Sector
Agricola
E
n inglés existe una palabra que se ajusta al título. Es un oxímoron. En español la traducción correcta es contradicción. En Bolivia al parecer, se propone una vez más generar un desarrollo que necesita una parte científica y tecnológica que es negada y evitada en el país. Para el 2018, la importación de combustibles se había incrementado en 41% y en los últimos años, la promesa del gas, se ha ido disolviendo en el aire. La importación del diesel ha ido en aumento desde el 2000. A esto se suma las recientes declaraciones por parte de la actual gestión gubernamental, que propone reemplazar alguna parte del diesel importado, con biodiesel. El biodiesel se produce a través de reacciones químicas de transesterificación y esterificación. Esto sucede cuando las grasas y aceites vegetales o animales reaccionan con alcoholes de cadena corta, que generalmente es metanol o etanol. Para el proceso se puede utilizar aceite vegetal reciclado, aceite vegetal “virgen” y sebo. En parte, uno puede soñar y alucinar que esta es la oportunidad para que todos los negocios que terminan con aceite quemado, puedan disponer del mismo. Sin embargo, llegar al punto, donde cada restaurante entrega su producto de desecho a un sistema recolector, no sucede inmediatamente y en todo caso, hay que cuantificar si todo el aceite residual que queda luego de que los caseros se sirven sus salchipapas o pollito frito, será suficiente para producir parte de este biodiesel.
Autor: Cecilia González P. Ing. Biotecnólogo Ambiental M.Sc. Biología y Sociedad
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Febrero 2021
Para evitar todos estos peros, generalmente, recurren a fuentes más accesibles para iniciar este tipo de proyectos. En el caso de Bolivia se ve como primeras fuentes, los cultivos de caña de azúcar (para el etanol) y la soja. Acá surgen las incoherencias. A pesar de que Cuba o China, cada día avanzan más en liberar la comercialización y uso de cultivos con biotecnología, pues comprenden el potencial de aplicar