18 Artículo
Culiacán, Sinaloa, 12 de abril de 2017
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Noroeste: difama y difama que algo queda “ El periodismo no debe ser oficio de cínicos” Ryzard Kapuzinsky. Ricardo Espinosa de los Monteros Zazueta
La empresa constructora GIA, acreedora de la licitación pública para la construcción del parque temático en Culiacan publicó extensa carta abierta en el periódico Noroeste, denunciando calumnias vertidas en su contra por el columnista de ese diario, Alejandro Sicairos, que en su columna denominada “Observatorio” llenó de descalificativos y adjetivos injuriosos a la mencionada empresa, acusándola de corrupta, entre otras lindezas. Sicairos fue prolijo en denuestos e invectivas, pero omiso en aportar pruebas de sus dichos, convirtiéndose de esa guisa en uno de los “calumnistas” estelares de Noroeste, pretendiendo que por el hecho dudoso de ejercitar el oficio de periodista ficción no le sea tocado ni con el pétalo de una palabra que critique su nuevo oficio. La calumnia y sus extremos inmorales están acreditados plenamente en la carta publicada por GIA y eso es una prueba indubitable de corrupción peManuel Clouthier Carrillo.
riodística que no ha sido desmentida ni por el diario, ni por el mismo Sicairos. A las pruebas o las omisiones me remito. Lo increíble del cinismo lo vemos en los anuncios gráficos en donde Noroeste presume que hace investigación para develar actos de corrupción y para ello anuncia precisamente el caso de GIA, en donde está clarísimo que la dolosa imputación a la empresa constructora es falsa porque la misma no arroja elementos de convicción para que el público esté bien informado sobre ese caso, que ha sido aclarado extensivamente por la empresa calumniada, sin que Noroeste haya producido la más mínima disculpa pública. La falsa especie que hizo circular Sicairos recibió el expreso apoyo de los mandamases editoriales del desgastado diario sinaloense, a través de la columna institucional (anonima?) llamada “ Malecón”, donde a partir de pobrísimos argumentos “la casa” pretendió lavar los trapos sucios de una evidente violación a los principios éticos de un medio de comunicación, como son la veracidad, la objetividad y las pruebas con datos duros, que el periódico, ni el periodista Sicairos han podido acreditar en la imputación de conducta corrupta que se le endilgó a la empresa constructora, lo que daría pie a una demanda por daño moral en contra de Noroeste, duélale al que le duela. Es injusto que amparándose en la libertad de expresión, cualquier individuo, periodista o no, pueda enlodar el patrimonio jurídico intangible (valiosísimo) de buen nombre, honor y marca, esto último, en tratándose de una persona moral. Es una hipocresía de estos fariseos que se esconden bajo las convenientes faldas de una libertad de expresión mal interpretada y en donde la discrecionalidad ética tie-
ne más salidas que un cerco viejo, lesionar a través de un indebido ejercicio de un derecho, el derecho de otros, siendo esto último la sólida mojonera en contra de los excesos y el ejercicio corrupto de la libertad de expresión. Donde manda la constitución mexicana, no rige la hipocresía de los tartufos. Harto de esa hipocresía y de la zalamería con que el periódico trata a los supuestos líderes de opinión, a los falsos consejos ciudadanos y a los capitanes empresariales de derecha ultraconservadora, el importante analista Ernesto Villanueva ha dejado de escribir su columna en Noroeste, lo que desde hace semanas veníamos anunciando en este espacio, en virtud de la camisa de fuerza que la pequeña plutocracia sinaloense ha impuesto al diario Noroeste, lo que de suyo reñía con el talante liberal de Villanueva. Otra mancha más al tigre. Es de llamar la atención, que junto con las 8 columnas del día 5 de abril donde Noroeste cabecea: “Busca PAS regular daño moral” , en la página 6 A del diario, ellos mismos recogen una noticia donde el gobierno alemán ha puesto un dique jurídico y económico a la publicación de noticias falsas, por lo que se infiere que lo que aquí, ellos llaman ley mordaza, en otras latitudes es una protección del estado ante los excesos de los medios de comunicación. La columna Observatorio de Alejandro Sicairos, al imputar el delito de corrupción a la empresa GIA está produciendo una noticia falsa con la intención de dañar a la empresa y confundir a la opinión pública como certeramente lo sostiene la empresa agraviada. ¿Así o más clara la violación a los principios éticos universales que deberían regir el periodismo democrático? La utilización de un testigo de cargo en la persona de Luis Enrique Ramírez (me
Jorge del Rincón.
escuece pronunciar su nombre) quizá el “periodista” más desacreditado y sucio en la historia del periodismo sinaloense (al nivel del tristemente célebre Odilón López Urías) afirmación esta última que usted puede corroborar en los dichos y la información que este torvo individuo ha dado de sí mismo en las redes sociales y que es un ejemplo diáfano de la más elemental falta de ética y probidad periodistica de Noroeste, que al utilizar a este facineroso del periodismo como una falaz evidencia en contra del ex rector Héctor Melesio Cuén, quien en ejercicio de sus derechos y patrimonio jurídico presentó una demanda civil (que no penal) por daño moral en contra de ese despojo de ser humano, carente de la más mínima credibilidad y moral periodística, ha revelado su insuficiencia para producir un periodismo objetivo y profesional, recurriendo a los más execrables representantes de periodismo calumnioso y de ficción del que se tenga memoria en la tierra de los once ríos.