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REVISTA DIGITAL - La revista que habla de vos.
O I T A P
Casa de Citas Héctor Cortés Mandujano
Ladronas
Nos regalan una perrita bebé, que es nuestra delicia en estos días. Suri se llama. Jorge y Maru nos invitan al mar y decidimos llevarla. También van con nosotros Sven y Mónica, pareja de grata charla, con quienes iniciamos amistad. En esta sincronía que la naturaleza y el tiempo labran para que nosotros veamos algo maravilloso, cerca de nuestro destino hay un ave en mitad de la carretera. Jorge, quien maneja, y yo, que voy de copiloto y nano de Suri, pensamos que es un zopilote. No, nada que ver. Levanta el vuelo cuando nos acercamos y yo vuelvo a ver (no lo hacía desde mi infancia) la belleza de un gavilán de concurso: grande, majestuoso, que se posa en una rama de la orilla en segundos que valen horas. Nos hospedamos a la orilla del mar y en la noche nos ponemos a charlar con largueza viendo el espectáculo marino. La luna pone su luz prestada en el movimiento perpetuo y las olas parecen espejos instantáneos, barras lumínicas que en la onda o en la cresta tienen la fugacidad de los sortilegios imposibles. Después, nuestras parejas se van a dormir y Sven, Maru y yo nos pasamos jugando naipes, hasta la madrugada, a la luz de una titilante luz amarillenta con los oídos absortos en la música del mar. Al día siguiente, mi mujer insiste en que pruebe a mojar a la pequeñísima Suri en el agua salada. Entro un poco y Sven me la pide para medir si siente o no miedo ante la inmensidad que la tocará en breve. Mi perrita no ladra, no llora ante las olas, pero decidimos que es mejor que la regrese pronto a la playa donde mi mujer la espera ya con un trapo para secarla. De nuevo me admiro ante la capacidad de ser felices de los animales. Suri parece contenta con tener un poquito de leche, un lugar para caminar y explorar, y un espacio mínimo para dormir. También se enfrenta sin miedo ante lo inmenso, si siente que hay unos brazos que la protegen, unos seres que la cuidan. La Suri es mi maestra. Soy feliz. *** Una amiga me pregunta que cómo me siento de abuelo. Le contesto la verdad: más que abuelo, soy fan de Jacobo, el bebé que nos regala tanta alegría con sólo
Comitán, ciudad que habla de vos