Octavio Getino - Cine Argentino

Page 188

sociales de comunicación, ejercitadas en el tiempo de trabajo y en el llamado tiempo libre, las que resultan tanto o más efectivas que los medios masivos. Superar estas insuficiencias exige de nosotros una resuelta actividad de elaboracióm teórica y práctica, sostenida principalmente en una ética de la transformación. Sus principios básicos serían los de respetar y promover todas aquellas formas de información, expresión, comunicación y cultura que nuestro pueblo vaya generando, recreando o adaptando para su verdadera liberación. Esta ética alcanza a los comunidadores sociales, en tanto políticos de la comunicación, y también a las dirigencias políticas del campo popular, depositarias de una responsabilidad principal, como es la de servir al pueblo argentino en su proceso de liberación comunicacional y cultural. Tales lineamientos son, por último, indesligables de una vocación federalista y de integración latinoamericana, sin la cual resultará imposible superar la antinomia Liberación o Dependencia que sigue trabando el desarrollo integral de nuestra Patria. 2. El Espacio Audiovisual Nacional. A nivel mundial, el espacio audiovisual, en el doble aspectos de máquinas y equipos (hardware) y contenidos de difusió (software), está controlado por grandes potencias y por un reducido número de centros transnacionales de poder político, económico, cultural y militar. La capacidad de incidencia de los países del Tercer Mundo en dicho espacio es notablemente reducida y, por momentos, nula. Lo cual traduce y acentúa a la vez su situación de subordinación en el contexto de las relaciones mundiales de poder. El desarrollo científico y tecnológico actual, más que disminuir la brecha existente entre países centrales y periféricos, tiende a acrecentarla. El Espacio Audiovisual Nacional se ubica en el marco de la situación interna y en el campo mundial referido, expresando y reproduciendo las contradicciones más profundas emergentes de la interrelación de ambas problemáticas. Conformado principalmente por los medios de radiodifusión y cine, el Espacio Audiovisual Nacional soporta en la actualidad el impacto de las nuevas tecnologías, exigiendo de los políticos de la comunicación social una redefinición sobre el futuro de cada medio. Cine, televisión, radio, video, e inclusive telemática, constituyen medios con características específicas y diferenciadas, aunque también con interrelaciones que se multiplican a partir de los cambios operados en la ciencia y en la tecnología mundiales. Los mismos afectan las áreas de la economía, la industria, la tecnología, el comercio, la informació, las estructuras del relato y del lenguaje, la cultura y los modos de percepción de lo audiovisual, impactando en consecuencia en todos los campos del desarrollo nacional. El término “espacio audiovisual” es abarcatorio de un amplio espectro de problemas, los que, pese a la especificidad de cada uno, encuentran su explicación en la integralidad del conjunto. Decenas de miles de satélites comunicacionales, retransmisores de cientos de emisoras de TV, tienden a incrementar el consumo de antenas parabolicas y los nuevos usos de la televisión. Miles de películas de largometraje ocupan las pantallas televisivas, mientras que el volumen de espectadores de las mismas, a través de videocasetes grabados, supera el de las salas de cine. Cientos de emisoras de radio FM de corto alcance proliferan, a su vez, facilitando usos diferentes de este medio. Otro tanto ocurre con las emisoras de TV cable y las de carácter local o comunitario. Decenas de instituciones educativas y de organizaciones sociales implementan islas de grabación y edición de video en todas las provincias del país. Las pantallas de TV pasaron a convertirse también en terminales de bancos de datos y de información, o de diseño gráfico dinámico. Las transnacionales europeas, japonesas y norteamericanas informan ya de la existencia de nuevos sistemas televisivos, como el de alta definición, que amenazan revolucionar en muy pocos años el conjunto del espacio audiovisual. Nunca como en nuestros días este espacio estuvo tan cargado de posibilidades, pero también de riesgos, dadas las relaciones de poder establecidas en torno a los medios de comunicación audiovisual y las limitaciones locales para compensarlas o revertirlas. La ausencia de políticas para imprimir un sentido social y comunitario a los medios -en las áreas de educación, información, cultura y entretenimiento- agrava cada vez más el temor de que el auge de la tecnología transnacional -en su doble aspecto de hardware y software- termine provocando más daños que beneficios. El estado neoliberal de nuestros días, con su dejar hacer a los que tienen el poder de hacerlo, amenaza la sobrevivencia de los medios audiovisuales nacionales e inclusive de la memoria audiovisual existente. Decenas de millones de dólares han sido invertidos en los últimos años en la compra de enlatados para TV mientras no existen recursos suficientes para sostener una producción adecuada en el cine nacional. Dependiendo de una misma Secretaría como es la de Cultura, el Instituto Nacional de Cinematografía y las emisoras de TV estatales, mantienen una incomunicación prácticamente total, similar a la que domina entre estas últimas. Miles de títulos de películas copiadas en videocasetes circulan en el país, sin que exista reglamentación alguna para dicho medio, ni tampoco para promocionar una producción sostenida de video a Cine Argentino

187


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.