condiciones de funcionamiento del tráfico de la calzada y su seguridad: para ello, las bermas pueden desempeñar, por separado o conjuntamente, varias funciones que determinan su ancho mínimo y otras características, que se enumeran a continuación. Consideraciones de costos (sobre todo en terreno muy accidentado) pueden inclinar a prescindir de alguna de estas funciones. Las bermas deberán tener un ancho que les permita cumplir al menos la función de protección del pavimento, un mínimo de 0.50 m. Asimismo la plataforma debe tener un sobreancho que permita una compactación uniforme de la berma, sin riesgos para el operador de la maquinaria (s.a.c) este sobreancho además cumple una función defensora de la berma. •
Detención Ocasional de Vehículos
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Si un vehículo se detiene en la calzada, forzará al resto del tráfico a circular por menos carriles y a menor velocidad. Por tanto, al disponer un espacio para la detención de vehículos, la berma mantiene la capacidad de la calzada y su seguridad. Las razones de la detención pueden ser varias: averías del vehículo ó también el deseo del conductor de descansar, comer u orientarse; en este último caso la previsión de áreas de descanso resulta más adecuada. Esta función de detención está reservada a la berma derecha, por lo que no se aplica a la berma interior en el caso de calzadas separadas. Tampoco debe confundirse la berma con un carril de estacionamiento: la parada ha de ser esporádica y momentánea, ya que para que la berma pueda cumplir sus funciones, es preciso que esté en gran parte libre de obstáculos. Para que pueda detenerse cualquier vehículo en la berma sin ocupar parte de la calzada, sería preciso que el ancho de la misma fuera al menos de 2,50 m. En carreteras de tráfico intenso, en las que un estrechamiento de la calzada puede causar un descenso excesivo en el nivel de servicio, las bermas deben tener este ancho mínimo. En carreteras de alta velocidad, como las autopistas, es deseable que el ancho sea de 3 m, lo que permite que entre el borde de la calzada y un vehículo detenido quede una cierta separación. En carreteras con tráfico menos intenso, unas bermas tan anchas resultan costosas y no suelen estar justificadas económicamente. En estos casos sería deseable que un vehículo parado pudiera apartarse lo suficiente para que en el carril adyacente quedara libre una zona de ancho superior a 2,50 m, lo que permitiría el paso de un camión sin necesidad de ocupar otro carril. Para ello bastaría con que el ancho de la berma no fuera inferior a 1,50 m. Este suele ser el caso de los ramales de intercambios.
Manual de Diseño Geométrico de Carreteras (DG-2001)
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