EL PIRINEO

Page 1

En esta obra publicamos el manuscrito inédito El Pirineo, que escribió el aragonés José de Viu y Moreu (1795 - 1857) en el año 1832. El autor, nacido en la localidad oscense de Torla, estudió Derecho en la Universidad de Huesca, dedicando su vida a la judicatura, lejos de su tierra, en Extremadura, desde 1820 hasta su muerte. Amante de la naturaleza y de las antigüedades, publicó varias obras. Otras quedaron inéditas, como el manuscrito que ahora editamos.

José de Viu y Moreu

27

En El Pirineo, José de Viu es el primer aragonés que describe el Alto Pirineo Francés y el Alto Pirineo Aragonés, narrando sus itinerarios en los que descubre las cimas, los saltos de agua, la flora, la fauna, la mineralogía ….en fin, la Naturaleza.

El Pirineo

Completa la obra con dos láminas plegables, un croquis del itinerario por el Pirineo central que siguió el autor y seis vistas de cumbres de la Bigorra, además de cinco acuarelas, tres del entorno de Lavedan, y dos de Bujaruelo, que podrían adjudicarse al autor y que publicamos en esta obra, indispensable en la literatura pirineista.

www.prames.com

El Pirineo José de Viu y Moreu

Edición a cargo de Julián del Castillo Palacios y José María Sánchez Molled


El Pirineo JosĂŠ de Viu y Moreu



El Pirineo JosĂŠ de Viu y Moreu


Primera edición, septiembre de 2015

Este libro ha recibido una ayuda por parte del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón

Para esta edición © Prames Introducción, estudio y transcripción © Julián del Castillo Palacios y José María Sánchez Molledo Diseño, maquetación y tratamiento digital de imagen Equipo gráfico de Prames Edita Prames | Camino de los Molinos, 32 50015 Zaragoza | Tel. 976 106 170 | www.prames.com ISBN 978-84-8321-457-2 Depósito legal Z 1436-2015 Imprime INO Reproducciones

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización previa de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.




s índice introducción Biografía de don José de Viu y Moreu ............... José de Viu, autor literario ................................. El Pirineo ............................................................ La presente edición ............................................. Fuentes y Bibliografía .........................................

1.21. Vaucluse ..................................................... 128 1.22. Storbe ....................................................... 137 1.23 Sigue el valle de Campan .......................... 139 1.24. Bagnères ................................................... 144 1.25. Valle de Aure ............................................. 147 1.26. Bagnères de Luchon ................................. 148

11 16 24 27 27

capítulo 2

el pirineo

Breve reseña del Alto Pirineo Español .... 153 2.1. Mi opinión teórica sobre el Pirineo ........... 153 2.2. Descripción del Pirineo Español Central . 162 2.2.1. Valle de Tena ......................................... 163 2.2.2. Valle de Broto ........................................ 168 2.2.3. Valle de Bujaruelo ................................. 175 2.2.4. Valle de Vió ........................................... 181 2.2.5. Valle de Puértolas ................................. 182 2.2.6. Valle de Bielsa ........................................ 182 2.2.7. Valle de Gistau ...................................... 183 2.2.8. Valle de Benasque ................................. 184 2.3. Producción del Alto Pirineo Meridional ... 185

Introducción ..................................................... 31

capítulo 1 Alto Pirineo Francés........................................ 35 1.1. Montañas de Bearne ..................................... 35 1.2. Tarbes ............................................................. 37 1.3. Lourdes .......................................................... 38 1.4. Argelès ............................................................ 39 1.5. Valle de Cauterets .......................................... 41 1.6. Regreso a Argelès ........................................... 49 1.7. Valle de Barèges ............................................. 50 1.8. Saint-Sauveur ................................................ 55 1. 9. Cantón Gavarnie .......................................... 57 1.10. Valle de Heas ................................................ 67 1.10.1. Relación de Saint Amans ..................... 71 1.11. Sigue el Cantón de Gavarnie ...................... 74 1.12. Gavarnie ...................................................... 79 1.12.1. Primera vista del anfiteatro .................. 79 1.12.2. Segunda vista del anfiteatro ................. 82 1.12.3. Tercera vista .......................................... 84 1.12.4. Cuarta vista ........................................... 86 1.13. Brecha de Roldán ........................................ 86 1.14. Otras montañas superiores ........................ 88 1.15. El Vignemale ............................................... 90 1.16. Expedición al Monte Perdido ..................... 93 1.17. Gavarnie otra vez ...................................... 104 1.18. Barèges y sus cercanías .............................. 108 1.19. Pico del Mediodía de Barèges ................... 115 1.20. Valle de Campan ....................................... 121

capítulo 3 Sobre las aguas termales del Alto Pirineo . 189 3.1. Bagnères de Bigorre ................................... 189 3.2. Bagnères de Luchon ................................... 198 3.3. Barèges ....................................................... 198 3.4. Saint Sauveur ............................................ 201 3.5. Cauterets .................................................... 204 3.6. Eaux Bonnes .............................................. 205 3.7. Eaux Chaudes ............................................ 205 3.8. Panticosa .................................................... 208 3.8.1. Fuente de los Herpes ........................... 209 3.8.2. Aguas del Hígado ................................. 210 3.8.3. Aguas del Estómago ............................. 211 3.8.4. Aguas llamadas purgantes .................... 211 3.8.5. Aguas de la Tráquea ............................. 212 3.9. Reflexiones generales .................................. 214 Láminas ............................................................ 129

