
2 minute read
Aprendamos a recibir.
from JUNIO 2023
by qtoplife
Por Yonatán Vázquez
Aprender a recibir es, también, darle la bienvenida a la abundancia, al flujo de la vida, a lo natural y lo orgánico. Es vivir en el intercambio, en el equilibrio y el balance. Es, simplemente, el ciclo de la vida.
Advertisement

Me viene a la mente aquella historia que narra a un náufrago que le rogaba al cielo que lo salvara de morir ahogado o devorado por los tiburones; y mientras terminaba su plegaria una avioneta apareció y le lanzó una lancha inflable; a la que el hombre se negó subir argumentando que sería Dios quien lo salvaría. Lo mismo pasó con un helicóptero que lanzó una escalera para rescatarlo, y también con un barco que lanzó un salvavidas para sacarlo del agua. En ambos casos, este sujeto insistió que sería aquel ser divino quien bajaría a rescatarle y no aceptó el rescate.
Finalmente, aquel anego murió y llegó a las puertas del cielo, donde desconcertado preguntó por qué Dios no lo había salvado. La respuesta fue simple, ya que tanto la avioneta, el helicóptero y el barco habían sido mandados por el todopoderoso para ayudarle.
La moraleja de la historia me parece fascinante, ya que en nuestro empeño por esperar que aquella divinidad baje del cielo a socorrernos, nos olvidamos de los medios, recursos y personas que éste utiliza para proveernos de esa ayuda que tanto anhelamos.
Y antes de que estas lí neas se tornen en un discurso religioso, quiero invitarte a reflexionar cuántas veces he mos pasado por cir cunstancias adversas o mo mentos de crisis y nos sentimos avergon zados o incluso ofendidos por que las personas nos tienden la mano. Culturalmente se nos enseña a dar antes que a re cibir, porque nos dicen que dar es un acto de amor y de empatía; sin embargo, nadie nos refuerza que el hecho de aceptar algo es también la forma que tenemos de, como ya dije, permitir que la abundancia siga su ciclo natural y nos mantenga en equilibrio.
¿Qué pasaría si solamente nos dedicamos a dar y no a recibir?
Por supuesto que nos drenaríamos, es- abiertos a entender que nuestro ser superior tiene distintas, y muy peculiares, formas de manifestarse; y que es nuestra labor mantenernos atentos y, sobre todo dispuestos a aceptarlas desde el amor y la consciencia. a recibirla. Si bien es cierto que este amparo no siempre llega de la fuente que lo esperamos, sí debemos estar
Socialmente nos sentimos mejor cuando hacemos algo por alguien, pero energéticamente es tóxico cuando solamente se vive en una sola dirección, y nos olvidamos que todo cumple un ciclo y que vivimos en un intercambio energético y es importante, y necesario, darle oportunidad a que el río de que siga su cauce. Pedir ayuda no es sinónimo de debilidad, y mucho menos lo es recibirla; despojémonos de esa falsa idea de que no necesitamos a los demás, y entendamos que, así como nosotros nos sentimos bien contribuyendo y ayudando a otros, los demás también se sienten reconfortados de poder hacer algo por nosotros cuando lo necesitamos. Es importante estar abiertos y receptivos a toda la abundancia que el universo o Dios (o aquella divinidad en la que se crea), tiene para nosotros. La ayuda siempre llega, a veces hay que pedirla, pero sobre todo, siempre hay que estar dispuestos a recibirla.


Sigamos adelante.
Que nada nos detenga.

