UAI - Teoria Aplicada - Clases CL-2016

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PLAN DE CLASES

Dr. Hugo Pérez Idiart Universidad Abierta Interamericana Buenos Aires—Argentina 2016


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¿Cómo pensar... vivencialmente ... este principio de siglo XXI ?

La estabilidad reflexiva en el abordaje de un texto se puede lograr mediante la continuidad de los elementos o partes que lo constituyen como sistema (R.A. De Beaugrande, W. Robert A. de Beaugrande (1946-2008) U. Dressler, 2005; p.89). Esta continuidad presupone que existe una relación entre los elementos – lingüísticos y no lingüísticos- y la situación a la que hace referencia el texto; lo cual constituye una instancia de suma relevancia en los discursos de las relaciones internacionales y Wolfgang Dressler posinternacionales. Debe(n. 1939) mos tener en cuenta que uno de los elementos de toda textualidad es la repetición (Ibid., p. 98), es decir, la reiteración en distintas partes del discurso de las mismas palabras o frases –categorías léxicas- con dos consecuencias: tienden a asegurar la coherencia textual y, a la vez, disminuyen el nivel de informatividad del texto (Ibid., p. 103). En todo intercambio situado se recomienda tener en cuenta tanto la intencionalidad del hablante como la aceptabilidad del oyente y las actitudes de los inter-locutores con respecto a las normas de textualidad mediante las cuales se negocian presupuestos comunicativos (Ibid., p. 132) y he aquí la importancia de las visiones fundacionalistas, anti y posfundacionalistas. Aclaramos que tomamos al texto como acontecimiento comunicativo que posee normas de textualidad, caso contrario el texto no satisface la condición comunicativa. Estas normas son cohesión, coherencia, intencionalidad, aceptabilidad, informatividad, situacionali-

dad e intertextualidad 1. Por consiguiente, cualquier descuido en que pueda incurrir un comunicador, con respecto a los requerimientos mínimos que ha de cumplir un texto, podría ser neutralizado inmediatamente por su interlocutor y conducir a serios riesgos en la negociación comunicativa que afectan la legitimidad reflexiva. Los próximos a graduarse deberían ser muy cuidadosos en cuanto a la importancia que tiene la legitimidad reflexiva’; es decir, el compromiso que asumen como graduados en una profesión en la que continuamente se manejan enunciados observacionales y no observacionales que revelan la presencia situada de personas, grupos/ movimientos sociales y comunidades políticas organizadas y no organizadas 2. En los discursos de las RR.II. se suelen presuponer premisas, principios y/o enunciados que cubren todo el lenguaje en uso mediante los cuales se protegen las visiones paradigmáticas y/o dominantes del debate transteórico en las relaciones posinternacionales. En estos debates, las teorías de las relaciones internacionales presuponen principios trascendentes y fundan-

Ficha de Cátedra. (2014). ‘El lenguaje y lo etosocial: el abordaje de las interacciones pos-internacionales’, UAI, Bs. As., p.2. (en la web de la materia). Sin duda, en los comentarios que estamos compartiendo no se deben descuidar importantes elementos constituyentes que están presentes en las normas de textualidad, como ser 'referencia, situación, repetición, anáfora, catáfora, equivalencia, localización, sustitución, tiempo y formas verbales, conectores', entre otros. 2 Más adelante, trabajaremos en los enunciados científicos la presencia de la „base empírica‟, tanto ontológica, epistemológica como metodológica en su relación con los „presupuestos‟ del „lenguaje en uso‟ (G. Klimovsky. (1997). Las desventuras del conocimiento científico, AZ Ed., Bs. As., pp. 31-52, 3-63,; 65-80, 273-285 y 319-337). 1

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tes de la acción política y que pueden estar localizados más allá de la política. Damos los ejemplos con los cuales Oliver Marchart (2009) claramente, nos presenta al fundacionalismo: “Si pensamos en el determinismo económico, por ejemplo, este proporciona un conjunto de principios (las leyes económicas) que se presenta Oliver Marchart como la esencia de la política (de lo (n. 1968) que la política realmente es) y, además, localiza dicho fundamento (la base económica) fuera o más allá del ámbito inmediato de la política, la cual se convierte entonces en un asunto meramente superestructural ” 3

Los estudiantes de grado deben estar recordando lo aprendido en el primer año de la Licenciatura cuando estudiaron los „6 principios del realismo‟ de Hans Morgenthau (1904-1980) y su localización en el „balance de poder‟, entre otros. O. Marchart (citando a H. Fairlamb4 ) nos advierte en relación a presuponer la tesis del único o ninguno, es decir la elección de la existencia de un fundamento último o ninguno. Inmediatamente se nos abre un panorama fuerte con la emergencia de la visión antifundacionalista negando u oponiéndose a la visión fundacionalista pero –paradójicamente- compartiendo el horizonte del compromiso reflexivo5. Para nuestro curso, es interesante rescatar lo siguiente: „La estrategia fundacionalista parece funcionar por una sola razón: su paradigma es, de hecho y en gran medida, hegemónico. Su predominio le permite formular la discusión en sus propios términos” 6

Queda claro que tanto el fundacionalismo como el antifundacionalismo son categorías reflexivas siamesas. De modo que el debate continua con las visiones posfundacionalistas que, en particular, no presuponen la ausencia de

Marchart, Oliver. (2009). El pensamiento político posfundacional, FCE, Bs. As., p. 26 4 Fairlamb, Horace L. (1994). Critical Conditions Post-modernity and the Question of Foundations, Cambridge Univ. Press. (Lectura condicional: pedir el full-text al Profesor). 5 Marchart, O., Ibid. 6 Ibid., p. 27 3

cualquier fundamento; en su lugar presuponen la ausencia de un fundamento último: hay, todavía, necesidad de la vigencia –contingente– de algunos fundamentos 7. En el campo de las relaciones internacionales y posinternacionales queda planteado el trilema reflexivo y su debate8. Con el „lenguaje en uso‟ (R. A. De Beaugrande, W. U. Dressler, 2005) y la lectura sobre los tres ‟ismos‟ (Marchart, Oliver, 2009), estamos en condiciones de abordar no sólo el llamado 4to Debate (K. Sodupe, 2004; F. Halliday, 2006; P. García Picazo, 2004) en las RR.II. sino sus consecuencias posinternacionales (Y. Ferguson, R. Mansbach, 2007; F. Halliday, 2006). El enfrentamiento entre los racionalistas y los reflectivistas ha conducido y caracterizado el 4to. Debate en los enfoques teóricos de las relaciones internacionales. Una forma de interpretarlo es usando el vocabulario paradigmático que ha acuñado Thomas Kepa Sodupe Kuhn (1922-1996) tal como lo hace K. Sodupe (2004). Términos como etapas pre/paradigmáticas, ciencia normal, crisis y revolución científica van acopladas a las de anomalías e inconmensurabilidad entre otras-. Se propone una analítica en la cual podremos diferenciar el paradigma estatocéntrico, el globalista y el estructuralista, cada uno Fred Halliday con sus unidades de análisis, sus (1946-2010) visiones del ámbito internacional y su objeto de estudio. En la siguiente página podremos apreciar una articulación de tópicos, autores y vocabulario clave que nos vincula el lenguaje en uso, los trilemas fundacionalistas y el 4to. Debate en las RR.II. que nos guían hacia el posinternacionalismo. Ibid., p. 29. respetamos las cursivas del original. 8 Rogamos consultar la Ficha de Cátedra: “Orientación Reflexiva. Autores-Temas‟ en la web de la materia; en particular las pp 21-26, en las cuales ampliamos el aporte que nos facilita O. Marchart. 7

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Frente al 3er. y 4to Debate, la visión posinternacional asume algunas consideraciones: se aparta de las visiones estatocéntricas del realismo y neorrealismo; enfatiza la “continuidad” de los cambios, no obstante – enuncian- en algunos contextos es más “rápido” que en otros; el cambio no siempre es lineal -complejidad-; la historia es fundamental, aunque está influida por la Yale Ferguson narratividad subjetiva (constructivismo) lo cual es relevante para interpretar el pasado y el presente; considera las fronteras intermésticas -lo físico, lo identitario y lo simbólico están continuamente mutando-; analiza los cambios en la política global como producto Richard Mansbach de un proceso de fusión y fisión de la autoridad; relaciona la gobernanza global, con las identidades y las lealtades -todos los actores se relacionan de algún modo u otro- y, agregamos, debe dar cuenta de la complejidad de los global problems -consustancial a la globalización y la multiplicidad de actores ( Y. Ferguson, R. Mansbach, 2007). Lo que nos quedaría en una primera conclusión en esta Clase, en la cual intentamos compartir el interrogante central e inicial de la materia: „¿Cómo reflexionar –vivencialmente– este principio de siglo XXI?‟, podría delimitarse como sigue: i) La relevancia del „lenguaje en uso´ (R.A. De Beaugrande, W. U. Dressler, 2005, ii) El debate entre los „ismos‟ del fundacionalismo‟ (O. Marchart, 2009; J. V. Aguirre, 2004).

iii) El planteamiento de los reflectivismos del „4to Debate de las RR.II.‟ (K. Sodupe, 2004), iv) Las limitaciones que señalan los que utilizan el término „internacional‟ -con su mochila de conceptos estables y determinantes de presupuestos de „orden mundial‟ como Estado, territorio, soberanía, interés nacional, entre otros- (F. Halliday, 2006), v) La relativización de una visión estado-céntrica junto con la aceptación de una dinámica -cambio global bajo incertidumbre compleja- y aceptar que existe una multiplicidad de actores –bajo interaccione emergentes complejas- que vinculan historias, identidades y lealtades en torno a la gobernanza global (Y. Ferguson; R. W. Mansbach, 2007).

Para complementar los tópicos de interés y el vocabulario clave de los autores mencionados, nos ayudaría tomar en cuenta la relación entre conceptos, términos, enunciados, enunciados observacionales, enunciados no observacionales, base empírica y base teórica, a los fines de no caer en decisiones argumentativas que resulten en errores de razonaG. Klimovsky miento –falacias-. Es decir, la (1922-2009) relación entre el lenguaje, los enunciados científicos, la ontología, la epistemología, la metodología y la axiología de los discursos en las relaciones internacionales y posinternacionales (G. Klimovsky, 1997), nos obligan a estar atentos en una lectura que involucre „compromiso reflexivo vivencial‟. Este autor lo trabajaremos en la clase del 20 de abril.

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Trataremos de abordar el interrogante inicial de la materia, para lo cual relacionaremos el „lenguaje en uso‟ con los ‟ismos‟ y los presupuestos del 4to. Debate

¿Hay ruptura o continuidad epistemológica? Debate sobre el giro lingüístico y epistemológico: influencia sobre las relaciones internacionales y posinternacionales

Clave 1: El lenguaje „en uso‟ y las 7 (siete) normas de la „textualidad‟. Clave 2: „Crisis de la modernidad‟ y de la „guerra fría‟. Los „ ísmos ‟ en debate: fundacionalismos, antifundacionalismos y posfundacionalismos. Clave 3: Distinción entre: a) individualismo y holismo (los nuevos enfoques que se contraponen al individualismo metodológico de neorrealistas y neoliberales); b) polémica entre el idealismo y materialismo, remarcando el papel de las ideas en la conformación de las interacciones sociales. El vocabulario clave del 4to. Debate: racionalismo/reflectivismo.

En los discursos, análisis e interpretaciones de acontecimientos o procesos de las RR.II., la estabilidad reflexiva de los actores (o agentes) suele ser un requisito de acción cuando se negocian presupuestos comunicativos (R-A de Beaugrande, W. U. Dressler, 2005). Esto requiere tomar en cuenta en los enunciados observacionales y no observacionales, la presuposición (G. Klimosky, 1997) de estar ante la ausencia de cualquier fundamento, la ausencia de un fundamento último o la vigencia de algunos fundamentos (O. Marchart, 2009). De modo que si el 4to. Debate en las RR.II. transmite la idea de ruptura con el pasado (K. Sodupe, 2004; F. Halliday, 2006), entonces se deberían interpretar y/o comprender las interacciones complejas que revelan la presencia de actores emergentes, particularmente cuando actúan ante los global problems posinternacionales (Y. Ferguson, R. W. Mansbach, 2000). Tomando en cuenta estos delineamientos conceptuales, compartimos y debatiremos en clase los interrogantes basados en la siguiente viñeta:

Clave 4: Planteamiento de los enfoques reflectivistas: a) El contexto histórico de su emergencia; b) Desplazamiento de la ontología individualista materialista del racionalismo; c) Rechazo de la epistemología positivista; d) Diferencias epistemológicas entre los reflectivismos (constructivismo -como reflectivismo moderado- y teoría crítica, posmodernismo y feminismo como visiones radicales-) Clave 5: Los asuntos ontológicos y epistemológicos: reflexión sobre el mismo proceso de transteorización que subsume a los presupuestos del enfoque posinternacional, tomando en cuenta los modos de razonamiento y los métodos asociados presentes en los enunciados científicos (clave articulada a la próxima del 20 de abril)

¿Fundacionalismos?... ¿Antifundacionalismos?.. ¿Pos-fundacionalismos?... ¿Es posible ‘jugar’ este juego’…? (Ver ‘ER’ Nro. 1)

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Relaciones Internacionales y Relaciones Posinternacionales...

¿Es la lucha por el poder la lucha por la palabra ?

En la clase anterior (abril 13) hemos debatido la presencia de una continuidad o ruptura epistemológica en el estudio de las relaciones internacionales y posinternacionales. Para este fin, se ha delimitado al fundacionalismo, antifundacionalismo y posfundacionalismo en relación al lenguaje en uso. Con esta mesa de trabajo nos introducimos en lo que postula el 4to. Debate en las RR.II. y el enfoque posinternacional; en especial, con el objetivo de ser muy cuidadosos en el vocabulario clave que nos acompañará durante este curso. Cuando volvemos a observar la imagen de Y. Arafat, S. Peres e I. Rabin (Premio Nobel -compartido- de La Paz, 1994), luego de los Acuerdos de Oslo (1993), inmediatamente surge la relación entre los ‟ismos‟ y el 4to. Debate, entre los conceptos y términos negociados comunicativamente, entre la base empírica y teórica de esos términos y la formulación de secuencias argumentativas que han dado lugar a conflictivos enunciados observacionales y no observacionales, en el ámbito de la geopolítica y geocultura global. De acuerdo a esto y retomando lo enunciado en la clase anterior, la estabilidad reflexiva de los actores (o agentes) suele ser un requisito de acción cuando se negocian presupuestos comunicativos. Por tanto, Las decisiones argumentativas no se pueden sostener en enunciados que son conclusiones basadas en errores de razonamiento –falacias-1. Es decir, la relación entre el lenguaje, los enunciados científicos, la ontología, la epistemología, la metodología y la axiología de los discursos en las relaciones internacionales y posinternacionales (G. Klimovsky, 1997) debe ser explicitada. El material reflexivo de marras puede ser cónsul-

tado en la web de la materia 2 (ver imagen en la página siguiente), en el cual invitamos, posteriormente, a leer el texto de referencia completo (G. Klimovs ky, 1997).

G. Klimovsky (1922-2009)

Estos constituyentes del lenguaje nos sitúan en el debate sobre el giro lingüístico y epistemológico y su influencia sobre las relaciones internacionales y posinternacionales. En este curso intentaremos compartir la comprensión e interpretación de autores pertenecientes a distintas comunidades lingüísticas; es decir, multiculturales, interculturales y transculturales, como veremos en las siguientes clases. Lo común a estos autores es que revelan procesos argumentativos con el fin de sostener enunciados que legitiman y/o critican visiones de orden, control y paradojas de comportamientos globales. Las propuestas para el estudio de la argumentación3 se encuentran estrechamente vinculadas al discurso social y al estudio de la retórica (M. Angenot, 2010 ). Reproducimos de este autor lo siguiente: “La concepción central de la racionalidad se desplaza de la ciencia (paradigma del siglo XIX) a la vida pública 1

Uno de los más notables ejemplos de la „crisis de la presencia‟ en la actualidad global, es la defensa argumentativa –bajo legitimación mediática– del dictum : ‘La mentira es útil’, acompañada por errores de razonamiento tales como ad-hominem (contra la persona), fallatia compositionis (error de composición), el error rousseauneano (error de accidente), post-hoc ergo propter hoc (falsa causa), ad baculum (amenaza y/o fuerza), ad verecundiam (autoridad) o ad ignorantiam (apelar a la ignorancia), entre otros. Los interesados en abordar las teorías de la argumentación, pueden solicitar la bibliografía (full-text) al Profesor; la única condición es efectuar una reseña del texto abordado y exponerlo en clase. Ver bibliografía al final . 2 Leonardo Balmaceda; Hugo Pérez Idiart. (2014). Escenarios Reflexivos y Procesos de Razonamiento, UAI, Buenos Aires. 3 Los interesados en las teorías de la argumentación pueden consultar los siguientes textos: F. van Eemeren; R. Grootendorst. (2011). Una teoría sistemática de la argumentación, Ed. Biblos, Bs. As.; F. van Eemeren; R. Grootendorst. F. Snoeck Henkemans. (2006). Argumentación, Ed. Biblos, Bs. As.; F. H. van Eemeren

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dades definitivas, científicas o dogmáticas‟ 4.

Motivadora y fecunda reflexión que nos vincula con los obstáculos epistemológicos (G. Bachellard, 2000), puesto que si queremos elucidar el enunciado central de esta Gastón Bachellard (1884-1962) clase, debemos ser muy cuidadosos con las secuencias argumentativas con las cuales abordamos el discurso social en el espaciotiempo posinternacional, recordando que tenemos en nuestra mochila reflexiva dos interrogantes: ¿ Cómo pensar, … vivencialmente … este principio de siglo XXI ? ¿ Hay continuidad o ruptura epistemológica ? (clase: 13 de abril). El material que aborda los términos y enunciados observacionales y no observacionales conjuntamente a los modos de razonamiento válidos y no válidos, se encuentra en: „www. hugoperezidiart.com.ar ‟ vínculo „Epistemología‟ (Autores de consulta: http://hugoperezidiart.com.ar/epistemologia-pdf/ 17-icc-TOTnoO-2015-v3.pdf )

y a la cultura cognitiva y discursiva del mundo corriente. Al mismo tiempo, los Grandes Relatos de la historia y las certidumbres historicistas han sufrido una pérdida de credibilidad irreversible, al igual que los dogmas y los grandes principios de otros tiempos: todo es (de nuevo) argumentable. "La retó rica renace cuando los sistemas ideológicos se derrumban", señala Michel Meyer (1986: 7). "La voluntad de someter los asuntos humanos a una escatología científica ha fracasado", queda para los posmodernos la tarea de búsqueda negociada de coexistencia y de consenso (Buffon, 2002: 73). Los discursos y la discusión son los fundamentos siempre inestables de la Ciudad, y esto explica la fuerza del retorno de la retórica. Dado que por todas partes las certezas absolutas se han desvanecido con las Grandes Esperanzas históricas, la cuestión de lo probable ha vuelto a instalarse en el centro de los debates contemporáneos sobre el riesgo y el manejo de lo incierto. Así, la nueva retórica es contemporánea del Segundo Desencanto, el de las religiones seculares o políticas; se aleja de lo unívoco, de lo apodíctico, de las verMarc Angenot

Para cercar estos interrogantes, retomamos los más relevantes obstáculos epistemológicos, a partir del dipolo „ciencia vs. opinión‟: observación básica y su generalización, lo verbal (= metáforas), el conocimiento y R. Grootendorst. (2002). Argumentación, Comunicación, Falacias. Una perspectiva pragma-dialéctica, Ed. Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile; R. Marafiotti (Comp.). (1991). Temas de argumentación, Ed. Biblos, Bs. As.; R. Marafiotti, C. Santibáñez Yáñez. (2010). Teoría de la argumentación. A 50 años de Perelman y Toulmin, Ed. Biblos, Bs. As.; R. Marafiotti. (2003). Los patrones de la argumentación, Ed. Biblos, Bs. As.; C. Asti Vera. (2008). Escenarios argumentativos. Iniciación a la evaluación de argumentos, C. C. C. Educando, Bs. As.; C. Asti Vera; C. Ambrosini. (210). Argumentos y teorías Aproximación a la epistemología, C. C. C. Educando, Bs. As; S. Toulmin. (2007). Los usos de la argumentación, Ed. Península, Barcelona; Ch. Perelman. (1997). El imperio retórico. Retórica y Argumentación. Ed. Norma: Santafé de Bogotá, Colombia; Ch. Perelman, L. Olbrechts-Tyteka. (1989). Tratado de la Argumentación. La nueva retórica, Ed. Gredos, Madrid. En inglés, podemos sugerir: F. van Eemeren. (2010). Strategic Maneuvering in Argumentative Discourse: Extending the pragma-dialectical theory of argumentation, John Benjamins Pub; Ch. W. Tindale. (2007). Fallacies and Argument Appraisal, Cambridge Univ. Press, UK; F. van Eemeren, B. Garssen (Eds.) (2007). Pondering on Problems of Argumentation. Twenty Essays on Theoretical Issues; Springer; D. Walton. (2006). Fundamentals of Critical Argumentation, Cambridge Univ. Press, USA; Katherine Mayberry (Author). (2009). Everyday Arguments: A Guide to Writing and Reading Effective Arguments, 3rd. Ed., Houghton Mifflin Co., USA . Todos los textos mencionados pueden ser solicitados al Prof. con la condición de efectuar una reseña de un tópico de interés de la Cátedra y exponerlo en clase. 4 Marc Angenot. (2010). El Discurso Social. Los límites históricos de lo pensables y lo decible, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, p. 163. Por supuesto, invitamos a los estudiantes a consultar el Cap. completo del autor: „Nuevas propuestas para el estudio de la argumentación en la vida social‟ en el texto de referencia.

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unitario, la explicación por la utilidad (pragmatismo), el sustancialismo (considerar solo las propiedades) y el animismo (lo precientífico), entre otros; todos son obstáculos para la cultura científica. Y cuando hablamos de „cultura científica‟ estamos haciendo referencia al proceso comunicativo; en otras palabras a la „negociación de significados‟ que legitimen un orden paradigmático bajo incertidumbre posinternacional. Como hemos mencionado, el 4to. Debate requiere precisar los conceptos y términos negociados comunicativamente, aclarar la base empírica y teórica de esos términos y la formulación de secuencias argumentativas para evitar dar lugar a conflictivos enunciados observacionales y no observacionales, en el ámbito de los enfoques posinternacionales. De modo que la relación tensiva entre racionalismos y reflectivismos necesita situar el texto y contexto de fondo del Debate; en otras palabras, considerar los giros5 (turn, tournant, wende), en los cuales se ha visto involucrado el „lenguaje en uso‟. No es nuestra tarea internarnos en el maravilloso debate que nos han planteado la filosofía analítica, el estructuralismo, el posestructuralismo o la hermenéutica, enfatizando el papel del lenguaje como agente estructurante –y sus matices- de la realidad social. Pero los cursantes no deben desconocer que el lenguaje – para algunos- debe ser usado en forma correcta y lógica6; en cambio si estamos de acuerdo en que se deben revisar algunos „fundamentos‟ del análisis lógico, entonces estamos encarando el estudio de los enunciados situados en las prácticas sociales –actos de habla-7; aunque si no dudaNos referimos al giro lingüístico y sus desplazamientos a nivel pragmático, hermenéutico e interpretativo – entre otros- de la filosofía contemporánea, lo que nos puede ayudar a comprender el 4to. Debate en su deslizamiento posinternacional. Los cursantes que deseen full-text sobre los „giros‟ consultar al Prof. 6 Vertiente conocida como filosofía analítica, filosofía del análisis lógico del lenguaje, positivismo lógico, neopositivismo o atomismo lógico (Michel Meyer (director). (2010). La filosofia anglosajona, Prometeo Editorial, Bs. As.). 7 Conocido como ‘giro pragmático’ (contingencia de la interacción) en base a la vertiente de la „filosofía pos -analítica‟ .

mos que estamos ante una „crisis de la razón‟ y, por tanto, un cuestionamiento a la categoría „sujeto‟ -pilar de la modernidad-, entonces cobra vigencia retomar la interpretación de los significados8 mediante los cuales las interacciones de los actores (agentes) se entrelazan en „procesos argumentativos con el fin de sostener enunciados que legitiman y/o critican visiones de orden, control y paradojas de comportamientos globales‟. En esta primera Unidad del programa de TARI se plantea que el fin de la Guerra Fría actualiza dimensiones conceptuales relacionadas: paradigmas vigentes, orden regional e internacional y los temas de agenda insertos en los global problems 9. Los paradigmas vigentes han sido aproximados – inicialmente- a través del 3er. y 4to Debate en el estudio académico de las RR.II. Se ha considerado esencial advertir sobre la relevancia del „lenguaje en uso‟ y trabajar sobre las enunciaciones inferidas de los tres „ismos‟ a los fines de aclarar las consecuencias del conflicto global inter e intrahegemónico post caída del muro de Berlín (1989). En este proceso los intercambios comunicativos han revelado nuevas voces y nuevos actores, nuevas formas de conflicto y nuevas visiones epistemológicas y metodológicas para ser debatidas transdisciplinariamente. Nosotros compartimos el interés por estudiar los GP, de modo de poder diferenciar los temas de agenda y los issues que están caracterizando este principio de

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Conocido como ‘giro hermenéutico’. Sin duda el tema es más exigente y los que deseen profundizarlo, rogamos solicitar material reflexivo a la Cátedra. 9 En adelante: GP.