9



introducción 1. Biografía de José de Viu y Moreu Los Viu son una familia infanzona aragonesa oriunda de Palo, sito en la Fueva de Tierrantona, donde hubo castillo derribado en 1726; hay individuos de esta familia ya documentados en tiempos de Alfonso II de Aragón. Hacia el siglo XVI se desgajan algunas ramas: una afincada en Tamarite de Litera y otras más tardanas en Torla, El Grado, Fumanal de Buzo y Naval1. De la rama de Torla, donde se encuentra la llamada Casa Viu, procede nuestro autor. José de Viu y Moreu nace en Torla (Huesca) el cinco de junio de 1795. Fue bautizado el día siguiente2. Es hijo de Miguel de Viu Lascorz3, labrador y Administrador de la Real Aduana de Torla, y de Francisca Moreu. Sus abuelos paternos son Pedro de Viu4, labrador y también Administrador de la Real Aduana de Torla, y de Teresa Lascorz5, y sus abuelos maternos, son Joaquín Moreu y Teresa Alayeto. José de Viu tiene tres hermanas y un hermano mayor, que es el heredero Juan Bautista II. Es decir: tío abuelo del célebre Ángel de Viu, el amigo del explorador Lucien Briet6. José de Viu reside en Torla hasta que en 1813, con 18 años es alistado en el Regimiento de Caballería de de Cazadores de Navarra para intervenir en la Guerra de la Independencia. Habiendo vacado una colegiatura en Jurisprudencia Civil, el 6 de enero de 1816, se lleva a cabo el Expediente de información de diez testigos, hecha por comisión dada por el M.I.S. Rector y Capilla del Colegio Imperial y Mayor de Santiago de la Universidad de Huesca, a don Clemente Laguna, arcipreste de Sigüenza sobre limpieza de sangre del ba-

1

Gran Enciclopedia Aragonesa, sv. Viu, linaje de los., TomoXII, pág. 3364, Zaragoza, 1982.

Libro de Bautizados de la iglesia parroquial de la villa de Torla. Año 1757, fol. 191. Al margen Josef, Antonio, Ramón de Viu y Moreu. «En la iglesia parroquial de la villa de Torla a seis de junio del año 1795 yo Mosen Miguel Lasierra, cura de esta yglesia bauticé un niño, que nació el día antes, hijo legítimo de don Miguel de Viu, natural de Torla, y de doña Francisca Moreu, natural de Tierz, abadiado de Monte Aragón, legítimamente casados, parroquianos de esta yglesia, que al presente viven y habitan en Torla, al cual fue puesto por nombre: Josef, Antonio, Ramón; fueron sus padrinos, que le tuvieron en pila don Josef Pantoja, Teniente Coronel del Regimiento Provincial de Toledo, vecino del lugar de Pinto del mismo arzobispado, y doña Francisca de Viu, casada con don Miguel Felices, vecinos y parroquianos de Broto, a quienes advertí el parentesco espiritual y la obligación de enseñarle lo que le conviene saber para ser buen cristiano» rubricado: Moss. Miguel Lasierra, cura de Torla.

2

Miguel Ramón Viu y Lascorz. Bautizado el 10 de marzo de 1746, hijo de Pedro de Viu natural y parroquiano de Torla y de Teresa Lascorz, natural de Labuerde, y parroquiana de esta yglesia. Libro de Bautizados de la iglesia de Torla año 1716, fol. 168.

3

Pedro Francisco de Viu. Bautizado el 3 de diciembre de 1705, nacido el día anterior. Hijo de Juan Bautista de Viu y de Melchora Pascual. Libro de Bautizados de la iglesia de Torla, 1660, fol. 64.

4

Teresa Petronila Lascorz, bautizada el 20 de enero de 1704 en la iglesia parroquial de Labuerda, hija de Alonso Lascorz y Teresa de Bielsa. Casó con Pedro de Viu el 2 de junio de 1727.

5

6

Martínez Embiz, A., en Aragón Turístico y Monumental, junio, 2014.

11


JOSÉ DE VIU Y MOREU

chiller en Leyes don José de Viu7. Realizadas las informaciones consta que los padres son cristianos viejos, infanzones, hijosdalgo de sangre y naturaleza, con buena renta: poseen una porción considerable de yeguas de cría y una cabaña numerosa de ganado menudo, cobrando además diferentes pensiones de censos, con una renta que asciende a 40.000 reales. Anotan los informantes, vecinos de Torla, que siempre se le ha visto sano, robusto y disfrutando de entera salud, así como suponen tiene libros abundantes y está reputado por hombre literato de entendimiento despejado, según voz común. Posteriormente se gradúa de Licenciado y de Doctor en Leyes en la Universidad de Huesca. En 1818 D. Severo Adriani, rector interino de la Universidad de Huesca certifica que Viu tenía 12 años de estudios mayores, había sido tres años repasante público de Derecho Romano, otro años sustituto de la cátedra de Prima por ausencia de su propietario, y en ese año era catedrático regente de Historia y Elementos del Derecho Romano, siendo examinador en todos los grados menores y mayores de su facultad. Abogado de la Real Audiencia de Aragón con su correspondiente despacho, en 18188 José de Viu se establece como abogado en la ciudad de Jaca. El 4 de noviembre se 1820, se le concedió, por la Academia de ambas Jurisprudencias, de la que era individuo, la jubilación honoraria que había solicitado, mereciendo al mismo tiempo que se le diesen las gracias por dicha corporación, ya por lo bien que había servido el destino que obtuvo en ella, ya también por el ofrecimiento que hizo al solicitarla9 Durante el Trienio Constitucional es nombrado juez de Primera Instancia de Cáceres desde el 17 de noviembre de 1820 hasta el 8 de septiembre de 1823. A partir de esta fecha estuvo como cesante. Son precisamente las cesantías, varias en su carrera judicial, provocadas por cambios políticos, las que llevaron a José Viu a imprimir relaciones de méritos que acompañaba en sus peticiones de cargos. La primera en 1825, otra en 1832 y la tercera en 1834. En la de 1840 modifica el título, llamándolo Extracto de los ejercicios literarios, méritos y servicios del doctor don José de Viu… y de las que se conservan varios ejemplares en el Archivo Histórico Nacional10. José de Viu tenía problemas de asma, ya detectados en Madrid en el año 1819 donde sufrió una larga enfermedad. En 1821 le recomendaron los «salutíferos baños del Tajo» y el joven juez marcha a Alcántara. Mediante instancia en Cáceres, de 14 de diciembre de 1822, José de Viu solicita tres o cuatro meses de licencia para ir a Madrid para su cura. El escrito autógrafo dice: «D. José de Viu, Juez de Primera Instancia de aquella villa acredita con certificación del médico titular de la misma que padece asma, y cuando este se le presenta en el pecho, unas veces con erupción herpética y si esta se retira tiene dolores reumáticos que le postran en cama, no pudiéndosele desarraigar este humor que antes bien se le ha aumen7

Archivo Histórico Provincial de Huesca. M. 348 – 10., 30 fols. Fol.

