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El caso Guanajuato
Guanajuato El caso
¿En manos de quién estamos?
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Por: Rodrigo Tejeda Análisis político
Guanajuato es el estado más productivo de México, con un crecimiento del 4% anual en los últimos 10 años, pero además es uno de los estados más emblemáticos del país desde el punto de vista histórico. Ser el estado donde se inició la guerra de independencia del país no es ninguna casualidad sino el resultado de su historia y de su cultura, pues ya en este siglo es de los muy pocos estados que se opusieron abiertamente al autoritarismo de los primeros gobiernos revolucionarios, como también es la cuna del movimiento sinarquista, otro movimiento opositor a la hegemonía del régimen autoritario en la primera parte del siglo pasado. Desde hace aproximadamente 30 años, Guanajuato es gobernado por el PAN y en 2018 fue el estado que votó masivamente en contra de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, por lo cual el ahora presidente lo considera como la cuna del “conservadurismo” y de “los retrógradas”, porque en las encuestas la mayoría de los guanajuatenses lo siguen rechazando. Pero esta postura de independencia política y de apego firme a su tradición le está costando sangre, mucha sangre, a los guanajuatenses. Y es que en Salamanca, Guanajuato, se ubica la segunda refinería en importancia del país, lo que no había sido ningún problema hasta el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando el crimen organizado descubrió el enorme negocio del “huachicoleo” y comenzó a “ordeñar” toda la red de ductos que salen de la refinería. El robo llegó a tal escala e impunidad por parte de las autoridades federales, que se creó un cártel regional en el sur del estado denominado “Cártel de Santa Rosa de Lima”, el cual se convirtió en un serio problema para el municipio de Salamanca y de varios municipios cercanos. Ya en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el “huachicoleo” había tomado proporciones alarmantes, lo que obligó a realizar operativos conjuntos entre la Guardia Nacional, el ejército, la marina y las fuerzas estatales, que llevó a la detención, en agosto de 2020, de José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”, jefe del Cártel de Santa Rosa de Lima y responsable de una larga lista de asesinatos, secuestros, levantones y del manejo de el robo masivo de gasolinas a la refinadora de Salamanca. El gobierno federal pensó que con la detención de “El Marro” terminaba el problema del “huachicoleo” en esa parte del país, pero el problema de la violencia apenas comenzaba. Después del “bautismo” del gobierno de López Obrador por parte de los “huachicoleros” apenas iniciado su gobierno, consistente en una horrible matanza de al menos 137 civiles y decenas de heridos de gravedad en la comunidad de Tlahuelilpan, estado de Hidalgo, el nuevo gobierno se vio obligado a tomar medidas, pero también se mostró temeroso a involucrarse en una lucha abierta en contra de las organizaciones del crimen organizado. El tiempo tan largo que se empleó para la detención de “El Marro” (un año y ocho meses) permitió la incursión en Guanajuato del Cártel Jalisco Nueva Generación, CJNG, considerado hoy como el cártel más violento y poderoso de todo el país, el cual le comenzó a disputar “la plaza” al cártel de Santa Rosa de Lima, provocando actos demenciales de violencia, como el asesinato de 27 internos de un centro de rehabilitación de drogas en la ciudad de Irapuato.
ABANDONADOS A SU SUERTE
Con la detención de “El Marro”, un psicópata sumamente violento, se anunció el debilitamiento y posible desaparición del Cártel de Santa Rosa de Lima, pero lo que ha sucedido durante el último año
ha sido una sangrienta lucha entre los grupos que operaban dentro de este cártel y el CJNG, lo que ha colocado a Guanajuato como el estado con más homicidios de todo el país. Tan solo en el periodo de enero a mayo de 2021 se registraron 1,545 homicidios, seguido por Baja California Norte, que registró 1,341.