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‘Manifestación’ - Antonio Berni

(1905-1981)Temple sobre tela

Algunos de los GP -a nivel de categorías de análisis- más citados suelen ser: “-Problemas de seguridad a escala global causado por el uso

siglo XXI: globalización, seguridad, orden global (poder, intervencionismo, cooperación, etc.), nuevas guerras, geocultura, complejidad, gobernanza global, mediatización comunicativa, entre otros. Los GP 10 se caracterizan por: “ (…) (1) Sin duda existen innumerables problemas que poseen alguna característica global, pero propiamente, los GP son de escala mundial (world-scale dimensions), (2). La globaliza ción de un problema se desarrolla de dos maneras: a) se propaga de un país o región a otra parte del mundo o, b) problemas similares o compartidos aparecen en diferentes países o regiones –a través de la difusión de similares condiciones de evolución del problema o por otras razones. (3) Los GP desafían –más o menos inmediatamente o eventualmente- a las naciones y (4) En la medida en que la gestión eficaz y la solución de estos problemas sea posible, esto presupone un deber internacional de participación y responsabilidad.” 11 10 En

otro lugar hemos conceptualizado este compuesto nominal como „(…) issues -tópicos de abordaje estratégico- cuya solución, necesariamente, requiere de la cooperación de toda la comunidad internacional y se apartan de los abordajes individuales propuestos por parte de algún país o alianza de países ( ‘Nuevos Escenarios en las RR.II.: Los global problems, el Islam y la violencia extrema‟, Rediu, Año 9, No. 24 , Mayo de 2011, p. 1) y, a la vez: „Los GP se caracterizan por poseer una dimensión de estudio a gran escala (world-scale dimensions), emergen de asuntos locales o domésticos y se expanden regional e internacionalmente, configuran desafíos a otros actores –imposibilidad de la indiferencia-y las soluciones dependen de los presupuestos de sentido, participación y responsabilidad de la comunidad internacional‟ (Ibid., p. 2). Para profundizar ver Pami Aalto, Vilho Harle; Sami Moisio. (2012). Global and Regional Problems. Towards an Interdisciplinary Study, Ashgate Pub., England; John Baylis, Steve Smith, Patricia Owens. (2008).The Globalization of World Politics, 4th. Ed., Oxford University Press Inc., New York; Patricia J. Campbell, Aran MacKinnon, Christy R. Stevens. (2010). An introduction to global studies, John Wiley & Sons, Ltd., Publication, UK; Paul D‟Anieri. (2012). International Politics: Power and Purpose in Global Aff airs, 2nd. Edition, Wadsworth , Cengage Learning, USA; Klaus Dodds. (2005). Global Geopolitics. A Critical Introduction, Pearson Education, England; Richard Falk, Mark Juergensmeyer , and Vesselin Popovski (Ed.). (2012). Legality and Legitimacy in Global Affairs, Oxford University Press, USA. Los que deseen ampliar este tópico deben considerar que la bibliografía es abundante y selectiva: pedir a la Cátedra los full-text. 11 Harto Hakovirta, Kaisa Herne, Minna Jokela, Kaisa Lähteenmäki-Smith; Tiina Salmio. (2002). „Global problems and their governance: The contribution by the Figare/Safir Project‟, en Jukka Käyhkö and Linda Talve (Ed.): Understanding the Global System, Finnish Global Change Research Programme FIGARE, p. 169.

o amenaza de uso de armas; en especial la carrera armamentista de las grandes potencias y la posibilidad de grandes guerras, sea usando amas convencionales o de destrucción masiva;, los problemas ampliamente compartidos por los conflictos armados locales o regionales y su potencial escalamiento global; terrorismo internacional, territorios minados, etc. -Problemas de la economía global y el desarrollo. El peligro de una recesión global persistente y el colapso de la economía internacional; los múltiples problemas de la economía a nivel social; las políticas de subdesarrollo, la pobreza absoluta y la brecha del desarrollo mundial; todos conjuntamente representan riesgos de desborde (spilling over) o escalamiento que, de algún modo, ponen en riesgo la seguridad global. -Problemas causados por el agotamiento de los recursos naturales (materias primas industrias y agrícolas, agua, etc.) con su potencial consecuencia de ocasionar desigualdades intolerables, ampliándose a conflictos de escala global. -Problemas del medio ambiente tales como la deforestación, la reducción de la capa de ozono, el cambio climático global, la disminución de la diversidad de las especies, los distintos tipos de contaminación y la distorsión del ecosistema global. -Problema de la vigencia de los Derechos Humanos, lo cual incluyen el de los refugiados y desplazados; todos íntimamente relacionados con los anteriores pero, a su vez, constituyen una categoría diferenciada por sus implicancias regionales, internacionales y globales. -Problemas ocasionados por la difusión de bacterias o virus a nivel de epidemia/endemias; en este caso es determinante la colaboración/responsabilidad de la comunidad internacional. problemas fuera de escala. Son aquellos que no puePara-Otros den ser resueltos n sí mismos debido a que afectan a todos los demás issues, tales como el crecimiento poblacional y la pobreza.” 12

Sin duda, los GP citados no son exhaustivos, ni nos interesa que lo sean, hay numerosos que podrían ser mencionados y categorizados, en especial desde su emergencia en América Latina e hispana, África subsahariana, Medio Oriente, Cáucaso, etc. Culminamos, en esta clase, con un ejercicio de aplicación conceptual, inferido de un GP que debería sr interpretado con el vocabulario posinternacional. En el mismo podremos analizar los procesos argumentativos –a favor o en contra– de la acción de los medios de comunicación y la negociación comunicativa de significados transculturales. 12

Ibid.

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En la clase anterior (abril 13) hemos planteado un interrogante (¿Hay ruptura o continuidad epistemológica?) y un eje de lectura (fundacionalismos, anti y posfundacionalismos) para determinar si el posible „jugar‟ el „juego‟ representado en la viñeta. La lectura fundacionalista asume principios que legitiman las normas de cada jugador (damas, ajedrez) y se despliegan futuros escenarios inconmensurables -imposible jugar-. La lectura antifundacionalista, invalida los principios de ambos jugadores, por tanto podrían estar en esa posición eternamente y ni siquiera tendría legitimidad el estar sentado ante el tablero. La lectura posfundacionalista sostiene que, bajo esas normas o reglas, no sería posible negociar significados; no obstante, si los jugadores desean mantener las mismas piezas y el mismo tablero, deberán consensuar una distinta normativa. La ruptura o continuidad epistemológica tiene respuesta y está condicionada a cada uno de los tres „ismos‟. En esta clase estamos articulando un segundo interrogante (¿Es la lucha por el poder la lucha por la palabra?) con otro eje de lectura („lenguaje en uso‟) que reconozca que para ‟jugar‟ un „juego‟ en el que se observa una siamesa relación palabra-poder (global problems) hay que establecer un proceso de negociación comunicativa. Esto involucra la utilización de todos los recursos del habla, de los enunciados argumentativos, de los obstáculos a la difusión de la cultura científica y de los planteamientos que han resultado en un horizonte abierto -certeza/incertidumbre - derivado del giro lingüístico. Con este arsenal teórico vamos a posicionarnos en un referente con múltiples interpretaciones: „Las 12 viñetas del Profeta‟ publicadas en el diario danés "Jyllands-Posten" (30 de septiembre, 2005), reproducidas por France-Soir y otros periódicos europeos. La reacción en el espacio geopolítico y geocultural islámico fue inmediata y en numerosos casos violenta y persistente.

Si de la clase anterior (abril 13) tomamos la matriz: RI y RPI

Racionalismos

Reflectivismos

Fundacionalismos Antifundacionalismos

¿Continuidad o Ruptura epistemológica?

Posfundacionalismos

De acuerdo a la posición reflexiva que Ud. asuma, se podrán apreciar consecuencias comunicativas diferentes. Deberemos debatir en esta clase los siguientes dos interrogantes de un issue que forma parte de los global problems: ¿ Cuáles considera que son las consecuencias (políticas, sociales, económicas y culturales) de la publicación de las viñetas del profeta según un enfoque basado en las relaciones internacionales y otro que utilice el vocabulario posinternacional ? Por tanto, para ambos enfoques: ¿Es la lucha por el poder la lucha por la palabra ? Si Ud. Relaciona las „consecuencias‟ del primer interrogante y las asocia con una respuesta positiva o nega tiva al del segundo interrogante, iremos en la próxima clase (abril 27) a encarar cómo podríamos relacionar poder/palabra con la dialéctica antitética/antinómica. En otras palabras, abordaremos ‘cómo’ pensar vivencialmente el

orden internacional ...

Grupo palestino „Comité de Resistencia Popular‟ quema bandera danesa en Gaza

5


iII

PLAN DE CLASES

Dr. Hugo Pérez Idiart Universidad Abierta Interamericana Buenos Aires—Argentina 2016


se 7 a l C l2 ri b A

La comunidad internacional y el 'Orden':

¿Dialéctica antitética o dialéctica antinómica? Retomando lo expresado en la clase anterior (p. 3): ‗(…) los Grandes Relatos de la historia y las certidumbres historicistas han sufrido una pérdida de credibilidad irreversible, al igual que los dogmas y los grandes principios de otros tiempos: todo es (de nuevo) argumentable‘ (M. Angenot, op. cit; J-F Lyotard, 1986), junto a las teorías de la argumentación, la advertencia sobre los obstáculos epistemológicos y los giros derivados del lingüístico, nos introduciremos en algunos de los issues que inciden en los global problems tal como los de registro geopolítico y geocultural (J. Agnew, 2005; J Jordán, 2014; L. Tomassini; 1991; A. Tickner; O. Wæver, 2013). Simultáneamente, en lo siguiente no debemos olvidar los abordajes fundacionalistas, posfundacionalistas y antifundacionalistas y su influencia para el estudio de las relaciones internacionales y posinternacionales1‘

emergente permanente; -continuidad- no obstante, deja abierto el espacio relacional hacia una dialéctica cuya síntesis sea algún nivel de cooperación2. En cambio, la dialéctica antinómica3, si bien también relaciona el cambio entre los opuestos, cada término – tanto de la tesis como de la antítesis– son autónomos y en la síntesis no presenta fusión conceptual, no emerge un concepto reflexivo que sea consecuencia necesaria del vínculo relacional entre sus opuestos. Se lo puede observar muy bien si nos sostenemos en los presupuestos de lo político, sea en la relación público/ privado: opinión, amigo/enemigo: lucha y mando/ obediencia: orden 4.

Continuaremos preguntándonos si estamos ante una ‗ruptura o continuidad epistemológica‘ (Clase 13 de abril) y, además, si ‗la lucha por el poder es la lucha por la palabra‘ (Clase 20 de abril) y analizaremos con algunos issues como geopolítica y seguridad, si algunos de los reflectivismos nos aportan vocabulario clave para ‗pensar...vivencialmente...este principio de siglo XXI‘. La intra-textualidad del párrafo anterior será articulada abordando la dialéctica, con su noción de cambio y vinculo con el poder. Para enunciar nuestra lectura, aceptemos que la dialéctica aborda el cambio y en su versión antitética (materialismo histórico) adopta la relación entre opuestos que conducen a un estadio reflexivo de fusión conceptual (blanco -tesis-, negro— antítesis-, gris -síntesis-), ergo: burguesía-proletariado y su síntesis (lucha de clases). Es decir, el conflicto es un 1 Uno

de los autores más citados en la llamada ‗transición paradigmática posinternacional‘ ha sido James Rosenau (1924-2011). Tanto Y. Ferguson como R. Mansbach hacen referencia especial a la trilogía: Turbulence in World Politics: A Theory of Change and Continuity (Princeton: Princeton University Press, 1990); Along the Domestic-Foreign Frontier: Exploring Governance in a Turbulent World (Cambridge: Cambridge University Press, 1997) y Distant Proximities: Dynamics beyond Globalization (Princeton: Princeton University Press, 2003) de J. Rosenau y le dan su reconocimiento por haber acuñado esta categoría reflexiva (Yale H. Ferguson, Richard W. Mansbach. (2007). ‗Post-international ism and IR Theory‘, Millennium - Journal of International Studies, Vol. 35 No.3, p. 532).

…¿ Dialéctica antitética, dialéctica antinómica…?

2 Si

se considera que la dialéctica antitética no necesariamente se sitúa en las teorías del conflicto, entonces aparece como determinante identificar cuál es la visión de partida (fundacionalismos, anti o posfundacionalismos) que adopta el analista (intérprete, interlocutor, etc.) para interpretar el ‗cambio‘ en los enfoques internacionales, posinternacionales y transinternacionales –lo veremos en la última Unidad- del orden/des/orden global. Sería interesante complementar con la visión de la ‗dialéctica negativa‘. 3 Autores que han influenciado en su estudio han sido, entre otros: Friedricht Nietzsche (1844-1900), Erns Jünger (1895-1998), Martin Heidegger (1889-1976), Oswald Spengler (1880-1936), Carl Schmitt (1888-1955) y Julien Freund (1921-1993). 4 Remitimos a los diagramas expuestos en: http://hugo perezidiart.com.ar/teoria-aplicada-2014/uai-DialecticaAntinomica-2005.pdf . También remitimos al trabajo de María Susana Durán Sáenz. (2014). ‘Algunos conceptos sobre el conflicto y las RR.II.‘ (http://www.caei. com.ar/sites/default/files/28_2.pdf)

1


Tanto en la geopolítica, la geocultura o la seguridad internacional/posinternacio nal, podremos apreciar los juegos dialécticos y las formas de argumentación que utilizan sus autores. Con pocas dudas, uno de los conceptos claves que son artiJohn Agnew (n. 1949) culadores de significados de la intratextualidad mencionada en la página anterior, es el de ‗soberanía‘5 ; término que interroga a los interesados en los procesos argumentativos que giran en torno al poder6. En particular, uno de los difusores de la geopolítica crítica ha focalizado parte de su interés en la dualidad ‗soberanía/territorio‘ en la reconfiguración del espacio dialectal de la globalización7. Sostiene John Agnew8, como principal argumento, que no estamos en presencia del fin de los espacios soberanos estatales, sino que se revela una continuidad de subespacios en los cuales se encuentra la difusión del poder soberano. Sostiene que la actual etapa del capitalismo en su fase global ha ido disipando la capacidad del Estado para administrar los flujos local-globales de capitales, la influencia de las organizaciones internacionales, la movilización de personas a nivel continental/inter/continental, entre otras, indican que la soberanía posee un escalamiento multidimensional. En otras palabras, la soberanía se ha fragmentado y utiliza el vocabulario de las teorías del régimen internacional para sostener su propuesta: sovereignty regimes. Con esto evita los límites que impone la noción de soberanía cuando está asociada a la de territorio y ambos a la de Estado-nación; ergo: hay interacciones a nivel de multiplicidad de niveles y de tipos de actores9 . Además del texto de J. Agnew. (2009). Globalization and sovereignty, Rowman & Littlefield Pub., USA; mencionamos algunos autores que nos ayudan a interrogar la soberanía y su importancia para el enfoque posinternacional: Saskia Sassen. (2006). Territory, Authority, Rights: From Medieval to Global Assemblages, Princeton Univ. Press; Stephen Krasner. (1999). Sovereignty: Organized Hypocrisy. Princeton Univ. Press; Daniel Philpott. (2001). Revolutions in Sovereignty: How Ideas Shaped Modern International Relations. Princeton Univ. Press; Jean L. Cohen. (2012). Globalization and Sovereignty: Rethinking Legality, Legitimacy, and Constitutionalism, Cambidge Univ. Press. 6 En próximas clases compartiremos la noción ‘poder’ desde diversos perspectivas. 7 A lo lardo de nuestro compartiremos autores, temas e instituciones que están estrechamente vinculados a los global problems . 8 Agnew abordó el estudio de la política mundial desde la lectura posestructuralista, que sería conocida como ‗geopolítica crítica‘, centralizando su interés en el discurso y la reconceptualización del vocabulario clave dominante. 9 Sugerimos consultar y disfrutar el ‘Prólogo’ de Heriberto Cairo Carou: ‗Repensando la geopolítica: la renovación de la disciplina y las aportaciones de John A. Agnew‘, en la versión en español del texto de J. Agnew. (2005). Geopolítica: una revisión de la política mundial, Ed. Trama., pp. 5-11. Para una crítica a la noción ‗régimen‘, consultar Susan Strange: ‗CAVE ! HIC DRAGONES: Una crítica del análisis de regímenes‘, 5

JA se apoya en Michael Mann 10 : usando la distinción propuesta entre el poder estatal infraestructural (power through society) y el despótico (power over society): ‗Específicamente, el término poder despótico e infraestructural ha sido usado por Michel Mann para identificar las dos maneras diferentes en que el aparato gubernamental adquiere y usa su poder centralizado‘ 11.

De este modo postula cuatro tipos de régimen soberanos: clásico (altos niveles de poder infraestructural y despótico), imperialista (lo contrario a lo anterior), integradora y globalista (los mecanismos no territoriales asumen el control del ejercicio de la soberanía). En el clásico, tradicionalmente estudiado, un Estado controla su territorialidad (China); en el imperialista se observa lo opuesto al anterior y ya no hay control del Estado (Medio Oriente, África subsahariana, Latino/Hispanoamérica); en el integrador se da el caso de la Unión Europea, en el que el poder posee un componente infraestructural –territorial- que va continuamente reconfigurando sus fronteras y se amplían los subespacios soberanos. En el globalista, los casos son EE.UU. y Gran Bretaña del s. XIX, en los cuales se mantiene la soberanía territorial y, simultáneamente, se busca la integración, sea a través de la cooptación o de la coerción, en base a la hegemonía de un actor central12. El camino argumentativo de John Agnew se basa en la continuidad epistemológica de un vocabulario dialectal que posee su síntesis en un Estado-nación situado. Sin duda al partir de las categorías que contextualizan su noción de soberanía y régimen soberano se infiere que no hay un ‗fin de la geografía‘ debido a la globalización. JA se pregunta si estamos ante una nueva era de geopolítica ‗global‘ y argumenta: ‗Es difícil señalar un único escenario en relación con lo que está sustituyendo a la Guerra Fría como pauta organizadora de la geopolítica global. Tres escenarios ofrecen diferentes perspectivas sobre lo que está ocurriendo. Tras hacer una somera descripción de cada uno de ellos, llegaré a una breve conclusión sobre la «geopolítica global»‘13. Y agrega: ―Los tres candidatos más evidentes para constituir el fundamento de una nueva geopolítica son: en primer lugar, el que se Relaciones Internacionales, Nro. 11, junio de 2009, GERI – Univ. Autónoma de Madrid, pp. 125-144; y para una interpretación de su alcance reflexivo en la disciplina, ver John Ruggie. (1998). Constructing the World Polity. Essays on international institutionalization, Routledge, USA, en especial ‗Epistemology, ontology, and the study of international regimes‘ (pp. 85-101). 10 Su texto de 1993: The Sources of Social Power: The Rise of Classes and Nation-States, 1760-1914, Cambridge University Press. 11 Agnew, John. (2009). Globalization and sovereignty, op. cit, p. 117. 12 Es motivadora la lectura contrastada entre lo que propone J. Agnew, y las visiones de S. Sassen y S. Krasner entre otros 13 John Agnew. (2005). Geopolítica: una revisión de la geopolítica global, op. cit, p. 147. Además, se complementa con ―Mapping Political Power beyond State Boundaries: Territory, Identity, and Movement in World Politics‖. Millennium: Journal of International Studies, Vol. 28, pp.: 499–521 (1988).

2


deriva de las nuevas prácticas y representaciones de una economía global transnacional y desterritorializada (a la que se suele denominar con el término de «globalización»); un segundo que contempla la perspectiva de guerras culturales entre distintas «civilizaciones», y un tercero que considera que Estados Unidos ejerce un dominio imperial que carece casi por completo de rivales militares‖ 14.

Hemos trabajado con John Agnew para comprender la importancia del estudio del cambio global –con eje en la geopolítica- empleando formas de razonamiento que se basan en categorías que pueden deslizase conceptualmente bajo premisas de continuidad o ruptura epistemológica15. En las siguientes clases complementaremos con otras visiones y autores a los fines de profundizar la intratextualidad que estamos encarando, en especial cuando abordemos en las próximas clases nociones pivot que interrogan a la comunidad internacional como poder, orden global, inter y multiculturalidad, gobernanza global y cosmopolitismo, entre otras. 14

Ibid., pp. 147-148.