8

Conejo Delgado, N., El Prontuario Numismático…. Pág. 158.

9

Extracto de los Ejercicio literarios, méritos y servicios del doctor don José de Viu. (1840), pág. 2.

10

Consejos, leg. nº 13368, y F.C. Ministerio de Justicia. Magistrados. Jueces. 4713 Exp. 6676.

12


INTRODUCCIÓN

tado gradualmente en aquella villa por efecto del clima y de su vida sedentaria, de modo que está a riesgo de imposibilitarse enteramente si no deja el despacho de los negocios y se pone en cura, lo que deberá hacer en la Corte mediante que aquí le sacaron los facultativos de una enfermedad mortal de que resulta la que está padeciendo. Mediante esto, y que desempeña su judicatura desde el año veinte, pues fue de los seis primeros que entonces se proveyeron, y que no ha interrumpido su despacho aunque ha estado enfermo…»11. Se le concedieron dos meses de licencia. El 1 de marzo de 1823 solicita nuevamente dos meses de prórroga. Fue en su estancia en Alcántara donde conoce a Petra Gundín Arias, con quien casa en 1821. El matrimonio tuvo ocho hijos. A pesar de su precario estado de salud, comienza en 1819, con 24 años, a solicitar cargos, en este año pide ser nombrado Corregidor de Logroño. El 29 de febrero de 1820 José de Viu pide ser alcalde de Corte de Navarra, petición que es avalada por Antonio, Arzobispo de Burgos, primo suyo. El Diario de Madrid de 15 de enero de 1821 informa de la lista de milicianos del Cuartel de San Martín en el barrio de Los Ángeles, en el que figura José de Viu, a quien atribuye 28 años y ocupación «pretendiente», con residencia en la calle de los Ángeles nº 7 principal. El 22 de agosto de 1825 consigue el pase por los Reales Consejos de su título expedido por la Secretaría de la Real Audiencia de Aragón, concediéndole el título formal en el Real Consejo de Castilla. El 16 de diciembre de 1832 pide vara en el Corregimiento de Coria, petición que amplía cinco días más tarde, a Coria u otra plaza. El 24 de febrero de 1833 pide la vara de Valencia de Alcántara, por lo que el 9 de marzo de 1833 fue nombrado Alcalde Mayor de Valencia de Alcántara, ejerciendo igualmente la subdelegación de pósitos, montes, y la especial de policía. Igualmente ejerce como Juez de Primera Instancia de aquel partido, desde el 23 de abril de dicho año. Por escrito de 6 de febrero de 1834, José de Viu solicita el cargo de Oidor o Alcalde del Crimen de una Audiencia12, cargo que le fue concedido dos meses más tarde. En efecto, el 24 de abril de 1834 se le concedieron los honores de Alcalde del Crimen de la Real Audiencia de Extremadura, en premio de los servicios hechos a la causa de Isabel II en la frontera de Portugal. La Real Cédula decía así: «La Reina. Y en su Real Nombre y durante su menor edad la Reina Gobernadora. Presidente, Regente y Oidores de mi Audiencia de Extremadura, que reside en la Villa de Cáceres. SABED: que con fecha trece del corriente [abril de 1834] he dirigido al Decano del Consejo Real de España e Indias el Real Decreto que sigue: Vengo en conceder honores de Alcalde del Crimen de la Audiencia de Extremadura a don José de Viu…, en su consecuencia os mando, que hecho por el referido D. José de Viu ante vos el juramento con la solemnidad que se acostumbra, le tengáis por mi Alcalde del Crimen Ho11

A.H.N. Justicia, Jueces, 4713. Exp. 6676, fol 229 rº.

12

A.H.N. Justicia, Jueces, 4713. Exp. 6676, fol. 28 rº.

