Diseño y Arte de Libro para Tesis de Maestría en Teatro y Artes Vivas UN

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ANDRÉS C ASTAÑEDA Presenta

YO TAMBIÉN SOY HAMLET Tesis de Creación para optar al título de Magister en Teatro y Artes Vivas Dirección

José Alejandro Restrepo

SEDE BOGOTÁ FACULTAD DE ARTES Y ARQUITECTURA

Julio de 2013


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TODO TEATRO ES UN ENCUENTRO 15 CON L A MUERTE

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TODO TEATRO ES UN ENCUENTRO CON L A MUERTE Heiner Müller


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La muerte es inevitable. No hay posibilidad de escape. Un día que vivimos es al

mismo tiempo un día que morimos. Es nuestro infalible destino. “Morir es, a fin de cuentas, de lo más normal y corriente que hay en la vida, asunto de pura rutina, episodio de la interminable herencia de padres a hijos”1. Y, sin embargo, después de cada muerte siempre hay un vacío. Un silencio. El tiempo se detiene para siempre entre quien emprende el viaje y el que se queda. No hay posibilidad de un segundo encuentro. Hamlet, de pie con las ruinas de Europa a sus espaldas, ve pasar la carroza fúnebre de su padre, mientras las campanas anuncian el funeral estatal. El rey ha muerto y con él todo secreto, su ciclo de vida ha sido interrumpido. Una muerte repentina es siempre una mala muerte. No hay tiempo de despedidas, de agradecimientos o de perdones. No existe el tiempo que permita concluir las tareas empezadas, ni sanar los daños causados. El futuro de los vivos y muertos se ve afectado.

No estéis continuamente con los pár pados abatidos, buscando en el polvo a tu noble padre. Ya sabes que ésta es la suerte común: todo lo que vive debe morir cruzando por la vida hacia la eternidad 2 .

Una pérdida tan común, pero tan definitiva, necesita tiempo. Tiempo para reflexionar y para sanar. La insatisfacción y la rabia aparecen, de pronto, como síntomas de la impotencia. No es posible resucitar al muerto, sustraído de la vida de repente sin previo aviso. Ya no está el vivo, en este caso el padre, y solo quedan las preguntas y los secretos. Pero los secretos no permanecen por mucho tiempo bajo tierra. Los muertos también tienen la necesidad de hablar. La verdad sale a la luz a pesar de la muerte. Hay cuentas que están sin saldar.

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Las intermitencias de la muerte. José Saramago, ALFAGUARA, 2005
ISBN 9788420469454. Hamlet, Príncipe de Dinamarca. William Shakespeare En Obras Completas. Aguilar. Madrid, 1951.



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El fantasma aparece en Elsinor. Su inesperada desaparición le impide continuar el viaje hacia la eternidad. El espectro debe develar los secretos que lo atan a la vida. Necesita de alguien que termine sus tareas inconclusas. Su único aliado: su sangre, su hijo. La sangre es el vínculo más fuerte, contiene la memoria de los aciertos y errores de los ancestros. El llamado no puede hacerse esperar, es necesario para Hamlet saber qué es lo que busca su padre, de otra forma el legado de su sangre lo condenará a vivir una vida que no le pertenece. A repetir su tragedia, su drama, su teatro. Así que para liberarse de la herencia de la sangre, Hamlet está obligado a conocer los secretos de su linaje. La invocación a los muertos se hace necesaria. Empieza el teatro. EL PADRE 1 Un padre muerto hubiera sido Mejor padre. Lo mejor de todo Un padre nacido muerto. Siempre vuelve a brotar hierba sobre la frontera. Hay que arrancar la hierba Que crece sobre la frontera una y otra vez. 2 Quisiera que mi padre hubiese sido un tiburón Que hubiese hecho pedazos a cuarenta arponeros (Y yo habría aprendido a nadar en su sangre) Mi madre una ballena azul mi nombre Lautréamont Muerto en París en 1871 desconocido. (Años cincuenta.) Heiner Müller

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pasado treinta y tres años desde mi nacimiento. El fantasma de mi padre ha vuelto a aparecer. Nunca tuve una conversación con él, nunca tuvimos la oportunidad de conocernos. Nunca se dio la licencia de tener un hijo mayor, ni tampoco me dio la posibilidad de tener un padre. El veneno fue su último escape y el abandono su única herencia.




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Hamlet habla con la sombra de su padre. El fantasma le pide cobrar venganza.

