La miro y mi corazĂłn simplemente se calma ante su vista, a la deriva dormida al lado del sofĂĄ, con las manos apoyadas sobre su vientre redondo. Ella suspira mientras mi pulgar se desliza hasta el arco de su pie. Tanto para el recordatorio del sexo. SonrĂo suavemente mientras la miro por largos minutos, agradecido por todas las experiencias que tengo con mi familia. Y esto es sĂłlo el comienzo.
Fin
315