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un festival y una ciudad: almagro
Almagro está situada geográficamente entre los Montes de Toledo y Sierra Morena, o tal y como escribió Francisco Nieva “…en la rutilante llanura manchega y sus onduladas y azules lejanías, sus cielos de opalina al atardecer”. En una zona de transición entre comarcas geográficas distintas, el sector oriental del Campo de Calatrava y la zona más occidental de La Mancha. En origen, Almagro creció en un cruce de caminos históricos de procedencia romana, que comunicaban la Meseta con Andalucía y unían Extremadura con el Levante. Probablemente su fácil accesibilidad fue una de las razones fundamentales para que los maestres de la Orden de Calatrava la eligieran como sede a principios del siglo XIII. Cuando los Reyes Católicos incorporaron el territorio de la Orden de Calatrava a la Corona, en el siglo XV, Almagro dejó de ser Corte de los maestres, pero siguió siendo la capital del Campo de Calatrava. Su centralidad fue también lo que impulsó a la familia de banqueros y empresarios mineros, los Fugger, procedentes de Habsburgo, a escoger Almagro como enclave para situar y construir sus almacenes y casas, cuando en el siglo XVI el emperador Carlos V les ofreció explotar los bienes de la Orden de Calatrava y las minas de mercurio de Almadén, para saldar la deuda que con ellos tenía el monarca, puesto que los banqueros alemanes habían aportado la mayor parte del dinero que había facilitado la elección de Carlos V como emperador y la realización de su política imperialista. A partir de aquellos años la sociedad almagrense se beneficia de la vitalidad económica de una ciudad más abierta y cosmopolita, visitada por caballeros 010
y comerciantes que comienzan a asentarse en Almagro y por lo tanto a construir sus casas, casonas y palacios en las calles que colindan con la Plaza Mayor. La población de Almagro llegó a superar los dos mil quinientos habitantes a finales del siglo XVI, puesto que el auge económico atrajo también a mendigos y pobres en busca de riquezas, lo cual obligó a construir nuevos hospitales. Por aquella época tuvo lugar la construcción del Hospital de San Juan, que formó parte del conjunto arquitectónico del convento de la Orden de San Juan de Dios. En el inmenso solar en el que dicho hospital estaba ubicado, se encuentra actualmente el espacio escénico al aire libre más importante del Festival, que cuenta con un aforo de 665 espectadores, transformado completamente gracias a un ambicioso proyecto, ideado y llevado a cabo por el prestigioso escenógrafo Carlos Cytrynowski, ligado a la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) desde sus orígenes. Desde 1994 y en la actualidad, es la sede de verano de la CNTC. Otro hecho clave que marca la vida de Almagro, modifica su mapa arquitectónico y contribuye a situarla en una posición cultural privilegiada, es el nacimiento de la Universidad de Almagro, creada por un caballero calatravo, el clavero Fernando Fernández de Córdoba. A partir del año 1574 existía la posibilidad de doctorarse en Almagro, y no solo para los alumnos de la Orden de Calatrava, sino también para alumnos externos. La Antigua Universidad Renacentista estaba ubicada en la iglesia del antiguo Monasterio-Universidad de Nuestra Señora del Rosario, cuya fundación se debe a Fray Fernando Fernández de Córdova y Mendoza, de la Orden de Calatrava. El conjunto arquitectónico dejó a un lado su uso universitario en 1835 y tras muy
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Palacios Maestrales. Años 30. Foto © Cedida por la familia del Doctor Céspedes
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diversos usos y transformaciones, desde el año 2006 y en la actualidad, es uno de los espacios escénicos más bellos de todos los utilizados por el Festival, al que denominamos Espacio AUREA, un teatro de primer orden, con aforo de 522 espectadores Durante el siglo XVII comienza el declive de Almagro, coincidiendo con la decadencia del reino; los nobles y mercaderes escaparon hacia la corte y se reavivó la antigua rivalidad existente entre Almagro y Ciudad Real, que en el año 1691 se hizo finalmente con el título de capital de La Mancha. En casonas y palacios se construyeron conventos y fábricas o almacenes, pero el vivísimo Corral de Comedias de Almagro, construido en 1628 por Leonardo de Oviedo, en el patio de un antiguo mesón, aún mantenía su doble funcionalidad, como mesón y como teatro, con lo cual confirmaba su carácter festivo y en cierta medida su importancia social o educacional, alternando sus representaciones teatrales con los festejos taurinos que tenían lugar en la Plaza Mayor en la que estaba ubicado, y sirviendo de escenario a los autos de fe o sacramentales. Almagro se asienta como pueblo agrícola durante el siglo XVIII, puesto que más de la mitad de sus tierras se cultivan, por lo cual la villa pierde presencia y protagonismo en el ámbito de los negocios. A lo largo del siglo se desarrolla y se asienta esa bella tradición que a día de hoy se mantiene en las casas y calles de Almagro, la ejecución del encaje de hilo, tanto fino como basto, de blondas y redecillas, que comenzó a adquirir importancia económica en Almagro en el siglo XVI. El encaje de bolillos lo realizaban las mujeres de entre 4 y 50 años, por cuenta propia y en su ámbito doméstico, por lo cual recibían un salario, tal y como cuenta Miguel de Cervantes en la segunda parte de El Quijote (…) Antigua Universidad Renacentista Foto © MNT
Fachada del Palacio de los Fúcares Foto © MNT