LA FLORA MUTIS, TOMO I

Page 13

P R O L O G O

Los Gobiernos de España y de la República de Colombia han acordado publicar la Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, y el presente volumen es la Introducción de esa obra monumental. La disposición de la Flora para la imprenta ha sido confiada al esfuerzo aunado de los Institutos de Cultura Hispánica de Madrid y Bogotá, y estas entidades, a su vez, han designado un cuerpo científico de especialistas españoles y colombianos para que, en íntima colaboración, verifiquen las investigaciones indispensables complementarias, preparen los textos, obtengan las corresponsalías necesarias y asuman la responsabilidad técnica de la empresa, cuyos primeros frutos editoriales hoy presentamos. Fué la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada un admirable esfuerzo cultural llevado a cabo por la Corona española en uno de sus territorios americanos. Confiada desde su iniciación por la Majestad del Rey Don Carlos I I I a uno de los más eminentes científicos que ha producido España, al gaditano Don José Celestino Mutis, sostenida y estimulada por los Monarcas que se sucedieron hasta la muerte de este sabio, recibió tal orientación, ejerció tan saludable influencia social, fijó tan elevados derroteros científicos al país donde actuó; además acumuló tan excelentes y depurados datos y materiales fitogeográficos, padeció vicisitudes de la historia común a España y América, agrupó y sirvió de escuela a tan preclaros elementos humanos, que puede ser considerada como realización tipo de los ideales hispanos en el mundo colonial y como modelo que debemos seguir en nuestro tiempo, para alcanzar la siempre anhelada, nunca suficientemente conseguida, ilímite y trascendente unión espiritual del mundo hispano. Para que esto se entienda, viene precisamente este volumen previo e introductorio de la Flora. No fué la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada la mera exploración florística de un territorio, ni menos la recopilación de características sistemáticas de plantas encontradas al azar por exploradores poco o nada vinculados al país que recorren y que luego rinden sus frutos publicitarios en tierras extrañas. Desde que Carlos III la sancionó a través de su Ministro General de Indias, Don José Gálvez, Marqués de la Sonora, aprobando las medidas que tomó el Arzobispo Virrey de Nueva Granada Don Antonio Caballero y Góngora, en 1783, y desde antes, cuando Mutis, en 1760, pisó primera vez en suelo americano, hasta que, por la muerte del sabio, por las convulsiones de la emancipación y por otros varios imponderables de la Historia, se extinguió, fué la Expedición un verdadero Instituto en el sentido moderno, que tomó bajo su responsabilidad el estudio indefinido de los recursos naturales de un área vastísima, la promoción de su aprovechamiento y la educación de una juventud destinada a perpetuar tales intereses. Sobrepasó también la visión integral sobre la naturaleza, predominante, más que ahora, en el siglo xvill y significó una tendencia que, aun presentada en nuestros días, sería tenida como moderna, porque consistió en la adaptación de los hombres al medio intertropical, promesa de la humanidad. Los capítulos que siguen a este Proemio, harán ver al lector la verdad de estos asertos, así como las razones que fundamentan el Acuerdo Internacional y que sostendrán el esfuerzo gigantesco requerido por la publicación de la Flora iconográfica de Mutis. Aunque ceñidos rigurosamente a los documentos históricos, no están modelados como quizás los escribiría un historiógrafo atado a normas de su especialidad en la presentación de sus hallazgos de archivo, ya que se destinan a los botánicos, principales interesados en la información taxonómica de esta Flora. Sólo comprendiendo el ambiente natural, social, político y científico en que actuaron Mutis y su escuela, se aprecia claramente la calidad de su labor, se valora su influencia, se mide su eficacia siempre oportuna, y forman corriente única, como en una antigua catedral, los estilos que la integran, secularmente distanciados. Como tras una trayectoria que sobrepasara las nubes, describiendo una parábola estremecedora que toca sólo las altas cumbres del movimiento hispanista, la creación de Mutis y su equipo, vuelve a nosotros intacta y brillante, después de siglo y medio de vida latente, cuidadosamente custodiada y venerada por los que dirigieron y dirigen el Jardín Botánico de Madrid. Si cuando en 1932 se celebró el I I Centenario del nacimiento de Don José Celestino Mutis, jubileo promovido por Don José Joaquín Casas, Ministro de Colombia en Madrid, por Don José Manuel Pérez Sarmiento, también colombiano y Cónsul en Barcelona, y por muchos científicos españoles y de ultramar, si entonces se hubiese dado por terminada la investigación biográfica, histórica y científica sobre Mutis, la obra actual sería aún imposible. No fué así afortunadamente, sino que eminentes especialistas en diversas disciplinas, estimulados por la atrayente obra de Mutis, se dedicaron con entusiasmo, muchas veces vehemente, a aclarar, unos los detalles de la carrera de su vida, a analizar otros el curso lógico y efectivo de sus móviles, a evocar el «climax» de progreso presagiado por el retorno de su espíritu, en fin, a clasificar en sistemática válida moderna, las maravillosas láminas de plantas, cuyos binomios mutisianos quedaron borrados por circunstancias adversas. No poco mérito en toda la empresa que va a desarrollarse corresponde al Jardín Botánico de Madrid, hoy día integrante del Instituto Antonio José Cavanilles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, guardián celoso de los Icones de la Expedición del Nuevo Reino, de sus archivos, de su herbario y de sus colecciones museológicas, los cuales en el Jardín se han conservado más de un siglo, tutelados por el espíritu científico, hispanista y responsable ante el futuro, de sus Directores y del personal a sus órdenes. Merced a una articulación lógica del pasado, del presente y de un porvenir hoy asegurado, la Flora de la Real Expedición Botánica llegará a ser, cuando se termine, como lo quiso Mutis, una gloria de España, un orgullo de Colombia, un servicio al mundo científico, un estímulo de superación para las mentes jóvenes, una exaltación digna de la Flora, de la cultura y del Creador. Y un hálito de bienaventuranza recreará los espíritus de los que en esta empresa desde Mutis, habremos rendido la jornada.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
LA FLORA MUTIS, TOMO I by AECID PUBLICACIONES - Issuu