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Recopilación de Rafael Falcón Lahera © De los artículos sus respectivos autores © De las ilustraciones sus respectivos autores D.L.: CR ???-2016 ISBN: 978-84-7729???-?-? Diseño y composición por Moisés Perea Impreso por Imprenta Cervantina de El Toboso Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.


Las palabras son pequeñas palancas, pero no hemos encontrado todavía su punto de apoyo. Las apoyamos unas en otras y el edificio cede. Las apoyamos en el rostro del pensamiento y las devora su máscara. Las apoyamos en el río del amor y se van con el río. Y seguimos buscando su suma en una sola palanca, pero sin saber qué queremos levantar, si la vida o la muerte, si el hecho mismo de hablar o el círculo cerrado de ser hombres. Roberto Juarroz

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Poema Kevin Lorente (Fanzine nĂşmero 9)


Mi hijo pequeño es hipotónico. Hasta que cumplió tres años fue atendido en el Centro de Atención Temprana. Se ocupaba de él una fisioterapeuta llamada Mercedes. Recuerdo bien lo que me dijo Mercedes el primer día que llevé a Rafael y lo dejé con ella: “El primer mes no voy a trabajar con él. Vamos a conocernos”. Como es evidente, se trataba de un bebé, entendí de inmediato que conocerse era un proceso que pasaba por la relación de sus cuerpos. Yo los dejaba y aprovechaba para dar un paseo, o bajaba al mercado y compraba verduras y frutas, mientras me iba imaginando a Mercedes y a Rafa sobre las colchonetas, danzando como dos cuerpos en situación de ingravidez. En uno de estos paseos caí en la cuenta de lo formidable del asunto, digo, desde el punto de vista pedagógico, eso de “perder” un mes. Sobre todo si lo ponía en relación con la escuela presente, en la que cada vez se corre más sin saber, en la mayor parte de las ocasiones, hacia dónde se va. Entonces comprendí la necesidad pedagógica de perder el tiempo y me decidí a hacerlo de DI VER SO

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inmediato. Me representaba múltiples formas de perder el tiempo y mi lado gamberro se regocijaba imaginando al Inspector recorriendo el pasillo hacia el aula donde en ese momento, claro, perdía el tiempo con mis alumnos, ante su respuesta estupefacta, yo le aclaraba parsimonioso que no hacíamos nada, sólo “perdíamos el tiempo”. Qué hacía Mercedes: hablaba y, tal vez, cantaba (la voz también es cuerpo y nos constituye), miraba, escuchaba, movía sus extremidades y se desplazaba en el espacio, acercaba su cuerpo y comprobaba si podía tocar, y tocaba (o no), esperaba, reía e intentaba saber qué hacía reír a Rafa, qué le molestaba. Por supuesto, no sólo se trataba de conocer quién tenía delante, quién y cómo era Rafa, sino cómo se conformaba la relación de sus cuerpos y sus mentes, cómo era Rafa con Mercedes y cómo Mercedes con Rafa. Es evidente que hay una dimensión emocional previa a cualquier asunto técnico, pero que también es condición de posibilidad de cualquier desarrollo técnico. Mercedes, en el transcurso de ese mes, evaluaba y decidía qué necesitaba Rafa y qué prácticas ponía ella en marcha, pero al mismo tiempo y como condición de eso, Mercedes se ganaba la confianza de Rafa (y también su simpatía, su cariño). Claro que Rafa y mis alumnos se diferencian en algunas cosas: Crisitian, Garnik, Jhon y compañía tienen palabra y también historia y memoria (incluida su historia escolar). Además conviene recordar que mis alumnos


están en el aula contra su voluntad y experimentan un rechazo evidente hacia lo académico. Así que, una vez determinados a perder el tiempo, toca dilucidar cómo hacerlo. No es fácil hacer lo que hacía Mercedes. Se trata de ‘perder el tiempo’ (acercarse y encontrarse con los alumnos, conocerlos y que te conozcan) en un determinado momento, en un determinado lugar, aquí y ahora, en la escuela, en el aula. En territorio apache, vamos. Enumeremos, pues, algunas maneras de ‘perder el tiempo’, a la vez que pensamos algunas de las consecuencias positivas que podrían derivarse de este ‘perder el tiempo’: Jugar (al rol, al baloncesto), moverse en el aula, salir del aula, pasear, hacer teatro (pequeñas dramatizaciones, improvisaciones), hacer el tonto, hablarnos, escucharnos, en pequeños grupos, el grupo al completo, contarnos (también nosotros, profesores), respetar los tiempos de cada uno, los miedos de cada uno, reírnos, pintar, escribir, modelar, crear, hacer arte, hacer, hacer, hacer, ellos y tú, abrir el aula, invitar a otros, recibirlos, esperarlos. Si todo esto se concreta, y si se hace con respeto (¿qué significa esto?), tacto y sin esperar nada, debería servir para eliminar miedos: miedo al otro y miedo a ser uno, a expresarse. Realizar actividades que, por un lado, disparen la creatividad (escritura y lectura creativa, dibujo, collage, fotografía, narración digital) y, por otro lado, nos ofrezcan fragmentos de lo que somos (autorretratos, fragmentos de vida, futuros recuerdos). De ese DI VER SO

