experimentación con los materiales. “Siempre entramos muy rápido en el uso de cada cosa nueva. Me gusta jugar con la transgresión del material y su aplicación. El material habla, pero el diseño también le habla al material. Hoy la globalización hace que todo el mundo esté probando y llegue. Pero antes no era así, no veías en vivo lo que pasaba en el exterior.” Y lo que pasaba en el exterior, pasaba en Arquimadera. “Cuando entró la melamina, nosotros hicimos para Casa FOA un cuarto de vestir que la gente pensaba que era chapa lustrada”, rememora Mónica, y es solo uno de tantos ejemplos donde su empresa marcó tendencia. Renovarse jamás dejó de ser una premisa: el célebre Salón del Mueble de Milán, una fecha fija en el calendario de viajes de la arquitecta. Sin embargo la actualización trasciende las cartas de materiales, texturas y acabados, para abarcar cuestiones mucho más amplias. “Yo creo que hay que estar muy atentos a los cambios culturales”. ¿Ejemplos? “Bueno, los más obvios tienen que ver con el televisor, por ejem-
FOTO: ARQ. DANIELA MAC ADDEN
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plo, o con la cocina que, de ser un lugar sin importancia dentro de la casa (o, pero aun, fuera de ella), se convirtió en un ambiente absolutamente de primera. Hoy uno está proyectando el comedor –cocina - living como un espacio único. ¡Es un traspaso cultural fuertísimo! Yo fui aprendiendo a proyectar para ese cambio de paradigma, que en realidad a la vez tiene sus antecedentes, porque si uno piensa en la cocina de campo antigua, también era el centro del hogar, aunque después eso se haya perdido”. Y como lo conceptual y lo formal se retroalimentan en un ciclo infinito, siguiendo con el ejemplo de la cocina, sucede que el estelar protagonismo de este
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