15 Complementamos

con Miles Kahler. (1986 ). ―Territoriality and Conflict an Era of Globalization‖, en M. Kahler y B. Walter (Ed.): Territoriality and Conflict in an Era of Globalization, Cambridge University Press, p. 2 (forthcoming).. La noción de territorio y frontera ha sido central para comprender las relaciones entre los Estados tal como se lo observó en Nicholas J. Spykman, (1942). ―Frontiers, Security and International Organization‖, Geographical Review, Vol. 32, pp.: 43045; Para Gregory Bateson, hay una relación entre territorio y mapa, pero esa relación es una abstracción, mediante la cual lo que se considera territorio es imposible que sea cartografiado, que sea pasado a un mapa: lo que se expresa en el papel son las diferencias. En el mismo sentido, Lévi-Strauss afirma articulando frontera e identidad que es una especie de hogar virtual al que es indispensable hacer referencia para explicar un cierto número de cosas, pero sin que tenga jamás una existencia real. La visión revisionista está dinamizada, como ya hemos mencionado, por Gearóid Ó Tuathail, John Agnew, Simon Dalby, Klaus Dodds, Leslie Hepple, Timothy Luke, y Paul Routledge, todos interesados en los vínculos entre geografía, cultura, discurso y política. Como ser: Gearo‘Id O´ Tuathail (1997). Critical Geopolitics: The Politics of Writing Global Space. Minneapolis: University of Minnesota Press y Simon Dalby (1992). Ecopolitical Discourse: ‗‗Environmental Security‘‘ and Political Geography‖, Progress in Human Geography, Vol. 16, pp.: 503–522; Chris Brown. (2001). ―Border and Identity in International Political Theory‘, en Michael Albert, David Jacobson y Yosef Lapid (eds.): Identities, Borders, Orders: Rethinking International Relations Theory, Minneapolis, MN: University of Minnesota Press. Incluso, para hacer más articulado el debate, la idea de un mundo sin fronteras va asociada a que la globalización ha impactado en los procesos de cooperación institucional. Si entendemos la globalización como el incremento global de las transacciones de bienes, servicios y trabajo, entonces este proceso conduce al fin del Estado-nación en su visión clásica, tal como leemos: ―(…) En términos de flujo real de actividad económica, los Estados-nación ya han perdido su rol como unidades significativas de participación en la economía global‖ (Kenichi Ohmae. (1996). The End of the Nation State, New York: Free Press, pp. 11-12). A nivel de redes y en complemento a lo anterior: ―(…) Atravesado por redes globales de riqueza, poder e información, el moderno Estado-nación ha perdido mucho de su soberanía‖ (Manuel Castells. (2000). The Rise of the Network Society, Oxford: Blackwell, pp. 5-6 ). En la misma línea argumentativa, se destacan: Michael Keating. (2001). Plurinational Democracy: Stateless Nations in a Post-Sovereignty Era, Oxford: Oxford Univ. Press, y nuevamente Kenichi Ohmae. (1990). The Borderless World, New York: Harper Collins; Alex Maroya. (2003). ―Rethinking the Nation -State from the Frontier‖, Millenium-Journal of International Studies, Vol. 32,

Continuando con issues que inciden en los global problems, los tres ‗ismos‘ en debate de los fundacionalismos giran en torno al dipolo certeza/ incertidumbre. Si nos centramos en los llamados ‗estudios estratégicos‘, en uno de sus espacios reflexivos nos encontraremos con algunos términos claves: el dilema de seguridad, su vinculación con la configuración de los regímenes y comunidades de seguridad, las medidas de fomento de la confianza y de la seguridad militar16, desarme y limitación de Javier Jordán armamentos y disuasión ; vocabulario clave que utiliza Javier Jordán y que nos ayuda a delimitar el interrogante de esta clase17. La historiografía del término ‗seguridad‘ incluido en la formulación de enunciados observacionales y no observacionales posee un recorrido que, con todas las limitaciones del caso y solo a nivel aproximado y no con uso argumentativo, describe el siguiente señalamiento: seguridad nacional, seguridad internacional, seguridad colectiva, seguridad nuclear, seguridad ecosistémica, seguridad humana o seguridad ciudadana.18 pp. 267-292; en particular ―Conceptualising the (Post-)Imperial Frontier‖ (pp. 270-273) e ―Issues for the Postcolonial Frontier State‖ y ―Contextualising the Frontier State‖ (pp. 283-286). También Anssi Paasi. (1999). ―The Political Geography of Boundaries at the End of the Millennium: Challenges of Deterritorializing World‖, en Heikki Esklinen, Ikka Liikanen y Jukka Oksa (Eds.): Curtain of Iron and Gold: Reconstructing Borders and Scales of Interaction, Aldershot: Ashgate, pp. 9-24 . 16 Los que deseen ampliar pueden consultar los siguientes obras en relación al CSBM (Confidence and Security Building Measures): Zdzislaw Lachowski. (2004). Confidence and Security-Building Measures in the New Europe, SIPRI Research Report No. 18, Oxford University Press; en especial: Ch. 9. ‗Inspiring the non-European CSBM‘, Debate. En el texto se podrá apreciar la relación entre premisas/ factores para un CBM (pp. 187-192). También a nivel documental ver: Confidence and Security-Building Measures in te Americas. A Reference Book of Hemispheric Documents, United States Department of State, Bureau of Military-Political Affairs, Seventh Edition, September 2003; y Junta Interamericana de Defensa, Medidas de Fomento de Confianza y Seguridad, febrero 2016. 17 Jordán, Javier. (2014). ‗Gestión de la incertidumbre en las Relaciones Internacionales‘, Análisis GESI (Grupo de Estudios de Seguridad Internacional), 9, Universidad de Granada, España. 18 Los ‗Security Studies’ forman parte de uno de los más fecundos senderos reflexivos en los cuales se pueden rastrear los ‗modos de razonamiento‘ de los interesados en el tópico. Sugerimos algunos de los textos de referencia que revelan lo mencionado: Barry Buzan; Lene Hansen. (2009) The Evolution of International Security Studies, Cambridge Univ. Press, UK, en especial ‗The key questions in International Security Studies: the state, politics and epistemology‘ (pp. 21-38), ‗A post-Kuhnian sociology of science‘ (pp. 4044), ‘From peace to security: Common Security, Feminism and Poststructuralism‘ (pp. 135-145), ‗Beyond the (Western) state’ (pp. 200-212), ‘Discursive security: the Copenhagen School and Poststructuralism‘ ‗ (pp. 212221). Stefano Guzzini; Dietrich Jung. (2004). Contemporary Security Analysis and Copenhagen

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Tanto los trabajos de John Agnew como los de Javier Jordán serán analizados en clase, de modo que trataremos de debatir las visiones complementarias sobre el papel del Estado en relación a la seguridad y la geopolítica, los modos de razonamiento de los autores, sus procesos de inferencia, conjuntamente a la base empírica y teórica empleada. Con estos constituyentes seguiremos desmenuzando la textualidad intratéorica que estamos interrogando desde la clase del 13 de abril.

Como complemento a esta Unidad, invitamos a los cursantes a reflexionar el siguiente Art. * :

Arlene Beth Tickner atickner@uniandes.edu.co

‗Introducción: Epistemologías geoculturales‘, Relaciones Internacionales, Nro 22, febreOle Wæver ro - mayo 2013, Grupo de ow@ifs.ku.dk Estudios de Relaciones Internacionales (GERI) – Universidad Autónoma de Madrid pp. 167-209.

Ese trabajo lo retomaremos en la Unidad III. * Este aporte corresponde al texto de ambos autores publicado en 2009: International Relations Scholarship Around the World, Routledge, USA, Ch. 1: ‗Introduction: geocultural epistemologies‘ (pp. 1-31). Los cursantes que deseen –y recomendamos– consultar todo el full-text, lo pueden pedir a la cátedra.; como siempre, la única condición es efectuar una reseña de un tópico específico del libro y su exposición en clase

Peace Research, Routledge, USA; Lene Hansen. (2006). Security as Practice Discourse analysis and the Bosnian war, Routledge, USA; Keith Krause; Michael C. Williams (Eds.). (1997). Critical security studies : concepts and cases, University of Minnesota Press, USA; Thom Kuehls. (1996). Beyond sovereign territory : the space of ecopolitics, University of Minnesota Press, USA; Bill McSweeney. (2004). Security, Identity and Interests. A Sociology of International Relations, Cambridge Univ. Press, UK; Laura J. Shepherd. (2013). Critical Approaches to Security. An introduction to theories and Methods, Routledge, USA; Brent J. Steele. (2008).Ontological Security in International Relations. Self-identity and the IR state, Routledge, USA; Paul D. Williams (Ed.). (20008). Security studies: an introduction, Routledge, USA. También: Alexandra Abello Colak, Pablo Emilio Angarita Cañas (Eds.) (2013). Nuevo pensamiento sobre seguridad en América Latina. Hacia la seguridad como un valor democrático, CLACSO, Imprenta Univ. de Antioquía, Colombia.

En las clases anteriores hemos debatido la continuidad o ruptura epistemológica en su vínculo con los tres ‘ismos’; con esta matriz fuimos en busca del ‗lenguaje en uso‘, es decir, abordar los enunciados que orientan comportamientos en los que se negocian significados comunicativos. Por tanto, cuando utilizamos términos (observacionales y no observacionales) y efectuamos discursos que son argumentativos, tenemos en el 4to. Debate los enfoques reflectivistas que, en su mochila, acumulan interrogantes que siguen sin ser respondidos provenientes de consignas paradigmáticas dominantes. La racionalidad inherente a los enfoques teóricos del 3er. Debate y algunos de los del 4to. Debate –certeza– se enfrentan a algunas de las corrientes reflectivistas y posinternacionales –incertidumbre- dando lugar a posicionamientos reflexivos que, necesariamente, deben interpretar desde otro faro los interrogantes que estamos proponiendo. Y es en la tríada ‗palabra/poder/palabra‘, en la cual -dialectalmente- podríamos compartir la reflexión. La viñeta que referenciamos es un ejemplo que nos permite aproximarnos a alguna interpretación. Tomando en cuenta la intratextualidad enunciada al principio de esta clase y los autores sugeridos... ¿Cómo podríamos interpretar el dilema ‘amigo/ enemigo’...? En la siguiente clase (4 de mayo) abordaremos un término que forma parte de la roca que Sísifo intenta, epistémicamente en forma continua, situar –una y otra vezencima de la montaña: orden internacional/ pos/internacional.

Notable viñeta del caricaturista paquistaní Patrick Chappatte (n. 1967): Dialéctica antitética, dialéctica antinómica, rupture/ continuidad epistemológica y el conflicto por el control global de ‗la palabra‘...

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Se puede profundizar el discurso social con otro trabajo de la extensa obra de M. Angenot; en este caso reproducimos parte del ‗Prólogo‘ de María Teresa Dalmaso: ―Un comentario especial le dedica al hecho de que esa interacción simbólica Marc Angenot global –que presupone el carácter intertextual e interdiscursivo del discurso socialno cesa de expandirse. Angenot no ignora el influjo que – mediante la imposición de modelos cognitivos y de una tópica en particular ejerce en el discurso social de nuestros días la dinámica comunicativa a escala planetaria, posibilitada por los prodigiosos avances tecnológicos y favorecida por el implacable juego de los poderes políticoeconómicos‖ 1 (p. 11)

En el texto de marras se compilan una serie de trabajos del autor; en particular ayudará a la reflexión sobre el discurso social como totalidad (tópicos) en la producción social de sentido – disputa hegemónica- y de la representación del mundo. 1 Angenot,

Marc. (1998). Interdiscursividades. De hegemonías y disidencias, Editorial Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.

Yale Ferguson

Son autores que nos obligan a profundizar en el enfoque posinternacional. Richard Mansbach Compartimos -los siguientes textos (lectura imprescindi-

ble): - Yale Ferguson; Richard Mansbach. (2008). A world of polities: essays on global politics, Routledge, USA., en particular de la parte IV: Toward a Post-international World, sugerimos el Ch. 12- Postinternationalism and IR Theory(2007) (pp. 216-233). - Yale Ferguson; Richard Mansbach.(2004). Remapping global politics History’s revenge and future shock, Cambridge Univ. Press, USA, en especial Postinternational politics (pp 1-34), Identities in a postinternational world (pp. 143-180), A postinternational world economy (pp. 181-226) y War in a postinternational world (pp. 227– 272). - Yale H. Ferguson; R. J. Barry Jones. (2002). Frontiers of Change and Governance in a Globalizing World, State University of New York Press, USA. - Richard Mansbach. (1997). The Global Puzzle. Isues and Actors in World Politics, Houghton Mifflin Co., USA. - Richard W. Mansbach; Kirsten L. Rafferty. (2008). Introduction to Global Politics, Routledge, USA - Yale Ferguson. (2015). ‘Diversity in IR Theory: Pluralism as an Opportunity for Understanding‘. International Studies Perspectives, Vol. 16, pp.3–12.

Con estos textos comprenderemos cómo el enfoque posinternacional se enfrenta y, a su vez, interroga a las visiones dominantes del 3er. Debate en las RR.II. Acaso, ¿ podríamos inferir que del enfoque internacional y el pos/ internacional se pueda postular el enfoque trans/internacional ? En caso afirmativo: ¿Cuáles serían sus características ontológicas, epistemológicas, metodológicas y axiológicas?

En el notable texto que hemos sugerido y de lectura necesaria, recomendamos adicionalmente: Cap.: II. ‘La política y lo político: genealogía de una diferencia conceptual’ (pp. 5586), y el Cap. VII. ’Fundar el posfundacionalismo: una ontología política’ (pp. 203-232).

Sin duda es un despropósito ‗cercenar‘ una textualidad que es Oliver Marchart integral y tan sólo consultar los dos Caps. mencionados. No obstante, están ambos directamente involucrados en las dos dialécticas (clase del 27 de abril) en su aplicación a la comparativa entre los enfoques dominantes en las teorías de las relaciones internacionales y una alternativa, como lo es el enfoque posinternacional.. El inolvidable Profesor nos ha dejado varios textos que son necesarios para reflexionar el sustento teórico y transdisciplinario de las relaciones posinternacionales. Uno de ellos fue escrito con la colaboración de Cecilia Hidalgo en 1998: La inexplicable sociedad. Cuestiones de epistemología de las ciencias, AZ Editora, Bs. A.s, G. Klimovsky (1922-2009) del cual sugerimos el Cap. 8: ‗Problemas Metodológicos en las Ciencias Sociales (I): Experimentación, relativismo cultural, transculturación y perturbaciones‘ (pp.165-192) y el Cap. 9: ‗Reduccionismo‘ (pp. 193207). Distintos temas de este texto son complementarios del texto seminal de GK: Las desventuras del conocimiento científico (1997) y dado como material de lectura necesario en el programa del curso.

Nota: Todos los full-texts pueden ser solicitados a la Cátedra a condición de ser reseñados y expuestos en clase.

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Influyó sobre los pensadores estructuralistas y posestructuralistas de posguerra y dejó numerosas huellas reflexivas, en especial nosotros hemos recuperado la de ‗discontinuidad‘ (‗ruptura epistemológica‘ según L. Althusser). Para GB, los científicos debían poseer una suficiente comprensión de la epistemología para actuar en su proGastón Bachelard pia actividad disciplinar. Estudió la (1884-1962) relación entre la realidad y su representación, para esto abordó la relación dialéctica entre racionalidad y realidad (o empirismo). Sugerimos, además de La formación del espíritu científico (2000) y Epistemología (1989), los textos: El racionalismo aplicado, Paidós (Buenos Aires, 1978); y The New Scientific Spirit (Beacon Press: Boston), del cual reproducimos una cita memorable: ‗Cualquier trabajo de la ciencia, no importa cuál sea su punto de partida, no puede ser totalmente convincente hasta que cruza la frontera entre lo teórico y lo experimental: La experimentación debe dejar paso al argumento y el argumento debe recurrir a la experimentación* ’

Es decir el racionalismo debe ser aplicado y, a la vez, debe aprender de la realidad; en otras palabras, la base teórica es indispensable porque permite al empirista la confirmación (verificar, falsar, etc.)...

John Agnew

JA es uno de los principales promotores de la ‗‘geopolítica crítica‘, tema que complementaremos y profundizaremos en la Unidad

III. Sugerimos del texto de lectura necesario el Cap. I, en el cual el autor plantea el centro reflexivo de su aporte: el mundo como visualización global –más allá de la división espacial geoterritorial –estatales– entre modernos y primitivos. Complementamos con dos obras: -John Agnew, Katharyne Mitchell, Gerard O Tuathail (léase Toal) (eds.). (2003). A companion to political geography, Blackwell Publishing company, USA, en especial: ‘Introduction‘ (pp.1-10), D. Slater: Geopolitical Themes and Postmodern (pp. 75– 92). Toda la Parte III: Critical Geopolitics y los Arts. de G. Kearns: ‗Imperial Geopolitics‘ (pp.173– 186), W. Natter: ‘Geopolitics in Germany‘, 1919-45 (pp. 187-203), K. Dodds: ‘Cold War Geopolitics‘ (pp. 204-218), T. W. Luke: Postmodern Geopolitics‘ (pp. 219 -235) y P. Routledge: ‗Anti-geopolitics‘ (pp. 236-248). -John A. Agnew; David N. Livingstone (Ed.). (2011). The SAGE Handbook of Geographical Knowledge, SAGE Pub., London.

* Respetamos la cursiva del original, (pp. 3 y 4)

Sería de interés formativo para los cursantes de fin de carrera consultar la web del Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI); en el cual se podrá apreciar la vasta producción del Prof. Javier Jordán. Para la Unidad I del curso, además del texto necesario que figura en el Fred Halliday programa, sugerimos el Cap. I: (1946-2010) ‗Enfoques teóricos de los estudios Javier Jordán estratégicos‘ (pp. 15-43), para introduducirnos en el tópico—lo volveremos a abordar en la Unidad IIII y IV– al interior del 3er. Debate de la disciplina, con su deslizamiento reflexivo hacia el enfoque posinternacional. El texto al que hacemos referencia y que coordinó JJ es el siguiente: -Javier Jordán (Coord.). (2013). Manual de Estudios Estratégicos y de Seguridad Internacional, Plaza y Valdés Editores, Madrid, España (2013).

Nota: Nuestro reconocimiento y agradecimiento al Dr. Javier Jordán por enviarnos el texto que coordinó en archivo digital.

Racionalismos (3er.Debate), Reflectivismos (4to.Debate), sistemas complejos y la dialéctica del enfoque posinternacional: ¿Cuáles son los límites de ‗un‘ universo social reflexivo que articule las distintas y/o complementarias visiones del ordenamiento trans/internacional global?

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iV

PLAN DE CLASES

Dr. Hugo Pérez Idiart Universidad Abierta Interamericana Buenos Aires—Argentina 2016


se a l C o4 y a M

‘Global Affairs’ La comunidad internacional y la noción de ‘orden global’ ( I )

Algunas de las consecuencias de los Debates en las RR.II. se relacionan, nuevamente, con el „lenguaje en uso‟; como ser el comprender e interpretar las nociones de comunidad internacional 1, sociedad internacional 2 y sistema internacional 3. La comparativa conceptual será trabajada en las siguientes reuniones, pero nuestro eje en esta clase

será abordar la „comunidad internacional‟ e ir en busca de autores que negocian significados comunicativos en torno a los riesgos globales, el cosmopolitismo, la sociedad anárquica, la sociedad red, la sociedad multiétnica, los valores modernos y posmodernos, teorías del desarrollo y una visión entre otras de la gobernabilidad, mediante los cuales podamos apreciar el vocabulario orientado hacia un orden global inter/ nacional, pos/internacional y, eventualmente, trans/internacional.

Richard Shapcott. (2001). Justice, Community and Dialogue in International Relations, Cambridge Univ. Press, UK; en especial en este estudio que relaciona el tópico con el cosmopolitismo, sugerimos: Ch. 1: „Beyond the cosmopolitan/ „Sísifo‟ (Tiziano -1548/1549-, Museo del Prado, óleo Los asuntos globales y el procommunitarian divide‟ (pp. 30-52 ); Ch. sobre lienzo, 237x216 cm). El esfuerzo de cargar con to/orden correspondiente van 2: „Communication and community in la roca una y otra vez –continuidad o ruptura epistemológica(Clase abril 13); el conflicto con la „palabra configurando una centralidad interpretative theories of international relations‟ (pp. 53-94); Ch. 4: „Philosop- en uso‟ paradigmáticamente enunciada por el poder de términos que intentan sostehical hermeneutics: understanding, prac- de los dioses epocales (Clase abril 20); el dilema sobre ner enunciados argumentativos tical reasoning and human solidarity‟ (pp. la dialéctica para sostener los modos de razonamiento que presuponen algunos de los 130-179). Ann Hironaka (2008). Neve- y sus falacias (Clase abril 27)… y Sísifo sigue insisglobal problems ya mencionados tiendo… ¿Hay un „orden global trans/internacional‟ rending Wars: The International Community, Weak States, and the Perpetuation of Civil en debate en el siglo XXI ? (Clase mayo 4, 2016) Sigamos relacionando autores, War, Harvard University Press, USA; Stephanie M. Reich; Manuel Riemer; Isaac Prilleltensky; Maissues y propuestas. ritza Montero. (2007). International Community Psycho logy History and Theories, Springer, USA; Bardo Fassbender. (2009). The United Nations Charter as the Constitution of the International Community; en especial Ch. 3: „The International Community and its Constitution‟ (pp. 52-76) y Ch. 5: „Conceptual Distinctions‟ (pp. ), Brill, (2004).The Post-Cold War International System. Strategies, institutions and USA; Richard Barltrop. (2010). Darfur and the International CommuniReflexivity, Routledge, USA; Michael Sheehan. (2005). The Balance ty: The Challenges of Conflict Resolution in Sudan; I.B.Tauris & Co, USA, of Power: History and Theory, Routledge, USA; Emerson M. S. trabajo muy interesante para reflexionar sobre la interactuación de Niou, Balance of Power: History and Theory, Routledge, USA; Emeractores centrados en la noción de comunidad internacional; Emason M. S. Niou, Peter C. Ordeshook, Gregory F. Rose. (2007). nuel Adler. (2005). Communitarian International Relations. The epistemic The Balance of Power: Stability in International Systems, Cambridge Univ. foundations of International Relations, Routledge, USA Press, UK; Chandra Chari. (2008). War, Peace and Hegemony in a 2 Barry Buzan. (2004). From International to World Society ? English Globalized World: The Changing Balance of Power in the Twenty-First CenSchool Theory and the Social Structure of Globalisation, Cambridge Univ. tury, Routledge, USA; T. V. Paul, James Wirtz, Michel FortPress, UK; Stephen Stetter. (2009). Territorial Conflicts in World Somann. (2004). Balance of Power: Theory and Practice in the 21st Century; ciety: Modern Systems Theory, International Relations and Conflict Studies, Stanford Univ. Press, USA; Wilma A. Dunaway (Eds.). (2003). Routledge, USA; David Chandler. (2004). Constructing Global Civil Emerging issues in the 21st century world-system, V. 1: „Crises and ReSociety. Morality and Power in International Relations, Palgrave MacMillan, sistance in the 21st Century World-System‟ y V. 2: „New Theoretical USA. Directions for the 21st Century World-System‟, Westport, CT : 3 Meyer Fortes¸ E. E. Evans-Pritchards (Eds.). (2006). African Praeger, USA; Eric O. Hanson. (2006). Religion and Politics in the Political Systems, Oxford University Press, London; Ewan Harrison. International System Today, Cambridge Univ. Press, USA. 1

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De las tres ventanas internacionales enunciadas previamente se distinguen contenidos reflexivos comunes; uno de ellos es la noción de riesgo4 (U. Beck, 2007). El autor se pregunta: “¿Qué hay de nuevo en la sociedad del riesgo mundial? ¿Hasta qué punto los riesgos globales son una fuerza global en el presente y en el futuro de la historia mundial, no controlables por nadie pero que, a su vez, abren nuevas oportunidades de acción para estados, actores de la sociedad civil, etc.? Y, para entender la incertidumbre fabricada, la falta de seguridad y la inseguridad de la sociedad del riesgo mundial, ¿es necesario un cambio de paradigma en las Ciencias Sociales?” (p. 8). Ulrich Beck (1944-2015)

En el desarrollo de estos interrogantes, UB se inclina hacia el riesgo como un fenómeno socialmente construido antes que uno basado en el cálculo. Así se expresa: “No todos los actores se benefician realmente de la reflexividad del riesgo; sólo aquéllos con capacidad real para definir los propios riesgos. La exposición al riesgo está reemplazando a la clase como principal desigualdad de la sociedad moderna, por ser el riesgo definido reflexivamente por los actores: “En la sociedad del riesgo, las relaciones de definición deberían concebirse de manera análoga a las relaciones de producción marxistas”. Las desigualdades de definición permiten a los actores más poderosos la maximización de los riesgos para los otros y la minimización de los riesgos para ellos mismos. La definición del riesgo es básicamente un juego de poder. Esto es especialmente cierto para la sociedad del riesgo mundial, en la cual los gobiernos occidentales o los actores económicos más poderosos definen los riesgos para los otros”. (p.11) Sugerimos algunos textos que, además del que trabajamos en el curso (Ulrich Beck. (2007). „Viviendo en la sociedad del riesgo mundial‟, Documento CIDOB, Serie Dinámicas Interculturales, Nro. 8), nos aportan un panorama hacia el siglo XXI: Ian Bremmer; Cliff Kupchman. (2015). Top Risk 2015, Eurasia Group, January 5, y el siguiente detalle de los riesgos: 1. Las políticas de Europa; 2. Rusia; 3. Las consecuencias de la desaceleración de China; 4. Armamentización de las finanzas; 5. ISIS, más allá de Irak y Siria; 6. Debilidad de los líderes políticos; 7 Ascenso de sectores estratégicos; 8. La relación confrontativa Saudi Arabia-Irán; 9. Idem Taiwán -China y 10. Turquía; Dennis Pamlin; Stuart Armstrong. (2015). Global Challenges, 12 Risks that threaten human civilisation. The case for a new category of risks, Global Challenges Foundation Pub., Oxford University. Un estudio sobre riesgos globales, a saber: 1. Cambio climático extremo; 2. Guerra nuclear; 3. Pandemia global; 4. Catástrofe ecológica; 5. Colapso del sistema global; 6. Impacto de un Asteroide; 7. Supervolcanes; 8. Biología sintética; 9. Nanotecnología; 10. Inteligencia artificial; 11. Consecuencias desconocidas (combinación de riesgos); 12. Incorrecta gobernanza global; David Held; Charles Roger (Ed.). (2013). Global Governance at Risk, Polity Press, Cambridge, UK; Sabine Roeser, Rafaela Hillerbrand, Per Sandin, Martin Peterson (Eds.). (2012). Handbook of Risk Theory. Epistemology, Decision Theory, Ethics, and Social Implications of Risk, Springer, USA. y de los mismos autores, la publicación del (2013). Essentials of Risk Theory, Springer, Dordrecht; Bruce Jones; David Steven. (2015). The Risk Pivot. Great Powers, International Security, Essentials of Risk Theory, Springer, Dordrecht; Bruce 4

De este modo, la sociedad del riesgo mundial sostiene que las sociedades modernas están configuradas por nuevos tipos de riesgos y... “Están caracterizadas por tres rasgos: 1. Deslocalización: Sus causas y consecuencias no están limitadas a un lugar o espacio geográfico; son en principio omnipresentes; 2. Incalculabilidad: Sus consecuencias son en principio incalculables; En el fondo es una cuestión de riesgos hipotéticos que están basados sobre todo en el no-conocimiento inducido por la ciencia y en el disenso normativo; 3. No compensabilidad: El sueño de la seguridad de la primera modernidad estaba basado en la utopía científica de hacer aún más controlables las inseguras consecuencias y los peligros de las decisiones” (p. 12).

