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La frontera de Coahuila

por: Eduardo Rodríguez

Codiciada por el narco

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El pasado 12 de septiembre fue incautado en la aduana fronteriza de Del Río, Texas, frontera con ciudad Acuña, un cargamento de 606 kilogramos de metanfetaminas, más de media tonelada, en lo que es el decomiso más importante que se tiene registrado y que evidencia que los carteles de la droga, que ambicionan la frontera coahuilense, están tratando de utilizarla, debido a que no está bajo el control de ninguna organización y no se tienen que pagar “derechos de paso”, como en el resto de los estados fronterizos del norte del país. Desde el 2011, las organizaciones del narcotráfico que operan en Tamaulipas perdieron el control de la frontera con Coahuila, la cual, insistentemente, han estado tratando de recuperar, en particular el llamado Cartel del Noreste, que tiene su centro de operaciones en Nuevo Laredo, Tamaulipas, una vez que el Cartel de los Zetas perdió el control en Coahuila. La lucha ha sido permanente y se ha intensificado de 2019 a la fecha. Blindar la frontera con Tamaulipas no ha sido una tarea fácil del actual gobierno estatal, apoyado por las fuerzas federales y la Guardia Nacional, lo que ha costado varios enfrentamientos, con saldo de muertos y heridos, en la cual la peor parte la han llevado los sicarios del Cartel del Noreste. Como lo demuestra el referido decomiso del pasado 12 de septiembre, varias organizaciones del narcotráfico están utilizando la frontera de Coahuila para el paso de estupefacientes, lo cual deben lograr, pero a escalas bajas y con muy alto riesgo de fracaso. Esto es muy diferente al denominado “control de las plazas”, como sucede en Tamaulipas, Chihuahua, Sonora y Baja California.

Debido a los niveles de migración bajos,

tiene un enorme arraigo el llamado Cartel de Juárez, asociado con organizaciones criminales de muy alta peligrosidad, como “La Línea”, entre otras pandillas que tienen inclusive presencia en varias ciudades estadunidenses, de manera especial en el sistema carcelario. Tamaulipas tiene ya una tradición larguísima en el control de las “plazas” fronterizas por parte del crimen organizado, pero además en el resto de su territorio, al grado de considerársele como un “narcoestado”, con un nivel cada vez más alto de descomposición social.

COAHUILA: UNA FRONTERA DIFERENTE

la población fronteriza de Coahuila tiene arraigo social y cultural, además de una mucho mayor integración del tejido social, lo que le complica las cosas al crimen. En los demás estados norteños, al controlar “las plazas”, los cárteles u organizaciones del crimen establecen en las ciudades fronterizas sus centros de operación y manejan las rutas de paso hacia Estados Unidos, no sólo de drogas, sino también de armas, de indocumentados, trata de personas y cualquier otra actividad ilícita que implique el pasar la frontera, tanto hacia EU como en sentido contrario. Desde el año pasado algunas organizaciones intentaron emplear la frontera coahuilense para traficar con miles de indocumentados, a través de operativos masivos, pero se endureció la vigilancia a ambos lados de la frontera, lo que disminuyó el flujo, y en consecuencia el tráfico, de migrantes a niveles ordinarios, como se encuentran hoy, los cuales no dejan de ser significativos. La presencia del crimen organizado en las ciudades fronterizas ha propiciado una gran descomposición social, como es el caso de Ciudad Juárez, en Chihuahua, donde

Coahuila tiene una región norte con características muy diferentes. Destacan Piedras Negras y Acuña como dos centros urbanos todavía chicos y el resto de los municipios tienen una población pequeña, con un tejido social fuerte, sano en términos de seguridad pública. Piedras Negras tiene una población de 176,327 habitantes y ha crecido en los últimos 12 años sólo un 15.4%, lo que indica que está dentro de la media nacional, mientras que Ciudad Acuña tiene 147,807 habitantes, aunque el territorio del municipio es enorme, la mayor parte está deshabitado y con un clima extremo. En comparación, Nuevo Laredo tiene 425,058 habitantes; Ciudad Juárez, 1 millón 512 mil, y Tijuana 1 millón 922 mil habitantes. En la medida que las ciudades fronterizas son más grandes, se vuelve mucho más complejo el control de la delincuencia y del sistema de seguridad pública. Ciudad Juárez es una urbe con un índice de migración altísimo para la media nacional, con enormes sectores de población en condiciones de pobreza y marginación, con zonas completas sin los servicios básicos adecuados; lo que facilita muchísimo la operación de las organizaciones criminales.