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Venganza que desencadena en tragedia. “Ser o no ser”. Hamlet, el personaje inquiere: ¿acudir al llamado de la sangre o negarse a repetir las culpas de su linaje? La decisión ya está tomada. Shakespeare, el autor, lo ha condenado a repetir los errores de su padre; a representar su tragedia una y otra vez sin la posibilidad de cuestionar sus actos, de reflexionar, de cambiar su destino, de liberarse del peso de la herencia. Shakespeare se ha convertido en un fantasma: ha dejado las instrucciones en sus textos para representar sin variaciones su teatro. “¿Cómo opera un fantasma? El fantasma resiste a la ontologización: a diferencia del muerto, que está situado y ubicado en un lugar preciso, el fantasma transita entre umbrales, entre la vida y la muerte. No habita, no reside, sino que asedia (hanter). El fantasma desafía la lógica de la presencia (en las figuras de los aún no nacidos y los ya muertos) y de la identificación”3. Hamlet no tiene escapatoria. Al igual que Prometeo, el príncipe está encadenado a su captor. Este fantasma se resiste a ser olvidado a desaparecer, es por eso que busca ocupar un cuerpo (encarnar) habitar un lugar. La única solución posible para Hamlet, es enfrentar a la sombra y renunciar a su legado. RENUNCIAR A SHAKESPEARE En 1977, Heiner Müller estrenó Hamlet Machine, (Die Hamletmaschine), como director del Berliner Ensemble. Una versión desarticulada del Hamlet de William Shakespeare en la cual se presenta a un Hamlet que es: personaje, actor y autor (personaje, actor y persona); Como personaje se niega a repetir su tragedia, a representarla nuevamente: “Yo Fui Hamlet”4. Como actor evidencia su lugar en el drama: “Sabía que eras un actor. Yo también lo soy, interpreto a Hamlet”5. Y como autor expone su propia condición (tragedia) social, histórica, artística, política y personal. Al mismo tiempo

3 Una ontología asediada por fantasmas: el juego de la memoria y la espera en Derrida. 
Mónica B. Cragnolini.

http://www.jacquesderrida.com.ar/comentarios/ontologia_fantasmas.htm 4 Máquina Hamlet, de Heiner Müller, 1977 (Traducción © Sergio Santiago Madariaga) http://21091976. blogspot.com/2003/10/mquina-hamlet-de-heiner-mller-1977.html 5 Ibíd.


que usa la obra de Shakespeare como pretexto para reformular los cánones establecidos de la dramaturgia clásica exponiendo un nuevo territorio para el teatro. Heiner Müller libera a Hamlet, al igual que Heracles libera a Prometeo. Enfrenta a la bestia (Shakespeare) y la destruye. Destruye su teatro, su anécdota, sus personajes, su texto6. Ayuda a Hamlet a renunciar a su tragedia, a liberarse de la sombra de su padre. De la misma forma en que él también se libera del fantasma de Shakespeare (el teatro). Ambos rompen la cadena que los une a la sangre, a la tradición. Hamlet Máquina no se representa, se presenta. ¿Qué quieres de mí? ¿No te basta con un funeral oficial? Parásito. ¿Acaso no hay también sangre en tus zapatos? ¿Qué me importa tu cadáver? Alégrate, el asa aún está afuera, quizá te llevarán al Paraíso. ¿Qué estás esperando? Los gallos han sido degollados, ya no se levantará la mañana, el amanecer ha sido cancelado 7.

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Mi interés principal cuando escribo teatro es destruir cosas. Durante treinta años me obsesionó Hamlet, de modo que escribí un breve texto, Hamlet machine, con el que intenté destruirla… Creo que mi impulso más fuerte consiste en reducir las cosas a su esqueleto, arrancándoles la carne y la superficie. Entender sin destruir es no entender en absoluto. Germania Muerte en Berlín y otros textos de Heiner Müller. ISBN 84-87524-99-0. 7 Máquina Hamlet, de Heiner Müller, 1977 (Traducción © Sergio Santiago Madariaga) http://21091976.blogspot.com/2003/10/ mquina-hamlet-de-heiner-mller-1977.html


YO TAMBIÉN SOY HAMLET MÁQUINA


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LA NO REPRESENTACIÓN El estado de no representación es posible, cuando el actor se acerca a su propio estado personal y a su situación, cuando ignora y supera la ilusión (el texto) que sin cesar lo arrastra y lo amenaza. Cuando crea su propio curso de los acontecimientos, estados, situaciones, que entran en colisión con el curso de los acontecimientos de la ilusión del texto, o están completamente aislados. Esto parece Imposible Y sin embargo la posibilidad de transgredir ese umbral de lo imposible es fascinante. De un lado la realidad del texto, del otro el actor y su comportamiento.