La deslocalización de los riesgos incalculables de la interdependencia tiene lugar en tres niveles: el espacial, los nuevos riesgos (por ejemplo, el cambio climático) no respetan ni el Estado-nación ni cualquier otra frontera; el temporal, los nuevos riesgos tienen un período de latencia largo (por ejemplo, los residuos nucleares) por lo que su efecto a lo largo del tiempo no puede ser determinado y limitado con seguridad y el social, debido a la complejidad de los problemas y a la duración de las cadenas de efectos, ya no es posible la asignación de las causas/consecuencias con algún grado de seguridad en la convivencia (por ejemplo, las crisis financieras y su lectura en los social) (p. 13) Eso conduce a una categórica conclusión: la teoría de la sociedad del riesgo mundial aborda la comprensión de la incertidumbre radical en el mundo moderno y suele emplear el término „ironía‟, puesto que la ciencia, el Estado y el ejército se están convirtiendo en parte de un problema que supuestamente deberían resolver y „esto es lo que significa la “modernidad reflexiva”: no vivimos en un mundo postmoderno, sino en un mundo más-moderno. No es la crisis, sino la victoria de la modernidad, a través de la cual la lógica de los efectos secundarios desconocidos e involuntarios socava las instituciones básicas de la primera modernidad‟ (p. 19). Luego postula una serie de nuevos interrogantes enlazados a los anteriores: “¿Cómo se expresa la función esclarecedora del riesgo global? ¿Qué evidencia empírica existe de esto o de lo contrario? ¿Es quizás puro cinismo el esfuerzo por encender una chispa de esperanza en la angustia colectiva sobre la incertidumbre? ¿Son algo más que vanas ilusiones?” (p. 20)

Antes de encarar posibles respuestas, enuncia que estamos ante un momento cosmopolita de la sociedad del riesgo mundial, el cual posee las siguientes dimensiones reflexivas: “1. La iluminación involuntaria, 2. La comunicación forzosa a través de las diferencias y las fronteras, 3. El poder político de la catarsis, 4. El cosmopolitismo forzoso, 5. El riesgo como una llamada de atención frente al fracaso de los gobiernos y 6. La posibilidad de un gobierno alternativo en un mundo globalizado” (Ibidem) Jones; David Steven. (2015). The Risk Pivot. Great Powers, International Security, and the Energy Revolution, Brookings Inst. Press, Washington, D.C.; Barbara Adam; Ulrich Beck Joost Van Loon (Ed.). (2000). The Risk Society and Beyond, SAGE Publications, London; Mikkel Vedby Rasmussen. (2006). The Risk Society at War. Terror, Technology and Strategy in the Twenty-First Century, Cambridge University Press, UK.

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Se estudia la naturaleza del orden internacional (p. 60) y del orden mundial (p. 71) en relación a la idea de sociedad internacional. HB 5 se hace una pregunta que orienta la ontología de su propuesta: ¿Existe el orden en la política mundial? (p. 75), con la cual avanza para vincular la sociedad anárquica con la ausencia de auHedley Bull (1932-1985) toridad; sosteniendo que la neutralización de un sistema anárquico se basa en la aceptación de una autoridad y gobierno común (lo llama „analogía doméstica‟). Esto es rechazado por el autor australiano: no posee defensa argumentativa correlacionar positivamente los intereses y la autoridad de los individuos con los del Estado, puesto que es posible llegar a compartir un orden sin gobierno entre los Estados (pp. 97-102). Desde una visión que intentó superar al neorrealismo (interacciones basadas en la competencia por la distribución del poder), se infiere de sus presupuestos fundacionales la continuidad relevante del Estado y del sistema de Estados heredado, de modo que aceptando que el sistema internacional es anárquico, el orden internacional al relacionar intereses comunes, normas e instituciones internacionales, posibilitan una sociedad internacional o sociedad de Estados en el cual se relativizaría la anarquía del sistema. Compartimos un comentario del prólogo a la 3ra edición:

„(…) la sociedad se distingue de la comunidad internacional por la ausencia del elemento identitario que tiene ésta última. La comunidad es un estadio más avanzado que la sociedad puesto que sus integrantes comparten, además de intereses y valores, un sentimiento de identidad compartida‟7 (pp. 15)

En siguientes clases retomaremos la categoría reflexiva identitaria y enriqueceremos la noción „orden global‟ con otros aportes. Culminamos esta visión con otro término que nos acompañará en nuestras reflexiones sobre las relaciones inter y posinternacionales, como es el de „cosmopolitismo‟: “Es probable que el futuro de la sociedad internacional se vea determinado, entre otras cosas, por la conservación y difusión de una cultura cosmopolita que recoja tanto las ideas como los valores comunes, que eche raíces tanto en las sociedades en general como entre las élites, que pueda ofrecer a la sociedad internacional mundial actual el tipo de fundamento que poseían las sociedades internacionales del pasado que eran geográficamente más reducidas y culturalmente más homogéneas. Decir esto no implica que sea probable que cualquier cultura cosmopolita pueda hacerse dominante en todo el mundo sepultando a los particularismos culturales, ni que sea deseable que un proceso así tenga lugar. También debemos reconocer que la cultura cosmopolita que se está gestando en la actualidad, al igual que la sociedad internacional que ésta contribuye a mantener, está escorada hacia las culturas dominantes de Occidente. Al igual que la sociedad internacional mundial, la cultura cosmopolita de la que ésta depende se puede ver obligada a absorber elementos no occidentales para llegar a ser genuinamente universal y para constituirse en la base de una sociedad internacional universal.” 8

“Todavía hoy seguimos sin tener una respuesta frente a las dos tensiones fundamentales de la constitución de la sociedad internacional que preocupaban a Bull: en primer lugar, la ¿tensión que existe entre las normas e instituciones que intentan resolver las contradicciones entre diferentes valores y las distintas concepciones de lo bueno, por un lado y, por otro, los que aspiran a promover, o incluso a aplicar, un solo conjunto de valores universales y, en segundo lugar , la tensión entre las grandes ambiciones normativas de la sociedad internacional contemporánea y sus todavía precarios fundamentos de poder político, institucionales y culturales. (…) Puede que en la actualidad los lectores no se pongan de acuerdo sobre si las conclusiones de Bull siguen siendo válidas hoy en día, pero las preguntas y el marco para analizarlas que se plantean en La sociedad anárquica siguen siendo uno de los puntos de partida más importantes para cualquier estudio sobre el orden en la política mundial” 6

Si U. Beck nos advierte sobre los riesgos locales y globales y H. Bull nos plantea la necesidad de comprender el orden mundial en base a valores –no tomar a los intereses de poder como instancia prioritaria y jerárquicadeberíamos analizar el vínculo entre sociedad internacional y comunidad internacional. A saber: Hedley Bull. (2005). La sociedad anárquica. Un estudio sobre el orden en la política mundial, Ed. Catarata, Madrid. 6 Andrew Hurrell, Ibid., p. 37 5

¿Continuidad o ruptura epistemologica? ¿Dialéctica antitética o antinómica? ¿ Lucha por la palabra ordenadora? ¿La derrota definitiva de Sísifo? ... Prólogo a la edición española por Caterina García Segura del texto de H. Bull, op. cit.., p. 15. 8 Hedley Bull, op. cit., p. 366. 7

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Se aportan algunos constituyentes para una teoría fundamentada de la sociedad-red 9. La sociedad-red es la estructura característica de la edad de la información y ha logrado hacer permeables a la mayoría de la sociedades, tanto en lo cultural como en lo institucional. Para el autor, las estructuras sociales están organizadas en torno a las relaciones proManuel Castells ducción/consumo, poder y la experiencia real que, conjuntamente, configuran las culturas. Todo esto es transformado por los actores sociales, se afectan las prácticas sociales y posee consecuencias no predecibles. Un factor fundamental de la estructura social en la edad de la información es la noción de red como elemento clave de la morfología social. La noción de red no es nueva, es una antigua forma de organización social, pero en esta época están empoderadas por las TIyCs (Tecnologías de la Infomación y de la Comunicación). Este empoderamiento relaciona antiguas formas de estructuras sociales con las nuevas TIyC y su consecuencia: descentralización en la toma de decisiones mediante un proceso comunicativo multimodal 10. Como relata: „El dilema fundamental de la network society es que las instituciones políticas no son ya el lugar del poder. El poder real es el poder de los flujos instrumentales, el de los códigos culturales, integrados en las redes. Por tanto, el asalto a esos sitios de poder inmaterial, desde su lógica externa, requiere el anclaje en valores eternos o la proyección de otros alternativos, de códigos comunicativos que se expanden a través de redes. El cambio social que se desarrolla, de una forma u otra, harán la diferencia entre el comunalismo fragmentado y la nueva historia en las decisiones‟. 11

Afirma el autor que la desregulación y la liberalización despejaron el camino para que se desencadenara, a escala mundial, una ola de innovación y de toma de riesgos. Para MC la ola de innovación tecnológica (Internet, ingeniería genética, nanotecnología, entre otras) y los riesgos (recesión económica mundial, las tensiones geopolíticas e incertidumbre en la vida diaria –terrorismo) a escala mundial ha sido conciencia de la desregulación y la liberalización. Pero estamos ante la fragilidad de los cimientos de la innovación, la globalización y la creatividad. Se pregunta el autor: ¿Cuál es el origen de esta fragilidad? Y responde que en primer lugar, la volatilidad financiera (interdependencia de los mercados financieros) en base a la desregulación, la liberalización, la globalización y las redes informáticas; la segunda fuente de inestabilidad radica en el creciente desequilibrio entre crecimiento econóManuel Castells. (2001). ‘La crisis de la sociedad-red global: 2001 y después‟, Anuario Internacional CIDOB (edición 2002). 10 Manuel Castells. (2000). „Materials for an exploratory theory of the network society‟, British Journal of Sociology Vol. No. 51 Issue No. 1, January/March, p. 5. 11 Ibid., p. 23. 9

mico y sostenibilidad del medio ambiente, derivadas de tres razones principales: a) aceleración del crecimiento económico a escala planetaria ha conducido a la penetración en todos los ecosistemas de la Tierra, con excepción de la Antártida, durante 50 años; b) persistencia de la pobreza en poblaciones cada vez más desarraigadas; c) formidables avances tecnológicos, tales como los alimentos genéticamente modificados y la ingeniería genética. Concluye con una advertencia: „Y todavía hay más. En mi libro El poder de la identidad (1997) defendía, basándome en la observación, que la cultura unificadora del mundo de los medios de comunicación de masas, y la comunicación global en torno a un sistema de valores dominado por Occidente, anclado en los proyectos individuales, entraba cada vez más en contradicción con la autoafirmación de las identidades culturales de diversos orígenes: religiosos, étnicos, territoriales, nacionales, de género, así como con las identidades autodefinidas (…) se ha puesto de manifiesto el peso de las identidades primarias, como fuente de significado, en los individuos. En una época de cambios rápidos, y en plena crisis de legitimidad de las instituciones políticas en la mayor parte del mundo, las personas se refugian en su dios, en su tierra, en su historia, en su ser cultural/ biológico. La identidad del ser reemplaza el fracasado proyecto de llegar a ser. Las sociedades son cada vez más multiculturales y multiétnicas, pero no como crisol de culturas, sino como yuxtaposición de comunidades culturales que se mantienen unidas mediante frágiles puentes. El comunalismo se opone a la individualización. Lo local reacciona frente a lo global. El principio de identidad, en sus diferentes manifestaciones, se convierte en una característica tan importante para organizar nuestro mundo como la revolución de las tecnologías de la información o la globalización de la economía.‟ 12

Estamos viendo que los asuntos globales en torno a la comunidad internacional, involucran repensar nociones como sociedad anárquica, sociedad-del-riesgo, sociedad internacional, sociedad-red 13, sociedad multiétnica –entre otras-, con su vocabulario acompañante del orden global. Como han señalado los autores, estamos obligados a dar cuenta de los riesgos globales, el cosmopolitismo, los valores modernos y posmodernos, principios identitarios y una visión entre otras de la gobernabilidad global a los fines de encarar la relación guerra/paz. Pasaremos a dar una visión de lo que se postula como sociedad multiétnica para luego introducirnos en la gobernabilidad global y sus características. Ibid, „La crisis de la sociedad-red global: 2001 y después‟, p.4 Los que deseen complementar la network theory, sugerimos: Manuel Castells y Gustavo Cardoso (eds.). (2005). The Network Society:From Knowledge to Polic.y. Washington, DC: Johns opkins Center for Transatlantic Relations, en particular: Part V: „The Network Society: Global and Local‟, pp. 305-333; Jan A.G.M. van Dijk. (2006). The Network Society. Social Aspects of New Media. 2nd. Ed., Sage Pub., USA; Louis Albrechts and Seymour J. Mandelbaum. (2005). The network society : a new context for planning, Rouledge, USA, en especial: Part I: ‘The Network Society: A New Paradigm?‟, pp. 7-61; Herbert Gottweiss (2003). ‟Theoretical strategies of post-structuralist policy analysis: towards an analytics of government‟, en Maarten A. Hajer y Hendrik Wagenaar (ds.): Deliberative Policy Analysis. Understanding Governance in the Network Society, Cambridge University Press, UK; Peter Day, Doug Schuler (Eds.). (2004). Community Practice in the Network Society: Local Action / Global Interaction, Routledge, USA; Mark Gregory, David Glance. (2013). Security and the Networked Society. Springer International Pub., Switzerland. 12 13

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GS. desde el comienzo advierte al lector que una buena sociedad es una sociedad pluralista. Vincula sociedad pluralista a sociedad abierta con un interrogante a desmenuzar: „¿Hasta qué punto es abierta? ¿Qué grado de apertura puede llegar a tener?‟ (p. 8). Quedan establecidos sus principios fundaGiovanni Sartori cionalistas, con un avance sobre presupuestos que deben ser reconceptualizados en la práctica, como ser: pluralismo de partidos, tolerancia, niveles de análisis, comunidad pluralista, lo étnico/otro y las políticas de reconocimiento. La sociedad abierta se identifica por la relación entre pluralismo y tolerancia, tal como expresa: „Se comprende que tolerancia y pluralismo son conceptos distintos, pero también es fácil entender que están intrínsecamente conectados. En este sentido: que pluralismo presupone tolerancia y, por consiguiente, que el pluralismo intolerante es un falso plu ralismo. La diferencia está en que la tolerancia respeta valores aje nos, mientras que el pluralismo afirma un valor propio. Porque el pluralismo afirma que la diversidad y el disenso son valores que enriquecen al individúo y también a su ciudad política‟ 15

Para el autor, el deterioro histórico de los conceptos „en uso‟ debe ser abordado; tal es el caso de ´pluralismo‟ y que lo llevará a plantear tres „niveles de análisis‟ para comprender la extensión de su „uso‟: Postula el estudio del pluralismo en base a los siguientes niveles de análisis: 1) pluralismo como creencia, 2) pluralismo social, y 3) pluralismo político (p. 31). Del nivel 1, emerge el multiculturalismo, puesto que forman parte de creencias de valor vinculadas a la tolerancia; en el nivel 2 encontramos la configuración de su estructura y en el nivel 3 se postula la correspondencia con la noción de poliarquía abierta (R. Dahl), basada en la pluralidad de grupos autónomos. Luego de la aclaración sobre la noción pluralismo y sus niveles de análisis, nos resulta muy interesante lo que enuncia GS y que nos ayuda a reflexionar sobre el „pluralismo‟ en escenarios globales (global affairs) vinculados a cuatro temas articulados: a) pluralismo según la relación consenso/ conflicto; b) pluralismo y la regla mayoritaria (majority rule) relacionada al derecho del mando y el de las minorías; c) pluralismo como „política de paz‟ (contraria a la versión hobbesiana y chmittiana de la política); d) pluralismo y su configuración estructural (sociedad de „asociaciones múltiples voluntarias y abiertas a afiliaciones múltiples).

Pero aún más, debemos debatir los mismos „principios‟ en los cuales se basa GS para sostener su propuesta de Giovanni Sartori. (2001). La Sociedad Multiétnica, Ed. Taurus, Bs. As., p. 7 15 Ibid., pp. 18-19 14

sociedad abierta pluralista y multiétnica, basada en la tolerancia, consenso, disenso y conflicto para llegar a la noción de „comunidad‟: „En el terreno de los fundamentals, de los principios fundamentales, es necesario el consenso. Y el consenso más importante de todos es el consenso acerca de las reglas de resolución de los conflictos (que es, en democracia, la regla mayoritaria). Después, si hay consenso sobre cómo resolver los conflictos, entonces es lícito "entrar en conflicto" sobre las policies, sobre la solución de las cuestiones concretas, en el campo de las políticas de gobierno. Pero es así porque el consenso de fondo, o sobre los fundamentos, nos autolimita en el "entrar en conflicto", y así domestica el conflicto, lo transforma en conflicto pacífico.‟ (pp. 36)

Es decir, el vocabulario clave de GS gira en torno a un pluralismo que sea subsumido por la noción „comunidad‟, en la cual la convivencia pluralista sea articulada por el principio de „reciprocidad‟. En complemento a los autores y temas relacionados con los global affairs y el orden en la comunidad internacional, nos vamos a introducir en otro de los issues que forman parte de abordajes que trascienden alguna de las disciplinas rectoras y vinculadas al „uso‟ del poder: „gobernabilidad‟. En especial nos interesa la gobernabilidad en el ámbito de la globalización 16 y la configuración –fundacionalista, posfundacionalista o antifundacionalista– del orden global . Analicemos la propuesta de Dirk Messner (2001) y los cambios provenientes de la soberanía, territorialidad (fronteras), cosmopolitismo supranacional, las trayectorias de conflicto y las características de un proyecto de gobernabilidad global, esquematizadas en las próximas dos páginas. Dirk Messner Para ampliar y profundizar ver: Thomas Diez, Ingvild Bode and Aleksandra Fernandes da Costa. (2011). Key Concepts in International Relations, Sage Pub., USA, en especial „Global Governance‟ (pp. 73-78); Martin Griffiths, Terry O‟Callaghan, Steven C. Roach. (2008). International Relations. The Key Concepts, 2nd. Ed., Routledge, USA; en particular: ‘Global Governance’ pp. 127-128); Nicholas Greenwood Onuf. (2013). Making sense, making worlds: constructivism in social theory and international relations, Routledge, USA, en especial : ‘Civil Society, Global Governance (pp. 182-194); Paul R. Viotti, Mark V. Kauppi. (2012). International Relations Theory, 5th. Ed., Pearson Education, USA., especialmente: „Liberalism: Interdependence and Global Governance‟ (pp. 129188); Robert W. Cox; Timothy J. Sinclair. (1996). Approaches to World Order, Cambridge University Press, Grat Bitain, especialmente: „Structural issues of global governance: implications for Europe (1991) ’ (pp. 237-240 ); Robert O. Keohane. (2002). Power and Governance in a Partially Globalized World, Routledge, USA, en especial: Robert O. Keohane y Koseph S. Nye Jr., „Governance in a globalizing world‟ (pp. 193-218) y Robert O. Keohane, „ Governance in a partially globalized world‟ (pp. 245-271). 16

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¿Cómo pensar... vivencialmente ... este principio de siglo XXI ? En los presupuestos del 4to. Debate ¿Hay ruptura o continuidad epistemológica? En los discursos, análisis e interpretaciones de acontecimientos o procesos de las RR.II., la estabilidad reflexiva de los actores (o agentes) suele ser un requisito de acción cuando se negocian presupuestos comunicativos. Esto requiere tomar en cuenta en los enunciados observacionales y no observacionales, las presuposiciones para darnos cuenta de la ausencia de cualquier fundamento, la ausencia de un fundamento último o la vigencia de algunos fundamentos. De modo que a partir del 4to. Debate en las RR.II. se deberían interpretar y/o comprenClase: Abril 20, 2016 der las interacciones complejas que revelan la presencia de actores emergentes, particularmente cuando actúan ante los global problems posinternacionales. De acuerdo a la posición reflexiva que se asuma, se podrán apreciar consecuencias comunicativas diferentes cuando nos involucramos en otros interrogantes que forman parte de los global problems: ¿ Cuáles considera que son las consecuencias (políticas, sociales, económicas y culturales) de la publicación de las viñetas del profeta según un enfoque basado en las relaciones internacionales y otro que utilice el vocabulario posinternacional ? Esta es una de las posibles –ente Clase: Abril 27, 2016 tantas otras- bases empíricas que podríamos tomar para nuestra praxis reflexiva. Por tanto, para ambos enfoques: ¿Es la lucha por el poder la lucha por la palabra? La racionalidad inherente a los enfoques teóricos del 3er. Debate –certeza- y algunos de los del 4to. Debate – incertidumbre- se enfrentan a distintas voces reflectivistas y posinternacionales, dando lugar a posicionamientos reflexivos que, necesariamente, deben interpretar desde otro faro los interrogantes que estamos proponiendo. Y es en la tríada „palabra/poder/palabra‟, en la cual -dialectalmente- podríamos compartir la reflexión. Tomando en cuenta la intratextualidad enunciada al principio de esta clase y los autores sugeridos... ¿Cómo podríamos interpretar el dilema „amigo/enemigo‟...? Todos los interrogantes previos convergen a Sísifo. Y nuestro desafío sería aliviar, fortalecer, neutralizar, alterar, derivar o negar el esfuerzo de llegar a una meta, a un orden global que subsuma las contradicciones y al deterioro de la convivencia Clase: Mayo 4, 2016 internacional. Clase: Abril 13, 2016

Tal vez, debamos seguir explorando la cima de la „montaña‟ que se está diseñando en este principio de s. XXI….

Nos hacemos una pregunta que compartimos con los cursantes:  ¿Los autores que estamos trabajando en esta clase … fortalecen o debilitan a Sísifo?  ¿La roca que sostiene Sísifo… logrará llegar a la cima de la montaña o tan sólo basta con el esfuerzo permanente?  ¿Acaso el orden global -la roca- obliga a los actores (ver viñeta) a una interacción forzada –gobernabilidad global en la comunidad internacional- para controlar los global problems’ ?

Patrick Chappatte, International The New York Times,

Estos planteos nos ayudarán, en la próxima clase (Mayo 18) a analizar autores que han abordado categorías que son „buscaminas‟ (minesweepers) del territorio reflexivo en este principio del s. XXI, como ser: visiones del desarrollo y lecturas no occidentales -el caso de China-, la relación nacionalismos/cosmopolitismo en clave identitaria, la seguridad internacional y el estudio de la paz/ guerra, entre otras. Bib.

Robert W. Cox; Timothy J. Sinclair. (1996). Approaches to World Order, Cambridge University Press, Grat Bitain, especialmente: „Towards a posthegemonic conceptualization of world order: reflections on the relevancy of Ibn Khaldun (1992)‟ (pp. 144-173). Fred Dallmayr; M. Akif Kayapınar; İsmail Yaylacı. (2014). Civilizations and world order : geopolitics and cultural difference, Lexington Books, United Kingdom. N. J. Rengger. (2000). International Relations, Political Theory and the Problem of Order. Beyond International Relations theory?, Routledge, USA.