Tijuana es una de las ciudades más grandes del país, que está llegando a los 2 millones de habitantes, mucho más de la mitad de toda la población de Coahuila. Es una ciudad sumamente compleja, con índices de migración muy altos y sectores amplísimos de pobreza, además de una gigantesca movilidad en su frontera; de hecho, es el cruce fronterizo más importante del mundo. El crimen tiene ahí un enorme espacio para desplegar todas sus actividades, lo que no sucede en Coahuila, donde las ciudades fronterizas son de un tamaño que ofrece muchas ventajas para establecer un sistema de seguridad mucho más efectivo y donde la presencia de los agentes del crimen es mucho más difícil de ocultar. Debido a los niveles de migración bajos, la población fronteriza de Coahuila tiene arraigo social y cultural, además de una mucho mayor integración del tejido social, lo que le complica las cosas al crimen. El anterior gobierno estatal y el actual han estado realizando inversiones y tienen una presencia muy activa en toda la región norte, en coordinación con las fuerzas federales. A finales de 2021, el gobernador del estado, Miguel Riquelme Solís, entregó el mega cuartel ubicado en la carretera Acuña-Santa Eulalia, con una inversión de 480 millones de pesos, todos ellos del erario estatal, no obstante todos los recortes del gobierno federal para Coahuila. Este mega cuartel es un complejo que puede albergar hasta 630 elementos del ejército, con todo y sus familias, y está construido sobre una superficie de 200 hectáreas. En Coahuila están en funcionamiento 4 mega cuarteles, 9 bases militares y 1 hospital militar; una infraestructura con la que no cuentan la mayoría de los estados del país. Además, el estado cuenta con una Policía Civil de Coahuila, PCC; Policía de Acción y Reacción, PAR, y la Policía Especializada de Coahuila, PEC. En una de las pocas entidades del país que combate de manera directa al crimen organizado, en coordinación con las instituciones federales, y con la coordinación también de las policías estatales, lo que ha permitido un alto nivel de eficacia, como se demostró el caso de Villa Unión, donde la primera línea de defensa fueron los propios policías municipales, pero de manera rápida y eficaz acudieron todas las demás fuerzas en una reacción inmediata. Hasta ahora varios de los grandes cárteles del narcotráfico codician la frontera de Coahuila y están en un permanente asedio, pero hasta ahora no han logrado infiltrarse y establecer zonas de operación permanente, lo que permite tener una franja fronteriza con bajos índices delictivos y una baja presencia del crimen, partiendo de lo que sucede en el resto de los estados fronterizos del norte de México. El restablecimiento de la seguridad es hoy una de las grandes ventajas del estado, tanto en la atracción de inversiones empresariales, como en la calidad de vida de la población; mientras que estados vecinos, como Zacatecas, padecen una descomposición grave, lo que está requiriendo de un blindaje de su frontera con Coahuila, especialmente en la región lagunera.