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modo, este ‘tiempo perdido’ funcionaría como uno de esos aceleradores de partículas gigantes: pondrían a circular a gran velocidad a átomos para hacerlos colisionar y descomponerlos en partículas subatómicas. Tendríamos materiales y experiencias compartidas suficientes como para poder aprovecharlas en el desarrollo del curso en la conformación de nuevas redes de aprendizaje. Pues bien, este libro es el resultado de algunas de esas colisiones. Hemos perdido mucho tiempo escribiendo, hemos transformado el aula en un taller de escritura para que cada integrante del mismo (artesanos-poetas) se relacionase con la poesía como algo propio y no como un producto inalcanzable que pertenece a otros. En cierto sentido, hemos partido del supuesto de que homo sapiens también es homo poeticus y, por tanto, sólo teníamos que hacer revivir la dimensión poética de cada uno de nosotros. Hemos tratado de hacer una apuesta por la creación en estado puro, no en el sentido de convertir a los alumnos en poetas, sino en el de considerarlos, en tanto que humanos, ya poetas, amantes y creadores de palabras. Hemos experimentado la escritura no como consumidores sino como creadores.

Lo paradójico es que sólo cuando no estamos dispuestos a perder el tiempo, perdemos el tiempo. Rafael Falcón Lahera


Amor imposible poema objeto de Rocío Sánchez-Mateos (Fanzine número 17)

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¿Qué es el caos? – preguntó el profesor. No sé responderle –dijo el alumno. ¿Y por qué no sabe responderme? Porque el caos sólo existe en una mente ordenada. Kevin Lorente


Te voy a decir el mundo en el que vives Donde te juzgan sólo por tus raíces Niños que dejan su infancia en el lodo A ellos el tiempo les ha quitado todo

Niños de Siria que salen del país Porque la guerra no les deja vivir Y yo aquí sentado ¿Qué les voy a decir? Mis palabras me permiten respirar, sobrevivir.

Canten conmigo, liberen las palabras. Esto no es un cuento, no es un cuento de hadas. Y es que sólo hay un camino y es dejar las armas. Detrás de las noticias hay vidas humanas.

Ahora sólo tienen que viajar y luchar Sacar fuerzas de la nada para continuar Demostrar a cada paso a la cruda realidad Que por mucho que les pegue ellos lo aguantarán.

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Este es el fin de mis palabras Sigo triste porque a ellos no les servirĂĄ de nada Este es el principio de una nueva batalla SĂłlo la poesĂ­a nos devuelve la esperanza. Garnik Avetyan


El hijo ilegítimo que el rey no quiso el hombre que tiene óbita propia el pájaro que nunca aprendió a volar como la bala que atraviesa la cabeza de ese hombre el historiador más famoso que existe la persona que destruirá el planeta un cero dos números a la izquierda el padre del hijo de aquella estatua el disco rallado que suena en estos momentos la rama verde que llora sangre la mesa pintada por un pájaro carpintero el último mono del garaje. Kevin Lorente

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Soy sombras y luces, Las calles por las que corres. Soy la lluvia que te moja Cómo un orgasmo Soy fruto de un amor E hija del final. Soy ceniza de aquel fuego, Que nunca volverá a quemar. Soy de esas personas raras Que la gente odia, la que espera sola el tren. Soy enero, diciembre y febrero, Soy fría. Hasta que tu llegas, Entonces soy agosto, junio y julio. Y quemo, quemo más que el fuego.

Gema Martín Marrodán


Poema de Marina Gómez Román (Fanzine número 4)

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Los peces son los humanos del mar. Las pestaĂąas son las escobas de los ojos.

El compĂĄs es un hombre sin cuello.

La lengua es el arma de los ignorantes.

