Trabajadoras del hogar: Una cuestión de justicia

Los derechos humanos son universales. Los laborales también deberían serlo. Así que las feministas socialistas estamos especialmente orgullosas de esta conquista de derechos de las trabajadoras del hogar que hemos impulsado en esta legislatura.

Vivimos una etapa donde algunos discursos políticos mezclan seguridad nacional e inmigración, delincuencia y diversidad, inmigración y terrorismo, y resulta que el Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto, una vez más, en el centro el trabajo en el hogar y el cuidado, un sector altamente feminizado en el que el 75% son mujeres migradas.

Las trabajadoras del hogar no habían tenido hasta ahora una equiparación con el resto de profesiones. A través de sus plataformas han sido las interlocutoras con nuestro Grupo Parlamentario para impulsar estos cambios.

No podía ser que mantuvieran las cotizaciones por debajo de sus salarios reales, perjudicando sus jubilaciones y prestaciones contributivas.

No podía ser que no tuvieran derecho a paro, ni a bajas por enfermedad o cobraran por debajo del salario mínimo.

No podía ser que para ellas sí hubiera despido libre y no estuvieran incorporadas en la Ley de Prevención de riesgos laborales.

Con la lucha de estas mujeres de las que hemos ido de la mano para conseguir que sus derechos laborales se reflejaran en el BOE, terminamos con una injusticia histórica que han venido sufriendo miles de mujeres que trabajaban en el hogar, pilar fundamental para que en España pudiésemos conciliar familia y trabajo.

Frente a racistas, xenófobos y machistas somos una sociedad solidaria y con esta regulación ponemos otra seña de identidad socialdemócrata: justicia social y laboral.

¡Seguimos!