Ante esta situación y las enormes cifras de homicidios en el actual gobierno federal, Andrés Manuel López Obrador se lanzó en contra del gobierno estatal de Guanajuato y más específicamente en contra del fiscal estatal, Carlos Zamarripa Aguirre, a quien acusó de tener 12 años en el cargo y no dar resultados, pidiendo su destitución. Lo esperado era que el gobierno federal, conjuntamente con el gobierno estatal, implementaran algún plan para el combate al crimen organizado, específicamente contra el Cártel Jalisco Nueva Generación y las células que quedan del Cártel de Santa Rosa de Lima, pero lejos de esto la postura ha sido endosar el problema al gobierno de Guanajuato y a su fiscalía. Como suele suceder, de los dichos de la “mañanera” se pasó a los hechos. La Unidad de Inteligencia Financiera, UIF, abrió una investigación contra el fiscal Carlos Zamarripa y contra su esposa (designada por los medios como juez activa del Poder Judicial del Estado, sin otorgar su nombre), pero al no encontrar nada relevante se va contra un empresario del que se presume tiene nexos económicos con el fiscal, al cual le congela sus cuentas bancarias antes de tener ninguna evidencia contundente. Esto tuvo como repercusión el generar diferencias muy fuertes con el gobernador del estado, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, quien estará en el cargo hasta 2024.
Molesto por no lograr obligar al gobernador a destituir al fiscal del estado y sin haber encontrado ningún antecedente relevante para incriminarlo, en la conferencia mañanera del 30 de agosto López Obrador hizo declaraciones sumamente delicadas y además infundadas, donde acusa a las autoridades de Guanajuato de tener una alianza política con la delincuencia. “…Es muy probable” afirmó, “que el problema de la violencia en Guanajuato se haya alentado porque hicieron alianza política con la delincuencia para ganar siempre”. AMLO expresó, literalmente, tener presente que en la elección de 2006 “le dieron a Felipe Calderón 300 mil votos falsos”. Es ya demasiado evidente que López Obrador tiene una fijación obsesiva y muy negativa con la elección de 2006, en la cual perdió por un corto margen, pero esta afirmación en torno a Guanajuato es completamente falsa porque carece de evidencia alguna, pero además exhibe la manera en que sus fobias políticas personales influyen en las políticas de Estado, en un tema tan delicado como la seguridad. “Nosotros estamos haciendo todo, pero no contamos con apoyo y lleva mucho tiempo el fiscal y no hay resultados” añadió. En respuesta a las declaraciones presidenciales, el alcalde de León, la ciudad más importante de Guanajuato y centro económico de la entidad, Héctor López Santillana, externó que el gobierno municipal se ha hecho cargo de las necesidades de alimentación y alojamiento de los elementos de la Guardia Nacional y del ejército mexicano que llegan a la ciudad para apoyar en acciones de seguridad. “Los elementos de la Guardia Nacional y del ejército que llegan no traen resueltos ni sus viáticos, ni su alimentación, ni su lugar donde se quedan y ahí está la muestra del compromiso municipal para facilitar la colaboración” declaró López Santillana. Enseguida detalló que la presidencia municipal ha hecho diversas aportaciones para el ejército y la Guardia Nacional, que van desde la construcción de las unidades habitacionales y el cuartel de la XII región, la donación de un terreno en Villas de San Juan y la renta de bodegas que se emplean como bases de operación. Parece muy evidente que el gobierno federal se está deslindando del problema de seguridad de Guanajuato, cuando la mayoría de los delitos corresponden al fuero federal, pero Guanajuato es un estado opositor y no sólo se está evitando el combate a los cárteles del crimen organizado, sino que se está acusando de colusión al gobierno estatal y tratando de incriminar al propio fiscal, pero al no obtener resultados se recurre a la difamación. Mientras esto sucede, la sangre sigue corriendo en ciudades que, aun en el periodo calderonista, tenían índices delictivos bajísimos, pero hoy los asesinatos no parecen tener fin.