Las regletas son las promiscuas de la electricidad. Hani Ruzza


La vida, como la muerte: mentiras. La muerte es el desamor de la vida.

El corazón es el niño del cuerpo.

Las goteras son las lágrimas de la casa.

Tus labios son el abismo de tu belleza. Gema Martín Marrodán

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Las nubes son tan dispersas como nuestra mente. En la sombra de tu silueta puedo reflejarme.

Nuestro enfado es como una olla hirviendo.

Los sueños pueden llegar a ser el abismo. Nataly Galeano

Un mapa es un laberinto frondoso. Felipe Quintero

Las manos son la única herramienta que necesito.

Las nubes en el cielo también saben dulces.

La Luna es la compañera de la Tierra. Lyseth Dayana Reyes


El pene es una marioneta manejada por hilos. Cristian Herranz

El amor es el castigo de la vida.

El rap es el idioma de los dioses. Garnik Avetyan

La batalla se prepara para nosotros.

Desterrar el amor es romper el corazĂłn.

Desmembrar la alegrĂ­a es unir la tristeza. Kevin Lorente

La tinta del bolĂ­grafo es como el mar azul. Crisithian Ramos

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Reanimación poema objeto de Gema Martín Marrodán (Fanzine número 17)


En la lluvia Un alma llora por ti Alejándose.

En mar abierto Están tus sentimientos Descansando

El mundo puede Ser un capítulo De la historia Rocío Sánchez-Mateos

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La mirada de Tus ojos son la belleza Del hada hambrienta

Tus mentiras Matan a los ángeles Del cielo azul

Tu sonrisa Me hace frágil Como una flor

Rocío Sánchez-Mateos


Bajo la lluvia Descansa el amor Olvidado Rocío Sánchez-Mateos

En la oscura Cueva de tu sonrisa Despide mi luz

No es blanco ni azul Sólo es mi corazón en los Mares hundido Heike Bettina Heschl

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La mariposa Es el hada que hace Que todos rían

en el mar están tus miedos y tus deseos que hoy descansan

Un alma perdió Su honradez por amar Tu festividad Heike Bettina Heschl


Escuchando el sonido del viento tu voz siento.

Las ramas de los ĂĄrboles son como tu pelo boscoso. Felipe Quintero

Una sonrisa Es como un candado Sin su llave Jhonma MĂŠndez

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Corriente del mar Llévame a lo profundo De tu corazón

Paso a paso Buscando tu abrazo Y tu sonrisa

Caminos cortos Cortos como la vida De una mosca Jhonma Méndez


Poema de Felipe Quintero (Fanzine nĂşmero 9)

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LA LUNA (a partir de una obra de Isidro Parra) Te he elegido a ti entre muchos, pues llamas mi atención. Quizá sea el color de tus mejillas o porque siempre estás, cada día diferente, excepto ese día del mes que te esconden y lloras, porque yo te escucho y te oigo repetir ‘estoy sola’. Estás sola en una oscuridad infinita, tanto que no llegas a ver cuántos somos los que te lloramos, Con tu brillo todavía en nuestras pupilas, con tu mismo dolor en nuestro pecho. Gema Martín Marrodán


(a partir de una obra de Isidro Parra)

Allí donde el campo luce, todo se ve y se siente cerca o lejano de ti. Manos del hombre, manos guerreras… El castillo construido será tu fortaleza eterna. Los colores deslumbran y mil figuras geométricas forman. Te enamoras del campo como si fuera tu lugar eterno. Rocío Sánchez-Mateos

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(a partir de una obra de Isidro Parra)

Un campo largo sin rostro. Un cielo lleno de luz. Un camino que agota las andadas de cada dĂ­a. Sin humanos. Empiezo a andar. Heike Bettina Heschl


Reflejos de mar Poema objeto de Cristian Ramos (Fanzine nĂşmero 17)

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Afilando la memoria Poema objeto de Kevin Lorente (Fanzine nĂşmero 17)


Ella, sin un ápice de cordura, le entregó su corazón al más loco de los psiquiatras. Érase una vez el viento, que sopló y sopló y al final se convirtió en ceniza. Escribía poemas, cuentos, novelas cortas y tantas cosas que al final el único que la entendía era el diccionario. Hani Ruzza

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Una botella tiré al mar. Me la devolvieron con sal. Cristhian Ramos

Dicen que después de una guerra queda honor y gloria para unos y lo contrario para otros, pero en realidad lo único que queda son muertos y sueños sin cumplir. Kevin Lorente