13


JOSÉ DE VIU Y MOREU

norario de la expresada mi Audiencia de Extremadura y que goce de todos los honores, gracias, mercedes y franquezas y libertades que debe gozar como uno de los Alcaldes del Crimen Honorarios de ella… Fecha en Aranjuez a veinticuatro de abril de mil ochocientos treinta y cuatro». Yo la Reina Gobernadora13. En un informe del Regente de la Audiencia de Extremadura de 9 de febrero de 1836, escribe sobre nuestro autor: «Su conducta moral es buena, honrado y capaz, aunque en concepto de algunos, desidioso para el despacho de los negocios»14. Por Real Orden de 4 de julio de 1836 es nombrado para la plaza de Ministro de la Audiencia de Zaragoza, que resultó vacante por salida de D. Anselmo de León y Barradas. En carta de 11 de julio de 1836 José de Viu escribe»…mi salud quebrantada veinte días no me ha permitido ponerme en camino»15. Finalmente la plaza fue declarada vacante por no incorporarse en el plazo establecido, consecuencia de su enfermedad de asma. La dilación en la toma de posesión en la Audiencia de Zaragoza, tuvo sus consecuencias. El 10 de agosto de 1836 Manuel Jiménez Navarro es nombrado para suceder a Viu como Juez de Primera Instancia de Valencia de Alcántara. Navarro se presenta el 18 de septiembre de 1836 para tomar posesión de su cargo, sin credencial, que llega el 21 del mismo mes. En escrito de 24 de septiembre al Regente de la Real Audiencia de Extremadura, Viu pide licencia hasta octubre para incorporarse a Zaragoza, señalando que no entrega la jurisdicción hasta que llegue la orden del Regente de Extremadura. Por Auto de la Real Audiencia de Extremadura de 26 de septiembre de 1836, ésta se inhibe: «No existiendo en el Tribunal facultades para tomar conocimiento en este asunto, elévense los originales a S. M.». Por fin el 9 de diciembre de 1836 el Ministro de Gracia y Justicia envía escrito al Regente de la Audiencia en Cáceres restituyendo a Viu en su cargo: «Habiéndose enterado S. M. la Reina Gobernadora de las contestaciones que han mediado entre don José de Viu y don Manuel Jiménez Navarro, de que ha dado V. S. conocimiento en papel de 27 de septiembre de este, me manda decir a V. S., que habiendo cesado la comisión confiada a Viu ha cesado igualmente la que en consecuencia se había dado a Jiménez Navarro para sustituir a aquel en el Juzgado de Primera Instancia de Valencia de Alcántara, el cual deberá continuar desempeñando Viu»16. El 5 de octubre del mismo año, 1836, se realizaron elecciones para Diputados a Cortes por la provincia de Huesca, siendo nombrado suplente17, y en 1837 quedó en octavo lugar en la propuesta de terna para Senadores de la provincia de Huesca. El Extracto de los ejercicios literarios… etc., de 25 de junio de 1840, anota que en 8 de noviembre de 1839 fue nombrado Diputado a Cortes por la provincia de Huesca. 13

Transcrito por Elías Diéguez Luengo, en Curiosidades de la historia de Extremadura, págs. 90 – 91.

14

A.H.N. , id., fol., 83 vº.

15

A.H.N. MC – Justicia, jueces 4713, exp. 6676, fol. 40 rº.

16

A.H.N., Id., fol. 177 rº.

17 Archivo del Congreso de los Diputados. Acta de la Junta Electoral de la Provincia de Huesca, de 5 de octubre de 1936. Se eligieron como suplentes de los Diputados a Cortes por votación a José Viu y a Pablo Sahún.

14


INTRODUCCIÓN

En un informe de Antonio Teroz del Castillo, Regente de la Audiencia de Cáceres, fechado el 12 de septiembre de 1837, dirigido al Presidente de la Junta encargada en reparar el arreglo de tribunales y juzgados del reino, éste le acusa de proteger a los carlistas. Escribe: «Don José de Viu, Juez de Primera Instancia del Partido de Valencia de Alcántara no consta haber sido condenado, multado, apercibido ni prevenido en la época de 1820 al de 1823 sirviendo la judicatura de Cáceres ni en el día la de Valencia de Alcántara. Sus méritos resultan de la adjunta relación y de los informes recibidos aparece que mientras vivió en Cáceres observó la mayor adhesión al sistema Constitucional siendo su comportamiento conforme a aquellos principios […]. Sin embargo, hay quien dice que a pesar de temer se rebele el sigilo como ha ocurrido otras veces en obsequio de la verdad, la conducta de dicho juez ha sido poco conforme a lo que debería esperarse de otra persona de su rango en la sociedad, pues que se le ha visto proteger y disimular a los delincuentes Carlistas inclusos a los que acompañaron al supuesto Rey cuando estuvo en la plaza de Malban, reino de Portugal, a dos leguas de aquella raya: que se le ha visto evitar en cuando le ha sido posible concurrencia a los actos y festejos públicos cuando son en celebridad de la vuestra causa y en donde se le ha visto tener un interés decidido, ha sido en negocios de elecciones así de diputados como de concejales y no han dado poco que hacer para deshacer lo que pudo lograr con su influencia sobre la Junta Electoral»18. El 9 de marzo de 1841 la Diputación apoya su determinación de separarle de su cargo. En 1839, José de Viu figura en la Guía de Forasteros de Madrid como Ministro Honorario de la Audiencia de Cáceres. El Pronunciamiento de Espartero en 1840, que puso fin a la regencia de María Cristina, hizo que el 18 de septiembre Viu sea separado del Juzgado de Primera Instancia por Real Orden de la Junta Gubernativa. El 27 de septiembre se le declara cesante, y el 14 de diciembre de 1840 José Viu pide se le reponga en dicho cargo. José de Viu muestra una tenacidad propia de aragonés, en su petición de cargos. El 24 de octubre de 1843 solicita plaza de Ministro de la Real Audiencia de Cáceres. Por Real Decreto de 4 de abril de 1845 José Viu es nombrado Magistrado de la Real Audiencia de Oviedo en propiedad. Por carta de Viu de 14 de mayo, éste solicita aplazamiento de la toma de posesión por su enfermedad, enviando certificado médico19. La Real Audiencia comunica el 26 de mayo que no se ha presentado, y por Despacho de 10 de junio de 1845 se declara vacante la plaza de Magistrado de la Real Audiencia de Oviedo, «sin perjuicio de atender a este cuando se halle en disposición»20. El 16 de julio de 1845 solicita la jubilación por motivos de salud, que no se le concede, sólo el derecho a la cesantía. El 31 de julio de 1846 Viu pide plaza de Magistrado en la Audiencia de Cáceres, argumentado que se ahorrará el Estado la cesantía que el que suscribe disfruta. El 22 de 18

A.H.N., íbidem, fol. 93 rº.

19

A.H.N., íbidem, fol. 53 rº.

20

A.H.N., íbidem, fol. 60 r.

