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C. Nuevas proyecciones de crecimiento, desocupación, pobreza y desigualdad
Este resultado es coherente con la mejora generalizada observada en los mercados financieros mundiales, que también se reflejó en un aumento de la participación de la región en los mercados internacionales de deuda. Entre fines de marzo y junio, varios países emitieron bonos en los mercados internacionales en el marco de crecientes necesidades de financiamiento para enfrentar la pandemia, junto con una mejora de las condiciones financieras que permitió acceder a los mercados de crédito en condiciones más favorables. En el caso particular de los gobiernos, se han registrado hasta fines de junio diez emisiones soberanas (véase el cuadro 2).
Cuadro 2 | América Latina (países seleccionados): emisiones soberanas de bonos en los mercados internacionales, fines de marzo a fines de junio de 2020
Fecha País
26 de marzo de 2020 Panamá 16 de abril de 2020 Perú 22 de abril de 2020 México 23 de abril de 2020 Paraguay 6 de mayo de 2020 Chile 15 de mayo de 2020 Guatemala 1 de junio de 2020 Colombia 3 de junio de 2020 Brasil 20 de junio de 2020 Honduras 24 de junio de 2020 Uruguaya Monto (en millones de dólares) 2 500 3 000 6 000 1 000 2 000 1 200 2 500 3 500 600 2 000 Tasa (en porcentajes) 4,50 2,70 5,00 4,95 2,50 5,80 3,80 3,64 5,60 -
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). a Se trata de tres operaciones de distinto tipo, emisión en moneda local, emisión en dólares y recompra de bonos.
Sobredemanda (en número de veces) 3,00 8,00 4,75 7,00 5,85 6,75 5,30 5,15 -
Los inversionistas han apostado por la incipiente recuperación de algunos indicadores de las economías que han iniciado la reapertura gradual, así como por los efectos que tendrán las políticas masivas de apoyo fiscal y monetario implementadas
Sin embargo, si hubiera rebrotes del COVID-19 que obligaran a restablecer las medidas de
contención y la recesión fuera más larga de lo previsto, esto podría provocar una nueva
fase de alta percepción de riesgo (risk-off), con el consecuente efecto negativo sobre los mercados emergentes. Además, los encontraría incluso más vulnerables, dado que los mayores niveles de deuda podrían volverse inmanejables para algunas empresas e incluso gobiernos en un contexto de nuevas caídas de la actividad.
A partir del mes de abril, cuando la CEPAL publicó sus últimas proyecciones sobre la dinámica de la región para 2020, se han intensificado tanto el choque externo como el interno
La actividad económica en el mundo está cayendo más de lo previsto en abril y, con ello, aumentan los impactos externos negativos sobre la región. Además, América Latina y el Caribe se encuentra hoy en el epicentro de la pandemia y, si bien algunos gobiernos han comenzado a aliviar las medidas de contención, otros han debido mantenerlas o incluso intensificarlas ante el persistente aumento de nuevos casos diarios de la enfermedad.
El avance dispar de la pandemia se ha traducido en que sus efectos en la actividad de los países y sectores sean también desiguales
El mayor impacto se produce en servicios como el turismo, la aviación, los alojamientos, los restaurantes, el entretenimiento y el comercio, con excepción de los supermercados, las farmacias y otros servicios declarados como esenciales según el país de que se trate. Las industrias de productos no esenciales también enfrentan problemas derivados del confinamiento, cuando este ha implicado detener sus actividades. Hay una importante merma de los ingresos de
las empresas, lo que dificulta el acceso al crédito y, en muchos casos, lleva al cierre final. En algunos países, la construcción también se ha visto muy afectada por la paralización de obras y la elevada incertidumbre que afecta la puesta en marcha de nuevos proyectos. En cuanto a la situación de los distintos países, el Uruguay inició en junio la reapertura de centros comerciales y el regreso paulatino de los estudiantes a las escuelas, en la medida en que controló la curva de contagios. En el Paraguay también se ha controlado la pandemia y se ha completado un mes sin fallecimientos, lo que ha impulsado a las autoridades a iniciar un “confinamiento inteligente”, con apertura de restaurantes y gimnasios, y flexibilización de las medidas de circulación. Situaciones similares se producen en países del Caribe, como las Bahamas, Barbados,
Belice, Cuba, Jamaica y Trinidad y Tabago. Sin embargo, en otros países la situación aún no cede y la pandemia sigue afectando varios sectores esenciales de la economía. Los indicadores generales de actividad muestran que en varios países hay una fuerte contracción. La producción industrial en México cayó un 29,3% interanual en abril, mientras que la actividad total de la economía en el mismo período disminuyó un 26,4% en la Argentina, un 15,1% en el Brasil, un 14,1% en Chile, un 20,1% en Colombia y un 40,5% en el Perú. En el caso de Chile, el dato de mayo fue aún más negativo, ya que correspondió a una caída del 15,3% interanual. Sobre la base de estimaciones de los efectos de los procesos en curso, la CEPAL proyecta, para el conjunto de la región, una caída promedio del PIB del 9,1% en 2020, con disminuciones
del 9,4% en América del Sur, el 8,4% en Centroamérica y México, y el 7,9% en el Caribe, sin incluir
Guyana, cuyo fuerte crecimiento lleva el total subregional a una caída del 5,4% (véase el cuadro 3).
