Crónicas mundanas
Entretanto, alguna mujer se acerca donde el hombre joven y le cuenta lo que está sucediendo. Son las 4 y 40 de la mañana, cuando el hombre decide buscar a la mariposa ante su ya insoportable y larga ausencia. La encuentra afuera, en actos amorosos con otro hombre, en plena lluvia. Se da una escena de golpes, de la que sale mal librado nuestro pobre protagonista, quien al parecer se resigna y vuelve, golpeado y maltrecho al bar, donde se dedica a beber. Fin del vídeo. Obviamente, las características de la mariposa se ven en esta historia magnificadas por la posición del hombre que la ama, quien, según la letra de la canción, espera fidelidad y amor. Debe ser un hombre afectuoso y romántico o tal vez idealista e intelectual o quizá tradicional y entregado. No parece en todo caso el prototipo del gran fascinador o del dominante y receloso, mucho menos del fuerte y obsesivo o del emancipado; tal vez podría caber en el arquetipo del discreto e imaginativo, pero no está en todo caso en posición de hacer reclamos o de luchar por el amor de su mariposa y por eso canta. No le queda otra opción. Se encuentra muy lejos de poder salvaguardarse del poder destructivo de la mariposa, quien debe verlo como uno más de sus objetos de placer. Mariposa y ángel, dos arquetipos del amor, extremos y potentes. Mariposa y ángel viven, son, se multiplican, tal vez no se contactan nunca, existen para su propia felicidad o desgracia y para las de los demás. Bogotá, 2002; Garzón, 2003
Bogotá, 2004 - 2008
156
CronicasMUndanas_FINAL.indd 156
04/08/2009 13:31:35