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Un Clásico de Clásicos: Blade Runner (1982)

Por Arturo Juárez Treviño

Les vamos a recomendar una película clásica que por su historia, su estilo, por equis o tal razón han perdurado al crítico más duro del cine: el tiempo. En esta ocasión hablaremos de una de las cintas más icónicas de ciencia ficción, para muchos marcó un parteaguas en el género, debido al mundo que se creó, su diseño de producción, y la emblemática música de Vangelis.

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Blade Runner (1982) fue dirigida por Ridley Scott, y es protagonizada por Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young y Daryl Hannah. La película se sitúa en Los Ángeles del año 2019.

En este se plantea un mundo futurista, autos voladores, inteligencia artificial muy avanzada, pero no es como uno se lo podría imaginar.

Las calles están sucias, llueve todo el día, la inseguridad está por doquier, y la impunidad impera en las calles.

En ese mundo la poderosa Tyrell Corporation creó, gracias a los avances de la ingeniería genética, un robot llamado Nexus 6, un ser virtualmente idéntico al hombre, pero superior a él en fuerza y agilidad, al que se dio el nombre de Replicante. Estos robots trabajaban como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Después de la sangrienta rebelión de un equipo de Nexus-6, los Replicantes fueron desterrados de la Tierra. Brigadas especiales de policía, los llamados Blade Runners, tenían órdenes de matar a todos los que no hubieran acatado la condena. Pero a esto no se le llamaba ejecución, se le llamaba “retiro”. Tras un grave incidente, el ex Blade Runner Rick Deckard (Harrison Ford) es llamado de nuevo al servicio para encontrar y “retirar” a unos replicantes rebeldes.

Es una adaptación de la novela “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” (1968) del escritor Phillip K. Dick. A pesar de que no es una adaptación cien por ciento “fiel” a la obra original, Blade Runner se convirtió en una película de culto. Y tal y como suele pasar con este tipo de cintas, cuando tuvo su estreno en las salas, no le fue del todo bien en la taquilla, sin embargo, con el pasar de los años la gente empezó a apreciarla y a considerarla como una de las mejores cintas de ciencia ficción de todos los tiempos.

¿Pero qué hace especial a Blade Runner? Uno de los aspectos más aclamados y celebrados de esta cinta es su espectacular diseño de producción. Cuando hay tomas abiertas, en donde se ven los edificios y se aprecia la ciudad, utilizaron construcciones a escala con el más mínimo detalle y con la cámara volaban entre las edificaciones para dar la sensación de que todo lo habían construido en tamaño real, pero todo es la magia de la dimensión.

Además de estas estructuras miniatura, se construyeron los sets para las escenas en las que se veían a los actores más cerca, el uso de las luces neón, la lluvia, las vestimentas de los personajes, al ver esas escenas uno casi puede respirar el olor a mugre y muchedumbre.

Otro de los aspectos más icónicos de la cinta es su música. El score fue compuesto por Vangelis, uno de los grandes músicos de los años ochenta. Estoy seguro de que habrás escuchado su canción “Chariots of Fire”. Para esta película, el músico griego aprovechó el sonido del sintetizador para brindar ese ambiente futurista, e hizo una combinación entre la electrónica y el jazz para darle más vida al mundo que habían creado.

Blade Runner es una obra que ha influido muchísimo en las cintas de ciencia ficción desde entonces. Su diseño retro-futurista, sus deslumbrantes escenarios, su poderoso score, la riqueza de los personajes, su fotografía al más estilo cine negro. Honestamente es una película que te sorprenderá a pesar de los años que tiene. Por eso y mucho más, Blade Runner es un clásico de clásicos.

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