El abuelo lagunero del Off Road

Salomón Ayup Romero, nacido el 19 de junio de 1956 en Matamoros de La Laguna, practica este deporte extremo desde hace 44 años, siendo uno de los pioneros de esta modalidad del deporte motor que se practica en un vehículo denominado bugui o arenero, el cual tiene un chasis ligero, una carrocería sin techo rígido y ruedas grandes. Un deporte de adrenalina.

Los primeros Buguis o areneros, llamados así por andar en la arena, fueron construidos sobre la base del volkswagen escarabajo (el vocho). El modelo es apodado bugui, castellanización de “bicho’’ en inglés: buggy es el diminutivo de bug. Hoy en día existen buguis fabricados en modelos de producción o totalmente artesanales. Los buguis están pensados principalmente para personas que disfrutan con la conducción o diseño de este tipo de vehículos. Gracias a sus grandes ruedas suelen ser utilizados en las zonas costeras o en los desiertos, donde se puede circular libremente y saltar entre las numerosas dunas, como en las Dunas de Bilbao, municipio de Viesca, Coahuila. Su uso se ha extendido entre unidades especiales para distintos cuerpos militares. Por norma general, la disposición del motor es trasero, al igual que la tracción. Esta configuración le facilita el sobre viraje. Actualmente se están creando modelos con tracción a las cuatro ruedas y modelos de dos o cuatro plazas. La producción en serie se ha extendido a vehículos sin carrocería, normalmente fabricados en China debido a su bajo costo, pero de baja calidad. Están limitados en potencia y en velocidad a 70 kilómetros. Una de las modalidades de este deporte es el vehículo 4 x 4, llamado “todo terreno’’ por meterse donde no hay acceso. Se considera al municipio de Matamoros como la “mata’’ del Off Road en la Comarca Lagunera. Cuenta con equipos que cada año participa en el evento anual denominado Rally Coahuila 1000, organizado por la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), delegación Torreón, en forma conjunta con el Gobierno del Estado de Coahuila. El ganador en 2021 fue Marco Molinar.
LOS “CHAMACOS’’ RODRÍGUEZ.
Dentro de los festejos del 50 Aniversario de la elevación de Torreón al rango de ciudad, se celebró la Primer Gran Carrera del Jubileo de Oro el domingo 15 de septiembre de 1957 en un circuito de 2.800 metros establecido en la colonia Los Ángeles, recién fraccionada. El ganador absoluto de esta competencia automovilística fue el chamaco Ricardo Rodríguez, de 15 años de edad, quien meses después hizo su debut internacional en Riverside, California. Los hermanos Ricardo y Pedro Rodríguez de la Vega (fallecidos ambos) pueden ser considerados como los precursores del automovilismo en Torreón, junto con otros jóvenes laguneros, entre ellos José Antonio Segura. Ricardo Rodríguez fue la figura destacada de la Gran Carrera del Jubileo de Oro que acaparó la atención a nivel nacional por la calidad de sus participantes en las diferentes categorías. El director general de la carrera fue Jesús Cabrera y el director técnico Jorge Labardini. Ricardo y Pedro eran conocidos en Torreón como “los chamacos’’ Rodríguez, pues aunque nacidos en la Ciudad de México en 1942 y 1940, respectivamente, habían residido parte de su infancia y adolescencia en Torreón, donde empezaron a practicar el automovilismo, por ello durante la Gran Carrera del Jubileo de Oro fueron considerados “como de casa’’. El absoluto triunfador de esa histórica competencia fue Ricardo Rodríguez, tripulando su coche Porche Spyder número nueve en las Categorías Turismo y Sport. El joven corredor dejó maravillado a los asistentes al evento, que se dieron cita en buen número, ya que fue acondicionado un amplio espacio denominado Campo Norte, en el que estacionaron automóviles, camionetas y camiones con aficionados. Por su parte, Pedro Rodríguez destacó años después como ganador de Las 24
Horas de Le Mans en 1968. Dejemos ahora que Salomón Ayup Romero, mejor conocido como “El abuelo del Off Road’’ en Matamoros, Coahuila, nos cuente con el origen y desarrollo de este deporte extremo en nuestra región, desde la década de los años setentas.