15


JOSÉ DE VIU Y MOREU

febrero de 1848 Viu pide plaza en una Audiencia Meridional, y la respuesta del Gobierno es que no hay vacante. El 28 de marzo de 1851 Viu pide «colocarle en la categoría de Audiencia en que se halla […] en alguno de los tribunales de la península menos distantes de su domicilio actual, a fin de que le sea menos penosa una marcha larga con su familia». El 24 de mayo del mismo año está en situación de cesante con sueldo de diez mil reales. Aún el 13 de octubre de 1854, menos de dos años y medio antes de su muerte, escribe que «Cree llegado el tiempo de una reparación», solicitando plaza en la Audiencia de Cáceres. La respuesta del Gobierno es que «debe continuar en la situación de cesantía en que se halla». Después de vivir 37 años en la provincia de Cáceres, José de Viu, fallece el 19 de mayo de 1857 en Valencia de Alcántara, de una congestión cerebral. No hizo testamento, según dice la partida de defunción en el libro parroquial de la iglesia de la Encarnación de Valencia de Alcántara. Fue enterrando en el cementerio de Valencia de Alcántara. Al crearse en la segunda mitad del siglo XX el llamado Cementerio Nuevo en la misma localidad, sus restos fueron trasladados y enterrados en un osario común, desapareciendo la inscripción que le recordase. Su viuda, Petra Gundín, vendió en 1864 la colección de monedas a un anticuario catalán, en 9.000 reales. Su hijo Ramón, también Alcalde y Juez en la misma población, casó con María Leocadia Peñaranda Valverde, fue quien guardó los documentos de José de Viu. En 1991 los documentos estaban en posesión de Paula Peñaranda, en el llamado Archivo Peñaranda, cuando fueron estudiados por Elías Diéguez Luengo21, quien escribe sobre una autobiografía de José de Viu, con una extensión de treinta folios, y tras la muerte de la propietaria, hoy dicho archivo está en proceso de dispersión por parte de sus herederos, no habiendo sido posible su localización.

2. José Viu, autor literario Hoy se recuerda a José de Viu por su obra literaria, especialmente la relacionada con Extremadura. La agitada vida política de la España del siglo XIX permitió a José de Viu dilatados espacios de tiempo en cesantía, con sueldo y con tiempo libre para ejercer como abogado y escribir sus obras. Escribió El Olimpo, en el que se descifra la Mitología dejándola en armonía con el Cristianismo, y La Galería Imperial, o biografía de los treinta y ocho últimos Mariscales de Francia, cuyos manuscritos desconocemos. En 1832 fecha el manuscrito sobre El Pirineo, o descripción física y sentimental de esta cordillera por ambas vertientes22, que inédito hasta nuestros días, ahora editamos, y del que hablaremos en el siguiente epígrafe. 21

«El hombre de las lápidas: José de Viu», en Curiosidades de la historia de Extremadura, pág. 90. 1991.

22

Estas obras son anunciadas en la última página de Las Aventuras de una peseta (1842).

16


INTRODUCCIÓN

Diez años más tarde, en 1842 publica en Madrid sus dos primeras obras, la primera Aventuras de una peseta23, que conocerá una segunda edición en Cáceres24 en 1846. La edición se hace en 8º (16) cm., con 220 páginas. En el comienzo del libro explica el autor: «Al Lector: Las Aventuras de una Peseta, son un episodio de las Medallas parlantes del mismo autor, pero con bastante independencia para correr por sí mismas. Una vez concedida a todas las piezas que constituyen su colección numismática, la facultad de hablar no ha tenido más arbitrio que dar larga a una peseta de Luis I (de España por supuesto), que no curándose de las graves cuestiones de sus compañeras de gabinete, y reventando por charlar, se empeña en que precisamente se la ha de oír la relación que se propuso hacer de sus correrías por el interior de la sociedad moderna. ¿Cómo resistir a una hembra caprichosa?... Mucho dice, pero también calla mucho que fácilmente se adivina. ¡De tantos hechos puede dar testimonio una vulgar peseta!». La obra es una narración contada por una moneda de peseta, de diversas historias, según ésta va cambiando de dueño. El texto comienza: «El papel que hago en este lugar es casi insignificante: yo creo que solo figuro aquí porque no sufra interrupción la serie de los últimos reyes de España. El reinado que represento duró meses…». Termina con una reflexión moralizante, que se mantendrá en otras obras de Viu: «Así les hablaba. Si después de estas homilías fuera yo salpicando mi historia con chascarrillos y cositas, la desvirtuaba. Concluyo, pues, ratificando esas doctrinas fundadas en un verdadero conocimiento del mundo. ¡Quiera Dios que causen efecto! Mis votos son, que se corrijan las costumbres, y que sea con la previsión antes que con el escarmiento. He dicho (Por ahora) J. de Viu. En el mismo año, ciudad e imprenta25, publica Las Medallas Parlantes o lecciones prácticas del mundo político. Tomo Tercero [los dos primeros quedaron inéditos]. Otra pequeña obra, de 15 cm., y 270 páginas, de la que el autor explica su contenido: «Comprende las sesiones 10, 11 y 12 de esta obra, que el autor figura presidir en su gabinete de numismática, reducidas a un célebre diálogo entre las medallas de Napoleón Bonaparte, emperador que fue de los franceses, y Luis Felipe I de Orleans, rey actual de los mismos: donde aparecen en revista los sucesos principales y los personajes más notables de los últimos cincuenta años, mostrando al mundo la miseria de los hombres y el majestuoso giro que ha dado el siglo a la política». En una Advertencia explica el orden de publicación, de este modo: «Aunque los dos primeros tomos de esta obra, próximos a entrar en prensa, deberían preceder al presente en su orden de publicación, no obstante abrazar materias diversas entre sí, sale a luz antes este, cediendo el autor a los ruegos de sus amigos políticos». Y en nota aparte explica que esta obra es posterior a Aventuras de una Peseta, y declara furtivos los ejemplares que no lleven la rúbrica del autor, lo que indica que rubricó todos los ejemplares de la edición, para controlar la tirada, en un aspecto crematístico que mantendrá en todas sus obras, como luego veremos. Escribe: «Esta obra original, de que 23

Imprenta de Sanchiz.

24

Concha y Cia.

25

1842, Madrid, Imprenta de Sanchiz.

