Por Segisfredo Infante
CAMINO DEL ENSAYO HONDUREÑO
El ensayo puede ser literario, político, filosófico, teológico e incluso científico, con todas sus variables internas. Su existencia ha sido elástica desde los tiempos del humanista Michel de Montaigne. Nuestro modesto propósito, bajo la luz de la elasticidad aludida, es construir un listado preliminar, o un recuento muy apretado, de los ensayistas hondureños de diversas épocas y tendencias hasta llegar a los años 1989-1991 como punto de quiebre y luego discurrir, mediante aproximaciones, sobre nuestros ensayistas de los últimos veinticinco años. 1 Para empezar, Antonio de Paz y Salgado es uno de los pioneros como jurista y novelista del largo periodo colonial hondureño. A horcajadas entre el viejo régimen y los albores republicanos de América Central, cabalgaría la figura imponente de José Cecilio Díaz del Valle, verdadero artífice del pensamiento económico provincial y de la República Federal de Centro América. Entre don José del Valle y la reforma liberal del último cuarto del siglo xix, con muy raras excepciones, hay una especie de vacío histórico en materia de pensamiento ensayístico. Tal vacío histórico lo vino a llenar el recio estadista e ideólogo reformista (liberal-positivista) don Ramón Rosa con un grupo de allegados aspirantes a la literatura y al ensayo político, como Adolfo Zúñiga. También añadiríamos a los exiliados cubanos de aquel CUADERNOS HISPANOAMERICANOS
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