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Dos sistemas sin relación, independientes, que no se ilustran . La conducta del actor debe “paralizar” la realidad del texto. Entonces, la realidad del texto Se hará concreta. Es posible que sea una paradoja, pero no en lo que respecta al arte. El Teatro de la Muerte Ensayos sobre el Teatro Cero Tadeusz Kantor

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BIBLIOGRAFÍA

1. Las

intermitencias de la muerte. José Saramago, ALFAGUARA, 2005
ISBN 9788420469454.

2. Hamlet, Príncipe de Dinamarca. William Shakespeare. En Obras Completas. Aguilar.. Madrid.

3. Una ontología asediada por fantasmas: el juego de la

memoria y la espera en Derrida. 
Mónica B. Cragnolini. h t t p : / / w w w. j a c q u e s d e r r i d a . c o m . a r / c o m e n t a r i o s / ontologia_fantasmas.htm.

4. Germania Muerte en Berlín y otros textos de Heiner Müller. ISBN 84-87524-99-0.

5. Máquina Hamlet, de Heiner Müller, 1977 (Traducción

© Sergio Santiago Madariaga) http://21091976.blogspot. com/2003/10/mquina-hamlet-de-heiner-mller-1977.html

6. El teatro de la muerte, Tadeusz Kantor. EDICIONES DE LA FLOR, 1984 ISBN 950-515-403-8.

7.

Tadeusz Kantor o los espejos de la muerte, Marcos Rosenzvaig. La Editorial, Buenos Aires: Leviatán, 2008. ISBN 978-987-574-140-7.

8.

Manual de Psicomagia, Consejos para sanar tu vida. Alejandro Jodorowsky. Ediciones Siruela, 2009. ISBN 978958-8611-11.

9.

The Posdramatic Theater, Hans Thies Lehmann. Ed. Routledge Taylor & Francis Group. ISNB 0-415-26813-3.

10. Teoría y Práctica del teatro II. Santiago García. Ediciones Teatro la Candelaria-2002. ISBN.

11.

La Despersonificación del Personaje, Marco teórico del laboratorio-taller dictado por Pedro Miguel Rozo Flórez -http://clubensayos.com/Filosof%C3%ADa/LaDespersonificación-Del-Personaje/342011.html

12. REZAR, SOPLAR, CANTAR. Etnografía de una lengua

ritual. Omar Alberto Garzón Chirivi. Ediciones Abya-Yala. Quito-Ecuador ISBN: 9978-22-465-3.


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E n mis recuerdos no existen diálogos, no hay otro, solo existo yo

con mis reflexiones inconexas, con varios saltos de temporalidad. Mis recuerdos me interpelan sin tiempo ni espacio. Ahora estoy frente el cadáver del Hamlet de Shakespeare, que ha sido fragmentado por Heiner Müller. Como el imitador de un asesino en serie, me seduce la posibilidad de cometer un acto igual, destripar mis recuerdos, fragmentar a la máquina, destr uir lo destr uido. Yo también soy Hamlet frente a las r uinas de mi memoria buscando a mi padre. Tengo 10, 20, 33 años y sigo caminando en fila detrás de la car roza fúnebre, con mi venganza a cuestas, sin conocer a nadie a mi alrededor. Quiero cambiar el curso de la historia, de mi historia, quiero escapar del ataúd que está frente a mí y encontrar a la sombra antes de que el gallo cante en la mañana. No tengo un lugar en donde pueda buscarlo. No conozco a nadie que me indique su escondite. Solo estoy yo. Yo soy el escondite.


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C uando una muerte es inesperada quedan preguntas sin responder

y secretos encriptados, es ahí cuando es imprescindible entablar un diálogo con los muertos, un diálogo que per mita conocer la verdad y de esa for ma deshacer el vínculo con aquellos que ya no están.



PRIMER RECUERDO

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los 10 años mi madre me dijo que mi padre quería ver me. El encuentro se daría a la salida del colegio. No sabía cómo era él. No lo había visto salvo en las fotos del matrimonio con ella. Me senté en el andén a esperarlos. Pasó un largo rato antes que llegaran. Finalmente un auto se estacionó frente a mí. Era un auto feo y viejo de color azul cielo. La puerta se abrió y vi salir a un hombre de pelo que empezaba a canar, no era alto, tenía un bigote tupido y a su lado estaba mi madre. Se acercó. Mi madre me lo presentó. Yo no sabía qué hacer. Solo lo abracé.