RdeC: ¿Cuál es el origen de este deporte o afición?
SAR: Su origen nació en 1977 con unos compañeros de Torreón, Coahuila, los hermanos Guillermo, Adolfo y Eduardo Grajeda Franco, Ricardo Calvete, Francisco Díaz de León, Agustín Núñez, Alfonso Ramos, “El Cori’’ Bustos, Eduardo Segura, mi hermano Homero y un servidor. “Este es el grupo pionero de Torreón, nos juntábamos en el Rancho Las Amapolas de los hermanos Grajeda Franco y en su casa de Torreón Jardín. También nos reuníamos en el Rancho “El Loco’’, propiedad de los hermanos Ayup”, recordó el entrevistado. En seguida dijo que la idea inicial fue convivir y salir a rutas o campear. Salían rumbo a Parras, al Cañón de Fernández y a las Dunas de Bilbao. Este grupo duró alrededor de diez años.
RdeC: ¿Cómo eran los buguis de aquel entonces?
SAR: Eran buguis tubulares, estaban equipados con reductores de velocidad en las llantas traseras y frenos individuales. Los asientos y el componente eran de fibra de vidrio.
“En ese entonces participaban alrededor de 20 buguis en los eventos celebrados en el Campo de Béisbol Cámara Junior de Matamoros en la década de los años noventa.”
RdeC: ¿Cuánto cuesta un bugui y la indumentaria que usan los pilotos?
SAR: En la actualidad un bugui cuesta entre 35 mil y hasta 800 mil pesos si es de competencia, equipado con suspensión trasera y delantera modificada. El equipo del piloto profesional tiene un valor de 12 mil pesos e incluye casco, overol, zapatos, faja y gogles.
RdeC: ¿Por qué se visten de esa manera, como personajes salidos de una película de Mad Max?
SAR: Se visten así por seguridad del piloto y copiloto, pues por reglamento siempre van dos. El copiloto es esencial para todo, espacie de brazo derecho del piloto. “En mis inicios llevaba de copiloto a mi hermana Alejandra Ayup Romero, incluso me acompañó en mi penúltima participación. El copiloto es el guía del conductor. En la actualidad se utiliza el GPS, del cual se encarga el copiloto para guiar al conductor”, puntualizó.
RdeC: ¿Es realmente un deporte, afición ruda o se le parece?
SAR: Realmente es un deporte extremo con cien por ciento de adrenalina pura. Es de alto costo y peligroso. Los riesgos que se corren son choques, volcaduras, caídas en zanjas, todo tipo de accidentes dependiendo de la habilidad del piloto, la cual es muy importante. “Se requiere estar concentrado al cien por ciento y mostrar las habilidades al cien por ciento. Las lesiones que más se sufren son fracturas de extremidades, contusiones y descalabradas. Por ello se debe llevar un equipo adecuado para evitar accidentes”, advirtió.
RdeC: ¿Qué tantos accidentes ocurren en una competencia de bugies?
SAR: Ocurre un diez por ciento de accidentes en una competencia ordinaria. Las principales causas son la dificultad del terreno, la velocidad, el desconocimiento de la ruta y el clima registrado durante la competencia. “En Matamoros se tiene la Pista del Huizache, en la cual se celebran tres o cuatro eventos por año. La salida es en el Norte de Matamoros por los arcos de entrada rumbo al ejido Vizcaya. Otras rutas son a campo traviesa a Parras de la Fuente, al Puerto del Perico, a las Dunas de Tacubaya en el ejido de San Pedro, al paraje conocido como ‘El Quemado’ en el ejido Andalucía”, apuntó. Hoy en día Salomón Ayup Romero es presidente del Off Road desde hace diez años, su membresía es de alrededor de 50 pilotos. En Matamoros hay un grupo de bugueros afiliados a Off Road. Añadió que si se toman en cuenta a practicantes de bochos, buguis, racer, cuatrimotos, motos, camionetas y Jeeps

4 x 4, son alrededor de 200 en el Off Road de Matamoros. Incluso, se cuenta con equipos que participan en el Rally Coahuila 1000 organizado por Canaco Torreón y la Secretaría de Turismo del estado de Coahuila, entre ellos Herrera Racing, Team Los Quemados y Taller Sam, habiendo conseguido tres primeros lugares en diferentes categorías.