Aquel hombre tan apuesto se llevó consigo el aroma de mi perfume y mi ternura. Dos divisiones que me vuelven loca, en una su resultado aumenta y en la otra disminuye. Nataly Galeano

Miraron sus fotografías y recordaron aquellos momentos en los que fueron estúpidos. Cayeron, cayeron y cayeron, y después de tanto caer se levantaron. Pero cayeron otra vez. Lyseth Dayana Reyes


Ella le dijo lo que sentía hacia él. Él nunca le contestó. Estefanía Lizano

Él se marchó de casa, pero sintió que su otra mitad se había quedado atrás. Cristian Herranz

El chico se puso los cascos con la música muy alta. Sentado con la mirada perdida. Apareció su amor verdadero. Le dijo que lo amaba. Él no lo pudo escuchar. Cuando se quitó los cascos fue demasiado tarde. Todos tenemos dos miradas de cada persona y tú, por desgracia, te fijaste sólo en mi piel. Neko Marshall

En el cajón donde guardo mi amor, también se halla mi alma endiablada. Rocío Sánchez-Mateos

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CANCIÓN DEL RENACER Una razón para vivir y una esperanza al despertar hoy estamos aquí mañana no sabemos la vida nos da momentos que nunca entendemos, nacemos del polvo y en polvo nos convertiremos, así es la vida que vivimos no la podemos cambiar escogimos nuestro destino y hoy decidimos brillar tomamos decisiones y en ocasiones tuvimos que reír para no llorar pero cada cuento tiene su principio y su final, aunque un cuento no es cuento si no tiene quien lo narra, a veces ni sabemos cuáles son nuestras batallas, renacemos para morir, morimos para renacer. Yuraiky

EN UN LUGAR DONDE LAS LÁGRIMAS AJENAS SON INDIFERENTES. He observado cada paso de la vida desde otra perspectiva. Y he aprendido a valorar cada detalle que parecía insignificante. Me levanto por obligación cada mañana, me convenzo de la miserable idea de tener que trabajar para sobrevivir. Sin embargo, no me gusta obedecer órdenes, ni seguir los pasos que nos prometieron de pequeños para una vida perfecta. Yo no quiero eso. Sólo quiero una vida, una realidad, la mía.


Y así todas las mañanas de invierno. Llego al sitio que me dará ese supuesto futuro de felicidad, tratando temas como biología, matemáticas, etc. Yo me limito a observar cada mirada, intento leer cada alma, y sonrío a esas personas que sonríen con el alma vacía y en pena, buscando una respuesta en el silencio, sin saber que el silencio no es la respuesta. ¿Por qué callar si nacimos gritando? ¿Por qué callar y obviar el acoso escolar? ¿O la triste soledad día tras día? ¿Por qué somos tan malas personas? ¿Por qué somos indiferentes al dolor ajeno? Pues señores, esto no es un poema, ni un texto narrativo, es una crítica a esta sociedad de egoístas e hipócritas. No, no puedo quedarme callada sin hacer nada para ver cómo una persona se hunde por venir al Instituto, para ver a personas solas luchando con sonrisas fingidas. Cada vez me doy más cuenta de que estoy rodeada de humanos sin humanidad, incapaces de empatizar, que no recuerdan que todos estamos en vida y con una sola cosa segura, la muerte. Que tal vez mañana puedas ser tú quien tenga que enfrentarse a la barrera de cruzar esa puerta y soportar el estar solo involuntariamente. Porque a nadie nos gusta la plena soledad, pero ella nunca falla. Alicia Torresano

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Poema de EstefanĂ­a Lizano (Fanzine nĂşmero 9)


LA PLAYA El corazón en bajamar por dejarse ir con las olas. Gema Martín Marrodán

CARNIVOROS. El corazón en los huesos por habernos devorado las carnes.

Ella era como los acantilados y cada hombre sus olas; cada uno la rompía un poco más, todos se llevaban un pedacito de ella.

Un escalofrío; los pelos de punta, el corazón a la intemperie.

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Colgando de un hilo, dañado, deshecho, roto. Pendiendo de ti me descuelgas.