por: Ricardo Garduño fuente: axisnegocios.com

Dudan

los expertos Critican el

Paquete Económico 2023

Los analistas y otros expertos, atentos a la economía de México, parecen estar de acuerdo en una cosa: el Paquete económico que la Federación entregó al Congreso tiene cifras optimistas que no coinciden con sus proyecciones, sobre todo en un país cuya economía no ha crecido de forma destacada en los últimos años y que además está inmerso en una coyuntura mundial de inflación y tasas de interés altas. El problema no es superficial y la preocupación es que cualquier cálculo fallido podría desajustar el presupuesto en miles de millones de pesos, lo que eventualmente podría requerir recortes de gasto por parte de Rogelio Ramírez de la O, el secretario de Hacienda y Crédito Público. De forma particular, los analistas dudan que México pueda hacer crecer su producto interno bruto en 3% bajo “el escenario donde todos los factores internos y externo contribuyan de manera positiva”, como dicen los Criterios Generales de Política Económica presentados por el gobierno actual al Congreso hace unos días. Para la Secretaría de Hacienda, 2023 será un año con un PIB que superará el promedio histórico de los nueve años previos a la pandemia de covid-19. En cambio, para los analistas será un año con un crecimiento en torno a 1%. Otras previsiones de ese paquete como la inflación que registrará el país el próximo año y los ingresos relacionados con la producción de petróleo tampoco parecen estar en línea con las expectativas. “Hoy en día el consenso está bien arraigado en torno a la desafiante situación por la que atraviesa la economía mundial”, escribió en un reporte Marcos Arias, de Monex Casa de Bolsa. “La desaceleración de la actividad y las mayores presiones inflacionarias se perciben no como una posibilidad sino como una realidad que está siendo validada por los datos. Es por ello que pensamos que la evolución de las finanzas públicas durante 2023 será muy diferente a la planeada”.

Es la primera vez que Ramírez de la O es el responsable como secretario de Hacienda de elaborar los Criterios Generales de Política Económica, la Iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos, siendo el tercero durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, tras el paso de Carlos Urzúa y Arturo Herrera al frente de la Secretaría de Hacienda. También es la primera vez en el sexenio que Victoria Rodríguez Ceja no elabora el Proyecto de Presupuesto luego de su nombramiento como gobernadora del Banco de México. México prevé ingresar menos recursos petroleros que en 2022 porque espera un precio de 68.7 dólares por barril que contrasta con los 93.6 dólares estimados en promedio para 2022. A grandes rasgos espera compensarlo con una producción más grande y por otro lado con una economía más acelerada, el problema es que Banco de México (1.6%), Encuesta Citibanamex (1.4%), Banorte (1%), Ve por Más (1.7%) o cualquier otra estimación --incluso la propia Secretaría de Hacienda pone un intervalo que en la parte baja es de 1.2%-- parece lejana de ese PIB de 3.0% sobre el que elaboró Hacienda su proyecto. “Las proyecciones para el PIB y la plataforma de extracción de crudo son más ambiciosas que las nuestras, por lo que se corre el riesgo de que la dependencia sobreestime los ingresos para el siguiente año”, escribió en un reporte Alejandro Saldaña, subdirector de análisis económico de Casa de Bolsa Ve por Más. “Además, difícilmente se cumplirán los pronósticos de inflación y tasas de interés, lo que implicaría una mayor presión a lo previsto por el lado del gasto no programable”. Otra de las complicaciones que enfrentará México y en general cualquier país del mundo es la inflación y las tasas de interés altas que los bancos centrales usan como antídoto. Hacienda espera una inflación de 3.2%, mientras que los analistas encuestados por Banco de México la ven en 4.66%. En cuanto a las tasas de interés, México las visualiza en 8.5%, que es el nivel actual, no obstante México aún se encuentra en un ciclo alcista que podría llegar a 9.5% o incluso más, de acuerdo con las expectativas en el sondeo Infosel. Para la columnista Viridiana Ríos, Ramírez de la O además de sobrestimar los ingresos el Paquete contempla una inflación poco ajustada a las expectativas. “Nadie en 20 años había estimado una inflación tan alejada del consenso como ahora. En su momento, Gil Díaz [secretario de Hacienda con Fox] fue duramente criticado por estimar que la inflación del 2005 sería 20% inferior a la que planteaban los especialistas”, escribió Ríos en su columna en Milenio. “En retrospectiva, incluso esas subestimaciones parecen mínimas. Lo que hoy observamos no tiene precedente”. Si bien la inflación podría comprometer el gasto de México en grandes obras como el Tren Maya, el equipo de análisis de Banorte Casa de Bolsa y otros expertos consideran improbable que las autoridades hacendarias abandonen la disciplina fiscal que caracteriza la administración de López Obrador. Por el contrario, el presupuesto sería ajustado con recortes al gasto. “Nuevamente se observa el compromiso de la actual administración de mantener una férrea disciplina fiscal. La aversión al gasto resulta evidente, al tiempo que la mayor parte de los egresos son destinados a los proyectos sociales y a los proyectos prioritarios del gobierno”, escribieron por su parte Alejandra Marcos y Santiago Fernández, de Intercam Banco.

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