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SEGUNDO RECUERDO

La segunda vez que lo vi me llevó al funeral de su padre, me recogió en mi casa

y me dijo que lo acompañara. Cuando llegamos a la iglesia había mucha gente pero no conocía a nadie, no conocía siquiera al hombre que me había llevado hasta allá. Me senté en la parte trasera de la iglesia para no tener que acercarme al ataúd. ¿Quién era ese hombre por el que la gente lloraba con tanto dolor? ¿Alguien generoso? ¿Un hombre admirable? ¿Un padre ejemplar? Sin embargo, el hombre que me había llevado hasta ese lugar no soltó una sola lágrima, y tampoco dijo una sola palabra. La misa terminó y el cadáver empezó su traslado. Cuatro hombres rodearon el ataúd y lo levantaron, entre ellos estaba mi acompañante, lo llevaron hasta la carroza fúnebre y de ahí a un cementerio. Aunque me esfuerce por recordar a dónde fuimos ese día, el lugar en el que lo enterramos, no logro recordarlo.

En el cementerio nos esperaba una corte fúnebre. Estas personas se hicieron cargo del cajón y lo llevaron hasta el lugar en donde iba a ser sepultado. Me llamó la atención el tamaño del ataúd, era una caja ancha y larga. La viuda lloraba sin hacer ningún ruido, su mirada estaba clavada en la caja en la que estaba el hombre con el que había compartido toda su vida. Era una mujer blanca, de ojos claros, baja de estatura, de pelo corto y cano. Durante toda la ceremonia solo levantó su mirada del cajón una vez para mirarme por unos instantes sin decir nada, no hubo ningún gesto hacia mí, solo me miró durante unos segundos y luego volvió a contemplar la escena. El cura continuó la ceremonia hasta que el cajón quedó cubierto completamente por tierra. Todas las personas empezaron a retirarse, no sin antes dar el último pésame a la anciana. Yo también me retiré, pero no me despedí de ella, solo la mire al igual que ella lo había hecho, a los ojos y sin ningún gesto. Caminé junto a mi padre hacia su auto y nuevamente me llevó a mi casa. Nunca más lo volví a ver.




LA RENUNCIA

La psicomagia no es una disciplina científica, es una creación artística, de origen teatral, que tiende a despertar en el consultante su creatividad, convirtiéndolo en su propio curandero. A. Jodorowsky


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YO TAMBIÉN SOY CHAMÁN

Hace años empecé a aprender medicina de un médico tradicional

Kamtsá del Alto Putumayo al sur de Colombia. Durante ese tiempo he sido testigo de diferentes rituales de sanación que son empleados por los indígenas a la hora de curar a un paciente. A estos rituales asisten distintos tipos de personas con un interés en común: su curación. Los médicos tradicionales, taitas o chamanes, son hombres de conocimiento que a través del uso de las plantas sagradas entran en contacto con el mundo de los espíritus, quienes les muestran la forma de curar a la persona que requiere sanación. Según los taitas, hay tres niveles de curación: el primer nivel es la curación física, lo que se manifiesta en el cuerpo, los dolores y las enfermedades. El segundo nivel es la curación emocional, lo que habita en la mente: las relaciones afectivas, los traumas, rabias, y tristezas. Y el tercero es la curación espiritual, la conexión con lo sagrado, y la relación del hombre con sus antepasados. Los tres niveles están estrechamente conectados. Toda desvinculación con el mundo espiritual desencadena en un conflicto emocional y este a su vez se manifiesta en el cuerpo físico trayendo la enfermedad. Por eso, para encontrar la causa del dolor y su cura, el chamán entra en el mundo de los espíritus, lo que le permite hallar el lugar en el cual la relación del hombre con lo sagrado se perdió. Él es el puente entre el mundo de los vivos y los muertos. Este poder le permite entrar en relación con aquellos que ya no están; ayudándolos a cruzar hacia la eternidad y a liberar a quienes en vida llevan la carga de los muertos.

