Canarias Cristiana
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Biografía
«La oración me salvó de ser fusilado» ferrolhoy enero 2008
M
anuel Molares Porto nace el ocho de agosto de 1916 en el municipio pontevedrés de Salvaterra de Miño. Sus primeros años hasta la adolescencia transcurren aquí, donde su padre es ferroviario y su madre regenta un negocio de hostelería, «Casa Valero». Manuel será el mayor de cinco hermanos, todos varones. A los ochos años, además de acudir a la escuela, dedica sus horas libres a ejercer de meritorio de ferrocarril –un aprendiz–; «El factor de ferrocarril de la estación de Salvaterra me daba por cada declaración de facturación 5 céntimos, aunque él cobraba 25. Allí aprendí el sistema Preguet y, más tarde, el código Morse; además de prepararme para la que luego sería mi profesión». Pero no todo era trabajo y Manuel tuvo desde muy joven inquietud por el saber y la lectura. Aficiones que pudo satisfacer gracias a la amistad de su padre
ferrolhoy enero 2008
con el cacique del pueblo, poseedor de una gran biblioteca que puso a disposición del joven. «Entre los 14 y 18 años tuve la suerte de poder leer clásicos como Cervantes, Blasco Ibáñez, Julio Verne, Platón y Homero. Las únicas condiciones que me impuso este amigo de mi padre eran devolver los libros impecables y que no podía llevarme uno sin haber devuelto el anterior». Criado en una familia católica y a pesar de ser monaguillo desde los trece años, comienza a tener sus primeros desencuentros con la Iglesia Católica a la edad de 15. «En aquella época me encontré en casa con un Nuevo Testamento en el que se recogía que Jesucristo decía que él era el camino, la verdad y la vida; cuando para el párroco era la Virgen María. El cura me aseguraba que lo que reflejaba mi Biblia era falso, y que eso era protestante». A los 16 años se marcha a Vigo a estudiar Comercio en el colegio Mezquita, también estu-
dia en la Escuela de Artes y Oficios. En esa época comienza a frecuentar una iglesia protestante en la calle Pi y Margall de la ciudad olívica y a partir de ese momento, profesará esta confesión religiosa que marcará su vida de una manera determinante. «En aquellos tiempos era una desgracia tener un hijo protestante. Tuve recriminaciones muy duras de mi familia». Su estancia en Vigo como estudiante durará sólo 18 meses. La crisis desatada durante la segunda república le obliga a volver a casa ante la escasez de medios económicos de su familia. «El dinero es muy miedoso. Al tercer año de la república el país era un desastre. Se quemaban iglesias, se atacaba a los curas… entonces el capital huyó al extranjero porque el país se estaba sovietizando». Tras el abandono de sus estudios de Comercio, comienza a preparase para optar a tres puestos de trabajo. Por una parte po-
Finales de los años 40. Molares en su droguería, con un empleado
licía secreto; «no era tan difícil en- Seseña. En este pueblo mantrar como lo es ahora. Adedmás chego es despojado de sus galocontaba con la ayuda del comisa- nes y enviado a un punto de vigía, rio y policías que se hospedaban que entre los soldados denominaen la pensión de mis padres». ban «Irás y no volverás», porque a También estudia para secretario los que enviaban no regresaban. judicial y para factor de ferroca- «Como no podían enviarme rril. Paralelamente, en el ámbito siendo cabo, el teniente coronel confesional, se encarga de predi- me degradó y me mandó a este car el Evangelio en la recién cre- puesto; pero volví y así durante ada Iglesia Evangelica de Oleiros, cinco noches. Allí nadie vino a en Salvaterra de Miño. molestarme. Es cierto que yo esAl estallar la Guerra Civil, Ma- taba en constante oración y creo nuel con 19 años se refugia du- que el orar me salvó de que no me rante los primeros días de la matarán, como también de ser fucontienda en la casa de sus abue- silado. los, en el lugar de Las Ermitas – Como dicen, la oración es la Salvaterra de Miño–. «Tuve que fortaleza del hombre y la debiliesconderme para no ir al frente. dad de Dios». Además, al ser creyente, nos perPero la guerra aún le deparaseguían por comunistas, masones ría más contratiempos. En una y protestantes. emboscada en Estuve un mes el Tajo, fue heoculto y luego rido por la me prepararon Me puse firme onda expansiva para ir al ejérde las bombas y, dando un cito por mi lanzadas de su quinta». Destipropio bando. taconazo, nado en PonteUna vez cuvedra, es rado, es enle dije: cuando trasladado a viado al frente usted quiera Vigo donde su del Ebro; conagilidad al escricretamente al pueden bir le valió para Batallón de que el comanChoque de fusilarme dante al mando, Montaña SiciEliseo Díaz del lia nº8. Aquí el Río, le diese la mando del recategoría de cabo. Su confesión gimiento está a cargo del ferroreligiosa le deparará su primer- lano Camilo Alonso Vega. gran tropiezo cuando lo trasladan «Nosotros lo llamábamos ‘el cara Tui, antes de acudir al frente. nicero’ porque nos mandaba a Allí estuvo a punto de ser fusilado cuerpo abierto, sin ningún tipo de por comunista, masón y protes- preparación y caían la mitad». Al tante. «Me tuvieron acuartelado finalizar la guerra, Manuel se encinco días. Luego me llevaron de- cuentra en el País Vasco. Antes tenido a la comandancia militar. de licenciarse, en agosto de 1939, Allí, el teniente coronel me pide aún acudirá a reforzar Cartagena, que me retracte de mi religión. Al Murcia y Pamplona; donde había negarme, me indica que hay un reductos de lucha. piquete dispuesto para fusilarme. A su vuelta del frente toma Yo, que me veo perdido, le posesión de su cargo de factor de dije: «Usted va atravesar con ferrocarril. Plaza que había obtebalas este cuerpo, que es un poco nido tras aprobar el ingreso, dude polvo pero el alma, ni ese pi- rante un permiso que le dieron en quete, ni el ejército entero pue- la contienda. Tras su paso por den atravesarla. Le voy a repetir Vigo, Redondela y Cáceres; en las palabras de San Pablo: para 1941 llega a Pontedeume, como mí el vivir es Cristo, y el morir, ga- factor de 2ª de la Compañía de nancia. A continuación me puse Madrid-Portugal y Oeste de Esfirme y dando un taconazo, le dije: paña. cuando usted quiera, pueden fuNada más llegar al pueblo, la silarme». Su actitud le salva del Guardia Civil le obliga a pasar pelotón de ejecución y es enviado todos los días por el cuartel poral frente con el cuerpo del ejército que los informes que tenían de él marroquí. Combatió en lugares lo tachaban de comunista, masón como Madrid, Sevilla La Nueva, y protestante. Esta situación se Brunete, Navalcarnero, Azaña y prolongará durante dos meses, al
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o t a r T e R
La vida de Manuel Molares es un ejemplo de coherencia y voluntad personal, así como de tesón e iniciativa empresarial. Vecino de Pontedeume, a sus 91 años, es un referente dentro de la Iglesia Evangélica gallega. Sin embargo no todos han sido reconocimientos en su vida. Detrás de su frágil figura se esconde un hombre que ha superado numerosas pruebas y tiempos muy difíciles. Difamado, perseguido y detenido por sus creencias religiosas, hoy mostramos una síntesis de su larga vida.
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