María Elena Padrón Herrera
hombres, se estructuran en un tipo de relaciones recíprocas que obligan a dar, recibir y devolver cíclicamente este sentido, el ciclo festivo y el sistema ritual de los habitantes de los pueblos, cobra enorme importancia religiosa, social,
como marcador de la vida
cultural, política y económica. Las fiestas, su
organización y los diversos rituales que las caracterizan, dinamizan los mecanismos
de
reciprocidad,
intercambio
y
redistribución
de
En los espacios festivos se generan procesos de identificación a partir
de
los
cuales
se
definen
categorías
sociales
de
identidad/alteridad, con las que clasifica y define el nivel de participación de los sujetos en interrelación. Las identidades socioculturales se construyen, reconstituyen, actualizan y reproducen en los procesos identitarios al establecer coincidencias y diferencias a partir de las cuales las personas y los grupos se acercan o separan en función de un proyecto identitario en común. La fiesta, como práctica sociocultural funciona como un mecanismo en la recreación de la cultura y de la identidad de los pueblos, salvaguarda los principios fundamentales que configuran la sustancia de la divinidad, cohesiona la organización comunitaria, distribuye responsabilidades y derechos, regula reciprocidades, traza un puente entre el pasado mítico y el presente vivido 1992:153conflictos por el control de los espacios y símbolos sagrados
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