Ese momento, cuando me besas y sonríes, tus manos tiemblan, y ahí es, cuando todo empieza. Gema Martín Marrodán


UN ADIÓS POR SKYPE Alberto:¡Hola María! María: Hola… Alberto:¿Te ocurre algo? María: No sé cómo decirte esto. Alberto: ¡Exprésate! María: Ya no es nada igual. Alberto: A qué te refieres, no me acojones. María: Lo siento, Alberto… Alberto desaparece del ordenador durante unos minutos. Seguidamente aparece con los ojos rojos y llorosos. Alberto: No me hagas esto, eres lo único que me quedas…¡Sin ti no tengo nada, joder!¿Qué me queda? María al ver su desesperación y su rabia intenta animarle. María: No solo soy yo, te quedan tus amigos, tu familia, hay gente que aún te quiere. Alberto: Mis amigos son gilipollas, tú lo sabes, no sirven para nada… María: Pero hacen el gilipollas para verte sonreír. Los amigos son amigos. Alberto: No tengo nada, María, solo quiero estar a tu lado.

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María: Ya verás, yo no sirvo para nada, aparecerá alguien mejor. Alberto: No hay nadie mejor que tú, joder… Déjame demostrarte que puedo cambiar. María: Cada uno es como es, no debes cambiar por nadie. Alberto: Sé que soy un chico horrible, debo cambiar. María: No hagamos las cosas más dificiles… Alberto: Nadie va a borrar este año y medio… Esos paseos por el parque, ¿recuerdas?, nos sentábamos en nuestro banco y nos acurrucábamos juntos en el frio. María: Nada va a ser igual Alberto y sabes que esto iba acabar. María se tumba en la cama, pero no puede dejar de pensar en Alberto, así que al final opta por hablar de nuevo con él. María: ¿Por qué no sales de mi cabeza? Alberto: Porque aún me quieres. Alguien te habrá dicho que me dejes, porque no te merezco. María: Podemos quedar como amigos y seguir hablando, Alberto. Alberto: Ya nada será igual, María. Será mejor que cada uno vaya por su lado. María: No quería que esto terminase así. Alberto: Ni yo, pero será mejor para que no me odies más. Cristian Herranz


Poema de Lyseth Dayana Reyes (Fanzine nĂşmero 9)

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CONFLICTO EN LA HABITACIÓN Yaír: ¿Qué ha pasado hoy? Triana: Nada, ¿por qué? Yaír: No sé, ¿tú qué has hecho hoy? Triana: He estado con mi hermana en el cine, ¿por qué preguntas? Yaír: ¿Estás segura? Triana: Claro. Oye, ¿a ti qué te pasa? ¿te crees que esto es un interrogatorio? Yaír: A ver, ¿qué te pasa a ti?, que es distinto. Triana: A mí no me pasa nada, eres tú el que estás preguntando de mala forma. Yaír: Pues tú sabrás por qué estoy así, ¿no? Triana: No tengo ni idea, cada día estás peor conmigo. Así que si me explicas lo que te pasa me harías un favor. Yaír: ¿Seguro que quieres que te lo diga yo?¿No prefieres hacerlo tú? Triana: Dímelo, a ver qué bicho te ha picado. Yaír: Vale, me dices que has estado en el cine con tu hermana y resulta que te he visto y estabas con uno abrazado y sentado encima de él.


Triana: Para empezar, ese chico es mi mejor amigo y he estado con él porque él se encontraba mal, y si le he dado el abrazo ha sido para animarle. Yaír: Sí claro y yo soy imbécil. Triana: ¿Estás celoso? Yaír: Pues bastante. Triana: A ver que si yo estoy contigo es porque te quiero, y no hay ningún otro hombre en mi vida que no seas tú, que yo te quiero a ti, te amo a ti y seguiré así por y para siempre. No tienes que estar celoso, puedes confiar en mí. Era sólo Manu, tú lo conoces y estaba muy mal porque su padre está enfermo, él me lo contó y decidí quedar con él para saber lo que le pasaba y ya pues nos sentamos e intente animarle. Pero no significa nada, yo te amo a ti. Yaír: A ver, yo te quiero, pero ¡hasta el punto de sentaros uno encima de otro…! Triana: Ya te lo he explicado, por favor. Yaír: Si, claro. Y luego conmigo no te sientas encima ¿eh?, ¡muy bonito todo! Triana: Si tú lo dices… Yaír: Dirás que es mentira. Triana: Oye, por favor, deja el tema. DI VER SO

