La referencia bibliográfica dice: “El antiguo espacio como convento de San Francisco de Quito remata en tres iglesias paralelas, la de San Francisco, que está al Norte, la de San Buenaventura (que se llama hoy San Carlos y pertenece a las Hermanas de la Caridad) que está al medio y la de Cantuña, perteneciente a los Terciarios Franciscanos, que está al Sur, todas tres iglesias abren sus puertas hacia el atrio vasto y hermoso que tienen delante, limitado por un alto y macizo pretil. La procesión había pasado frente a todas tres iglesias, por la mitad del atrio”. “Iba también a descender la antedicha escalinata de piedra que hay en este sitio, cuando se hizo la señal con la campanilla para que se arrodillasen a cantar el Gloria Patri. Hicieron así todos, a cuyo tiempo, un sacerdote, el Licenciado D. José de Ulloa y la Cadena, Capellán del Monasterio de la Limpia Concepción la Real de Quito, dirigió vista hacia el Oriente, divisó en la región media del aire, una visión maravillosa; lleno de intenso júbilo principió entonces a clamar: ¡La Virgen, la Virgen! señalando con la mano el punto del cielo donde se ostentaba aquel magnífico prodigio”. “Al último de la procesión iba el coro principal de los cantores llevando el guión, en el cual había pintada una Inmaculada; en torno del guión marchaban las personas más distinguidas de todo el concurso. A las voces del Presbítero de Ulloa y de la Cadena pusiéronse de pie el Presidente de la Real Audiencia y el Corregidor y volviéndose, así ellos como los demás que a su lado estaban arrodillados, hacia el punto que se les señalaba, contemplaron estupefactos que flotaba en el aire una colosal imagen, muy perfecta, de la Virgen Santísima formada por una blanca y transparente nube; llevaba corona en la cabeza, en la mano derecha un ramo de azucenas a manera de cetro, y con la izquierda sostenía al Niño Jesús, hacia quien tenía dulcemente inclinado el rostro. Asemejábase mucho esta aparición a Nuestra Señora de la Antigua, tanto en lo agigantado de la estatura y la actitud del cuerpo como en la forma de las vestiduras”.
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