LA VALL D’UIXÓ
En el campo de la Moleta entrenan setecientos niños.
Campo de La Moleta: cuando jugar a fútbol se convierte en un reto La Escuela de Fútbol de la Vall d´Uixó, formada por 17 equipos y más de 700 niños, entrena en las instalaciones deportivas de la Moleta cuyas condiciones “dejan mucho que desear”, según afirman los propios jugadores. “Los techos de algunos vestuarios pueden caerse de un momento a otro, no tienen luz y el agua caliente se acaba enseguida”. Texto: Jessica Parra Fotos: Antonio Pradas
lgunos de los más veteranos aseguran que estas instalaciones llevan más de 15 años en el olvido de los que han gobernado en este municipio. “Nosotros no queremos meternos en cuestiones políticas pero pasan cuatro años y nada, cuatro más y nada, las promesas siguen sin cumplirse”. Los 700 menores disponen de ocho vestuarios para compartir o usar en cada jornada de partidos, no hay agua para todos, uno no tiene luz y otros dos presentan un techo “que puede caerse en cualquier momento”. Es lo que ocurre también con una de las escaleras que se utiliza para pasar de un campo de fútbol a otro, “es un auténtico peligro para todos”. Así como los muros que rodean los dos campos
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Entre los desperfectos destacan las continuas humedades y cristales rotos.
de fútbol, con puertas de acceso rotas que permiten que “cualquiera pueda en-
trar al campo cuando le plazca”. En lo estrictamente depor-
tivo, faltan banquillos para los jugadores y los campos son de tierra. Los jugadores lamentan que “con cuatro gotas que caigan, se inundan los campos y no disponemos de ninguna alternativa por lo que los partidos se han de aplazar”. Por otra parte, solicitan al consistorio que dirige Isabel Bonig, del Partido Popular, que se mejoren las infraestructuras deportivas en la Vall y que se creen campos de césped artificial tal y como “ya se está haciendo en la mayor parte de los pueblos de por aquí”. Algo tan importante como es que los niños practiquen deporte y sientan afición por este tipo de actividades se ve perjudicado esta vez por la no actuación de la administración municipal. Sería cuestión, sin duda, de modificar el sistema de prioridades.