latinoamérica, la constante tensión entre orden institucional y poder extra-institucional permanece latente como telón de fondo de la dinámica política de la región. A inicios del siglo XX la relación entre burguesía y oligarquía se ve alterada principalmente por el decline de la oligarquía terrateniente que ve como la crisis económica pone en jaque su modelo productivo. Este nuevo contexto posibilita el ingreso de los sectores medios a la política, el auge de la industrialización y de la tecnología y con esto se va configurando una nueva problemática latinoamericana: modernizar a la región. Sin embargo “la tierra” se mantendrá como núcleo de poder y la lógica de la hacienda, que permeó las relaciones sociales, se mantendrá durante un tiempo. Es así como el Estado cobra un rol fundamental y se espera que por medio de sus instrumentos institucionales se desarrolle una forma capitalista de producción. Además, se le pide a esta forma institucional que se transforme en el articulador entre los sectores sociales ya que se hacen patentes las demandas por mejoras en el deficiente sistema de representación política, un problema que hunde sus raíces en la gran segmentación social y la debilidad de la sociedad civil. A diferencia de lo que pasó en Europa y en Norteamérica, en nuestra región la modernización es el resultado y no la condición de la industrialización. Por cierto, en las revox


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.