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Yaír: No lo voy a dejar, parece que te jode que te diga la verdad. Triana: No es la verdad. Es que estas insinuando que te he puesto los cuernos o que te los estoy poniendo. Yaír: Pues entonces cuál es la verdad, si cuando estás conmigo no te sientas conmigo. Triana: A ver, sabes que nunca me siento encima de nadie, solo con él y fue porque… estaba mal, cuantas veces hay que decírtelo. Ya te lo explicado. Yaír: Yo te vi… Entonces… dime qué hago. Triana: Pues creedme, que para eso soy tu novia y si no me importases o no te quisiese no estaría contigo y estaría con el otro. De verdad, te amo. Yaír: Bueno, pues, espero que sea la última vez. Triana: Claro que sí, mi vida. Tú sabes que yo te quiero. Yaír: Bueno, todo resuelto. Te quiero, canija. Triana: Te amo. Yaír: Pero que sepas que tranquilo, tranquilo, no me quedo. Triana: Que sí, tonto, hazme caso a mí. Cristhian Ramos


RocĂ­o trabajando en uno de sus poemas-objeto.

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TESTAMENTO Queridas hermanas Os dejo todo. A ti Maryorie, Te dejo mis más preciadas pinturas, El cantar de los pájaros por las mañanas, Y la sonrisa de la luna. A ti María Te doy todos mis tesoros, También el placer de vivir lo que siempre has querido, Los colores del atardecer, Y el cariño fraternal más puro. Así hermanas queridas Os dejo todos mis recuerdos Todo mi amor Pero Sobre todo Os dejo mi vida. Hani Ruzza


Poema de Nataly Galeano (Fanzine nĂşmero 9)

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EL DÍA EN EL QUE CAMBIO MI VIDA A las 5 de la tarde de un día cualquiera mi amiga Alejandra me preguntó si esa noche saldría con ella y un grupo de amigos a un bar donde actuaba la banda de su hermano. Normalmente a esas horas estoy en mi habitación escuchando música, cantando o componiendo algo, cualquier cosa que se me pase por la cabeza. Me siento a un lado de la cama, con la guitarra apoyada en mi pierna y una libreta al lado donde escribo la letra de las canciones. Hasta entonces, nadie sabía que cantaba o componía. Era obvio que amaba la música porque siempre que alguien me miraba tenía los cascos puestos (por aquel tiempo escuchaba música de mi grupo favorito, The 1975). Bueno, que mientras ahí estaba en mi habitación recibí la invitación de Alejandra, mi mejor amiga, la única que sabía que canto y compongo, aunque, de todas formas, nunca la dejé escuchar nada. Le contesté que sí, total, de todas formas esa noche no tenía nada que hacer. Sin darme cuenta ya eran las 7:30 PM y había quedado con Alejandra alas 8:00 PM, así que me arreglé lo más rápido que pude, me revisé en el espejo y salí. Alejandra ya me esperaba. Llegamos al bar y nos sentamos en una mesa cercana al escenario, para así tener una buena visión del espectáculo. Pedí una Coca-Cola y estuvimos como media hora esperando la actuación. Vi cómo Alejandra contestó el teléfono, su cara reflejaba preocupación. Se acercó a mí


y me contó lo que había sucedido: la cantante del grupo no podía cantar, entonces Alejandra me pidió que la sustituyera. Como no decía nada, completamente bloqueada, ella me agarró del brazo llevándome a la parte de atrás el escenario. Le repetí varias veces que no quería hacerlo, que me daba una vergüenza enorme, aun así ella me arrastró hasta el escenario. Cuando me di cuenta, todo el mundo aplaudía pidiendo el comienzo de la actuación. Fue cuando se acercó el guitarrista diciéndome qué canción era la que iban a tocar. Yo las conocía, ya que Alejandra siempre me pasaba las canciones del grupo de su hermano. Empezó a sonar los instrumentos al ritmo de la canción. No podía dar marcha atrás, asi que empecé a cantar. En un principio con vergüenza, pero poco a poco me llene de seguridad Al terminar la canción todo el mundo empezó a aplaudir. Me sentí enormemente feliz de que la gente le gustara cómo cantaba. En el mismo momento en que salí del escenario y me abracé con Alejandra, apareció un hombre que era productor o algo así, me dio la enhorabuena y me pidió que lo llamara si algún día quería empezar mi carrera como cantante. Lyseth Dayana Reyes DI VER SO

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TESTAMENTO Dejo en este poema Mis palabras teĂąidas de tristeza Mis risas desilusionadas Y mi desastrosa vida

Dejo mi cuerpo podrido En una caja de pino Y mis Ăłrganos comidos Por los gusanos empedernidos

Dejo mis textos ilegibles Aun no para los conocidos Que lloran lĂĄgrimas secas En este tiempo insaciable

Dejo mi vida con la esperanza De haberla disfrutado Con las ganas necesarias A pesar de las circunstancias Kevin Lorente


Soy una cerveza fría un domingo de resaca por la locura de un sábado de barra libre entre tus piernas. Soy tan irónica, que puedo ser lluvia y fuego, roca irrompible junto hielo fundido, al igual que tormenta, huracán y calma. No pretendas darme miedo, porque admirarás mi valentía.

