La Voz De Dios, Cindy Jacobs

Page 118

116 enseñanza intensiva en el campamento de entrenamiento de Dios antes de que Él coloque a una persona en el cargo de profeta. Años antes de que fuera en realidad enviada a la posición de profeta, las personas me preguntaban a menudo: «¿Eres profetisa?» Cada vez que me hacían esa pregunta respondía: «No, no soy profetisa. Lo sabré cuando Dios me coloque en esa posición». Una noche el Señor empezó a hablar a mi corazón en medio de un poderoso momento de intercesión colectiva. En esa época conocía su voz mejor que cuando tenía nueve años. «Cindy, esta noche te preparo como profetisa a todas las naciones.» Poco después el líder del segmento de oración oró por mí, y el poder de Dios me cubrió. Lo próximo que recuerdo haber escuchado fue: «Y el Señor dice: "Esta noche te levanto como profetisa para las naciones"». Es difícil explicar, desde esa noche he sido diferente. Lo que más se le parece fue cuando fui ordenada como ministro por imposición de manos. Tuve nueva unción y más autoridad en el Espíritu. Las profecías que anunciaba eran más detalladas y precisas. Hoy, mientras profetizo, hay ocasiones en que opero con el simple don de la profecía. Estas profecías casi siempre incluyen exhortación, y elevan el Espíritu por su alto contenido, de manera similar a la primera profecía acerca de la cual escribí antes en este capítulo. Sin embargo, a veces siento la unción del oficio de profeta y el poder de Dios me llega con gran intensidad. Muchas veces esas profecías se señalan para las naciones. Es asombroso ver a Dios usarlas como catalizadores para cambiar e interceder en oración por un país en particular. ¿Recuerda la profecía que anuncié acerca del poder de las Marchas por Jesús deteniendo los carnavales del Brasil? Para agregar a lo que ya dije, descubrí que en 1994 San Pablo tuvo la más grande Marcha por Jesús en el mundo, con ochocientas cincuenta mil personas marchando bajo la lluvia. Cinco mil cristianos entraron al carnaval de Río, marchando y adorando al Señor en medio del festival del diablo.

La profecía y los desastres naturales ¿Avisa hoy Dios a sus hijos antes de que ocurra un desastre natural para protegerlos? Terminantemente sí. Chuck Pierce, el líder de oración de los Generales de la Intercesión, y un pastor en Denton, Texas, anunciaron esta extraordinaria profecía en Houston, Texas, el 21 de septiembre de 1994: Diría que los próximos veinticuatro días son críticos. Aunque el enemigo se ha puesto en pie como ciudad en contra tuya, te he traído a las intersecciones de los caminos, vas a hacer una transición y a cruzar. Mis ojos están sobre esta ciudad y el remanente de ella, y venceré las estructuras que se han puesto contra mi Espíritu. El apocalipsis que se ha contenido va a empezar a caer sobre la gente como lluvia. Observa el río del este. Así como ese río crece lo hará también mi pueblo. [En este momento vio una visión y la describió]. «Vigilante: ¿Qué ves? Veo un fuego, replicó. Es un fuego en sentido literal y está sobre el río». Entonces el Señor dijo: «Mi fuego comenzará a llegar a la ciudad». (La siguiente parte de la profecía da instrucciones detalladas en cuanto a qué hacer con lo que se le mostró a Chuck como vigilante].


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.