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V

PLAN DE CLASES

Dr. Hugo Pérez Idiart Universidad Abierta Interamericana Buenos Aires—Argentina 2016


se 1 a l C o1 y a M

'Issues globales: Multiculturalismo, interculturalidad, cosmopolitismo. Las distintas voces del ordenamiento posinternacional’

La clase anterior hemos intentado articular algunos de los interrogantes previos y señalamos que convergen a Sísifo. Reiteramos que –tal vez- nuestro desafío sería aliviar, fortalecer, neutralizar, alterar, derivar o negar el esfuerzo de llegar a una meta, a un orden global que subsuma las contradicciones y al deterioro de la convivencia internacional. Y, además: ¿Debemos seguir explorando la cima de la „montaña‟ que se está diseñando en este principio de s. XXI…? ¿La roca en cuestión está configurada por constituyentes fundacionalistas, antifundacionalistas o posfundacionalistas …?

Las visiones del cosmopolitismo se insertan en los nacionalismos, patriotismos, pertenencia identitaria y lealtades (M. Nussbaum, 1999). En esta contextualidad abordaremos el muticulturalismo (Affaya, 2000), la interculturalidad (M. Rodrigo Alsina, 2000) en su relación al orden internacional posinternacional (Q. Yaqin, 2013, 2016; S. Golden, 2003). Sin duda, nuevamente constituyentes de la geocultura (Wallerstein, 2007; I. Ramonet, 1997, 1999) nos delimitan el horizonte de las nuevas voces y categorías con significados comunicativos.

Hemos seleccionado un Art. del premio Nobel (1998) Amartya Sen relativo a dos modelos de desarrollo con los cuales ha intentado instalar un vocabulario centrado en el capital social. El primer informe anual del PNUD (1990) -coordinado por A.S.– presentó el IDH (Índice de Desarrollo Humano) y quedó definitivamente instalado en los debates teóricos de la disciplina la inclusión de categorías necesariamente vinculadas: capital cultural, capital humano, consumo social, geocultura, seguridad humana, interculturalidad. Esto ha provocado una acumulación de términos que han fecundado la negociación de significados en el lenguaje en uso. Vamos a trabajar los dos modelos que plantea A.S y lo vincularemos con el cosmopolitismo (D. Held, ). Esto nos vuelve a introducir en los global problems, puesto que tanto el modelo BLAST como el GALA poseen categorías en debate y en su universalidad deberían responder al lenguaje en uso del cosmopolitismo.

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La autora plantea un debate significativo: la preeminencia del cosmopolitismo frente a las visiones que sostienen al nacionalismo, patriotismo y pertenencia identitaria. Lo relevante para nuestro curso es la forma reflexiva que los participantes emplean para argumentar sus posiMartha cionamientos. Nussbaum Podremos -hemos seleccionado (n. 1947) tan solo algunos autores del debate original- apreciar un la visión de „patriotas cosmopolitas‟ (K. Appiah), las ilusiones del cosmopolitismo (G. Himmelfarb), la razón universal vs. el patriotismo (H. Putnam), la democracia y su dependencia del patriotismo (C. Taylor), el rechazo al patriotismo y al cosmopolitismo en simultaneidad (I. Wallerstein), una revisión de los términos en debate (R. Falk) y la crítica sobre la exclusión de valores no occidentales para argumentar sobre el tema (A. Sen). Comencemos por plantear la argumentación de MN que ha dado lugar a posturas enfrentadas, coincidentes o de rechazo, pero todas esclarecedoras sobre un issue que sigue vigente. Para la autora, la principal lealtad -palabra clave para la mayoría de los participantesdebe ser con el común de la humanidad y recurre a una novela de Rabindranath Tagore (1861-1941) The Home and the World (La casa y el mundo, 1916) -por supuesto, sugerimos leer el texto-. R. Tagore contrapone el cosmopolitismo al nacionalismo y etnocentrismo, siendo derrotado el primero debido a que los valores del nacionalismo tienden a sustituir los valores universales de la justicia y el derecho. MN propone cuatro argumentos para fortalecer su posición: „1. La educación cosmopolita nos permite aprender más acerca de nosotros mismos (p.22); 2. Avanzamos resolviendo problemas que requieren la cooperación Charles internacional (p.23); 3. Reconocemos obliTaylor gaciones morales con el resto del mundo (n. 1931) que son reales y que de otro modo pasarían desapercibidas (p24); 4. Elaboramos argumentos sólidos y coherentes basados en las distinciones que estamos dispuestos a defender (p.25)‟. 1

En definitiva, dice la autora que en la novela de Tagore se observa el fracaso al llama- Amartya Sen do de una ciudadanía (n. 1933)

Martha Nussbaum. (1999). Los límites del patriotismo, identidad, pertenencia y „ciudadanía mundial‟, Ed. Paidós, Bs. As. 1

Hilary W. Putnam (1926-2016)

Richard Falk (n. 1930))

Gertrude Himmelfarb (n . 1922)

Immanuel Wallerstein (n. 1930)

mundial, pero Bimala -esposa del cosmopolita te hindú Nikhil- que apoyaba en un principio la causa de Sandip, un amigo de su esposo que formaba parte del movimiento Bande Mataram (viva la patria), comprende al enviudar que la moralidad de Nikhil era superior al simbolismo patriótico de Sandip, puesto que no hacía más que sembrar odio. El debate en esta Unidad transporta –aumentando la carga de Sísifo- categorías que son demasiado importantes para el „lenguaje en uso‟ empleado en el estudio de las relaciones internacionales como disciplina encadenada; en particular emergerán serías dudas sobre nociones ya acuñadas como territorio, fronteras, nación, ciudadanía y patriotismo, entre otras.

Kwame A. Appiah (n. 1954)

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K A. Appiah 2 recupera lo que su padre le dijo: “Recordad que sois ciudadanos del mundo‟ (p.33), El autor se asume cosmopolita y retoma el debate con los nacionalismos, patriotismos y humanismos. Considera que es posible y viable sostener la noción „patriota cosmopolita‟, poseer particularidades culturales y convivir con la hibridización cultural. En particular se destaca el desafío del cosmopolitismo al liberalismo y al patriotismo en cuanto al rol del Estado. EL cosmopolita y el liberal comparten que derechos como el sufragio universal, renuncia al sexismo y racismo, respeto a la autonomía de los individuos y los derechos humanos, forman parte de la dignidad de todas las personas. En cuanto al patriotismo, lo que lo diferencia del comopolitismo es el sentimiento de orgullo, puesto que esto dimensiona el capital cultural y simbólico que excluye al otro. Frente al humanismo también hay diferencias puesto que el cosmopolita no afirma que „todo le mundo importa‟ (p. 38) y aquí emerge una visión homogeneizadora global humanismo- frente a la aceptación de culturas locales diferenciadas –cosmopolitismo-. Siguiendo este razonamiento, analiza la relación entre Estado y Nación, planteando que la noción de Nación y no la de Estado es arbitraria (p.40). La clave conceptual que utiliza es la „moral‟ y concluye: „Los cosmopolitas debemos defender el derecho de los demás a vivir en Estados democrático, con amplias posibilidades de asociación dentro y fuera de sus fronteras; en Estados de los que puedan ser ciudadanos patrióticos. Y, como cosmopolitas, podemos revindicar este derecho también para nosotros‟ (p. 42)

Como ha deslizado Appiah, del patriotismo iluminista podríamos, en complemento necesario al cosmopolitismo, analizar el rol de la ´razón universal‟ (H. Putnam, 1999). Comienza Putnam con plantear que el patriotismo puede, según Nussbaum, conducir a la indiferencia hacia otras naciones, culturas y pueblos (p. 113) y, por otro lado, basarnos en la razón universal y considerarnos ciudadanos del mundo. La primera suele conducir a la intolerancia y al fundamentalismo pero también la segunda puede conducir a la violencia y al horro (p. 114). El autor intenta profundizar en la idea de razón universal utilizada por Nussbaum, particularmente en las propuestas de los filósofos morales en cuanto al „bien‟ y a lo ‟justo‟; es decir, visiones que va más allá de lo meramente subjetivo. Putnam se aparta de la postura cosmopolita de

Kwame Appiah. (1999). ‘Patriotas cosmopolitas’, en M. Nussbaum: Los límites del patriotismo. Identidad, pertenencia y „ciudadanía mundial‟, Paidós, Bs. As., pp. 33-42. 3 Hilary Putnam. (1999). „¿Debemos escoger entre el patriotismo la razón universal?‟, en M. Nussbaum, op. cit., pp.113-120. 2

Nussbaum proponiendo una alternativa a la razón universal que no sea la de los cínicos griegos, como es la de „inteligencia situada‟. Dice que el „verdadero razonamiento‟ siempre esa necesariamente situado dentro de una u otra tradición histórica (pp. 119)., como afirma: “(…) Todos nosotros tenemos que vivir y juzgar desde el interior de nuestras herencias particulares, al tiempo que permanecemos abiertos a los pareceres y criticas del exterior. Y ésta es la ´razón por la cual el mejor tipo de patriotismo, la lealtad a lo mejor de las tradiciones que se han heredado, es indispensable. En resumen, no tenemos que elegir entre al patriotismo y la razón universal, pues la inteligencia crítica y a la lealtad a lo mejor de nuestras tradiciones, incluyendo nuestras tradiciones nacionales y étnicas, son interdependientes” (p. 120).

Basada en su historia personal, la crítica y rechazo visceral de G. Himmelfarb4 al cosmopolitismo se argumenta a través de un concepto central: el Estado. Se puede observar –es un muy buen ejercicio de reduccionismo reflexivo– la forma argumentativa que utiliza la autora para defender el realismo de „determinados valores‟. Compartimos: “En cuanto se refiere a los principios y políticas específicas que, presumiblemente, Nussbaum valora –los programas sociales asociados con el Estado del bienestar, la educación pública, la libertad y la tolerancia religiosa, o la prohibición de discriminación racial o sexual– éstos dependen no de un nebuloso orden cosmopolita, sino de un vigoroso orden administrativo y legal cuya autoridad deriva del Estado. De la misma manera que el requisito básico de la cooperación internacional, a la que Nussbaum considera un elemento indispensable para el desarrollo económico, la protección ambiental, y los asuntos relativos a la „calidad de vida‟, es la existencia de Estados capaces de emprender y fomentar acuerdos internacionales. No en vano el término “nacional” es uno de los ingredientes básicos y necesarios del concepto internacional‟ ”.

Rechaza Himmelfarb que se deba „lealtad‟ al cosmopolitismo, puesto que esto es ocultar o negar todas las características que constituyen la identidad natural de un ser humano, como los “parientes, ancestros, familia, raza, religión, herencia, historia, cultura, tradición, comunidad...y nacionalidad” (p. 96). Coincidente con Nussbaum aunque con diferencias en cuanto a la propuesta de la existencia de una „identidad cosmopolita‟ como alternativa al „patriotismo‟. Enfáticamente, Charles Taylor 5 expresa que en ‘el mundo moderno no podemos hacer nada sin el patriotismo‟ (p. 145). Argumenta desde dos senderos. Por un lado sostie

4 Gertrude

Himmelfarb. (1999). „Las ilusiones dellcosmopolitismo´, en M. Nussbaum, op. cit., pp. 91-96. 5 Charles Taylor. (1999). ‘Por qué la democracia necesita el patriotismo‟, en M. Nussbaum, op. cit., pp.145-147.

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ne que hay una dependencia identificatoria de los ciudadanos con las democracias en base a la lealtad y comprometidos con una forma compartida de convivencia política. Frente a este patriotismo, la otra lectura involucra que los Estados modernos exigen de sus miembros un alto grado de movilización y, estas movilizaciones están en función de las identidades comunes. El problema se reduce a determinar si los miembros de una comunidad movilizarán sus lealtades hacia causas cosmopolitas o nacionales. Finalmente, expresa: “A modo de resumen, creo que no nos queda otra opción que ser cosmopolitas y patriotas, lo que significa luchar por un patriotismo abierto a la solidaridades universales, contra otros patriotismos más cerrados. En realidad, no sé si estoy en desacuerdo con Martha Nussbaum o si simplemente me limito a situar su profundo y conmovedor alegato en un contexto algo distinto. Sin embargo, n mi opinión, este matiz e importante.” (p. 147).6

Amartya Sen 7 orientó su aporte al debate centrando sus argumentos en la máxima de Diógenes „soy ciudadano del mundo‟ o, dicho de otra forma „la lealtad de una persona se debe a la comunidad mundial de seres humanos‟ (p. 135). Dimensiona sus argumentaciones según las críticas a la ciudadanía mundial, el papel de las identidades locales, la relación entre lealtad y tradición, el Estado, los valores y el mundo no occidental. Sen, en su trabajo, analiza las posiciones de la mayoría de los participantes del debate y vamos a señalar solamente las referidas a los que estamos tratando. Frente a Putnam considera que Nussbaum no esta afirmando que no debe haber lealtades a las tradiciones, sino que algunas tradiciones se manifiestan en determinados patriotismos que conducen al deterioro de las comunidades. Sen nos hace una importante pregunta: „¿Se puede ser ciudadano del mundo sin que haya un Estado mundial?‟ (p. 141). Más allá de una respuesta legal, los conceptos pueden ser abordados en su función comunicativa. En cuanto a Himmelfarb, no comparte -a nivel de creencia- que la justicia, el derecho, la razón y el amor a la humanidad sean –casi exclusivamente– valores occidentales. Dice que Nussbaum no sostiene que todo el mundo comparta estos valores sino que todo el mundo tiene razones para respetar estos valores. Otro nivel de crítica a Himmelfarb es más duro, tiene que ver con la inconsistencia argumentativa interna respecto a la distinción entre valores occidentales y no occidentales 8. En otras palabras, si alguien no comprende las diferencias entre estos valores no puede argumentar o contra-argumentar sobre las lealtades a los universalismos cosmopolitas o a los localismos patrióticos o nacionalistas, y menos aún afirmar que se está ante una ilusión…„una peligrosa ilusión‟. 9 Ibidem, p. 147 Amartya Sen. (1999). ‘Humanidad y ciudadanía’, en M. Nussbaum, op. cit. pp. 135-143. 8 Expresa el autor: “Mientras leía los comentarios de Himmelfarb, recordé un poema bengalí que encontré hace algún tiempo, que se puede traducir más o menos así: „Al fin y al cabo, ellos no son bengalíes/ qué pueden pues saber/ sobre el significado de palabras como madre, padre, hermano y hermana‟? ” 9 G. Himmelfar, op. cit., p. 96. 6 7

Culmina el premio Nobel con sentido llamamiento a la comprensión de la historia de la reflexión vivencial no occidental, puesto que los conceptos de libertad, justicia y democracia deben ser analizados en el contexto en que fueron escritos; es decir, en su análisis del cosmopolitismo vs. patriotismos, observa que existen generalizaciones que conducen a falacias argumentativas. Sostiene: “La libertad con la que crecientemente se prodigan rápidas generalizaciones sobre la literatura antigua de los países no occidentales para justificar los gobiernos autoritarios asiáticos, parece tener parangón en la igualmente rápida creencia occidental según la cual los pensamientos sobre la justicia y la democracia solamente han florecido en Occidente, dando por supuesto que el resto del mundo tendría serias dificultades para equipararse a Occidente. Quizá el mundo no esté condenado hasta ese punto” 10

Por su parte se afirma que la visión cosmopolita „desafía a la imaginación política a trascender el realismo estrecho de las modernas concepciones patrióticas de ciudadanía leal y Estado soberano que asocian el deber político y la identidad con las fronteras territoriales‟11. Si bien el autor comparte la visión de Nussbaum se inquieta por la polarización entre conciencia nacional y la cosmopolita. Rescatamos una enunciación que puede pasar desapercibida pero que es importante para nuestro curso: “El polo patriótico refleja la realidad del Estado soberano como la base a partir de la cual se organiza la sociedad internacional”. 12

Dice el autor que debemos hacer viables y permanentes a los „Estados humanos‟ -al estilo del modelo sueco, pese a que ha sido afectado por el flujo del capital glo10 Amartya

Sen, op cit., p. 143 Falk. (1999). „Una revisión del cosmopolitismo‟, en M. Nussbaum, op. cit., pp. 67-75. 12 Ibid., p. 67 11 Richard

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bal– de modo que tenga similitudes con una organización de alcance cosmopolita –sociedad de „Estados humanos‟. Pero aduce que la realidad de las presiones globalizadoras han hecho surgir un „Estado neurótico‟, en el que los gobiernos adoptan políticas que contradicen la propia ética del compromiso público. Esto se corresponde con algunas de las características de las visiones cosmopolitas y añade una advertencia: “Para que el cosmopolitismo resulte creíble debe combinarse con una crítica al globalismo éticamente deficiente encarnado por el pensamiento neoliberal y el globalismo que está siendo puesto en práctica de forma tal que minimiza el contenido ético y visionario de concebir el mundo como un todo” (p. 71). 13

En su crítica al globalismo y al cosmopolitismo financiero -Banco Mundial, FMI-, comercial –los arcos dorados de McDonald y homogeneidad de las cadenas hotelerasy cultural –los dibujos de Walt Disney los superhéroes-, plantea dos tipos de propuestas. En principio reconfigurar la estructura educativa, las lealtades y la ética, para evitar la polarización entre cosmopolitismo y patriotismo. No puede reconfigurarse el orden internacional reduciéndolo a una relación entre las partes (los Estados) el todo (el mundo). La actualidad revela la acción de ONG y movimientos sociales formales y no formales – indigentes, migrantes, desplazados, „indignados‟, etc.con presencia activa en el debate sobre el espacio público local y global. La segunda modalidad de reconfiguración se deriva de lo anterior, puesto que estamos en presencia de un transnacionalismo ético. El patriotismo se basa en la moral de los que conducen el Estado, si esto se erosiona se erosionan las lealtades. Las tendencia globalizadoras advierten sobre la necesidad de desvincular la práctica de la democracia con el nexo Estado-Sociedad y como ha sostenido David Held, involucrarnos en el logro de una ´democracia cosmopolita´. Esto puede conducir a una reconciliación del nacionalismo y el cosmopolitismo p. 74). Putnam14 plantea su lectura de Nussbaum afirmando que hay dos ideas centrales. Por un lado, el patriotismo suele conducir al chauvinismo nacional y al racismo (indiferencia hacia otras naciones culturas), por tanto el patriotismo debe ser abandonado. Por el otro, no tiene el ciudadano la necesidad de tener una guía moral basada en las tradiciones étnicas, como „ciudadanos del mundo‟ debemos internalizar un „razón universal‟ (p. 113). La primera idea se desliza hacia los fundamentalismos y la intolerancia; es decir hacia la crueldad y la agresión humana. La segunda idea, la de „razón universal‟ se enfrenta con la falta de acuerdo universal sobre lo que es una „vida buena‟. Según el autor Nussbaum confunde la idea de ética universal (principios universales de justicia) y de

13Ibid.,

p. 71. Hilary Putnam (1999). ¿Debemos escoger entre el patriotismo y la arón universal?‟, en M. Nussbaum, op. cit., pp. 113-120. 14

razonamiento siempre está situado‟ en alguna tradición histórica, como expresa: „Ciertamente los miembros de distintas tradiciones pueden – como efectivamente hacen- entrar en la discusión y n el debate. Pero (como también señaló Dewey) en tales discusiones, por lo general, nos vemos forzados renegociar lo que entendemos por la propia razón. Y puesto que la razón requiere esta interminable renegociación, no puede actuar como fuente neutral de la que emanan los valores por los que los „ciudadanos del mundo‟ deben regir sus vidas. Mientras consideran sus propis herencias culturales como si no fueran más que las (ciertamente) queridas pero lamentablemente provincianas familias que cada uno tiene. Todos nosotros tenemos que vivir y juzgar desde el interior de nuestras herencias particulares, al tiempo que permanecemos abiertos a los pareceres y a las críticas del exterior. Y ésta es la razón por la cual el mejor tipo de patriotismo, la lealtad a lo mejor de las tradiciones que se han heredado, es indispensable, en resumen, no tenemos que elegir entre el patriotismo y la razón universal, pues la inteligencia crítica y la lealtad a lo mejor de nuestras tradiciones, incluyendo nuestras tradiciones naciones y étnicas, son interdependientes‟. 15

Para Wallerstein16, la mesa reflexiva se asienta sobre una contundente afirmación: „Vivimos en un mundo profundamente desigual‟ (p. 149). Es una relación entre „fuertes‟ y „débiles y éstos para lograr resultados que disminuyan a „diferencia, deben actuar en base a una igualdad grupal. Para esto puede ser necesario estimular la conciencia de grupo (nacionalismo, lo étnico, etc.). Pero con cuidado, puesto que el nacionalismo de Nelson Mandela no era moralmente el mismo que el nacionalismo de los afrikaner. El autor analiza la vigencia –o no– de EE.UU., en especial las tres características de su ideología: nacionalismo estrecho (país más importante del mundo), nacionalismo de países ricos y lancos (líder mundial) y defensores de valores universales (libertad individual e igualdad de oportunidades). Pero a partir del fin del siglo XX esto ha cambiado, ya no hay una defensa sin límites de valores universales y su población ha visibilizado a los grupos oprimidos, deteriorándose el „patriotismo integrador‟. Frente a este nacionalismo no puede sostenerse un cosmopolitismo como alternativa, puesto que el eje es acabar con las desigualdades y contribuir a un mundo más democrático e igualitario. Hablar de „ciudadano del mundo‟ es asumir una posición ambigua: puede favorecer como perjudicar las desigualdades. La conclusión de Wallerstein es que en un mundo desigual, tanto el nacionalismo como el cosmopolitismo no son posiciones opuestas sino que se combinan en forma compleja. Habría que comprender cómo se configura esta complejidad. 15

Ibid., pp. 119-120

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Afirma MRA que, a principios del s.XXI la comunicación intercultural es un campo de investigación relativamente reciente y desea exponer algunas ideas relativas a competencia intercultural, tanto en la vertiente cognitiva como emotiva. Lo primero que hay que hacer es una clarificación terminológica de conceptos Miquel Rodrigo Alsina como interculturalidad o multiculturalidad; de modo que un Estado es multicultural si sus miembros pertenecen a naciones diferentes (un Estado multicultural) o si éstos han emigrado de diversas naciones (un Estado poliétnico). La concepción del autor es: „Por mi parte, entiendo por multiculturalismo la coexistencia de distintas culturas en un mismo espacio real, mediático o virtual; mientras que la interculturalidad sería las relaciones que se dan entre las mismas. Es decir que el multiculturalismo marcaría el estado, la situación de una sociedad plural desde el punto de vista de comunidades culturales con identidades diferenciadas. Mientras que la interculturalidad haría referencia a la dinámica que se da entre estas comunidades culturales‟ (p 2).