17


JOSÉ DE VIU Y MOREU

forma parte como episodio el opúsculo publicado ya con el título de Aventuras de una Peseta, es propiedad exclusiva de su autor, al cual perseguirá ante la ley a quien reimprima sin su licencia, debiendo tenerse por furtivo todo ejemplar de la misma que carezca de la siguiente rúbrica: [rúbrica manuscrita de Viu]. Hemos consultado el ejemplar de la Biblioteca Nacional, con ex libris de la Real Biblioteca, que contiene la rúbrica manuscrita del autor. José de Viu escribe la siguiente dedicatoria de la obra: «A la prensa, al gran poder de la prensa, que gracias a la inspiración del inmortal Gutemberg, se abre impávida, pasa por entre todos los poderes de la sociedad: a ese portentoso vehículo de conocimientos humanos a quien las naciones van debiendo su admirable regeneración, dedica humilde este imperfecto trabajo». Los dos primeros capítulos de la obra, llevan los títulos siguientes: 1.- Napoleón desea saber su fama póstuma y lo acaecido en el mundo después de su último destierro. 2.- Recuerdos del mismo sobre su conquista de Egipto, y resultados que de su posesión pacífica se prometía. En 1846 se publica en Cáceres su obra más conocida: Colección de inscripciones y antigüedades de Estremadura [sic], por D. José de Viu. Bajo los auspicios de la Sociedad de Monumentos Históricos y Artísticos de Cáceres, Cáceres, Imprenta de Concha y Compañía, 1846. La obra ha sido estudiada por Pablo Ortiz Romero26, y otros. Inicia el libro con el Objeto de la presente obra, donde escribe: «Ya no exige tantos medios de desempeño como algunos siglos ha, la tarea de que en este opúsculo nos ocupamos; por cuya razón, y principalmente porque quisiéramos que el tiempo y el hombre no acabasen de borrar lo poco que se conserva en Estremadura del género monumental, sin que antes quede consignado en una Memoria cualquiera, nos hemos decidido a realizar el pensamiento en la manera que nos es posible, y a presentar un trabajo, si no digno del asunto, a lo menos no del todo despreciable, por ser hijo de un buen deseo. Al considerar las continuas calamidades de que ha sido teatro y víctima este país en los diez y seis siglos que le separan de su antiguo estado de opulencia, no podemos menos de contristarnos; pues a la par que se nos representan con colores demasiado vivos las vicisitudes que le han traído naturalmente a la postración actual, nos manifiestan las sensibles causas que han producido la desaparición de infinidad de monumentos de una época cuyo recuerdo es para el lusitano el título más significativo de sus glorias. ¿Y por qué no tratar de refrenar a ese genio destructor que aún preside por desgracia, y de arrebatarle una copia que renueve y mantenga la idea del algo, que de prisa va confundiéndose ya en la nada?... Unas líneas más adelante plantea la idea de que las antigüedades son una vía para buscar la regeneración de Extremadura, con lo que Viu se muestra como un propagandista de los ideales de la ilustración, cimentados en los principios de un temprano regeneracionismo. Escribe: «Hemos juzgado necesario añadir por conclusión una Memoria 26 «El autor tenaz. José de Viu ante la Comisión de Monumentos de Badajoz», en La quimera del libro: la Comisión de Monumentos de Badajoz y el patrimonio bibliográfico», Badajoz, 2013.

18


INTRODUCCIÓN

extensa que nos parece interesante sobre la riqueza de este país y la multitud de causas de su decadencia, lo cual al paso que servirá a comprobar antecedentes muy importantes, podrá acaso estimular a los estremeños [sic] a sacudir su pereza y a elevarse a la altura que les corresponde. A eso principalmente se dirijen [sic] nuestros votos, mas que a dar una descarnada noticia de los monumentos que aun elevan por este suelo su magullada cabeza». En la Comisión de Monumentos de Badajoz existe un legajo que recoge las gestiones hechas por Viu para lograr la publicación de su manuscrito. Viu, preocupado por ganar un dinero que le ayudase con los gastos, vio que editado el libro en 1846, éste se encontró sin lectores. En los primeros meses de 1847 José de Viu propone a la Comisión de Monumentos de Badajoz que le ayudara a sacar una segunda edición de su libro, al que pensaba añadir un apéndice numismático. En febrero la Comisión acordó adquirir dos ejemplares. El 13 marzo de 1847 se resolvió aceptar la propuesta, respuesta que no llegó a Viu hasta agosto de 1848, detallando un plan por el que pone a Disposición de la Comisión de Monumentos los 1.400 ejemplares de la primera edición, que no se habían vendido, pretende corregir y ampliar el libro con la inclusión de un apéndice numismático de 140 páginas, renunciando a la impresión de las láminas de las monedas, por su excesivo coste. Hace sus cuentas y pide 6.000 reales por la cesión de sus libros, cuya edición dice costó 11.000 reales. Tras numerosas gestiones detalladas por Pablo Ortiz Romero27, llegó la respuesta del ministro al Jefe Político de la provincia de Badajoz, diciendo que «siente el no poder por ahora cooperar ni directa ni indirectamente a su impresión». A finales de octubre de 1849 sabedor Viu de que el Gobierno ha aplazado la autorización para cubrir los gastos de la edición con el presupuesto provincial, se refiere a la obra como «mi malhadada obra sobre Extremadura», estando a punto de hacer una hoguera con el texto28. En 1847 Viu había presentado una instancia ante la Dirección General de Instrucción Pública, en el que pedía al Gobierno le comprase todos los ejemplares, y que después se repartiesen entre las corporaciones municipales y provinciales de Extremadura. El Gobierno pidió el informe preceptivo de la Real Academia de la Historia, que encargó el informe a Antonio Delgado. En dicho informe escribe Delgado «que si bien esta obra no es de aquellas que por su mérito especial pueda adoptarla como propia el Gobierno…», aunque se propone alguna recompensa para el autor: «merece el autor alguna recompensa por sus tareas, a fin de excitar su celo a mayores y más detenidos trabajos». Por fin en 1852 salió a la luz en dos tomos, en la imprenta de D. Pedro Montero, de Madrid: Estremadura [sic]. Colección de sus Inscripciones y Monumentos seguida de reflexiones importantes sobre lo pasado, el presente y el porvenir de estas provincias; por D. José de Viu, 2ª edición corregida y notablemente adicionada por el mismo. En el pórtico del libro aparece el escudo de armas del marqués de la Conquista, seguido de una carta del 27

Op. Cit.