Cuadro 3 | América Latina y el Caribe: proyección del crecimiento del PIB, 2020
(En porcentajes)
América Latina y el Caribe Argentina Bolivia (Estado Plurinacional de) Brasil Chile Colombia Ecuador Paraguay Perú Uruguay Venezuela (República Bolivariana de) América del Sur Costa Rica Cuba El Salvador Guatemala Haití Honduras México Nicaragua Panamá República Dominicana Centroamérica y México Centroamérica América Latina Antigua y Barbuda Bahamas Barbados Belice Dominica Granada Guyana Jamaica Saint Kitts y Nevis San Vicente y las Granadinas Santa Lucía Suriname Trinidad y Tabago El Caribe El Caribe (sin incluir Guyana) Crecimiento del PIB -9,1 -10,5 -5,2 -9,2 -7,9 -5,6 -9,0 -2,3 -13,0 -5,0 -26,0 -9,4 -5,5 -8,0 -8,6 -4,1 -5,0 -6,1 -9,0 -8,3 -6,5 -5,3 -8,4 -6,2 -9,1 -12,3 -10,5 -8,8 -14,0 -8,1 -10,5 44,3 -5,3 -11,5 -7,8 -11,9 -7,0 -7,1 -5,4 -7,9
Una década perdida: la caída de la actividad económica redundará en que, al cierre de 2020, el nivel del PIB per cápita de América Latina y el Caribe sea similar al observado en 2010
La fuerte contracción en 2020 se traducirá en una caída del PIB per cápita regional del 9,9%.
Después de que hubiera prácticamente un estancamiento entre 2014 y 2019 (cuando el crecimiento promedio anual fue de solo un 0,1%), esta caída del PIB per cápita implica un retroceso de diez años: su nivel en 2020 será similar al registrado en 2010 (véase el gráfico 8).
Gráfico 8 | América Latina y el Caribe: evolución del PIB per cápita, 1990-2020a (Índice, año base 1990=100) 230
210
190
2010
170
150
130
110
90
1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018 2020 Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales. a Valor proyectado para 2020.
El deterioro de las proyecciones económicas hace necesaria una revisión de las estimaciones de los principales indicadores del mercado laboral y de las tasas y niveles de pobreza
Dado que los indicadores de empleo en los primeros cuatro meses del año ya muestran un deterioro de las condiciones laborales y tomando en cuenta las nuevas proyecciones del PIB, se espera que la tasa de desocupación regional se ubique en alrededor del 13,5% al cierre de 2020, lo que representa una revisión al alza (2 puntos porcentuales) de la estimación presentada en abril de 2020 y un incremento de 5,4 puntos porcentuales respecto del valor registrado en 2019 (8,1%). Con la nueva estimación, el número de desocupados llegaría a 44,1 millones de personas, lo que representa un aumento cercano a 18 millones con respecto al nivel de 2019 (26,1 millones de desocupados). Estas cifras son significativamente mayores que las observadas durante la crisis financiera mundial, cuando la tasa de desocupación se incrementó del 6,7% en 2008 al 7,3% en 2009 (0,6 puntos porcentuales). En la dinámica de los mercados laborales, es importante recordar que debido a la elevada tasa de informalidad laboral de la región estos trabajadores son muy vulnerables a los efectos de la pandemia. De igual forma, el aumento de las tasas de desocupación, en particular en el comercio y el turismo, golpea significativamente a la fuerza de trabajo femenina, que estructuralmente presenta mayores tasas de desocupación.
La revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento y el consiguiente aumento de la desocupación se traducirán en un deterioro aún mayor de la situación
prevista en lo referente a la pobreza y la pobreza extrema6 La CEPAL proyecta que el número de personas en situación de pobreza se incrementará en 45,4 millones en 2020, con lo que el total de personas en situación de pobreza pasaría de 185,5 millones en 2019 a 230,9 millones en 2020, cifra que representa el 37,3% de la población
6 Se realiza una proyección de la caída esperada del ingreso de los hogares, adoptando el supuesto de que esta es similar, en promedio, a la reducción del producto por habitante descrita anteriormente. El impacto sobre el ingreso de los hogares no se distribuye de manera homogénea. Se asume que los trabajadores enfrentan un mayor riesgo de pérdida del empleo y de caída de sus ingresos laborales si se desempeñan en las ramas de actividad afectadas por una mayor contracción, si el trabajo tiene características de baja productividad (trabajadores no profesionales ni técnicos, tanto independientes como asalariados en establecimientos de hasta cinco personas) y si la persona obtenía habitualmente una remuneración baja considerando la rama en que se desempeñaba.
latinoamericana. Dentro de este grupo, el número de personas en situación de pobreza extrema se incrementaría en 28,5 millones, pasando de 67,7 millones de personas en 2019 a 96,2 millones de personas en 2020, cifra que equivale al 15,5% del total de la población. El impacto esperado sobre los países de la región es diverso (véase el cuadro 4). Los mayores incrementos de la tasa de pobreza (de al menos 7 puntos porcentuales) se producirían en la Argentina, el Brasil, el Ecuador, México y el Perú. A su vez, la pobreza extrema se incrementaría principalmente en el Brasil, Colombia, el Ecuador, El Salvador, México y Nicaragua (al menos 4 puntos porcentuales).
Cuadro 4 | América Latina (17 países): proyección de la población en situación de pobreza extrema y de pobreza, 2020
(En porcentajes y puntos porcentuales)
Pobreza extrema
Pobreza 2019a 2020b Variación (en puntos porcentuales) 2019a 2020b Variación (en puntos porcentuales)
Argentinac
3,8 6,9 Bolivia (Estado Plurinacional de) 14,3 16,8 3,1 2,5 26,7 37,5 32,3 36,1 10,8 3,8
Brasil 5,5 9,8 4,3 19,2 26,9 7,7
Chile Colombia Costa Rica Ecuador El Salvador Guatemala
1,4 3,4 10,3 14,3 3,4 5,1 7,6 12,7 7,4 11,9 19,8 22,7 2,0 4,0 1,7 5,1 4,5 2,9
9,8 15,5 29,0 34,1 16,5 20,5 25,7 32,7 33,7 40,2 48,6 51,6 5,7 5,1 4,0 7,0 6,5 3,0
Honduras México Nicaragua Panamá Paraguay Perú 18,7 22,2 11,1 17,4 18,0 22,8 6,5 8,5 6,2 6,6 3,7 7,6 3,5 6,3 4,8 2,0 0,4 3,9 54,8 59,0 41,9 49,5 47,1 52,7 14,6 17,5 19,4 20,9 16,5 25,8 4,2 7,6 5,6 2,9 1,5 9,3
República Dominicana 4,5 6,7 2,2 20,3 24,7 4,4
Uruguay 0,1 0,3 0,2 2,9 5,3
2,4 América Latinad 11,0 15,5 4,5 30,2 37,3 7,1 Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base del Banco de Datos de Encuestas de Hogares (BADEHOG). a Proyecciones. b Proyecciones preliminares basadas en supuestos del impacto sobre el empleo y los ingresos laborales para los distintos sectores productivos. c Corresponde a áreas urbanas. d Corresponde a los 17 países incluidos en el cuadro más la República Bolivariana de Venezuela.
La CEPAL también proyecta una mayor desigualdad en la distribución del ingreso en todos los países de la región: el índice de Gini se incrementaría entre un 1% y un 8% en los 17 países analizados
De manera similar al caso de la pobreza, los peores resultados se esperan en las economías más grandes de la región (véase el cuadro 5).
Cuadro 5 | América Latina (17 países): variación proyectada del índice de Gini en 2020
Entre un 1,0% y un 1,9% Guatemala Paraguay
Entre un 2,0% y un 2,9%
Entre un 3,0% y un 3,9% Honduras Nicaragua Bolivia (Estado Plurinacional de) Costa Rica Panamá República Dominicana
Entre un 4,0% y un 4,9%
Entre un 5,0% y un 5,9% Colombia Uruguay Brasil Chile El Salvador México
Un 6,0% o más Argentina Ecuador Perú