RdeC: ¿Cómo se organizan las travesías y cuáles son las más importantes en Coahuila?
SAR: Normalmente los equipos se ponen de acuerdo con la Asociación de Pilotos de Off Road para elaborar cada ruta o travesía de manera frecuente. Las más importantes son a Bilbao, Viesca, Parras de la Fuente, Cañón de Fernández, Puerto del Perico, Dunas de Tacubaya, partiendo de la Pista del Huizache. En el estado la travesía más importante es la de Rally Coahuila 1000, que anteriormente era de Piedras Negras y Ciudad Acuña, Coahuila, pasando por Cuatro Ciénegas y Torreón a campo traviesa. Desde hace tres años es de Saltillo a Parras y concluye en Torreón.
RdeC: Los ecologistas se han quejado de que los buguis provocan daños a la naturaleza, incluso, tienen prohibido entrar a El Cañón de Fernández
SAR: Lamentablemente, hay pilotos que no respetan la naturaleza. Creen que van en competencia y se olvidan de conservar el ecosistema. No toman en cuenta los daños que ocasionan a la flora y a la fauna. “Por un lado, está bien que hayan prohibido la entrada al Cañón de Fernández; por el otro, frena el deporte del Off Road”, consideró el entrevistado. Dijo que se tiene conocimiento de que un grupo de Off Road de la ciudad de Torreón se amparó para poder entrar al Cañón de Fernández. “Es una lástima que no podamos disfrutar del paisaje y del microclima de ese lugar, muy agradable, sobre todo en las tardes”.
RdeC: ¿Hay competencias o nada más el reto de los recorridos?
SAR: Ambas cosas, el reto de los recorridos y participar en competencias. En Matamoros se realizan de tres a cuatro eventos por año. Incluso, asisten a la competencia denominada México Norte, serial que se celebra en diferentes ciudades de la república, entre ellas Guanajuato, San Luis Potosí, Monterrey, Saltillo, Cuatro Ciénegas y Matamoros, Coahuila.
RdeC: Da la impresión que los participantes del Off Road beben mucho alcohol.
SAR: Una aclaración, los aficionados son los que consumen bebidas etílicas. A los pilotos participantes en una competencia se les checa la presión, que no tengan Covid 19, que no hayan consumido alcohol o estupefacientes. En caso de dar positivo se les prohíbe participar. Hizo hincapié en que existe un reglamento para las competencias de Off Road, en el que se establece que si no aprueban los puntos de revisión, no participan. Se han dado casos, pero de manera aislada.
RdeC: ¿Qué tanto participan las mujeres en el Off Road, o es sólo para hombres?
SAR: También participan mujeres, en un cinco por ciento aproximadamente. Entre las más conocidas podemos mencionar a Yadira Morales de Monterrey, Leticia Ramírez de Querétaro y Tania Licón de San Luis Potosí. En La Laguna no hay todavía mujeres que participen en este deporte extremo. La participación de ellas es un buen aliciente para las mujeres que deseen competir en Off Road. A sus 65 años de edad, Salomón Ayup Romero, el “abuelo del Off Road en Matamoros de La Laguna” se siente orgulloso de sembrar la semilla del Off Road, que ha dado muchos frutos en su tierra natal desde hace 47 años.
