
2 minute read
por el acceso universal a las tecnologías de asistencia
es una expresión genérica que designa todos los sistemas y servicios relacionados con la utilización de productos que sirven para mantener o mejorar la autonomía de una persona y su capacidad para manejar- se, con lo que promueven su bienestar. Audífonos, sillas de ruedas, elementos de apoyo a la comunicación, gafas, prótesis, pastilleros o recordatorios son algunos ejemplos de productos de asistencia.

Advertisement
Según la OMS, en todo el mundo hay más de 2,500 millones de perso nas que necesitan por lo menos un producto de asistencia.
Habida cuenta del envejecimiento de la población mundial y de la progresión de las enfermeda des no transmisibles, la OMS estima que para el 2050 habrá más de 3,500 millones de personas que necesiten como mínimo un producto de asistencia, y muchas personas mayores a las que hagan falta dos o más de estos productos.
La tecnología de asistencia reduce la necesidad de servicios oficiales de salud y apoyo y de atención crónica, así como la carga de trabajo que recae en los cuidadores. A falta de esta tecnología, ciertas personas suelen verse excluidas, aisladas y sumidas en la pobreza, lo que hace más gravosas las consecuencias de una enfermedad o discapacidad para la propia persona, su familia y la sociedad, sostuvo la OMS en un comunicado cursado a mediados de mayo.
De acuerdo con la información divulgada por la OMS muy pocos países cuentan con una política o un programa nacional de tecnología de asistencia. En numerosos países, como es el caso de Puerto Rico, el sector público ofrece muy limitado acceso a esta tecnología.
“Incluso en países de ingresos altos, los productos de asistencia están a menudo racionados o excluidos de los sistemas de salud o protección social, lo que obliga a usuarios y familiares a desembolsar directamente fuertes sumas de dinero.
Las personas que más necesitan las tecnologías de asistencia son: quienes padecen con alguna discapacidad; adultos mayores, muchos aquejados por enfermedades no transmisibles, como diabetes o accidente cerebrovascular. También personas con trastornos de salud mental, entre ellos la demencia y el autismo y quienes padecen de deterioro funcional progresivo. Beneficios de la Tecnología de Asistencia
La tecnología de asistencia puede no solo repercutir positivamente en la salud y el bienestar de una persona y sus familiares, sino también deparar beneficios socioeconómicos de orden más general. Por ejemplo:

• El uso apropiado de audífonos por parte de niños pequeños se traduce en mejores aptitudes lingüísticas, sin las cuales una persona con pérdida de audición ve sustancialmente disminuidas las oportunidades de educación y empleo.
• El uso de sillas de ruedas manuales facilita el acceso a la educación y el empleo, a la vez que reduce los gastos de atención de salud porque aminora el riesgo de úlceras de decúbito y contracturas.
• La tecnología de asistencia hace posible que las personas mayores puedan seguir viviendo en casa y retrasa o previene la necesidad de atención crónica.
• El calzado terapéutico para los diabéticos reduce la incidencia de úlceras podales, lo que previene amputaciones de las extremidades inferiores y reduce así la carga que todo ello impone a los sistemas de salud.


La tecnología de asistencia dentro de la cobertura sanitaria universal
• La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible sitúa la buena salud y el bienestar en el centro de una nueva visión del desarrollo y hace hincapié en la cobertura sanitaria universal para garantizar un desarrollo sostenible para todos, de modo que cualquiera pueda, en cualquier lugar, acceder a los servicios de salud que necesita sin tener que hacer frente a dificultades económicas.
• La cobertura sanitaria universal solo podrá avanzar de forma inclusiva si la población puede acceder a productos de asistencia cuando los necesite y allí donde los necesite.


Dr. Ulises Nobo


Neurólogo Vascular Hospital Menonita Caguas
Dr. Julio Rodríguez