World Tour (chile) casi en la misma ciudad (Nosotras en Coquimbo y ella en Serena), y hasta el día de hoy ella es una de mis grandes amigas. Llevábamos cachitos, pegatinas y pulseras luminosas. Un caballero nos preguntó si había un concierto de música satánica, luego, una chica pasó con un plumón poniendo números en las manos según la hora que habíamos llegado. Al principio la odié, pero al final lo agradecí. Las horas pasaban lento. El calor era horrendo, a ratos sentía que me desmayaba. Menos mal encontramos un señor que vendía jugos de fruta natural y sobrevivimos. De pronto, vimos a unas chicas con bolsos rojos y dijimos “¡Tenemos que comprar uno de esos!”. Seguimos a la dueña y le preguntamos dónde lo había comprado, nos llevó a un costado del teatro y descubrimos que estaban vendiendo goods. ¡Compré todo lo que había! Polera, poster, el CD de VAMPS, pulseras y una bolsita que supuestamente traía un trozo de la cuerda de Hyde. Después lo abrí y efectivamente había adentro un trozo de cuerda de guitarra. No sé si sea de Hyde, pero quiero creerlo. Íbamos de regreso a la fila y la Cami decidió que quería comprar algo más, así que ella y la Fran se devolvieron mientras yo volví a la fila. Regresaron minutos después, hiperventilando y coloradas hasta las orejas: ¡Ha-
bían escuchado a Hyde cantar durante el ensayo! Un momento después, nos informaron que las puertas se abrirían a las 18:00 hrs y la fila se armó en un instante. A las 6 en punto ingresamos al recinto. La entrada fue ordenada, pero una vez adentro, todo el mundo corría. Por suerte logramos conseguir asientos de galería justo al frente del escenario. Fue lo mejor que nos pudo pasar. Nos sentamos y esperamos. El tiempo pasó rápido. Recuerdo que en un momento anunciaron que quedaba media hora para el concierto, dieron las gracias a un fan especial que había ido a todos los conciertos de VAMPS (era japonés) y todas gritamos cuando levantó la mano Estaba cansada, así que me senté, pero apenas toqué el asiento se apagaron las luces y la música comenzó. Ha sido el momento más escalofriante de mi vida. Recuerdo poco del concierto en si. Creo que el shock fue demasiado grande. Recuerdo que saqué mi teléfono y llamé a mi mejor amiga (Natalia, que no pudo ir) y le grité “¡Naty! ¡Es él! ¡Está cantando!”. No supe si me escuchó o no, pero luego me contó que sí. Cuando escuché Sweet Vanilla, casi morí. Es una de mis canciones de Hyde favoritas, 35
¡Y que jamás creí escucharla en vivo! El resto es todo borroso. Sé que usé hasta mi último músculo para cantar y saltar, y que le grité a Hyde hasta casi desmayarme, que morí con el sostén volador y que amé a Juken. Lo mejor de todo fue el baile sexón del enano, ¡Realmente tiene un cuerpazo! ¡Nadie diría que tiene más de cuarenta años! No recuerdo el resto, solo sensaciones, y lo que sé, lo sé por el DVD. Cuando terminó, me sentí tan realizada que ni protesté para que regresaran al escenario. Salimos y bebí un jugo de medio litro en segundos. Luego, mientras esperábamos a la tía en la calle, apareció un japonés con una cámara y nos pidió que le diéramos un mensaje a Hyde. Gritamos como locas cosas inentendibles (y más de alguna obscenidad) y cantamos Devil Side. La tía llegó a buscarnos y regresamos a la casa. Nos bañamos, comimos y dormimos hasta las el otro día. A las 13:00 hrs tomamos el bus y a las 19:00 estábamos de regreso en Coquimbo, con sonrisas de oreja a oreja y más felices que nunca. El DVD lo compré apenas llegó acá, y está en mi mueble, junto con todas las cosas valiosas que tengo, y la polera está guardada donde no se ensucie ni manche.