No pretendas quitarme la vida, porque después serás el cómplice de mis ganas de vivir. Dime, amor, ¿qué es lo que ves cuando me miras? Tan solo verás lo que yo te muestro.

Dime, ¿qué ves después de la resurrección? ¿Y qué sientes al sentirte muerto?

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Porque yo puedo regalarte alegría y seducirte cada noche entre versos y excesos.

Te sorprenderás con mi libertad entre tu espalda, entre tus dedos, tus huesos, tu boca, mi cama. Soy la caricia que no pides pero necesitas. Soy el abrazo asfixiante después de horas de tortura. Soy el puñetazo que sientes tras mi huída.

Seré tu amante, tu heroína, tu cama fría, tu íntima y mayor desconocida.


Puedo ser tu doble, tu triple o tu nada, pero comprende (me), no me arrepiento de dejar mi corazón en tus manos, porque apoyas mis puños cerrados, Soy tanto que no soy nada. Soy tú nada, convertido en mi todo. Alicia Torresano

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Poema de Lyseth Dayana Reyes (Fanzine nĂşmero )


Aunque nuestras vidas sean distintas me dejo llevar por mi instinto . Conmigo ya no estarรกs mรกs sola, tengo la receta para que volemos hasta el final ยกamor inmortal Felipe Quintero

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Vamos a imaginar que hay zumo para ser inmortal, pero sólo una persona lo puede tomar. Y vamos a imaginar que mi novia tuvo un accidente, le dieron un balazo en la frente y se murió sin más. Ahora sé que nunca volverá, y decido el zumo tomar… Vivo mil años y no envejezco, pero siento que algo no está completo. Y pensé, escuchando una triste melodía, que mi amor nunca volvería. Y supe que mi vida había terminado. Por mucho que viva sé que estoy acabado. Garnik Avetyan


Blanco, azul y naranja allí donde desdicha mi esperanza, un alma perdida entre cenizas y armas, volar sin complejo como un ángel huido del cielo. Pues soy tu ángel, por desgracia, y mi alma no descansa. Tengo mucha desdicha y la fortuna apenas me alcanza. Tímida cuando quiero y mis desgracias las espero. Ya que soy la que acierta tu futuro cuando naces. Soy el medidor de nuestros latidos juntos. Somos dos corazones que nacerán y morirán juntos. Nuestras almas son y serán para siempre inseparables. Heike Bettina Heschl DI VER SO

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Poema de Hani Ruzza (Fanzine nĂşmero 4)


Soy la libertad caída del cielo como un alma entristecida. La tonta y la lista a la que todo pilla. Sin valentía, nunca me verán por las calles. ¡Eso sí, alegre!, pero tu sombra tras la mía, inyectando adrenalina me convierte en un gorila. Soy la cazadora que te espera en la mecedora, como un vestido roto abandonado en una calle madrileña, una calle larga que llegue al cielo azul. Un fuego amarillo en tus dominios. Soy la que tiene un sexto sentido. ¿Dónde? No lo sé. Alicia Torresano

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Esclavo de tu mirada y de tu ser ¡amor, nunca me llenas!, como una gominola que te dura segundos y te deja ese gusto en el labio que quisieras repetir. Aquel amanecer que viene y se va como esas palabras que en tu vida no tienen importancia. Me convertiste en mar dulce cuando era salado, en ese libro único y eterno que nadie quiere leer. Yo soy ese temblor en tus manos de aquel invierno eterno. Tú eres ese ser quien está a mi lado después de una pesadilla. Neko Marshall