El primer paso en el aprendizaje de la medicina tradicional es curarse a uno mismo. Enfrentar los miedos y los traumas propios, sanar las heridas del pasado. La limpieza empieza por el cuerpo físico; para esto los taitas preparan vomitivos y purgantes que sirven para purificarlo. Estos preparados no solo se utilizan en una parte del aprendizaje sino que son herramientas que se emplean a lo largo de la vida para eliminar del cuerpo todo aquello que lo enferme. El uso de las plantas sagradas (yagé, peyote, andakí, yopo, pildé ) son utilizadas como vehículos que guían tanto al taita como al paciente para encontrar y entender las causas de la enfermedad. La planta es un maestro que enseña y muestra el camino a seguir para encontrar la raíz del problema. Las visiones llamadas pintas suelen ser respuestas a las preguntas del doliente. Toda sanación demanda sacrifico y disciplina, el liberarse de las cargas trae consigo enfrentarse a uno mismo y a sus antepasados. Una vez se toma la planta o el remedio la comunicación con lo sagrado aparece, la conexión con la otredad se revela a través de las visiones. Es el momento en donde surgen reflexiones sobre la vida, las relaciones afectivas, el círculo cercano, la familia. Durante mi proceso de autosanación la visión de mi padre aparece como un problema por resolver. Nuestros lazos se perdieron hace tiempo y ahora debo encontrar una cura para ambos, un ritual de despedida y perdón para que tanto él como yo podamos construir nuestros propios destinos. Sigue el teatro.





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Todo lo que pase sobre el escenario deberá convertirse en evento. Tadeusz Kantor

En el ritual al igual que en el teatro hay un conjunto de reglas establecidas que se ponen en

acción en un tiempo y espacio determinados. La finalidad o intensión (tema) del rito depende de quien lo oficia. El diseño de estas reglas determinan la duración, el número de participantes y los códigos o convenciones que entran en relación durante la ceremonia. En su libro Rezar, soplar, cantar 8 Omar Garzón describe los elementos que componen el ritual como evento chamánico, elementos que sin duda hacen parte del lenguaje del teatro. EL EVENTO

Para abordar la caracterización del evento comunicativo ‘toma de yagé’, es importante establecer una serie de categorías a partir de las cuales, el análisis de éste permita distinguirlo de otro tipo de eventos que ocurren dentro de la comunidad descrita. Estas categorías son: los límites espacio temporales (internos y externos), los aspectos secuenciales del evento que corresponden al conjunto de escenas del ritual, la descripción y caracterización de los participantes y el conjunto de interacciones verbales y no verbales que involucran un conjunto de géneros discursivos, entre los que se encuentran los rezos, los cantos, los soplos, el responso, el llamado, el ofrecimiento y el conjuro.

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REZAR, SOPLAR, CANTAR. Etnografía de una lengua ritual. Omar Alberto Garzón Chirivi. Ediciones Abya-Yala. Quito-Ecuador ISBN: 9978-22-465-3.


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El ritual es un evento desposeído de una representación en términos actorales. Aunque los participantes asuman un rol dentro de la ceremonia no existe un guion o un texto que determine su carácter. El participante no construye su entorno a través de una mirada racional y sicológica. En él no existe la necesidad de interpretar, vive la experiencia y hace parte de ella sin cuestionar su proceder o elaborar juicios de valor sobre su comportamiento en la ceremonia. En el mismo sentido el oficiante, aunque socialmente se convierta en personaje por las distinciones que se crean en el ritual, no se representa a sí mismo sino que se presenta como persona y como chamán (personaje) al mismo tiempo. Para desarrollar el concepto de personaje social quiero traer a colación una cita del texto del marco teórico del laboratorio-taller “La Despersonificación del Personaje”9 dictado por el dramaturgo y director Pedro Miguel Rozo Flórez. 2

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El personaje depende absolutamente de su contexto. Es su contexto el que lo valida o no como personaje, pues es la noción del promedio la que realmente determina su notoriedad. Sin un contexto claro, el personaje deja de llamar la atención y por consiguiente se convierte en una persona, y de allí sacamos otra valiosa conclusión para nuestro estudio: el personaje debe mantener nuestro interés. En el sentido estricto de la palabra, el personaje que carece de interés no es un personaje, puesto que estaría renunciando a su característica definitiva. El teatro surge del rito y de la necesidad del ser humano de comunicarse socialmente. En Grecia nació el teatro como arte dramático de los rituales religiosos. Con el tiempo, al ritual llegó la palabra y el rito se convirtió en mito. El espectador dejó de ser participante activo de la ceremonia para convertirse en un observador del espectáculo.

