Una moción contra las mujeres

¿En qué época viven? El hombre de cromañón ya pasó a la historia. Sin embargo, es evidente que aún quedan restos en la política española. Y lo han vuelto a demostrar en la fallida moción de censura.

Para la ultraderecha, la que pacta y gobierna con la derecha, el papel asignado a las mujeres es para reprocharnos la baja fecundidad y para ponernos deberes de 2,1 hijos por mujer. Vox, con el consentimiento del PP, ha demostrado una vez más que rechaza la igualdad entre mujeres y hombres.

La entrada en las instituciones de la extrema derecha ha constatado el desprecio que siente esta gente por los que no piensan como ellos, agravado en el caso de las mujeres

Se vuelven a reafirmar en su pensamiento machista y de desprecio hacia las mujeres. Su único proposito es quitarnos derechos, ponernos dificultades con el fin de expulsarnos del mercado laboral y que volvamos a meternos a casa para ocuparnos de las tareas domésticas, de los hijos y del cuidado de familiares dependientes.

Una ultraderecha cuyo candidato a la Generalitat Valenciana en las próximas elecciones es un condenado por violencia machista tal y como refleja la sentencia en la que se le condena a un año de prisión por “violencia psíquica” y 21 faltas sobre injurias.

La España en blanco y negro se acabó, aunque la derecha y la ultraderecha no se quiere enterar. Se acabó el rol de las mujeres sumisas y al calor del hogar. Hace muchos años que no vale el dicho de “en casa y con la pata quebrada”. Somos ciudadanas de primera, como los hombres. ¿Se han enterado?

El PSOE es un partido feminista que, desde hace 143 años, ha defendido la lucha de las mujeres por conseguir la igualdad, para que se reconozcan nuestros derechos y libertades.

La igualdad como horizonte y el feminismo como camino. Estamos preparadas y capacitadas. La igualdad es una responsabilidad que nos interpela individualmente como ciudadanía y colectivamente como sociedad. Porque las mujeres somos imprescindibles e imparables.