Sonidos que relajan como un masaje hecho con unas manos que parecen de un ángel. Me siento como un Dios humano. No me sentía así desde hacía tiempo, un tiempo tan largo como una anaconda. Doy gracias por esta experiencia Caída de un lugar que llaman cielo. Un

lugar

bendecido. Jhonma Méndez

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Amor, algo bonito querido por muchos, muy odiado por otros. ¿Cómo podemos vivir con él si siempre termina matándonos a todos? Entre

la

una línea

felicidad y el dolor hay demasiado fina como para

soportarla durante tanto tiempo seguido. Pero si es correspondido, solo que

te

digo es

precioso. Hani Ruzza


Chica hermosa y radiante. Me llenas el alma de serenidad y felicidad cuando te miro. Los labios me muero por besarlos. Cuando bajo la mirada mi corazón estalla. Las

curvas

de

tu

cuerpo

me

ponen enfermo. Ganas tengo de tocarte, pero lástima me da que

sólo seas

un grandioso sueño. Felipe Quintero

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Elena, me acuerdo del día

en

el que me enamoré de

ti

tu

sonrisa y

tus labios me hicieron derretirme como el hielo reflejado con el rayo del Sol. Tú eres mi vida, eres tú, Elena, la reina de mi corazón. Por eso te quiero tanto, mi gran Amor. Cristhian Ramos


¡Valentía! Me esclavizas entre

tus brazos

y me arropas eternamente. Para

luchar una

vez

más

Me preparas para la dura batalla, Me

das

la

seguridad

que me falta,

me besas profundamente mi confianza agotada. Acaricias el alma

que

me

mata

para recordarme la fuerza utilizada. No me olvides, Valentía. No me dejes. Quédate conmigo Siempre. Alicia Torresano

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Poema de Rocío Sánchez-Mateos (Fanzine número 9)


Somos tú y yo y ellos. Somos vida y agua, Somos gotas, muchas, y todas, Así juntas forman el océano que ve María Jesús, Pero también somos los elefantes que hacen huir a los ratones. Somos siempre Mayoría y memoria, Simples y complejos, Como el árbol creciendo de la semilla. Juntos podemos serlo todo, Pero así, como fragmentos idénticos aislados, No somos nada: Sólo los que destruyen, Como si algo de este mundo nos perteneciera. Gema Martín Marrodán

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RocĂ­o, amazona con ganas de galopar con mi corcel por las llanuras del horizonte.

Marshall, muchos proyectos en la cabeza y demasiada locura encima para saber hasta dĂłnde puedo llegar. Apasionado de la lectura, algo friki, mucha imaginaciĂłn e ideas y, ahora mismo, con mucha hambre.

Bettina, mitad alemana, mitad rumana. Me encantan los animales, sobre todo los guepardos y los zorros ĂĄrticos. DI VER SO

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Alicia, mujer valiente en busca de sí misma.

Marina, casada con la esclavitud, amante de la libertad. La música el mejor desarrollo de mi mente. Futura fotógrafa.

Nataly, nacida en Colombia. Apasionada por el atletismo. Mi animal preferido es el delfín. Me encanta escuchar música y bailar.


Garnik, me gusta el fútbol y el rap. Nací en Armenia. Antes me trago mi sangre que mi orgullo.

Ramos, me encanta el fútbol y escuchar música.

Jhonma, filósofo, poeta, escritor, lector, romántico y futuro jugador de la selección española de balonmano.

Kevin, saco de carne con patas cuyo nombre nadie recordará después de muerto. Demasiado poco importante para un planeta moribundo. DI VER SO

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Cristian, soy un chico sincero y un poco travieso. Me encanta la perspectiva desde donde miro el mundo.

EstefanĂ­a, me gustan los perros y escuchar mĂşsica.

Lyseth, colombiana, dibujante en mis ratos libres. Me encanta leer pero soy pĂŠsima como escritora.


Gema, agujereada como un colador. Sonriente muerta viviente. En cualquier canción de Extremoduro.

Hani, “la vida no se mide por el número de veces que respiramos, sino por los momentos que nos dejan sin aliento” (Anónimo).

Felipe, filósofo desmembrado con ganas de vivir y hacer realidad sus sueños. DI VER SO

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Todos los textos han sido creados durante el curso escolar 2015/2016 por los alumnos de 3º PMAR y 4º DIVER: Javier García Sánchez, Marina Gómez Román, Heike Bettina Heschl, Rocío Sánchez-Mateos Tejera, Alicia Torresano Argumanez, Garnik Avetyan, Nataly Galeano Salgado, Cristian Herranz Rodríguez-Manzaneque, Estefanía Lizano Izquierdo, Kevin Lorente Moreno, Gema Martín Marrodan, Jhon Manuel Méndez, Felipe Quintero Patiño, Cristhian Ramos Ruiz, Liseth Dayana Reyes Agudelo, Hanibel Carolina Ruzza Melean.



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