entre vosotros, me apareceré a él en visión” (Números 12:6). Supe que ese pasaje ayudaría a ese hermano a creer. Llegó el momento de la siguiente visita y hablamos acerca de los profetas. Le mostré el pasaje y su rostro cambió. Se le llenaron los ojos de lágrimas y dijo: “Eso es verdad. Hay personas preparadas para ver a Dios”. Después le enseñamos acerca de los profetas del Libro de Mormón que han visto a Dios, y él supo que era verdad. Élder Díaz, 25 años, Misión México Mérida
Fe en que Dios existe Por lo general, no vemos a Dios, pero podemos sentir Su Espíritu. Él quiere que llegues a conocerlo al leer las Escrituras y tener fe en Él. Si tienes fe en Él, no será necesario que lo veas para saber quién es Él y que Él existe. Profetas como Moisés y José Smith, que en verdad vieron a Dios, tuvieron que ser transformados para verlo. Aaron F., 12 años, Oregón, EE. UU.
Dar testimonio Una vez, una amiga me hizo esa pregunta, y le pregunté de dónde había sacado esa idea. Me dijo que un hombre se lo había mostrado en la Biblia. Entonces recordé Juan 1:18, donde dice que ningún hombre puede ver al Señor. Con la ayuda de seminario, recordé otros
pasajes de la Biblia que dicen que hombres como Moisés y Jacob, estando llenos del Espíritu Santo, vieron a Dios. Y así pude contestarle a mi amiga con certeza y compartir mi testimonio. Luis M., 17 años, Mato Grosso, Brasil
Compareceremos ante Él Cuando mis compañeros de clase me preguntan por qué creo en Dios si nunca lo he visto, les explico que no hemos visto a Dios porque no es el momento para que lo veamos. Después de que resucitemos, iremos ante Él para ser juzgados (véase D. y C. 137:9). Luego comparto mi testimonio y explico que el tener fe significa creer y tener esperanza. Si tienen fe, verán a Dios tal como yo lo veo: con los ojos del corazón. Daiana V., 18 años, Santa Cruz, Argentina
SIGUIENTE PREGUNTA
“La pornografía está arruinando mi vida. ¿Qué puedo hacer para arrepentirme y terminar con la adicción?”
JÓVENES
CONOCIMIENTO INNEGABLE DE QUE ÉL VIVE “Cultiven el deseo diligente de saber que Dios vive. “Ese deseo nos conduce a meditar en las cosas del cielo; [a] permitir que la evidencia de que Dios existe que se encuentra a nuestro alrededor llegue a nuestro corazón. “Con corazones blandos estamos preparados para dar oído al llamado del Salvador de ‘[escudriñar] las Escrituras’ (Juan 5:39) y de aprender de ellas con humildad. “Entonces estaremos listos para preguntar a nuestro Padre Celestial, sinceramente, en el nombre de Cristo, si las cosas que hemos aprendido son verdaderas. La mayoría de nosotros no veremos a Dios como lo han hecho los profetas, pero los apacibles y delicados susurros del Espíritu —los pensamientos y sentimientos que el Espíritu Santo traiga a nuestra mente y a nuestro corazón— nos darán el conocimiento innegable de que Él vive y de que nos ama”. Véase élder Robert D. Hales, del Quórum de los Doce Apóstoles, “El procurar conocer a Dios, nuestro Padre Celestial, y a Su Hijo Jesucristo”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 32.
Envía tu respuesta para el 15 de septiembre de 2011 a: Liahona, Questions & Answers 9/11 50 E. North Temple St., Rm. 2420 Salt Lake City, UT 84150-0024, EE. UU. O por correo electrónico a: liahona@ldschurch.org Es posible que las respuestas se modifiquen para abreviarlas o darles más claridad. La carta o el mensaje de correo electrónico deben ir acompañados de la siguiente información y autorización: (1) nombre completo, (2) fecha de nacimiento, (3) barrio o rama, (4) estaca o distrito, (5) tu autorización por escrito y, si tienes menos de 18 años, la autorización por escrito de tus padres (es admisible por correo electrónico) para publicar tu respuesta y fotografía.