Fundación del Convento y Santuario Franciscano de Nuestra Señora de la Nube

Page 22

portaba el sacristán Mayor de la Catedral, acompañado a los lados de los acólitos que portaban candelabros con cirios encendidos. Seguía el cortejo de más o menos cuatrocientas personas y en la parte final estaba el presidente de la Real Audiencia de Quito, Doctor Don Mateo Mata Ponce de León, acompañado del General Don Pedro García de la Torre, Caballero de la Orden de Calatrava y Corregidor y Justicia Mayor de Quito, el Licenciado don Ignacio del Albar y Eslaba, Caballero de la Orden de Santiago y Fiscal y Protector General de los Naturales de la Real Audiencia de Quito, el doctor don Luis Matheu y Sans, Canónigo y Maestrescuela de la Catedral de Quito; don Francisco Sala y Ros, Teniente General del Corregidor, Capitán don Salvador Pérez Guerrero, Maestro de Campo Don Luis Garrido y otras personas importantes de Quito y cerraba el cortejo el Vicario General Canónigo Doctoral de la Catedral don Pedro de Zumárraga, con varios sacerdotes y frailes de los conventos quiteños como acompañantes, que hacían las segundas voces con el rezo del Santo Rosario.

La Virgen de la Nube

El Padre Julio María Matovelle Maldonado, en su obra citada, refiere que: “El domingo 30 de diciembre de 1696, tanto por razón de la rogativa como de la costumbre, últimamente indicada, salió por la tarde, de la Catedral, la procesión del Santo Rosario, a la cual concurrió multitud extraordinaria de personas, y entre ellas, varias de las más distinguidas de la ciudad, tales como el Presidente de la Real Audiencia, D. Mateo Mata Ponce de León, el Corregidor y Justicia Mayor de Quito, General D. Pedro García de la Torre, el Fiscal de la misma Real Audiencia, Licenciado D. Ignacio de Albar y Eslaba, el Canónigo Maestrescuela, Dr. D. Luis Matheu y Sans y otros. Serían entre todos como quinientas personas, dicen las informaciones, iban cantando las preces del Santo Rosario, con tono pausado y grave, y con el fervor que puede suponerse, dado el grave empeño que tenían en conseguir la salud del Obispo, que se hallaba en los últimos de la vida. Eran las cuatro y tres cuartos de la tarde cuando la procesión atravesaba la plaza de San Francisco; gran parte del piadoso concurso había desembocado ya por la calle que va hacia el templo de Santa Clara, y la restante se hallaba aún en la extremidad del atrio contiguo a la Iglesia de Cantuña”.

21


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.