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Marco teórico del laboratorio-taller dictado por Pedro Miguel rozo Flórez- La Despersonificación del Personaje- http://clubensayos.com/Filosof%C3%ADa/La-Despersonificación-Del-Personaje/342011.html


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El teatro contemporáneo retorna a su origen en el que nuevamente el teatro se presenta como evento, como un ritual. La relación de los elementos que componen la escena como: el texto, el actor, el espacio, el sonido, la música, el espectador y los objetos redefinen su lugar en el drama. El legado de Heiner Müller al deconstruir al Hamlet de Shakespeare no se reduce a proponer una nueva dramaturgia o un teatro en donde todo lo que compone el drama tenga la misma relevancia que el actor y el texto, sino que propone una relación diferente entre el artista y la obra. Una relación que compromete al artista a ser parte viva de su obra al igual que sucede en el ritual. Bertolt Brecht decía que “el actor no debe permitir que su transformación en el personaje que representa llegue a eliminar todo rastro de su persona”10. En el arte contemporáneo el artista no se elimina como persona en su obra, al igual que el chamán no se elimina a sí mismo como ser humano en la ceremonia.

10

Citado por Santiago García. Teoría y Práctica del teatro II. Ediciones Teatro la Candelaria-2002.

E s una lástima no tener más recuerdos de él, no poder recordar

algo que me haga sentir mejor. Lo único que sé, lo conozco por los relatos de mi madre. Hace poco supe que murió, no se de qué, o cómo, o en dónde, solo sé que murió. Había encontrado el registro de matrimonio con mi madre. Ahí estaba su número de cédula, entré a la página web de la Registraduría para poder conocer su puesto de votación y tal vez poder tener una idea de donde vivía, pero la respuesta de mi búsqueda fue que su cédula había sido cancelada por fallecimiento. El hombre que me fabricó ya no está para dar respuesta a mis preguntas, preguntas que por mucho tiempo no tuve, solo hasta ahora cuando he decido hacerlas él ya no esta para responderlas. Me gustaría recordar en dónde enter ramos a su padre, tal vez en ese lugar esté el mío.


SER O NO SER


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H e aquí el pr oblema! ¿Qué es más levantado para el espíritu: sufrir los golpes y

dardos de la insultante fortuna, o tomar las ar mas contra un piélago de calamidades y, haciéndoles fr ente, acabar con ellas? ¡Morir…, dor mir ; No más! ¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen la her encia de la car ne! ¡He aquí un tér mino devotamente apetecible! ¡Morir…, dor mir! ¡Dor mir!…¡Tal vez soñar! ¡Sí ahí está el obstáculo! ¡Porque es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobr evenir en aquel sueño de la muerte, cuando nos hayamos librado del torbellino de la vida! ¡He aquí la r eflexión que da existencia tan lar ga al infortunio! Porque ¿Quién aguantaría los ultrajes y desdenes del mundo, la injuria del opr esor, la afr enta del soberbio, las congojas del amor desairado, las tardanzas de la justicia, las insolencias del poder y las vejaciones que el paciente mérito r ecibe del hombr e indigno, cuando uno mismo podría pr ocurar su r eposo con un simple estilete? ¿Quién quer ría llevar tan duras car gas, gemir y sudar bajo el peso de una vida afanosa, si no fuera por el temor de un algo, después de la muerte, esa ignorada r egión cuyos fines no vuelve a traspasar viajer o alguno, temor que confunde nuestra voluntad y nos impulsa a soportar aquellos males que nos afligen, antes que lanzar nos a otr os que desconocemos? Así la conciencia hace de todos nosotr os unos cobardes; y así los primitivos matices de la r esolución desmayan bajo los pálidos toques del pensamiento, y las empr esas de mayor es alientos e importancia, por esa consideración, tuercen su curso y dejan de tener nombr e de acción 1 1 .

11

Hamlet, Príncipe de Dinamarca. William Shakespeare en Obras Completas. Aguilar. S. A de Ediciones. Madrid.