La cuestión que me planteo es cómo se puede conseguir una „comunicación intercultural eficaz‟. Es así que se define la competencia intercultural como una habilidad para negociar los significados culturales y de actuar comunicativamente de una forma eficaz de acuerdo a las múltiples identidades de los participantes. Umberto Eco (1985) propuso el término de "descodificación aberrante" para „designar no una interpretación errónea sino una interpretación distinta en relación a las intenciones del enunciador. Es decir, en el mejor de los casos, el receptor lleva a cabo una interpretación aproximada en el sentido pretendido por el emisor‟ (Ibid.). Eco (1987) también distingue la interpretación del uso. La interpretación significa se limita al universo del propio discurso, en todo texto siempre hay una serie de interpretaciones legitimables; a diferencia del uso, el cual significa tomar el discurso como una excusa para interpretar mucho más de lo que el propio texto propone. La comunicación intercultural nos obliga a reformular esta distinción entre uso e interpretación puesto que las personas con la mejor predisposición posible hacia los contactos interculturales, saben de las dificultades que se dan en la comunicación entre personas de distintas culturas. Es decir, si queremos conseguir una competencia intercultural se tiene que producir una sinergia de los ámbitos cognitivo y emotivo para la producción de una conducta intercultural adecua-

da. Se señala que las personas tienen una „competencia cognitiva‟ intercultural mayor cuando tienen un alto grado de auto-conciencia y conciencia culturales. Esto implica que, en primer lugar, se tiene que tener conciencia de nuestras propias características culturales y de nuestros procesos comunicativos. Para establecer una comunicación intercultural hace falta un mínimo de conocimiento y tiene que haber una lengua común. Como la comunicación no es sólo un intercambio de mensajes y suele ser una construcción de sentido, un discurso puede tener diferentes niveles de lectura a los que sólo las personas con un buen conocimiento de la cultura de origen pueden acceder y se sitúa en algún grado de incertidumbre. En este caso, se podría hablar de dos tipos de incertidumbre: a) incertidumbre predictiva que hace referencia a la incertidumbre que tenemos en relación a la predicción de las actitudes, sentimientos, creencias, valores y conductas de los forasteros. b) incertidumbre explicativa que es en relación a las actitudes, los sentimientos y los pensamientos de los extranjeros. Por otro lado, la „competencia intercultural emotiva‟ se produce cuando las personas son capaces de proyectar y de recibir las respuestas emocionales positivas antes, durante y después de las interacciones interculturales. Las relaciones emotivas son también muy importantes en la comunicación, en general, y en la comunicación intercultural en particular. En este ámbito, uno de los problemas emotivos de la comunicación intercultural es la ansiedad, otro es la capacidad empática facultad de identificarse con el otro- y otro es la motivación. Algunos objetivos de la comunicación intercultural para conseguir una comunicación intercultural eficaz serían los siguientes: 1. Nada es inmutable. Cuando se inicia un diálogo uno debe estar potencialmente abierto al cambio. 2. No hay posiciones universales. Todo está sujeto a crítica. 3. Hay que aprender a aceptar el conflicto y la posibilidad de que se hieran los sentimientos. 4. Hay cierta perversidad en la historia que nos han enseñado. Nuestras identidades se han hecho en oposición a la de los otros. 5. Nada está cerrado. Cualquier cuestión puede siempre reabrirse..

Alsina, Miquel Rodrigo. (2000). “Elementos para una comunicación 17 Affaya, Mohammed Nour Eddine. (2000). „La interculturalidad del intercultural”, Revista CIDOB D‟Affers Internacionals, Vol. 50, Sept. McWorld en el paradigma globalitario‟.Revista CIDOB d´Afers internacionals, Vol. 50, sept. 16

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Al comienzo de su informe, AS no da un perfil del mundo de posguerra en cuanto a las experiencias relativa al término „desarrollo‟ que se ha constituido en parte de los „global problems‟: Amartya Sen

„- La acelerada reconstrucción postbé -lica de Alemania y Japón, que emergen como nuevos líderes de la economía mundial. El crecimiento económico sin precedentes de Europa y Norteamérica, seguido de una desaceleración que se tradujo, especialmente en Europa, en un aumento sostenido de las tasas de desempleo. - La creación del „Estado de bienestar‟, partiendo de Europa, con grandes repercusiones tanto en la calidad de vida como en la carga financiera que debía soportar el Estado. -El advenimiento de Asia oriental como región de extraordinario crecimiento económico con un notable desarrollo social y equidad comparativa. -La rápida expansión económica experimentada en algunas partes de América Latina, sin que se produjera una reducción proporcional de la pobreza. -Las crisis económicas padecidas en la Unión Soviética y Europa oriental, cuyas reformas acentuaron el declive existente. -La rápida transformación de la economía china mediante el recurso al comercio y los mercados aunque sin poner en marcha reformas en gran escala. -La eliminación de la dependencia alimenticia de muchos países del tercer mundo, incluida Asia meridional. -La agudización de las hambrunas en Africa al Sur del Sahara, a la vez que se producía una reducción de las mismas en otros países como India o China después de 1962. -El aumento extraordinario del volumen del comercio internacional y el flujo de capitales a escala mundial. -La expansión sostenida de la longevidad en buena parte del mundo, que se incrementó rápidamente tanto en regiones de alto crecimiento económico (Corea del Sur, Taiwan y Hong Kong) como en zonas de menor desarrollo económico (Costa Rica, Sri Lanka, la China anterior a la reforma, y el estado indio de Kerala).‟

Sin duda es una invitación a la actualización de temas de relevancia en esta segunda década del s. XXI, pero es un buen ejercicio reflexivo añadir nuestras propias consideraciones, según estamos recorriendo los íssues globales. El autor propone partir de lo que es común a un modelo de desarrollo en el modo de producción capitalista, como lo es la conformación del „capital originario‟. Luego plantea dos modelos: BLAST (Blood, Sweat and Tears) y GALA (Getting by, with a Little Assistance) emulando la máxima de W. Churchill. Como enfoque global, BLAST asume el principio del “sacrificio necesario” , y se relaciona con prestaciones sociales reducidas, gran desigualAmartya Sen. (2002). ‘Teorías del desarrollo a principios del siglo XXI‟, Leviatán, Vol. 84, II Época, pp. 65-84. 14

dad social autoritarismo y exclusión social participativa. La acumulación primitiva de capital se basa en los sacrificios que acompañaban al bajo nivel de calidad de vida apuntando a un crecimiento económico orientador. Algunas variantes de este modelo apuntaban a la formación de capital físico, obviando la importancia de los recursos humanos (formación profesional, educación, etc). Los resultados eran que aumentaba la pobreza y disminuía el capital social. Este modelo reveló que los gobiernos fueran autocráticos y amplia imitación de las libertades cívicas: libertad de expresión, de asociación, de competencia electoral, de sistema de partido, etc. La “vía dura” de BLAST para el desarrollo considera la supresión de los derechos humanos y otros “sacrificios” relativos a la democracia y los derechos civiles y políticos como necesarios en las etapas tempranas del desarrollo. Un ejemplo ha sido Singapur con Lee Ruan Yew -exprimer ministro- y su respuesta a la pregunta de Sen: „¿Existe conflicto entre el desarrollo económico y los derechos civiles y políticos?‟; en otras palabras la “hipótesis de Lee” se expresa:

CE (DE)  DPyS DE (CE) = Desarrollo económico (en función del crecimiento económico) DP y S = Desarrollo político y civil

Esta hipótesis correlacional no es consistente, más allá de las estadísticas que muestran el proceso mediante los cuales los NICS (New Industrialized Countries) asiáticos avanzaron con sus economías. Para Sen, cuando se habla de desarrollo se hace referencia a las personas y la mejora de su calidad de vida en forma integral . Es por eso que A. Sen se inclina por el modelo GALA – aunque acepta que ambos modelos poseen vínculos-. La concepción GALA del desarrollo vincula la interdependencia existente entre el bienestar social, el estímulo a la capacidad productiva y el desarrollo potencial de la economía; es decir prioriza la calidad de vida.El énfasis que se ha asignado al capital humano – en particular al desarrollo de la destreza y la capacidad productiva de toda la población – ha contribuido a suavizar y humanizar la concepción del desarrollo. La fundamentación teórica del desarrollo han de plasmarse en el terreno de la política estatal, puesto que „si bien la prosperidad económica y una situación demográfica favorable fomentan el bienestar y la libertad de una sociedad, no deja de ser cierto que una mayor educación, prevención y atención de la salud, y otros factores similares afectan las auténticas libertades de que disfruta la población. Estos “avances sociales” deben considerarse como parte del “desarrollo”, dado que nos procuran una existencia más prolongada, libre y fructífera, además de estimular la productividad o el crecimiento económico‟. En suma, GALA le da suma importancia al consumo social, una de las cuatro macrovariables esenciales de todo modelo económico (Capital, Ahorro, Inversión y Consumo) a diferencia del BLAST, que potencia el consumo de mercado-.

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S. G, plantea un debate entre los “valores occidentales” (universales) y los “valores asiáticos” (alternativa a los primeros). Se reivindica una “posmodernidad” china para fomentar el desarrollo del país produciendo un rechazo a la “modernidad occidental”, cuyos valores sirvieron para justificar Seán Golden el imperialismo y el neoimperialismo económico. Comienza su visión dando un panorama histórico y destaca los dos marcos de la geoestrategia mundial: a) el que sitúa el nuevo orden mundial en un contexto de postguerra fría y, b) el que lo ubica en un contexto postcolonialista. La raíz de las visiones en debate se encuentra en los principios de la herencia ilustrada europea y su consecuencia: la modernidad con sus valores universales. Dice Golden que el paradigma que ha marcado las teorías geoestratégicas de los EEUU ha sido el concepto de la Guerra Fría y la contención del comunismo -la gran amenaza a la herencia común de la Ilustración. Con la caída del muro de Berlín y la desintegración de la ex Unión Soviética, ya no queda comunismo por contener pero aún queda el paradigma de la contención; ¿Puede haber un enemigo peligroso, fácil de identificar y, por lo tanto, bien definido?. La respuesta neoconservadora es afirmativa; China. El paradigma Guerra Fría/postguerra fría representa una visión basada en los intereses propios de los antiguos poderes imperialistas. Un segundo paradigma que sirve para analizar la situación geopolítica actual es el paradigma del postcolonialismo, que forma parte de un proceso histórico de más larga duración, el proceso del imperialismo, empezando con el colonialismo. La conclusión parcial es que ambos paradigmas parecen ser incompatibles y opuestos. Expresa el autor que la „deconstrucción de los valores occidentales por los análisis postcolonialistas convierte estos mismos valores, supuestamente universales y justificados, en la causa misma de muchos de los males que ha padecido el resto del mundo, y convierte a los herederos de la Ilustración en los malos de la película. Uno de los autores más representativos de este proceso ha sido Edward Said, cuyo libro Orientalismo centra muchos de los debates postcolonialistas, tanto en Occidente como en Oriente‟ (p. 12). Un tercer paradigma del debate es el concepto de “modernidad” como proceso de consolidación del sistema capitalista y de la democracia liberal. En este contexto, la modernidad vuelve a ser parte de la herencia de la Ilustración. Sean Golden. (2003). „Modernidad versus postmodernidad en China. El debate entre los “valores asiáticos” y los “valores universales” ‟. Revista CIDOB d‟Afers Internacionals, Nro. 63, pp. 9-32. . 15

herencia de la Ilustración. Lo que propuso Fukuyama fue que la modernidad ya se había consolidado y que no hacía falta buscar ninguna evolución posterior a la de los Estados poshistóricos. Lo único que había que hacer era extender este modelo al resto del mundo. Pero aclara Golden: „Si el término modernidad sirve para describir y para definir una época y un proceso histórico que se han consolidado, como postula Fukuyama, y que, por lo tanto, han terminado, ¿cómo sería o cómo debería ser el período posterior? Si el período posterior no representa ningún cambio respeto al período anterior, sería una simple continuación, pero si el período posterior difiere del anterior, esta postmodernidad representaría un modelo distinto y alternativo a la modernidad‟ (Ibid).

Es decir, continuidad o ruptura epistemológica. Para los teóricos de la postmodernidad, se debe hacer una revisión crítica de la modernidad, y se debe cuestionar la autoproclamada universalidad de los valores de la Ilustración sin negar la existencia de valores universales; la existencia de otros sistemas de valores no impide la existencia de valores universales. Como Amartya Sen ha mostrado, se pueden llegar a los mismos valores universales a través de los diversos sistemas de valores asiáticos (porque provienen de diferentes fuentes –hindú, budista, musulmán, confuciano– y porque hay, por lo tanto, más de un sistema de valores asiáticos). El rechazo de los valores “occidentales” como universales hecho por las sociedades “orientales” responde al proceso postcolonialista y semiótico: no representa un análisis de los contenidos específicos de los valores propuestos, sino una reacción contra la fuente que los proclama universales. Paradójicamente, los valores asiáticos, que rechazan la modernidad europea surgen de las mismas fuentes que algunos valores de la Ilustración; aunque la postmodernidad china tiene algunas características muy diferentes de su versión occidental. Golem presente una comparativa entre los valores asiáticos, pero es muy discutible aceptar que sus defensores han sido gobernantes muy cuestionados (dictaduras tecnocráticas de mercado) como el „primer ministro Mahathir y Noordin Sopiee de Malasia, y el ministro principal Lee Kuan Yew, Tommy Koh, George Yeo, Kishore Mahbubani de Singapur, quienes defendieron la existencia de un sistema de valores asiáticos en el marco de un postcolonialismo nativista (ver comparativa en el Art. del autor). Pero se aclara que no todo es así, puesto que el caso chino es algo diferente del caso de Malaisia o de Singapur, puesto que China es la fuente principal del confucianismo, base del sistema de valores de Asia Oriental. Con esto volvemos al tema de la geocultura y reconocer que el crecimiento inexorable de un mercado mundial no da lugar a una civilización universal, sino que hace de la interpenetración de las culturas una condición global ineludible. China percibe la unipolaridad de la geopolítica de los EEUU como una amenaza a su futuro, y promueve la reconstrucción de un mundo multipolar como remedio a la situación creada después de la desaparición de la ex Unión Soviética y el nacionalismo chino podría convertirse en uno de los factores geopolíticos más importantes de este nuevo siglo. ¿Hay valores universales?. Respuesta: Sí…pero no son los occidentales

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La amplia y profunda visión de este autor nos ayuda a contextualizar los global problems relacionados con la temática de esta clase. Nos interesa desmenuzar el orden cosmoDavid Held polita en su relación con la comunidad política. Observaremos que surgen categorías reflexivas como „principio d e autonomía‟ -posibilidad de vivir en libertad- y si es posible hablar de un „derecho cosmopolita‟. La idea de autonomía implica que todas las personas no tengan restricciones al ejercicio de sus libertades cívicas (p. 265) en una comunidad política. Esto requiere analizar la constelación de derechos involucrados en el ejercicio de la autonomía. Y, por tanto, tenemos que referencia los derechos que son democráticos y determinar si es posible que estos derechos sean universales – cosmopolitas-. Sin duda esto es muy complejo, como afirma el autor: „Es profunda a tensión entre la prédica de la identidad nacional, la afiliación religiosa, la soberanía estatal y el derecho internacional‟ (p. 267)

Los derecho a los que hace referencia D Held son independientes de la noción de ciudadanía nacional y solo son dimensionados por la democracia, por una comunidad política democrática. En este tipo de comunidad habría dos tipos de vínculos cruciales (ver diagrama): 1– Relación entre los que gobiernan y los ciudadanosvotantes; es decir, éstos últimos tienen la capacidad de „rendir cuentas‟ (accountability) a los que gobiernan. 2– Los resultados (output) de las decisiones de los gobernantes sobre el pueblo elector.

Es decir, si bien los ciudadanos tienen la posibilidad de controlar el juego democrático, las comunidades políticas no se encuentran aisladas y están relacionadas en una multiplicidad de redes de interacción. No ha fronteras impermeables entre los Estados de modo que emergen los espacios locales, internacionales y globales de interacción. Conclusión: las comunidades nacionales no son las únicas instancias que elaboran decisiones que afectan a la población y los gobiernos no son los únicos factores a tener en cuenta. DH directamente aborda la democracia cosmopolita, para esto sostiene que el derecho cosmopolita debe trascender a las naciones y a los Estados y se extiende a todos los miembros de la comunidad internacional (p. 272). El autor retoma a I. Kant y describe la fuerte no David Held. (1997). La Democracia y el Orden Global. Del Estado Moderno al Gobierno Cosmopolita‟. Paidos. Buenos Aires, en especial Cap. 10: „La comunidad política y el orden cosmopolita‟, pp. 26516

ción de „hospitalidad‟ universal –relaciones cooperativas y justas-, con lo cual el principio de autonomía y sus restricciones es compartido y cuenta, específicamente, con la participación de los miembros que están mundialmente interconectados. Esta hospitalidad está fusionada al derecho público democrático dentro y fuera de las fronteras estatales y nacionales. Tal como expresa: „La condición de la hospitalidad universal o, como preferiría expresarlo, de la orientación cosmopolita es el derecho publico democrático cosmopolita‟ (p, 273)

Si nos ubicamos en el marco de una autonomía democrática, la idea de comunidad cosmopolita se encuentra entre el federalismo y el confederalismo –siguiendo la reflexión kantiana-. Held rechaza la idea de un Estado mundial –cultura homogénea, discurso común y una forma única de ciudadanía- y sostiene la vigencia de la soberanía de los Estados pero bajo interacción democrática y participativa. Incluso –afirma– que la idea de un orden cosmopolita democrático tampoco es coherente con la visión confederal, puesto que la participación debe ser siempre voluntaria y basarse en el consenso (p. 277). Lo que si es posible es que el modelo democrático cosmopolita aporte un marco expansivo que regule de forma democrática a los Estados y naciones, con lo cual se articularían los diversos sistemas de poder y de autoridad. De este modo la comunidad política cosmopolita se sustentaría en un derecho cosmopolita en el cual las soberanías regionales, locales y nacionales se subordinan a un marco institucional común legal y general (p. 280). Finalmente, el autor sostiene la consolidación de la democracia: „El establecimiento de un modelo cosmopolita de democracia tiende a fortalecer la democracia „dentro‟ de las comunidades y asociaciones civiles desde „fuera‟ por medio de una red de agencias y asambleas regionales e internacionales que cruzan los ámbitos espacialmente acotados‟ (p. 282) Durante nuestro Curso hemos citado numerosos trabajos de David Held, en especial los vinculados a la globalización, gobernanza global, cosmopolitismo y diseño del orden mundial. Nuestro agradecimiento al autor por la recepción de nuestro trabajo y sus comentarios.

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Es hora de complementar con lecturas provenientes de comunidades políticas no occidentales. Este aporte pretende analizar el desarrollo de la Teoría de Relaciones Internacionales (TRI) en China Qin Yaqin desde 1978. Puede argumentarse que el desarrollo de las Relaciones Internacionales como disciplina académica ha tenido lugar en tres fases en China, un país incorporado tardíamente a la materia: fase preteórica, fase de aprendizaje teórico y fase de innovación teórica. Durante la fase pre-teórica (1978-1990), aunque haya existido algún pensamiento innovador por parte de los académicos de este campo, no había un intento consciente por elaborar un paradigma teórico sistemático. La segunda fase, de aprendizaje teórico (1991-2000), comenzó cuando los académicos de Relaciones Internacionales empezaron a desarrollar una conciencia colectiva como comunidad académica y trazaron una agenda para una investigación centrada en el conocimiento. Esta fase puede a su vez subdividirse en dos etapas: inicial y de profundización. La tercera fase (2001 en adelante) será una fase de innovación teórica, en la que los académicos intentarán explicar la realidad y comprender los fenómenos sociales desde una perspectiva inconfundiblemente china. Esta etapa estuvo marcada por cuatro asuntos importantes. En primer lugar, existía un debate sustancial entre los académicos defensores de las tradiciones realista y liberal. En segundo lugar, la traducción de clásicos de TRI condujo a una mejor comprensión entre los académicos chinos de lo que era la teoría orientada al conocimiento e incrementó su erudición. Se incluyeron clásicos como Poder e Interdependencia de Keohane y Nye (1992), Teoría de Política Internacional de Waltz9 (1992), Teoría social de la política internacional de Alexander Wendt (2000) y El sistema mundial moderno (volumen I) de Immanuel Wallerstein (1998). En tercer lugar, académicos chinos de Relaciones Internacionales, editoriales y revistas académicas comenzaron a prestar una mayor atención al proceso de desarrollo de las Relaciones Internacionales como una disciplina con especial énfasis en la TRI. En cuarto lugar, fue durante esta etapa que la TRI dominante (tal y como se desarrolló en Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial), tuvo una gran influencia en los académicos chinos de Relaciones Internacionales. Los estudiantes chinos que cursaron Ciencias Políticas en universidades americanas desde principios Qin, Yaqing. (2013). „Desarrollo de las Teoría de las Relaciones Internacionales en China‟, Relaciones Internacionales, Nro 22, Febrero – Mayo, pp. 67-83. 17

de los años ochenta, y volvieron a China para dedicarse a la enseñanza y a la investigación sobre Relaciones Internacionales, estaban influidos por la tradición académica americana . En la etapa de profundización, el foco de las Relaciones Internacionales en China de alguna manera ha cambiado de la TRI clásica dominante en Estados Unidos a otras áreas relacionadas con el feminismo, la teoría de la gobernanza global y la teoría de complejidad. La escuela inglesa de Relaciones Internacionales ha atraído la atención de los académicos de Relaciones Internacionales chinos en particular. Hubo una cada vez más clara identificación de, y competencia entre, las distintas escuelas de pensamiento dentro de la comunidad china de Relaciones Internacionales. Junto con el realismo y el liberalismo, una tercera escuela de pensamiento, el constructivismo, ha penetrado en el campo de la TRI en China durante la etapa de profundización. El incremento del interés por el constructivismo entre los académicos chinos de Relaciones internacionales constituyó un rasgo extraordinario de este periodo. Hay varios factores que explican este proceso. En primer lugar, el interés por el constructivismo coincidió con el debate sobre el ascenso pacífico de China. Un concepto clave del constructivismo es la “identidad”, y China ha experimentado de hecho un profundo cambio de identidad en el ámbito internacional. Se está convirtiendo rápidamente en un miembro pleno de la sociedad internacional. Esto ha conducido a China a redefinir sus intereses nacionales y su estrategia encaminada a un ascenso pacífico en el mundo. En segundo lugar, el constructivismo implícitamente encaja con la filosofía china más importante del I Ching (cambio), que sostiene, a diferencia del realismo y del liberalismo, que tanto la identidad como el comportamiento no son inmutables. En resumen, la etapa de profundización de la fase de aprendizaje teórico presenció una penetración gradual de teorías minoritarias y no americanas, aunque la TRI dominante en Estados Unidos continuó perfilando los contornos del discurso de TRI en China. Desde la década de los noventa, cuando China profundizó sus reformas económicas y decidió integrarse en la comunidad internacional, la comunidad china de Relaciones Internacionales ha mantenido diversos debates sobre el desarrollo de las Relaciones Internacionales como una disciplina separada en China. Dichos debates se han centrado en aspectos como si la teoría social es universal o está arraigada en la historia o la memoria colectiva de un pueblo; si una escuela de TRI típicamente china puede emerger, desarrollarse y sostenerse por sí misma; y si la metodología positivista por sí sola debería guiar la investigación de Relaciones Internacionales. Estos debates están delineados por tres aspectos. En primer lugar, los académicos chinos están empleando cada vez más marcos teóricos tomados de occidente para explicar la experiencia y el comportamiento de China en el ámbito internacional. En segundo lugar, se ha producido un consenso general entre los académicos chinos de Relaciones Internacionales desde mediados de los

