Bienvenida a la
Sociedad de Socorro Los padres, los líderes y los obispos desempeñan un papel especial para ayudar a las jovencitas a realizar la transición a la Sociedad de Socorro. POR LARENE PORTER GAUNT Revistas de la Iglesia
FOTOGRAFÍA POR MATTHEW REIER, TOMADA CON MODELOS.
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as hermanas Bonnie D. Parkin, presidenta general de la Sociedad de Socorro, y Susan W. Tanner, presidenta general de las Mujeres Jóvenes, concuerdan en que son un equipo. “Ambas hemos trabajado en la Sociedad de Socorro y en las Mujeres Jóvenes”, dice la hermana Parkin. “Estamos unidas porque hemos visto ambas caras del espectro. Amamos a las jóvenes y a las hermanas de la Sociedad de Socorro”. Las hermanas Parkin y Tanner conocen la importancia que tiene el trabajar juntas para ayudar a las jovencitas a realizar con éxito la transición del programa de las Mujeres Jóvenes a la Sociedad de Socorro. A las jóvenes dicen lo siguiente: la Sociedad de Socorro va a ser un lugar seguro para ustedes, un lugar donde aumentar su testimonio del Salvador y sentir Su amor. Aunque tal vez dejen algunas amigas atrás, serán recibidas con los brazos abiertos de otras hermanas que también las aman. Sencillamente, su círculo de amistades va a crecer (véase “El paso siguiente”, pág. 26). A las hermanas de la Sociedad de Socorro les dicen: salgan de su entorno habitual de comodidad y tiendan la mano a las jovencitas; siéntense con ellas y sepan cómo se llaman. Compartan sus experiencias con ellas. En el momento en que empiecen a compartir, comenzarán a convertirse en hermanas.
A los líderes les dicen: trabajen juntas y tracen un plan para cada jovencita, el cual sea una bendición para ella y le ayude a llevar a cabo su divino potencial. Una década de decisión
La transición de la adolescencia a la edad adulta viene marcada por una década de decisiones y cambios, y las madres, los padres, los líderes de la Iglesia y los amigos desempeñan un papel importante en el progreso de las jovencitas, pero la responsabilidad primordial descansa en los padres. El proceso de la transición debe comenzar antes de que la joven cumpla 18 años y prosigue después de que ingrese a la Sociedad de Socorro. “Mi madre amaba a las mujeres de la Sociedad de Socorro como si fueran sus hermanas”, dice la hermana Parkin. “Hacía lo que se requería de ella con un corazón agradecido y su ejemplo fue una bendición para mí. Si cada madre diera testimonio de la Sociedad de Socorro a sus hijas, cambiaríamos lo que actualmente les sucede a las jovencitas. La abuela, la amiga o la hermana que ayuda a la joven a progresar en el Evangelio, cambia tanto a la joven como el futuro de ésta”. “El padre también es responsable de instar a su hija a introducir a su vida la bondad de la Sociedad de Socorro”, prosigue la hermana Parkin. “Un padre dijo a su hija: ‘Espero que hagas de la Sociedad de Socorro una parte de tu vida, ya que ha bendecido nuestro hogar y nos ha ayudado a hacer de ti la joven que eres’”. El obispo o presidente de rama, los líderes de la Sociedad de Socorro y de las Mujeres Jóvenes también desempeñan papeles especiales. La entrevista del obispo es una de las herramientas más poderosas para ayudar a las jóvenes en esta etapa de la vida. Concretamente, los líderes L I A H O N A AGOSTO DE 2004 29