«…me hagan el obsequio de excogitar el medio o medios de evitar el que me vea tentado de hacer con ellos definitivamente una hoguera». 28

19


JOSÉ DE VIU Y MOREU

autor a su benefactor, quien aportó la financiación para editar el libro. En este tiempo el título de marqués de la Conquista recaía en Jacinto Telesforo de Orellana-Pizaro y Díaz, también marqués de Albayda. Rico terrateniente, fue senador por la provincia de Cáceres en diferentes legislaturas de la segunda mitad del siglo XIX. En esta obra desarrolla su programa regeneracionista, que ha sido estudiado por Pablo Ortiz Romero29. En esta obra el autor deja a la epigrafía en un lugar secundario y se alza como un regeneracionista. Entre 1847 y 1849 José de Viu trabaja en las ideas que plasma en el segundo tomo de su libro, que subtitula «Restauración del país». Llega incluso a manifestar cierto desdén por su primer libro, al que define como un proyecto apresurado, temerario, llamado a ser algo más que una obra dedicada a «revolver escombros». El preámbulo de 1846 se reproduce en el nuevo libro de 1852 con algo más de tres páginas añadidas. En él Viu se refiere a aquella obra casi como un acto fallido, expresando que su verdadera intención por entonces era redactar un ensayo sobre la historia política y natural de Extremadura. Prueba de ello sería la «Conclusión» con que acababa el libro, en la que se señalaban sus verdaderas intenciones, que servirían de base para la ampliación futura. Allí reflexiona sobre las riquezas del país, sus males y la obligación del extremeño de sacudir su pereza30. La epigrafía y la arqueología quedan ahora rebajadas a la categoría de materia monótona. El texto «Restauración del país», donde expresa su ideario se organiza en cinco sesiones en el primer tomo: «Recuerdos», «Facilidad de regenerar Extremadura», «Algunos medios eficaces de restauración», «Parte estadística» y «Parte moral». En «Recuerdos», Viu percibe España como una Arcadia que reunía en sus regiones meridionales las esencias más puras: tierras feraces, clima benigno, hombres virtuosos, inocentes y de costumbres sencillas, laboriosos etc, que despertaron la codicia de los invasores, que arrasan esta Iberia idealizada. De Roma ensalza las costumbres y los monumentos. Esta etapa se viene abajo a principios del siglo IV cuando el cristianismo impone un nuevo orden de cosas. Repasa las invasiones bárbaras, considera que los árabes establecieron un periodo de paz, critica la expulsión de los judíos y de los moriscos, ataca a la Mesta, en consonancia con la tradición ilustrada, y es muy crítico con la conquista de América, por dejar a Extremadura privada de los mejores brazos. Para completar los males de España hace referencia a la enorme masa de hombres y mujeres célibes que, en el culto, han causado un serio daño en el terreno demográfico y productivo. Pese a todo, en medio de las desgracias, se alza una esperanza: se fueron algunas matas, pero aquí quedan las raíces del criadero. Aquí comienza su discurso regeneracionista. La proclama regeneracionista de Viu es «Maravillosa Extremadura, indolentes extremeños». Parte de una Extremadura en época romana densamente poblada y bien cul29 «José de Viu. De la epigrafía a la restauración del país extremeño, en España, Nación y Constitución y otros estudios sobre Extremadura. XII Jornadas de Historia de Llerena, págs., 305 – 319. Llerena (Badajoz), Sociedad Extremeña de Historia, 2011. 30

Ortiz Romero, P., (2001), op. Cit., pág. 308.

20


INTRODUCCIÓN

tivada, como lo demuestran las ruinas existentes. Según el autor, no hay posibilidad de progreso sin el desarrollo de la agricultura. Sin ella no hay ni industria ni comercio. Sus propuestas anticipan las que serán las claves del regeneracionismo finisecular: plan de regadíos, mejora de las comunicaciones, desarrollo de la vid y el olivo, innovación en las prácticas agrícolas, introducción de nuevos cultivos: algodón, tabaco, seda, remolacha, creación de manufacturas a partir de la lana, desarrollo del sector del corcho, desarrollo de la apicultura, desarrollar políticas que fomenten la población y la industrialización, y corregir el gran desajuste entre tierra, recursos y población. Las reformas para la restauración del país se construyen sobre el cimiento de las ideas de los ilustrados de finales del siglo XVIII. En primer lugar es necesario mejorar la educación. Señala que Extremadura carece de universidades en su territorio. Defiende que la educación es una herramienta de cohesión social, y la obligatoriedad de la educación primaria. Es la educación la que ha de acabar con el idiotismo tan arraigado en el país. Propone la creación de centros educativos agrícolas. En cada provincia debe crearse una Escuela Modelo de ciencias agronómicas y ganaderas. Propone la celebración de Exposiciones de los productos de la tierra, al modo de los certámenes que se celebran en Europa. Propone la elaboración de un código con los derechos y deberes del campesino, la redacción de una ordenanza de montes luchando contra la deforestación, y legislando contra las tensiones y desajustes entre propietarios y clases populares, con uno fondo de reivindicación de orden y justicia social. Por último propone la elaboración de una estadística ajustada sobre la población y riqueza de Extremadura, criticando que los censos del siglo XVIII y los de Sebastián Miñano o Pascual Madoz son defectuosos o inexactos. Acudiendo a la estadística criminal de 1843 anota Viu que Extremadura ocupa la tercera posición en España en número de delitos, anota el motivo: por pura desesperación, «aquí no hay mañana ni apenas hoy», los delitos de Extremadura se explican por la desigualdad en la distribución de la riqueza, el clima, la vida ociosa y la vagancia, la carencia de instrucción, la afición al juego, entre otros motivos. Analizada esta obra en profundidad, escribe Ortiz Romero31 que hay que reubicar a Viu en la historia de la cultura extremeña. No está en la epigrafía el sitio de Viu. Señala que las ideas regeneracionistas de José de Viu permiten enlazar con un reformismos ilustrado, pero son fruto de los deseos de cambio de una generación que veía en la consolidación del Estado liberal la oportunidad para instalar a España, a Extremadura, definitivamente en la modernidad. Tras la lectura de la obra, nos queda el retrato de un autor capaz y sensato, sincero en la búsqueda del progreso de la tierra que lo adoptó. La obra Estremadura, Colección de sus inscripciones y monumentos, no pasó desapercibida por sus contemporáneos. Dos años después de su publicación, Felipe León Guerra, que ejercía de médico en Gata, publica un opúsculo con el título de Notas a las Antigüe31