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años noventa sobre la necesidad de elaborar una TRI tenta, y con la mayor integración de desde una perspectiva china. En tercer lugar, desde China en la comunidad internacional, comienzos del siglo XXI, China ha incrementado drás- ha existido un énfasis en los estudios ticamente su interacción con el resto del mundo, lo que de Relaciones Internacionales, incluha fomentado el desarrollo y la promoción de una es- yendo la TRI, como un medio para comprender las cuela china de TRI. Por tanto, durante la etapa de pro- relaciones internacionales y para generar conocimiento fundización las escuelas opuestas han intentado avanzar sobre la política mundial. Desde entonces los académisus perspectivas hacia una visión mundial claramente cos chinos han mostrado un profundo interés por la china y elaborar un paradigma teórico. Podría tener en TRI desarrollada en occidente, especialmente en Estaconsideración las siguientes tres posturas conceptuales: dos Unidos. La TRI también posee una gran relevancia marxismo, filosofía tradicional china y la confluen- para China en lo relativo a las políticas, a medida que el cia de las tradiciones intelectuales occidental y país ha ido adentrándose en la comunidad internaciochina, lo cual podría hacer emerger un marco integrati- nal. Pese a que algunos de los académicos de TRI no vo en el futuro. La corriente tradicional va de la mano pretenden interferir en las políticas gubernamentales, y del resurgimiento del pensamiento clásico chino, basa- desean únicamente adquirir y generar conocimiento, do en la filosofía confuciana. Se trata de otra dimensión sus investigaciones han sido a menudo relevantes políimportante en la emergente TRI de China. Los acadé- ticamente. Recientemente se ha producido un esfuerzo micos chinos pretenden ahora emplear el pensamiento consciente por establecer una escuela típicamente china confuciano en para las instituciones de gobernanza y de TRI. Ello seguramente alentará a los académicos para una armonía en sus obras teóricas. Por ejemplo, el chinos de Relaciones Internacionales a dedicar más estudio de Zhao Tingyang (2005), “Tianxia Tixi: Shijie energía a la innovación que a la imitación. Zhidu Zhexue Daolun” (El sistema Tianxia: una introducción a la filosofía de las instituciones mundiales) constituye quizá el más representativo de esta escuela de pensamiento. Zhao sostiene en su obra Deseamos agradecer la gentileza y deferencia que ha tenido el Ph.D. Qin que el mundo gobernado por el sistema Yaqin al facilitarnos su último aporte sobre el “relacionalismo” chino. El de estados es un “no mundo”, puesto que autor nos propone: las instituciones interestatales no pueden solucionar problemas trans-estatales y “Inspirándonos en las teorías sociales occidentales, en muchas de las cuales la «racionalidad» constituye un núcleo duro, hemos intentado desarrollar una teoría globales. Mantiene además que las institugeneral de la relacionalidad, un concepto profundamente arraigado en el pensaciones confucianas Tianxia son globales mien-to y en las prácticas tradicionales de China, que constituye una idea clave en en el sentido real de la palabra y que, por el clásico chino Yijing o Libro de las mutaciones (yì jīng), y que Confucio consideró la tanto, constituyen el prerrequisito para concep­tualización fundamental de la gobernanza” (2012, p.80). establecer un sistema global y solucionar los problemas globales. Esto ha supuesto De este modo adopta un enfoque interactivo que busca establecer un diálogo un buen comienzo para la construcción de entre las teorías internacionales occidentales y los pensamientos culturales un paradigma chino de Relaciones Inter- chinos – práctica y la visión del mundo-. Sin duda es intercultural y metodonacionales. La corriente integrativa ha lógicamente desarrolla una teoría de la relacionalidad para entender las relabebido tanto del pensamiento occidental ciones internacionales dinámicas. El autor efectúa una analogía fundacional como del chino, y ha luchado por introdu- entre la racionalidad occidental y la relacionalidad china. Configura la teoría cir conceptos chinos en el discurso domi- en tres componentes principales: 1- Proceso en términos de relaciones; 2- Metarrelación y 3-Gobernanza relacional. El proce­so es ontológicamente significativo nante de TRI. Sin embargo, el problema y se define en términos de relaciones dinámicas. La metarrelación equivale a reside en que no ha trabajado aún lo sufi- la relación yin-yang en la dialéctica china -como «relación de relaciones» y reciente como para universalizar los concep- presenta la naturaleza esencial de todas las relaciones-La gobernanza relaciotos chinos. La tentativa más reciente en nal se sostiene en la gestión de relaciones entre actores individuales para lleeste ámbito ha sido explorar el gar al orden -en lugar de centrarse en el gobierno de actores individuales“relacionalismo” chino* , y usarlo como (2012, p. 81). Lamentablemente en este curso no es posible profundizar y un concepto tanto suplementario como debatir lo que sostiene Qin Yaqing, temática que será trabajada en el segundo distinto del racionalismo. Esto se está pre- semestre en la materia Taller de Tesis en el estudio del „Marco Teórico‟ de los sentando como un concepto clave para protocolos de Proyectos de Tesis de fin de carrera . confeccionar redes informales y para la gobernanza “relacional”. Este marco sos- Bib. tiene asimismo que los procesos políticos Qin Yaqing. (2010). „International Society as a Process: Institutions, Identities, and internacionales, definidos como relacio- China‟s Peaceful Rise‟, The Chinese Journal of International Politics, Vol. 3, pp. 129–153. nes en curso, pueden nutrir la emoción e Qin Yaqing. (2012). „Cultura y pensamiento global: una teoría china de las relaciones identidad colectivas, y contribuir a elabo- internacionales‟, Revista CIDOB d’Afers Internacionals, Nro.100, pp. 67-90. rar una comunidad basada en la confianza Qin Yaqing. (2016). „A Relational Theory of World Politics‟, International Studies Review, y en la armonía. Desde la aplicación del V. 18, pp. 33–47. proceso de reformas económicas y políticas a mediados de los se-

…explorar el “relacionalismo” chino*

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'Issues globales: y las distintas voces del ordenamiento posinternacional’ . Hasta ahora, ¿se ha fortalecido o debilitado Sísifo? Debemos seguir analizando si vale la pena seguir ayudando a Sísifo a transportar la roca. La viñeta nos plantea issues encadenados: multi e inteculturalidad (Rodrigo Alsina), el consumo de mercado en su vinculación al consumo social (A. Sen), la lectura cosmopolita (D. Held) y las teorías involucradas provenientes de visiones no occidentales las RR.II. (Q. Yaqin; S. Golem).

¿Cuál sería el vocabulario (el „lenguaje en uso‟) que deberíamos seleccionar para abordar este tipo de global problems en el escenario posinternacional?

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VI

PLAN DE CLASES

Dr. Hugo Pérez Idiart Universidad Abierta Interamericana Buenos Aires—Argentina 2016


se a l C io 1 n Ju y 8

‘Issues globales y las distintas voces: geopolítica crítica, seguridad internacional y geocultura’

Distintos autores, en la clase anterior, plantearon un vocabulario centrado en lo inter y multicultural, el deslizamiento reflexivo hacia al comienzo del s. XXI de la noción de desarrollo –vinculando capital y consumo social- y miradas teóricas en entornos culturales que están pensando su propia noción de orden internacional. Siguiendo con otros issues insertos en los global problems, damos, inicialmente, una breve pero sustancial visión sobre los cuatro modelos paradigmáticos, las tres caras de la globalización y algunas advertencias. Esto es lo que nos propone Stanley Hoffmann1 cuando describe cuatro modelos –paradigmáticos- globales que se instalaron en el debate sobre el orden internacional. El de Francis Fukuyama y el "fin de la historia"2 finalización de los conflictos ideológicos y el triunfo del liberalismo político y económico- con la presencia de dos tipos de Estados; los Estados históricos y los poshistóricos. Otro modelo fue el de Samuel P. Huntington3 con el ‘choque de civilizaciones’, que predijo que la violencia resultante de la anarquía del sistema internacional se desarrollaría entre "civilizaciones". Un tercer modelo es lo que SH denomina ‘ortodoxia realista o neorrealista’ basado en el enfrentamiento de los Estados, donde el poder militar y económico de los mismos determina su destino y los objetivos de los actores son impuestos por las amenazas a su supervivencia o a su seguridad -geoestratégicamente situados- (Henry Kissinger; Kenneth Waltz). Por último, está el modelo de la ‘globalización triunfante’, propuesto por Thomas L. Friedman4, que diluye las fronteras gracias a los nuevos medios de comunicación e información y postula como guía los logros de la democracia de EE.UU. 1 Stanley

Hoffmann. (2002). ‘Leer el mundo sin anteojeras’. Clarín, Bs. As., 4 de feb., pp.24-25. El autor amplió esta conferencia dada en París en enero del 2002 y se publicó como ‘Choque de globalizaciones’. Foreign Affairs en español, otoño/invierno, Vol. 2 No. 3, pp. 68-80. 2 En: http://hugoperezidiart.com.ar/negr-pdf/09-NEGR-FukuyamaCL2009-1.pdf 3 En: http://hugoperezidiart.com.ar/negr-pdf/11-NEGR-HuntingtonCL2009-1.pdf 4 Thomas L. Friedman.(2012). The Lexus and the Olive Tree: Understanding, Globalization Picador; 2 edition, en especial ver en el Cap. 2 la ‘teoría’ de lo arco dorados.

SH parte de una visión fundacionalista: el sistema anárquico descrito por los realistas, el mundo de los Estados, las alianzas, las guerras y las carreras armamentísticas, las rivalidades de poder y de prestigio. Esto diseña un ‘tablero conflictivo’ en el cual se pueden distinguir cuatro observaciones. En primer lugar, las rivalidades entre las Stanley Hoffmann grandes potencias y la facul(1928-2015) tad de las más pequeñas para aprovecharlas: las armas nucleares obligan a la prudencia. En segundo lugar, el ámbito de los enfrentamientos entre Estados se ha extendido a casos de conflictos internos y a los fines de evitar catástrofes regionales, las potencias intervienen (Ruanda, Congo) con el apoyo de la ONU o de organizaciones regionales. Tercero, los factores determinantes de las políticas de los Estados no son sólo los geopolíticos de lo que siempre hablan los realistas, sino también factores internos como las pasiones xenófobas -secular o religiosa-, reclamos económicos, solidaridades étnicas transnacionales, etc., afectando la toma de decisiones –compleja e indeterminada-. Por último, la relevancia de los dirigentes – su estilo y su filosofía- es subestimada por los neorrealistas de la última generación, puesto que para ellos la distribución "estructural" del poder es el factor dominante y los dirigentes están subsumidos por la premisa securitista del interés nacional. Propone SH que es necesario distinguir tres formas de mundialización:

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- Globalización económica, que es resultado de las revolu-

ciones tecnológicas e informáticas, de las inversiones en el extranjero y de la acción de las multinacionales. Los principales actores son las multinacionales, los inversores, los bancos y los servicios privados, además de los Estados y las organizaciones internacionales públicas y privadas. Esto plantea a los Estados un dilema capital: ¿primero eficacia o primero equidad? La globalización económica es un formidable factor de desigualdad entre Estados y en el seno del Estado -añade SH- Globalización cultural, producida por la revolución tecnológica y por la globalización económica, que facilita los flujos de productos culturales. La cuestión clave es la de la uniformización (o americanización) y la reacción a ella bajo la forma de un renacimiento de culturas y lenguas locales. - Globalización política, fruto de las otras dos. Adopta dos formas: la del predominio estadounidense y la de instituciones políticas, redes transgubernamentales e instituciones privadas.. En el momento actual, no hay más que un esbozo de sociedad civil transnacional: muchas ONG sólo representan una porción muy débil de las actividades y las poblaciones de los Estados miembros. (p. 2-3).

Hoffmann se hace una pregunta: ‘¿Cómo mejorar el mundo?’ y expresa: ‘Responder esta pregunta supone, primero, una filosofía política a la vez justa y aceptable incluso para aquellos cuyos valores y concepción de lo justo difieren de los valores y los fundamentos de esta filosofía. Las mías propias son ideas liberales cercanas a las de John Rawls y Judith Shklar. Tienen como elemento de base (contrariamente a Rawls) no al Estado ni al grupo, sino al individuo —a la vez como ser capaz de razón y como actor social—. A partir de allí tomando como Shklar por punto de partida e hilo conductor la suerte de los desheredados y los maltratados y como objetivos la emancipación material y moral y el progreso de la libertad de los seres humanos, y teniendo en cuenta al mismo tiempo las formidables presiones del mundo en cuanto tal, es posible desplegarlas en cada uno de los campos que son objeto de las relaciones internacionales.’ (Ibid.)

Thomas L. Friedman

sión conservadora (clásica) y rupturas en las que conocemos como radicales o críticas. En principio, a los fines de desarrollar autores, temas y propuestas de la ‘geopolítica crítica’, HCC 5 nos invita a Heriberto Cairo Carou distinguir su conceptualización. Por un lado la plantea en stricto sensu’ y reconoce, entre otros a Geraóid O’Tuathail (pronunciar: OTOAL) (1988) y Simon Dalby (1990) como los impulsores más influyentes. La teoría crítica de la geopolítica fue definida como: ‘La investigación de cómo un conjunto particular de prácticas llega a ser dominante excluye otro conjunto de prácticas. En donde el discurso convencional acepta las circunstancias actuales como dadas, ‘naturalizadas’, una teoría crítica se plantea cómo han llegado a ser tal cual son’ (1990, p. 28)

Es decir, una posición ontológica y epistemológica de estudio. Dalby intenta superar la visión realista de la política de poder incluyendo la visión discursiva; esto es, cómo se usan los discursos en la política, cómo se los construye y cómo se los usa en la práctica. De este modo, se hace necesaria la idea de descentrar que los factores políticos y económicos –geopolítica clásica– sean determinantes y por medio del análisis de los discursos que compiten por el poder se amplía el horizonte reflexivo. No obstante, hay posturas que acusan a los difusores de esta línea de trabajo de reduccionismo, puesto que si bien el discurso revela relaciones de poder, también hay instancias de poder antes y después del mismo. Hay varios trabajos de H. Cairo Carou que son de lectura necesaria, como lo hemos señalado en la cita 9 (p. 2) de la Guía de Clase del 27 de abril. Además, sugerimos ‘Elementos para una Geopolítica crítica. Tradición y cambio en una disciplina maldita’, ERIA, 1993, pp. 195213; ‘Los enfoques actuales de la geografía política’, Espiral, Vol. VII, núm. 9, mayo-agosto, 1997, pp. 49-72; ‘Espacio y política: por una teoría política situada’, Dados, Vol.56 no.4, (Rio de Janeiro), Oct./Dec. 2013, pp. 769-82; con María Lois: Geografía política de las disputas de fronteras: cambios y continuidades en los discursos geopolíticos en América Latina (1990-2013), Cuadernos de Geografía, Revista Colombina de Geografía, Vol. 23, n.º 2, jul.-dic., 2014, pp. 4567; con Breno Bringel: ‘Articulaciones del Sur Global: afinidad cultural, internacionalismo solidario e Iberoamérica en la globalización contrahegemónica’, Geopolítica(s,) 2010, Vol. 1, Nro. 1, pp. 41-63. Damos un aporte que intenta complementar el tema: Klaus Dodds. (2005). Global Geopolitics. A Critical Introduction, Pearson, England; Gearóid Ó Tuathail, Simon Dalby, Paul Routledge. (1998). The Geopolitics Reader, Routledge, London; Gearóid Ó Tuathail. (2005). Critical Geopolitics. The Politics of Writing Global Space, Routledge, London; Gearóid Ó Tuathail, Simon Dalby (Eds.). (1998). Rethinking Geopolitics, Royledge, London. Los textos están a disposición de los cursantes. 5

Francis Fukuyama Samuel P. Huntington

Kenneth Waltz

Con este panorama, vamos a trabajar otras aproximaciones que nos ayudan interrogar los global problems, como lo son los enfoques de la geopolítica crítica y la seguridad internacional. Heriberto Cairo Carou nos aporta un fecundo y estimulante relato. Su recorrido reflexivo nos lleva desde la geopolítica como disciplina inserta en el campo de las ciencias sociales y las dos corrientes principales que la han hecho resurgir. Afirma que la geopolítica –sea la clásica o la radical– no se ha deslizado hacia una nueva disciplina, más bien hay continuidades en la vi-

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Las llamadas ‘geopolíticas críticas’, en sentido lato, postulan visiones no conservadoras, entre las cuales se detallan tres: -Enfoque de la economía política. -Enfoque de las relaciones de poder. -Enfoque cultural-humanística. El enfoque de la economía política y análisis de sistemas mundiales es el que adopta –en general- perspectivas marxistas o neomarxistas; es decir la producción y distribución de bienes y mercancías afectan las relaciones internacionales de los Estados y sostienen que los Estados ya han sido superados por otras relaciones y unidades de análisis en un ámbito mundial. Se habla de una geopolítica del capitalismo (Harvey, 1985):

Barry Buzan

‘(…) la geografía histórica del capitalismo ha de ser el objeto de nuestra teorización, y el materialismo histórico-geográfico el método de investigación’ (p. 144)

Otro autor que, según HCC, ha influido de manera terminante en este enfoque ha sido Peter J. Taylor, quien se aparta de las posturas neopositivistas y ha reorientado la disciplina hacia el análisis de sistemas mundiales (world- systems analysis); con esto intenta desplazar el eje del conflicto Norte-Sur y el de las potencias marítimas y continentales (Este-Oeste). La localización del territorio y sus características ambientales dejan de ser los factores decisivos que determinan la política exterior de los Estados -geopolítica clásica-. Se presenta el diseño del entorno global constituido por centros, periferias y semiperiferias, sometidos al ciclo de auge y colapso de la economía internacional capitalista. Distingue tres espacios de análisis: economíamundo, la localidad y el Estado-nación. Lo decisivo es la economía-mundo puesto que es superadora de la estatal en un mundo globalizado. Se ha criticado al autor por su sesgo ideológico, su heterodoxia y, en especial, por el papel que le adjudica al Estado. Las ‘relaciones planteadas en la geografía del poder’ se apoyan en las dimensiones espaciales del poder’ . Se entiende que el poder ‘circula’ y está inserto en las relaciones sociales. El objeto de estudio subyace a la problemática de la relación espacial y el poder: la palabra clave es ‘relación’. En suma, este enfoque nos dice que la geografía del poder debe centrarse en lo político y sus relaciones y que no deben ser relaciones reducidas al papel del Estado. Hay dos autores que plantean diferencias en este enfoque. Claude Raffestin (n. 1936) expresa que la geografía política contribuye a comprender los procesos de dominación; en cambio Paul Claval (n. 1932), como realista político, se afirma en la necesidad de un Leviatán estatal para organizar la complejidad de toda sociedad. Lo que nos queda, en resumen, es que tanto la explicación política y la económica se complementan. La tercera corriente de una geopolítica crítica es la que proviene de la geografía humanística, en la cual se intenta reconciliar la ciencia social y al hombre, vincular estrechamente comprensión y juicio, objetividad y subjetividad, materialismo e idealismo: el ser humano en su individualidad posee un papel activo y central. Ponen el énfasis en las dimensiones fenomenológicas de la realidad social experimentada. Tratan tópicos como la te-

Simon Dalby

David Harvey

Gearoid O’Tuathail

Klaus Dodds

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rritorialidad GS. desde ydesus significados; conceptos asociados como ´sentido de lugar’, ‘nacionalismo territorial’ y, especialmente, la construcción social del ‘espacio territorial’. Esta aproximación da fecundidad al estudio de la geopolítica, pues relaciona sociedad civil -no como súbditos o ciudadanos subordinados, sino como hacedores del espacio compartido– y el Estado. Este enfoque tiene por lo menos dos objetivos: demostrar la contingencia del Estado como institución y vincular las estructuras interestatales con la acción humana.

Al ser las personas y grupos sociales movilizados y persuadidos a través de la palabra organizada, la palabra que negocia significados, la palabra que obliga a la acción, entonces es necesario analizar el discurso8. Recordemos lo visto en la dialéctica antinómica, especialmente en Gabriel Orozco Restrepo el pr es up ues to 9 amigo/enemigo , puesto que, particularmente, la manipulación de la población se produce debido a la dialéctica seguritización/ deseguritización del discurso utilizado por las élites o los grupos más poderosos, para posicionar asuntos que no tienen que ver con la seguridad nacional e internacional. A los fines de aclarar el ‘lenguaje en uso’ que acompaña a la ‘seguridad’, resulta necesario distinguir qué se está designando cuando se lo utiliza. Para los teóricos del realismo y del neorealismo, el objeto referente está directamente relacionado con el Estado, con el interés nacional que sostenga la supervivencia e integridad territorial de su territorio. Para el constructivismo el interés nacional es la expresión identitaria de una sociedad, y al mismo tiempo, el sistema internacional no es algo dado e inmutable sino consecuencia de la producción de los actores que diseñan sus intereses, valores y situaciones. Este proceso de identidades nacionales es el que posibilita la cooperación y solución de conflictos por medio de instituciones, como ser:

Al considerar las diferente categorizaciones de la geopolítica en este principio de s. XXI, debemos aproximarnos a otro de los issues que forman parte de los global problems, como lo es la ‘seguridad internacional’ 6. Tres escuelas han potenciado el debate sobre el tópico:   

Copenhagen School París School Aberystwyth School

Los investigadores de la Escuela de Copenhague han sido influidos por las teorías del lenguaje, del ‘lenguaje en uso’. Lo primero, entonces, es aclarar los usos del término ‘seguridad’ y una advertencia: ‘En el uso de la seguridad se puede distinguir, además, una referencia al instrumento de poder político, provisto con la capacidad de convocar a grandes masas poblacionales para hacer efectiva una determinada voluntad de los estamentos que toman las decisiones de gobierno. Los investigadores de la Escuela de Copenhague advierten que debido a esto hay que tener un especial cuidado a la hora de identificar el sentido de la seguridad, pues dada su capacidad de convocar voluntades para movilizar recursos, es factible seguritizar sectores del espectro internacional y con ello provocar daños o problemas mayores por causa de la manipulación de las élites sobre la población’ 7

Visiones paradigmáticas

Ver nuestra cita 18 en la clase abril 27, p.3. Igualmente, sugerimos retomar a Barry Buzan y Lene Hansen. (2009) The Evolution of International Security Studies, Cambridge Univ. Press, UK y ver: : ‘Discursive security: the Copenhagen School and Poststructuralism’ ‘ (pp. 212-218). También a Stefano Guzzini; Dietrich Jung. (2004). Contemporary Security Analysis and Copenhagen Peace Research, Routledge. Además ver Jonna Nyman. (2013). ‘Securitization theory’ (pp. 51-62), Anthony Burke, ‘Post- structural security studies’ (pp. 77-88) y Shampa Biswas, ‘Postcolonial security studies’ (pp. 89.), todos en el texto de Laura J. Shepherd (Ed.). Critical Approaches to Security. An introduction to theories and methods, Routledge, USA. En el texto de Paul D. Williams. (2008). Security Studies: An Introduction, Routledge, USA, se podrá apreciar un panorama de la seguridad desde las visiones teóricas (realistas, liberalismo, teoría de juegos, constructivismo, estudios de paz, teoría crítica, perspectivas feministas, sociología política internacional), conceptos claves asociados (incertidumbre, guerra, terrorismo, genocidios, conflictos étnicos, coerción, seguridad humana, pobreza, cambio ambiental, salud), instituciones (alianzas y regiones) y desafíos (comercio internacional de armas, proliferación nuclear, contraterrorismo, contrainsurgencia, operaciones de paz, seguridad privada, crimen transnacional organizado, movimientos poblacionales, seguridad energética). 7 Gabriel Orozco Restrepo. (2006). ‘El aporte de la Escuela de Copenhague a los estudios de seguridad’, Revista de Fuerzas Amadas y Sociedad, Vol. 20, Nro. 1, p. 144. 6

Realismo/ Neorealismo

Constructivismo

Anarquía Internacional

Es un hecho dado No es un hecho dado

Prioridad de la política internacional

Preservar Integridad territorial del Estado

Preservar las relaciones de identidad de las unidades del sistema: seguridad colectiva,

(...) Ver en la Fig. 1 el cuadro comparativo propuesto por uno de los pensadores de la Escuela de Copenhague. Se pueden distinguir el objeto referente, los términos claves (contenido) y la visión paradigmática (postuladores).

Remitimos nuestro aporte: “El lenguaje y lo etosocial: el abordaje de las interacciones pos-internacionales” (2014), Ficha de Cátedra, UAI, Bs.As. ( http://hugoperezidiart.com.ar/teoria-aplicada-2014/ tari-resena-unidad-I-2014-Discurso.pdf ) 9 Michael Williams. (2003). ‘Images, Enemies: Securitization and International Politics’, International Studies Quarterly, Vol. 47, pp. 519520. 8

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A partir de la fig. 1 se infiere que uno de los aportes de la EC fue vincular la seguridad a la geopolítica como subcampo de los estudios internacionales utilizando otras claves del lenguaje y su estudio metodológico a través de ‘actos de habla’, actos que comprometen a los actores. Pero, como dice G. Orozco Restrepo: ‘Con todo, si este fuese sido el único aporte de la línea de investigación en cuestión, tal vez no sería tan renombrada su actividad dentro de los círculos académicos. En realidad un aporte fundamental de la Escuela d Copenhague ha sido encuadrar los objetos de referencia a las dinámicas propias del mundo de pos Guerra Fría, con lo cual han elaborado una Teoría Regional sobre la dinámica de la política internacional en los Complejos de Seguridad. El recorrido por la Teoría de los Complejos de Seguridad regional permitirá explorar el gran abanico de puntos y temas que articula la Escuela de Copenhague para reforzar su tesis sobre la multidimensionalidad de la seguridad y la ampliación a nuevos objetos referentes más allá de la integridad territorial del Estado’ 10.

