GdC Revista de Cine

Page 34

Encuesta

increíblemente bello y original: qué se siente corazón de reptil para quien no le afecte su cuando las figuras de autoridad no asumen su melodía–, y también más allá del goce estéinvestidura. Lejos de interpretaciones, al modo tico y narcisista, la letra, la delicada letra de la La Boetie y las servidumbres voluntarias o las canción, refleja el claro contraste entre una medulosas críticas a los discursos amos, la miinstitución que representa lo inmutable y las rada de este atento director se detiene en la constantes transformaciones modernas. La sensibilidad, en la subjetividad individual o cogracia de Moretti radica, además, en hacerla lectiva frente al acto en cuestión. Algo similar sonar dentro el Vaticano y desde allí extena lo que sucede cuando el niño se da cuenta derla a distintos ámbitos. de que su papá no está a la altura de su invesLa cuarta es que Habemus Papam se impuso tidura, ya sea porque come chupetines en ojoluego de una paridad asombrosa con Midnight tas, se hace adicto a los dibujitos in Paris de Woody Allen por cosas que escapan a la objetividad y a lo Lejos de interpretaciones, animados o se asusta ante naderías. Aunque ya no se crea en nada, ni en «políticamente correcto» (¡hasta al modo La Boetie y las hubo amables acusaciones de fraude servidumbres voluntarias o Superman, ni en Dios, ni en John electoral!). Yo mismo transité penolas medulosas críticas a los Wayne, algo de la añoranza humana sos estados de ánimo hasta volcar mi discursos amos, la mirada se pone en juego cuando ciertas figuras de autoridad no están donde voto por H P. de este atento director se se supone deberían estar. La quinta razón es personal. Su rival, Midnight in Paris, no sólo me ha pare- detiene en la sensibilidad, El Cónclave (cum clavis, bajo llave) de cardenales, luego de varias votacido excelente sino que su director, el en la subjetividad individual o colectiva ciones, elige al Cardenal Melville (Migenial Woody Allen, me ha dado tanto que a veces me suelo decir: «Lo frente al acto en cuestión. chel Piccoli). Su nombre reconduce la imaginación hacia el autor de Barpoco de alegría y simpatía que aquí o tleby, el escribiente, aquel inolvidable persoallá cosechas, maldito sátrapa, se lo debes a naje que ante cualquier demanda respondía: Woody Allen». Una extraña imitación, por ad«Preferiría no hacerlo». En lenguaje de cine miración, imposible de soslayar. Algo similar a acuden a la memoria infinidad de tramas cineesa admiración hasta el plagio de Borges para matográficas con una secuencia similar a la de con Macedonio Fernández. Pero lo cierto es Habemus Papam. Un llamado a ocupar un que voté por Habemus Papam y estoy orgulugar, ya sea como deportista o rey o bailarín, lloso de haberlo hecho, aunque a todas luces que se ve obstaculizado por circunstancias esmi voto conlleve una traición que Thomas de peciales de todos los colores y pelajes. Este Quincey llamaría «esencial». tipo de películas transcurre entre las idas y veLa sexta razón, en rigor alocada, dirige su minidas de lo que impide al personaje principal rada en el impacto que provocaron estas pelíasumir su rol, para triunfar hacia el final. En la culas en el público. Mientras que Midnight in reciente The king’s speech de Tom Hooper, Paris fue llevada al cenit de los halagos por por ejemplo, el personaje no puede asumir su gente linda, buena y próspera pero que jamás lugar de autoridad por su tartamudez, por lo sería aceptada en una banda desarrapada de que aparece en la trama quien ayudará al cinéfilos (menos aún en GdC), la ganadora, pobre desgraciado a enfrentar su responsabiHabemus Papam impuso un respetuoso silenlidad. Al final, el héroe asume su rol. Discurso cio. El gusto de los otros influye retrospectivafinal, intensa emoción. End of Story. ¡Todos femente en la esencia misma de una obra de lices y a comer perdices! Una historia similar arte. Después de ver Midnight in Paris salí del se da en la excelente película La locura del cine visiblemente emocionado cuando caí en Rey Jorge de Nicholas Hytner, pero aquí el rey la cuenta de que una caterva humana, dichano es tartamudo sino que está más loco que rachera y feliz no paraba de decir «París, una cabra. Habemus Papam sigue la misma lóParís», «¡oh, París!» y cosas de ese tenor. El hegica, sólo que la sutileza de Moretti nos mueschizo de Midnight… se resquebrajó. tra una enigmática imposibilidad en su La última razón, la séptima, last but not least, personaje. El interrogante no es tan sólo cómo Nanni Moretti se mete con la Iglesia Católica y, triunfará sino qué diablos le ocurre. aunque algunos maliciosos dicen que no se lo Melville es por momentos un tonto adorable merecía, la trató con mucho cariño. Me agradó como Chance Gardiner (Peter Sellers) en que así lo hiciera y, por lo visto, la Iglesia CaDesde el jardín de Hal Ashby. De repente, patólica también supo reconocer el gesto, ya rece padecer un ataque de pánico o algún déque no hubo reproches ni quejas sobre la pelíficit de atención. También por momentos cula. Dentro de ese buen trato con mirada Melville es simplemente un hombre en plena amable y gentil, Moretti desarrolló un planteo

2012 febrero | marzo GdC 33


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.