Ob. Cit., pág. 319.

21


JOSÉ DE VIU Y MOREU

dades de Extremadura de D. José Viu32, que echaba abajo sus aportaciones al conocimiento arqueológico de Extremadura. Escribe lo siguiente: «Esto no es enmendar la plana a nadie, para lo que carezco de saber y genio. He visto las Antigüedades de Estremadura de don José de Viu, impresas en 1852, que creí poder ampliar en unos puntos y rectificar en otros, y pareciéndome faltaría a lo que debo a mi provincia si no lo verificaba, por eso solo escribí y publico estas Notas a dichas Antigüedades, en la parte que propiamente lo son, y obra que para leer es por consecuencia necesario tener a la vista». Señala que no utilizara la obra de Ceán33, y critica la transcripción e interpretación de las inscripciones romanas realizadas por Viu, crítica que ya había realizado Delgado en su informe para la Real Academia de la Historia. La obra de Guerra tuvo tres ediciones posteriores en el siglo XIX, lo que demuestra la vigencia de la obra de Viu en Extremadura. Vicente Barrantes, gran pope de la crítica historiográfica de la época, llegó a descalificar a Viu en el Catálogo razonado y crítico de los libros, memorias y papeles, impresos y manuscritos que tratan de Extremadura, Madrid, 1865. En la obra, publicada siete años después de la muerte del autor, describe la Colección de inscripciones y monumentos…, de este modo: «El autor divide esta vez su obra en dos partes, subdivididas en diez secciones o libros, casi todos nuevos, que aunque mal enlazados entre sí, no dejan de ser oportunos. La primera trata de inscripciones y monumentos, y comprende casi todo lo que la primera edición contenía. La segunda, la restauración del país. En ella plantea con bastante acierto el Sr. Viu las cuestiones económicas, políticas y sociales que afectan a Extremadura. La sección octava, que se titula parte religiosa, no pudo publicarse por haber comprendido el Real Decreto de 2 de abril de 1852, que sujetaba estos escritos a la previa censura eclesiástica. Viu llenó esta laguna con algunos artículos redactados a la ligera, entre los cuales, el más importante es el tercero, consagrado con el título de notable ejemplo de laboriosidad, a la magnífica posesión creada por Mr. Lecog entre Casteldavid y Valencia de Alcántara, en uno de los estribos septentrionales más agrios e infructuosos de la sierra de San Manuel. Entre los apéndices, el más curioso aunque breve, y lleno de errores, es el dedicado a los hombres célebres de Extremadura. Según nuestras noticias, el Sr. Vu había reunido una rica colección de documentos históricos y apuntes sacados en su mayor parte del Consulado y de la Colombina de Sevilla; pero debe haber padecido extravío, o su familia se niega a franquearlo a los inteligentes. Era un investigador infatigable, y de selecta erudición, pero su estilo demasiado flojo». La tercera parte no publicada en 1852 fue el Prontuario Numismático Antiguo Español, escrito en 1849. Viu decidió apartarlo de dicho proyecto por no encontrarse, según él, relacionada la numismática con la temática principal de la edición. El autor remite el Prontuario a la Real Academia del Historia con la intención de que esta institución lo 32

50 págs, 8º (16 cm), Cáceres, 1854, reimpreso en Coria en1865, 1872 y 1883.

«Extraña que conociendo Viu a Ceán, supuesto que le cita, no se valiera de la obra de este para hacer más extensa y acabada la suya». Op. Cit., pág. 1. 33

22


En esta obra publicamos el manuscrito inédito El Pirineo, que escribió el aragonés José de Viu y Moreu (1795 - 1857) en el año 1832. El autor, nacido en la localidad oscense de Torla, estudió Derecho en la Universidad de Huesca, dedicando su vida a la judicatura, lejos de su tierra, en Extremadura, desde 1820 hasta su muerte. Amante de la naturaleza y de las antigüedades, publicó varias obras. Otras quedaron inéditas, como el manuscrito que ahora editamos.

José de Viu y Moreu

27

En El Pirineo, José de Viu es el primer aragonés que describe el Alto Pirineo Francés y el Alto Pirineo Aragonés, narrando sus itinerarios en los que descubre las cimas, los saltos de agua, la flora, la fauna, la mineralogía ….en fin, la Naturaleza.

El Pirineo

Completa la obra con dos láminas plegables, un croquis del itinerario por el Pirineo central que siguió el autor y seis vistas de cumbres de la Bigorra, además de cinco acuarelas, tres del entorno de Lavedan, y dos de Bujaruelo, que podrían adjudicarse al autor y que publicamos en esta obra, indispensable en la literatura pirineista.

www.prames.com

El Pirineo José de Viu y Moreu

Edición a cargo de Julián del Castillo Palacios y José María Sánchez Molled


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.