ESTAR O NO ESTAR 1 ¿De qué murió? Es una pregunta que me he hecho desde que me enteré de su muerte. Era un hombre joven, tenía cincuenta y siete años. Si alguien muere a tan temprana edad las opciones son pocas. Una de ellas es que haya sido asesinado, si así fue, seguramente los mataron sus enemigos; pero, ¿qué tipo de persona puede tener enemigos cuya solución sea eliminarlo? Tal vez haya sido un hombre poderoso, o un hombre generoso que despertaba la envidia de quienes lo rodeaban. Tal vez haya sido el hijo favorito de su padre y heredó toda su fortuna y su hermano no soportó su suerte y lo asesinó mientras dormía en el patio de su casa. Quizá murió en un accidente en una víspera de nochebuena mientras sus hijas lo esperaban en casa para compartir una cena navideña. Posiblemente haya padecido una enfermedad que no pudo superar, una de esas enfermedades que aparecen en el cuerpo como síntoma de una gran culpa o tal vez la haya heredado y ese sea nuestro destino como familia: morir en el olvido sin dejar más huella que la de la ausencia. 2 Tal vez toda su vida pasó por su mente en una fracción de segundos antes de que todos sus órganos dejaran de funcionar, tal vez recordó cuáles habían sido las causas de sus dolores, tristezas, traumas; tal vez en ese instante vio que su vida tenía sentido, que el paso del tiempo lo había hecho mortal y por primera vez en su vida tenía miedo


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Mi padre: de morir. Era un hombre fuerte; le gustaba hacer ejercicio. Por las mañanas después de dejar a sus hijas en el colegio salía a trotar para mantenerse en forma. Luego llegaba a su casa, se daba una ducha fría, desayunaba, leía la prensa, y salía hacia su oficina. Era su propio jefe, por eso se dada el lujo de llegar después de las 10 de la mañana. Se sentía orgulloso de su empresa, cada día era un negocio más próspero, durante la temporada de vacaciones empleaba a sus hermanos y de vez en cuando se permitía algún placer exótico para recordarse a sí mismo, que el trabajo duro trae sus recompensas. Desde muy joven su pelo había empezado canar, y lo había aceptado con dignidad, odiaba ver a los hombres que hacían hasta lo imposible por ocultar los signos de la vejez. No le gustaba hablar de su pasado, tal vez porque no quería ser juzgado por las decisiones que tomó en su juventud, porque no quería explicar porqué había días en que no quería hablar con nadie y de la nostalgia que sentía cada vez que se emborrachaba. Su temor más grande era la soledad, por eso se casó tres veces, solo para tener la seguridad de no morir solo, sin nadie a su lado. Esa mañana salió de su casa llevó a sus hijas al colegio, corrió los 5 kilómetros diarios, regresó, se preparó dos huevos cocidos y un jugo de naranja. Subió las escaleras, entró por última vez al cuarto de sus hijas, y de su esposa, entró al baño y cerró la puerta con seguro, de la cómoda sacó un frasco sin etiqueta, lo bebió, sintió un dolor intenso en su brazo izquierdo y cayó al suelo fulminado. Su último deseo fue ser cremado.

La sombra, El fantasma, La pesadilla, El dolor, El amor, El desamor, La muerte, El odio, La vergüenza, El miedo, El abandono, La tragedia, El rey, El escapista, El ilusionista, El mentiroso, El vengativo, El tramposo, El suicida.


¿Qué quieres de mí? ¿No te basta con un funeral oficial? Parásito. ¿Acaso no hay también sangre en tus zapatos? ¿Qué me importa tu cadáver? Alégrate, el asa aún está afuera, quizá te llevarán al Paraíso. ¿Qué estás esperando? Los gallos han sido degollados, ya no se levantará la mañana, el amanecer ha sido cancelado12. RENUNCIO A TU LEGADO.

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Máquina Hamlet, de Heiner Müller, 1977 (Traducción © Sergio Santiago Madariaga) http://21091976.blogspot.com/2003/10/ mquina-hamlet-de-heiner-mller-1977.html


ANDRÉS C ASTAÑEDA

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YO TAMBIÉN SOY HAMLET

YO NO SOY HAMLET

N o r epr esento a nadie. Mis palabras no dicen nada. Mis pensamientos lamen la sangr e de las imágenes. Mi obra ya no se r epr esenta. El escenario detrás de mí fue construido por gente a quien no le importa mi drama, para gente a quien no le inter esa. A mí tampoco me importa. No voy a actuar ya.

El escenario es un monumento. Repr esenta a un hombr e que hizo historia, amplificado cien veces. La petrificación de una esperanza, su nombr e es intercambiable. La esperanza no se cumplió. El monumento está tirado en el piso, demolido por quienes lo sucedier on en el poder. Mi lugar, si mi drama todavía se estuviera r epr esentando, estaría a ambos lados del fr ente, en medio de las líneas fr ontales, por encima de ellas. Mi papel es el de la saliva y el escupitajo, el cuchillo y la herida, el colmillo y la gar ganta, el cuello y la soga. Yo soy la base de datos. Así fue como mi drama no sucedió. El guión se perdió. Los actor es colgar on sus r ostr os en el gancho del vestidor. El apuntador se pudr e en su nicho. Sobr e las butacas los espectador es inertes yacen disecados. Así que me voy a casa, a matar el tiempo, unido a mi Yo no dividido 13 .

