Elemento indispensable del debate democrático de los siglos
XIX y XX, la caricatura es igualmente un arte antiguo cuyos orígenes
pueden rastrearse en el siglo XVI. Pero si la caricatura
adquirió gran fuerza y peso y se convirtió en un arma social
verdaderamente exitosa, esto se debió a su difusión a partir de
la incorporación en la prensa escrita, proceso que se inició en
Inglaterra en el siglo XVIII, y que alcanzaría una gran difusión
también en el continente, fundamentalmente Francia, a lo largo
de la siguiente centuria.