ANÁLISIS POR DIFRACCIÓN POR RAYOS X
342 Especies recomendadas para el Templo I
Fundamento Mediante la difracción de rayos X, es posible identificar directamente las sustancias que componen una muestra, siempre que éstas tengan estructura cristalina. Esta técnica es complementaria del análisis petrográfico permitiendo identificar la naturaleza de la fracción arcillosa, cuando se presenta suficientemente abundante. El método se basa en la difracción que experimentan los rayos X, al atravesar una red cristalina. Aparte del haz principal, o espectro de orden 0, existen unas direcciones de refuerzo de los trenes de onda a su paso por el cristal. Estas direcciones se encuentran íntimamente relacionadas con el espaciado entre los planos reticulares de la sustancia y con la longitud de onda de los rayos X mediante la ecuación de Bragg, de forma que conocidas las direcciones de refuerzo “ɵ” y la longitud de onda, se pueden calcular los espaciados entre los planos reticulares del cristal. Estos espaciados son característicos de cada sustancia cristalina, lo que permite identificarla. Para su análisis la muestra se muele a un tamaño inferior a 200 mallas y se coloca en un portamuestra, constituido por una pequeña ventana metálica de 1 mm. De espesor aproximadamente 1,5 cm. de arista, requiriéndose cantidades de muestras superiores a 1 gramo. El polvo es prensado en el portamuestra y colocado en el goniómetro de rayos X. Allí recibe la radiación procedente del tubo generador de rayos a través de una ventana provista de los correspondientes filtros, para obtener radiación monocromática. Cuando los rayos inciden sobre la muestra, encuentran granos de la sustancia a analizar dispuestos en todas las direcciones posibles, ya que ésta se encuentra pulverizada. Aquellos granos con planos reticulares cuya orientación cumpla la ley de Bragg con respecto a la dirección de incidencia de los rayos, emitirán haces difractados, como si los rayos X se reflejaran en ellos. Una cámara de centelleo va recorriendo el goniómetro con velocidad doble de aquella con que gira el portamuestra, de forma que recoge todos aquellos haces difractados que se “reflejan” en el plano del portamuestra. Cuando la cámara recibe radiación, un sistema electrónico, anota el ángulo ɵ, de giro y la intensidad recibida, y un ordenador calcula el espaciado “d” correspondiente. Los espaciados así obtenidos se comparan con los de las sustancias conocidas y de esta forma se identifica la sustancias.
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