REVISTA ALTUM 11

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LA ARQUITECTURA FUNERARIA DEL EGIPTO ANTIGUO Alexander Adolfo Juárez Osorio

Arquitecto y MBA, Universidad Católica de El Salvador Facultad de Ingeniería y Arquitectura

Introducción El Imperio del Egipto antiguo se encuentra cronológicamente ubicado desde el año 3050 a.C. hasta el año 332 a.C., conformado por treinta y un dinastías que en su mayoría desarrollaron la arquitectura funeraria más importante de la época. Los primeros indicios datan desde el período predinástico con tumbas que eran simples montículos ovales o rectangulares cubiertos de madera y arena; que evolucionaron durante las primeras doce dinastías desarrollando un principal interés en el tema de la arquitectura funeraria y fue durante las primeras dos dinastías conocidas como Tinitas, en que se desarrollan las mastabas construidas en adobe. Un cambio importante fue el manejo y utilización de la piedra para las pirámides y templos durante el Imperio Antiguo de la tercera a la sexta dinastía que con sus construcciones modificaban el desértico paisaje e influenciando las primeras dinastías del Imperio Intermedio por la construcción de los complejos Mausoleos o hipogeos, los cuales eran grandiosos santuarios escarbados principalmente en la cordillera de Tebas conocido en la actualidad como el Valle de los Reyes y finalizando con los Speos esculpidos en Abbu-Simbel.

La arquitectura funeraria del antiguo Egipto: Las primeras tumbas registradas se remontan a la época predinástica del antiguo Egipto. Eran sencillas fosas no muy profundas en las que se enterraba el cuerpo en posición fetal, alrededor del mismo se colocaban vasos canopes que contenían sus vísceras, y otros recipientes con objetos personales y alimentos; se cubrían con un techo de madera, sobre el cual colocaban un montículo de forma oval, hecho de arena, piedra o grava. Con el tiempo, debido al surgimiento de la monarquía unificada, los enterramientos fueron aumentando de tamaño y complejidad en señal de poder y para que los reyes tuvieran mayor espacio

para depositar sus riquezas. El sistema constructivo predominante seguía siendo el adobe y como protección comenzaron a delimitar el espacio de la tumba por medio de muros. Los cambios continuaron con las primeras dos dinastías faraónicas, no solo en tamaño sino también en la aplicación de nuevos materiales constructivos. En ese entonces Saqqarah una locación ubicada en la ribera occidental del Río Nilo, fue la necrópolis de las primeras dinastías faraónicas, en la que se edificaron tumbas de mayor proporción llamadas mastabas, con la cualidad de poseer la cámara funeraria en el subsuelo y forma de pirámide truncada. Las fachadas eran trabajadas con resaltes y nichos, siendo su material base el ladrillo de adobe y era un sepulcro reservado para la nobleza. Las mastabas más complejas estaban compuestas por cuatro espacios, el primero al ingresar era un altar dedicado al difunto, seguido por una capilla en la que había una mesa para ofrendas y una estatua del difunto, el altar de la capilla fue evolucionando hacia una ventana y luego a un nicho que simula una puerta, en el cual se encuentra la estatua con las facciones del difunto, que se encuentra posando como si estuviera caminando, lo que representaba el momento en que retorna del otro mundo. Este elemento es característico de la cultura funeraria Egipcia y fue utilizada también en los Speos. Los restantes espacios que componen la mastaba son dos elementos que combinados forman una L, siendo el elemento vertical el pozo utilizado para el descenso del sarcófago. Finalmente la cámara funeraria es el lugar más profundo de la mastaba, estaba compuesto por varios espacios con la finalidad de almacenar el ajuar y las provisiones para el difunto. Al finalizar el rito fúnebre, el pozo Pirámides de Giza: Keops, Kefren y Micerino

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