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Máquina Hamlet, de Heiner Müller, 1977 (Traducción © Sergio Santiago Madariaga) http://21091976.blogspot.com/2003/10/mquina-hamlet-de-heiner-mller-1977.html


YO NO SOY HAMLET



PAPÁ: Han pasado muchos años desde nuestro último encuentro, siento no haber insistido en uno más. Me hubiese gustado preguntarte muchas cosas, pero el tiempo ha pasado y esas preguntas se han ido respondiendo solas. En realidad nunca sentí tu ausencia, mi madre se encargó muy bien de llenar ese espacio en mi vida, sin duda ella ha sido el mejor de tus regalos. No siento odio, ni rabia, ni tristeza, tu recuerdo no me produce rencor. Una vez te escribí una carta en la que te quitaba el título de ser mi padre, lo hice pensando en que tal vez de esa forma podría librarme de tu recuerdo, pronto descubrí que no puedo borrarte de mi


memoria porque eres parte de mi y yo soy parte de ti. Así que decidí no ir más en contra de la corriente y te acepté como mi padre, con tus errores y aciertos. Ya no hay tiempo para reclamos ni reproches. Todo hace parte del pasado. Ahora es necesario para ambos recorrer nuestros propios caminos, tú el de los muertos y yo el de los vivos. Te pido que me perdones y te perdones por la forma en que nos comportamos el uno con el otro, es el momento de dejar todo atrás, es hora sanar y saldar todas nuestras culpas y deudas. Ha llegado la hora de despedirnos para siempre. Adiós. Desde hoy somos libres.

TU HIJO


AGRADECIMIENTOS 2

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A Mi madre por ser tan buen padre. 2

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Al Taita Florentino Agreda, por la medicina, sus enseñanzas, y su alegría. 2

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A José Alejandro Restrepo, por ser el guía de este ritual. 2

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A Adriana Urrea y Heidi Abderhalden, por su paciencia y dedicación. 2

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A Mapa Teatro, por ser mi escuela, mi casa, y mi familia desde hace diez años.

A Juan Sebastián Guarín, José Daniel Hernández, Juan Sebastián Rodríguez, Carlos Pérez, mi equipo de trabajo. 2

A Oscar Hernández, Laura Linero, y mi Amapola por ser mis apoyos en este proyecto. 2

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A Lili Durán, por el amor puesto en el diseño de este libro. 2

A Mis compañeros de la MITAV, por ser mis cómplices.

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FICHA TÉCNICA 2

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En escena: José Daniel Hernández, Andrés Castañeda 2

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Dirección: José Alejandro Restrepo

Diseño Sonoro: Juan Sebastián Guarín 2

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Diseño Visual y Edición: Andrés Castañeda 2

Video en Vivo: Juan Sebastián Rodríguez 2

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Diseño y Arte del Libro: Liliana Durán

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ÍNDICE DE IMÁGENES* * Las imágenes de este libro fueron en su mayoría tomadas en Ensayo de la Obra por Juan Sebastián Rodríguez y Sergio Romero, excepto:

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Foto por Mauricio Arango Primera muestra salón de la MITAV, 2013.

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Foto por Luis Mondragón Segunda muestra salón de la MITAV, 2013.

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Foto por Andrés Castañeda Cementerio El Apogeo Bogotá, Colombia. 2012.

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Foto por Andrés Castañeda En la Foto mi Abuelo Cementerio Jardines de Paz Bogotá, Colombia. 2013 .


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Foto por Andrés Castañeda Recreación de un recuerdo La Habana, Cuba. 2013.

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Foto Tarjeta de Identidad Andrés Castañeda Bogotá, Colombia. 1990

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Foto por Andrés Castañeda

Fotografías de Huellas

Dirección Nacional de Identificación

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Bogotá, Colombia, 2012.

Bogotá, Colombia, 2012.


ESTE LIBRO SE DISEÑÓ, IMPRIMIÓ Y FUE ARMADO EN LA CIUDAD DE IBAGUÉ - COLOMBIA PARA L A TESIS DE CREACIÓN DE ANDRÉS CASTAÑEDA PARA OPTAR AL TÍTULO DE MAGISTER EN TEATRO Y ARTES VIVAS J U L I O 2 013


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