Podemos observar en la fig. 2 los modelos de seguridad, sus tesis principales y las escuelas y/o visiones paradigmáticas que los promueven. La EC considera que estos modelos no logran responder los interrogantes provenientes del fin de la Guerra Fría y el proceso de globalización. Las anomalías son abordadas por la Teoría de los Complejos de Seguridad Regionales. Esta teoría reconsidera las unidades de análisis de los modelos precedentes proponiendo cinco niveles:

b) El subjetivismo reflexivo. Frente al subjetivismo la EC aduce que han criticado la seguritización debido a que se debe precisar con exactitud cuáles son los desafíos y amenazas a una nación a los fines de evitar la manipulación intencional de las masas por parte de los grupos dominantes. Para esto se afirman en el lenguaje y el trabajo reflexivo descontructivista en el estudio riguroso del discurso; de este modo intentan eliminar la conceptualización instrumental del término. En cuanto a la visión de la realidad, se alejan de la postura ontológica y epistemológica del realismo. Para el realismo la política internacional requiere -necesariamenteconsiderar objetivamente la realidad exterior en base a una postura positivista proveniente de la cultura científica11. Pero ya hemos mencionado que la EC considera que la ‘realidad’ no está dada sino que es ‘construida’; de modo que la pretensión de objetividad está sujeta a la contextualidad de los mismos actores y esto es parte de la historicidad que los mismos comparten.

En esta Clase hemos partido de la visión de S. Hoffman y su propuesta: los cuatro modelos mundiales, las tres caras de la globalización y las cuatro observaciones que infiere. En este marco, la geografía del poder en el ámbito de la globalización ha 1– Sistema internacional: relaciones en el ámbito global. sido modificada por los difu2– Subsistemas: relaciones de interdependencia entre las sores de la geopolítica crítica unidades. (H. Cairo Carou) y la reconImmanuel Wallerstein 3– Unidades: actores con independencia de acción ceptualización de los issues (Estados) que caracterizan global pro4– Subunidades: grupos dentro de la unidad con influenblems. El lenguaje, mediatizado por el análisis del discurcia decisional. so, articula la geopolítica crítica y un concepto que, canó5– Individuos: actores que actúan por sí mismos. nicamente, heredamos –por lo menos- de 1648: la seguConociendo la estructura de un complejo sería posible ridad nacional. Para este tópico, hemos desarrollado las estudiar las condiciones de estabilidad y cambio. Para bases de la Escuela de Copenhague, dejando de lado – identificar los componente claves de un complejo se lamentablemente– las propuestas de las Escuelas de Padebe tener en cuenta: rís y de Aberystwyth (Universidad de Gales). Con este panorama deseamos complementar algunos constituyen Disposición de las unidades y su diferenciación. tes de otro concepto que está siendo potenciado por las  Los patrones de amistad y enemistad. interacciones cosmopolitas: la geocultura. 

La distribución del poder entre las unidades principales.

Una visión del tema es de lectura neomarxista (I. Wallerstein)12 . El autor plantea un abordaje de la geopoCualquier cambio en estas claves pueden modificar la lítica post-Norteamérica, con sus características: declive dinámica del complejo de seguridad, de modo que siem- del atlantismo y el fracaso de Reagan, el rol de Japón –en pre se está relacionando lo global con lo regional. esa época-, la unidad europea, el Informe Brandt y la crisis del capitalismo mundial; es decir, el contexto de los Algunas críticas a los investigadores de la EC son la siguientes: a) Sus presupuestos son, sociológicamente, insostenibles -imprecisos- debido a su abstracción conceptual, con lo 11 Rogamos recordar la visión de Gastón Bachellard trabajada en la Unidad I y los obstáculos epistemológicos que acompañan a la conticual se alejan de la realidad. 10

Gabriel Orozco Restrepo, op. cit., p. 150

nuidad o ruptura epistemológica. 12 Wallerstein, Inmanuel. (2007). Geopolítica y geocultura, Ensayos sobre el moderno sistema mundial, Ed. Kairós, Barcelona.

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ochenta –rechazo del universalismo liberal- del s. XX. Luego desarrolla otra cara de la geopolítica como lo es la cultura., con lo cual trabaja las identidades nacionales, mundiales y el sistema interestales, para finalmente, considerar que es en el ámbito de la cultura es donde se localizarán los conflictos, destacando lo universal y lo nacional, e interrogantes sobre la posibilidad de una cultura global, una cultura del sur y las civilizaciones.

Richard Ned Lebow. (2008). A Cultural Theory of International Relations, Cambridge Univ. Press, UK. Julie Reeves. (2004) Culture and International Relations, Routledge; USA. Richard H. Robbins. (2014). Global Problems and the Culture of Capitalism, Pearson, 6thEd., USA

Tenemos una serie de autores, métodos y temas de estudio relacionados con la cultura en las relaciones internacionales que aportan matrrial reflexivo para lecturas posinternacionales. Damos cuenta de algunos de ellos.

Michael C. Williams (2007).Culture and Security. Symbolic power and the politics of international security, Routledge, USA

Peter J. Katzenstein. (1996). The Culture of National Security: Norms and Identity in World Politics, Columbia Univ. Press, USA; ver en especial de P. J. Katzenstein: ‘Introduction: Alternative Perspectives on National Security’ y Ronald L. Jepperson, Alexander Wendt, Peter J. Katzenstein: ‘Norms, Identity, and Culture in National Security’.

Además, deben ser incluidos los autores que han abordado enfoques no occidentales, tales como los citados en la Clase del 11 de mayo y Clase del 27 de abril (Arlene Beth Tickner, Ole Wæver. (2009). International Relations Scholarship Around the World, Routledge, USA, en especial: Ch. 1: ‘Introduction: geocultural epistemologies’ (pp. 1-31)

Yosef Lapid, Friedrich Kratochwil. (1996). The Return of Culture and Identity in IR Theory, ,Linne Rienner Pub., UK. Fig 1 Objeto Referente Sistema internacional Estado Colectividades o grupos Individuo

Contenido Estabilidad, Interdependencia. Regímenes internacionales Soberanía y poder. Integridad territorial Identidad societal Supervivencia, bienestar

Postuladores Institucionalismo neoliberal Realismo y neorrealismo Constructivismo Nuevos enfoques. Teorías críticas

Björn Möller.(1996). ‘Conceptos sobre seguridad. Nuevos riesgos y desafío’, Desarrollo Económico, Revista de Ciencias Sociales, IDES, Vol. 36, Nro. 143, Oct-Nov, pp. 769-792 (citado por G. Orozco Restrepo, op. cit., p. 148.

Modelos de Seguridad Complejo interdependiente

Tesis

Escuela de pensamiento

Mutualidad. Reciprocidad entre Estados Explicación de las relaciones de cooperación sistémicas

Neoliberalismo (con influencias neoliberales) Neo-liberalismo

Teoría de la integración

Anarquía. Mecanismo de difusión y propagación del poder tecno-militar

Neo-realismo

Seguridad colectiva

Supremacía de las identidades como motor de las acciones del Estado

Constructivismo

Paz democrática

Conexión política local-cultura democrática-política exterior.

Neo-liberalismo Constructivismo

Regímenes de seguridad

Fig. 2

G. Orozco Restrepo, op. cit., p. 154-155.

6


Bjorn Moller. (2004). ‘Post-trinitarian war and the regulation of violence’, en Moller. (2004). ‘PostStefanoBjorn Guzzini and Dietrich Jung trinitarian war and the regu(Eds.), (2004). Contemporary Security of violence’, enResearch, : SteAnalysislation and Copenhagen Peace fanoUSA, Guzzini and Dietrich Routledge, p. 88 Jung: Contemporary Security Analysis and Copenhagen Peace Research, Routledge, USA p. 87.

Barry Buzan y Lene Hansen. (2009) The Evolution of International Security Studies, Cambridge Univ. Press, UK , p. 184.

7


Barry Buzan y Lene Hansen. (2009) The Evolution of International Security Studies, Cambridge Univ. Press, UK , p. 98

Barry Buzan y Lene Hansen. (2009) The Evolution of International Security Studies, Cambridge Univ. Press, UK , p. 222.

Barry Buzan y Lene Hansen. (2009) The Evolution of International Security Studies, Cambridge Univ. Press, UK , p. 193

8


Barry Buzan y Lene Hansen. (2009) The Evolution of International Security Studies, Cambridge Univ. Press, UK , p. 38

9


10


‘Issues globales y las distintas voces’ ¿Cuál es la relevancia –teórica y aplicada- de las PMF (Private Military Firms) en la configuración de la seguridad internacional y posinternacional? ¿Qué categorías reflexivas seleccionaría un investigador de la Copenhague School para abordar este issue ? ¿Cuál de lo tres enfoques de la geopolítica crítica sería el menos reduccionista para analizar la relevancia de las PMF en el orden regional e internacional?

11


VII

PLAN DE CLASES

Dr. Hugo Pérez Idiart Universidad Abierta Interamericana Buenos Aires—Argentina 2016


se 5 a l C o1 ni u J

‘Issues globales y las voces de la Guerra y Paz. Teorías acompañantes: cuestión de género y ecología’

La clase anterior hemos articulado algunos de los issues que están presentes en los global problems. Todos se vinculan a los siameses históricos: paz/ guerra. Nos interesa compartir al interior de las grand theories 1 voces que han dinamizado –en particular- la comprensión sobre las nuevas guerras (M. Kaldor, 2006, 2010, 2013; H. Münkler, 2005). Observaremos que la reflexión sobre las mismas involucra incluir otros senderos con categorías de interpretación mucho tiempo lateralizadas –sin duda incluimos las trabajadas en otras clases-: cuestión de género (J. C. Gorlier, K. Guzik; 2002) y ecología (J. Aguinaga Roustán , 2001; D. V. Tetreault; 2008) y concluiremos con el estudio de las fronteras y territorialidad (D. E. Johnson y S, Michaelsen; A. Grimson; A. Lugo, 2003) a los fines de comprender el reduccionismo explícito que sostienen los difusores de teorías universales.

(Patrick Chappatte)

(Patrick Chappatte, Nov. 22, 2015)

1 Uno

de los autores que fueron marginados por el cinturón de protección académico de Talcott Parson (1902-1979), pope del estructural funcionalismo en EE. UU., fue el sociólogo Charles Wright Mills (1916-1962) quien acuñó el término ‘grand theory’ en su crítica a Parsons en el texto The Sociological Imagination (1959). Sugerimos consultar el texto de Quentin Skinner (n. 1940): (1990).The Return of Grand Theory in the Human Sciences, Cambridge University Press, UK. Este autor junto a J. G. A. Pocock (n. 1924) constituyeron la Cambridge School influidos por W. Wittgenstein y los ‗actos de habla‘ de J. Austin, que sustentaron el ‗contextualismo‘ en la historia de las ideas.

1


La autora expresa:

Mary Kaldor

‗Tanto la Guerra Fría como la ―guerra contra el terror‖ se asemejan a lo que yo llamaría viejas guerras que incorporan el uso de las nuevas tecnologías. La insistencia en enfocar los conflictos en términos de las viejas guerras es un enorme obstáculo para la resolución de muchos de los grandes problemas del mundo, e incluso podría exacerbarlos. Sucesivos gobiernos estadounidenses siguen comportándose como si estuvieran luchando en la II Guerra Mundial, cuando los conflictos de hoy en día, ya sea en los Balcanes, en África o en Irak, son muy distintos y mucho más complejos de gestionar si no se analizan de otra forma‘ (2006, p. 12)

el territorio contra los otros, y esta labor otorgaba al Estado su legitimidad. Protecto ergo obligo (protejo por tanto soy obedecido), dice Schmitt, es el Cogito Ergo Sum del Estado‘. (Ibid., p. 13)

Y reproducimos una parte que, a nuestro entender, no MK nos advierte que las llamadas ‗nuevas guerras‘ no son tan tiene desperdicio: nuevas; no obstante poseen especificida‗Una vieja guerra es aquella librada entre Estados, medes originales como diante Fuerzas Armadas uniformadas, donde la batalla el uso a distancia de era el choque decisivo. (…) A través de las guerras, los Estados fueron gradualmente monopolizando el uso de la capacidad de mala violencia organizada, eliminando ejércitos privados, tar y las TIyCs. forajidos, levantamientos feudales, y logrando establecer fuerzas profesionales a las órdenes del Estado. Se incrementaron los impuestos y los préstamos, al igual que la eficiencia administrativa y los servicios públicos y, ante todo, se forjó el concepto de comunidad política. Comunidades imaginarias, basadas en el desarrollo de la prensa y las novelas en lenguas vernáculas gracias a las que personas que compartían el mismo idioma llegaban a verse como componentes de una única comunidad, se consolidaron mediante la guerra. Carl Schmitt trata del concepto de lo político que subyace al Estado moderno. Para él, inherente al concepto de lo político está la distinción amigo-enemigo (…). El Estado tenía la labor de defender

2 Además

de los textos de referencia: (2006). ‗Un nuevo enfoque sobre las guerras‘, Papeles, Nro. 94, pp. 11-20; (2010). El Poder y la Fuerza. La seguridad de la población civil en un mundo global, Tusquets, la Introducción (pp. 13-27); (2013). ‗In Defence of New Wars‘, Stability, 2 (1): 4, pp. 1-16, Y sugerimos: Mary Kaldor e Iavor Rangelov (Eds.). (2014). The Handbook of Global Security Policy, John Wiley & Son, UK y el de Mark Duffield (2001). Global Governance and the New Wars, Zed Books, London.

En un similar enfoque, un académico alemán3, nos aporta Herfried Münkler una lectura sobre el mismo issue . El autor plantea una diferenciación entre lo que denomina guerras de formación de Estados (guerras de independencia, de secesión) y las guerras de desintegración de Estados (Tercer Mundo y su periferia). En las primeras no hay mayores influencias externas, en cambio en las segundas se observa que están sometidas continuamente a factores externos, en especial por los recursos naturales –petróleo, minerales, diamantes o metales preciosos) y son culturalmente no integradas y débiles frente a la globalización.

Herfried Münkler. (2005). Viejas y Nuevas Guerras. Asimetría y privatización de la violencia, Ed. Siglo XXI, Madrid, en especial ‗Introducción‘ (pp. 1-5) Cap. 1: ‗¿Qué tienen de nuevo las nuevas guerras?‘ (pp. 7-41 ) 3

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3


En las nuevas guerras, no sólo es lucha entre soldados sino que se desarrollan al estilo partisano: ‗se disuelve la distinción entre frente, zona de retaguardia y suelo patrio, de modo que las acciones de combate no quedan limitadas a un pequeño sector del territorio, sino que pueden brotar por doquier‘ (p. 16). De este modo, la mayoría de los actores de las nuevas guerras se basan en la «defensa estratégica» (Mao): utilizan la fuerza militar sin intentar en serio una solución militar que ponga fin a la guerra: son las low intensity wars. El autor enfatiza que lo decisivo es que el uso de la violencia en las nuevas guerras no se dirige esencialmente contra el poder armado del enemigo, sino contra la población civil -limpiezas étnicas-, incluso pueden llegar hasta el exterminio físico de grupos enteros de la población— se obliga a abandonar un territorio o a prestar apoyo y facilitar abastecimiento de manera permanente a los grupos armados-. Como expresa: ‗Esto último es típico sobre todo de las nuevas guerras, por lo que en ellas desaparecen las fronteras entre la vida productiva y el uso de la violencia. La guerra se convierte en forma de vida; sus actores se aseguran la subsistencia mediante ella, y no es raro que consigan un patrimonio considerable. En todo caso, se constituyen economías de guerra que, a corto plazo, se caracterizan por el robo y los saqueos; a medio plazo, por diversas formas de trabajo en condiciones de esclavitud y, a largo plazo, por el surgimiento de economías sumergidas, en las que se establece una relación inseparable entre el intercambio y la violencia18. Debido a esto, los actores bélicos y los grupos relacionados con ellos tienen un interés cada vez mayor en prolongar la guerra, y el medio para la imposición violenta de este interés ya no es la batalla decisiva, sino la masacre‘ (p. 19)

Igualmente, otra característica de las nuevas guerras es la aparición de actores paraestatales y privados, impulsados por la comercialización de la violencia bélica. En otras palabras, la pérdida del monopolio del uso o amenaza del uso de la fuerza por parte del Estado y un vocabulario empírico acompañante: señores de la guerra, niños soldados, PMF (Private Military Firms) y mercenarios. Michael Ignatieff, ha señalado que el aumento de la crueldad y la brutalidad que se da en las nuevas guerras hay que atribuirlo esencialmente a la participación en ellas de adolescentes armados. En las guerras de los Balcanes de los últimos diez años fueron violadas de 20.000 a 50.000 mujeres, durante y después del genocidio de Ruanda, la cifra de violaciones se elevaría a más de un cuarto de millón, según datos de Human Rights Watch. La violencia que se ejerce contra la población civil en las nuevas guerras es sobre todo una violencia contra las mujeres. HM se pregunta ¿Cómo pueden entenderse conceptualmente estas guerras? (p. 30). A diferencia de la ‗gran guerra‘ –como objetivo las fuerzas militares del enemigo- las ‗pequeñas guerras‘ apuntan a las bases económicas; también se habla de ‗guerra salvaje‘ – matanzas-; no obstante no hay evidencias de un vocabulario consensuado que permita capturar conceptual-

mente y unívocamente lo que configuran las nuevas guerras. Expresa el autor que la guerra entre Estados es la forma más simétrica de contienda a nivel bélico, en cambio, en las nuevas guerras el conflicto asimétrico es el que caracteriza la estrategia dominante. Como finalmente expresa el autor para este apartado: ‗Las nuevas guerras, podemos establecer en una primera ojeada, le caracterizan principalmente por dos cambios acontecidos, que a la Vez las distinguen de las guerras entre Estados de la época anterior: por una parte, mediante la privatización y la comercialización, es decir, por la introducción en el acaecer bélico de actores a los que mueven más motivos económicos que políticos y, por otra parte, por la simetrización, es decir, por el choque de estrategias militares y racionalidades políticas dispares en principio, que, pese a todos los esfuerzos que se han hecho en los últimos tiempos, escapan a toda regulación y limitación basada en el Derecho internacional. Hay muchos Indicios de que este proceso de cambio dista aún de haber alcanzado su punto culminante‘ (p. 41).

El orden internacional y posinternacional necesita un lenguaje en uso que de cuenta de la exclusión organizada de determinadas interacciones. Por tal motivo uno de los enfoques que se encuentran en el sendero de los reflectivismos es la cuestión de género, y lo trabajaremos desde enfoques teórico aplicados. Las nuevas guerras y el conflicto asimétrico no deberían ser colectivos conceptuales ocultadores de significados y de prioridades vivenciales.

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(Talcott Parsons), enunciando que esta teoría no hace centralidad en la función del sentido en la construcción de lo social. Como los procesos de construcción de sentido son de naturaleza intersubjetiva, el lenguaje ocupa en ellos un lugar central. Para los intereste capítulo están poderosamente influidos por la serie accionistas, el lende transformaciones en las formas de organización y acguaje es el medio ción de los movimientos y grupos de protesta de las últisimbólico expresivo mas décadas, desde su aparición con la ola de movilizapor excelencia. Por ciones estudiantiles de fines de los '60, principalmente en tanto, se propone Europa, pero también en los Estados Unidos y América que lo que llamaJuan Carlos Gorlier Latina. (…)Al mismo tiempo, los enfoques que hemos mos "sociedad" no elegido son considerablemente permeables a las innovatiene, como pretenciones conceptuales y a la difusión de nuevos vocabulade el estructural funrios provenientes de otras ciencias humanas, especialmencionalismo, leyes de te la lingüística y la psicología. Esta permeabilidad está ella misma emparentada con el rápido desdibujamiento de funcionamiento prolas fronteras que hasta hace poco tiempo dividían tajantepias. La corriente mente distintos sectores dentro del campo de las disciplifenomenológica se nas sociales y humanas.. (…)Los cuatro enfoques que propone como tarea hemos seleccionado, si bien relativamente nuevos, deel análisis del proceso muestran considerable solidez y siguen mostrando signifisubjetivo de conscativa productividad, luego de más de 10 años de existentrucción del mundo cia. Parte de esa productividad obedece al hecho de que como una organizacombinan la sofisticación teórica con la formulación de ción dotada de un líneas de investigación social, o más específicamente micro sentido coherente. -social, empíricamente viables para el estudio de grupos pertenecientes a movimientos más amplios. Como verePara el fenomenólomos, estos abordajes tienen considerables diferencias e Keith Guzik go el mundo social incluso, en muchos casos, posturas y visiones conflictivas. no existe como una Con todo, estamos persuadidos de que si se enfatizan los realidad natural objetiva y también el lenguaje ocupa un elementos constructivistas que tienen en común, es posilugar central, dado que lo social resulta externalizado y ble presentarlos como formando parte de un conjunto convertido en una realidad autónoma principalmente a coherente‘ (p. 67) través del lenguaje, como ser ‗nombrar‘ es convertir lo nombrado en algo dotado de una existencia indepenLos enfoques son los siguientes: diente (la "familia", la "iglesia", el "estado", etc.). Las externalizaciones -compartidas por grupos humanos a -Perspectiva social-constructivista. lo largo del tiempo- acrecienta la apariencia de autono-Movilización de recursos mía y muchas construcciones sociales se convierten en -Identitario, instituciones. Este abordaje fenomenológico permite -Ideológico cognitivo ("frame analysis " -Narrativo analizar cómo las instituciones están organizadas alrededor de cuerpos de creencias y conocimientos que las En particular desarrollaremos la perspectiva social- legitiman e integran a un mundo social convertido en constructivista y dejaremos a la lectura reflexiva de los un universo de sentido. Este enfoque aborda a los procursantes los demás enfoques. Todos serán evaluados blemas sociales como construcciones y hacia mediados en el examen final de materia. Los antecedentes del de los '70, comienzan a aparecer nuevas contribuciones constructivismo social se remontan a dos corrientes provenientes de una segunda generación de autores sociológicas estadounidenses, el interaccionismo simbólico constructivistas que si bien tienen cierta relación de pa(Mead, 1934, Goffman, 1959; Blumer, 1969) y la fenome- rentesco con las corrientes constructivistas del período nología interpretativa (Berger y Luckman, 1967). La mi- previo, se destacan por introducir innovaciones signifirada crítica es hacia el estructural funcionalismo cativas: 1) El foco de análisis se desplaza de la construcción social de situaciones normales y consensuadas a la construcción de situaciones sociales problemáticas y 4 Juan Carlos Gorlier; Keith Guzik. (2002) La política de géneconflictivas. 2) Se pasa del estudio de la interacro en América Latina. Debates, teorías, metodologías y estudio ción entre actores individuales al estudio de la Juan Carlos Gorlier es uno de los Profs. que recordamos con admiración y compartimos un texto que nos aporta material para nuestra disciplina. Ya hemos mencionado que la ‗cuestión de género‘ -‗feminismo‘ para varios autores– es uno de los issues al interior de los reflectivismos post 3er. Debate en las RR.II. Con lo que hemos citado respecto a las ‗nuevas guerras‘, queda claro que es, a la vez, uno de los más importantes global problems. Leamos lo que los autores nos aclaran sobre el Cap. 2: ‗Enfoques teóricos‘4 : ‗Los nuevos enfoques teóricos que vamos a analizar en

de caso. Ed. Al Margen: La Plata, Argentina, pp. 67-158.

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interacción entre actores colectivos en la arena pública. Hacia mediados de los '70 aparece una nueva generación de autores constructivistas que se aplica al estudio de los problemas sociales como construcciones. Esto supuso un cuestionamiento profundo del análisis de dichos problemas desde la perspectiva de las "condiciones objetivas". Dicha reorientación está marcada por la aparición de contribuciones que, siempre dentro del contexto académico norteamericano, empiezan a incorporar perspectivas elaboradas por distintos autores franceses postmodernos" (principalmente JeanFrancois Lyotard, Jacques Derrida y Michel Foucault). La corriente postmoderna en los estudios sociales puede abordarse como una forma de constructivismo dado que afirma que el "orden social" está construido discursivamente -visión interaccionista de la "sociedad"- como una construcción simbólica. Esta corriente introduce intuiciones y temas completamente ajenos a las primeras dos generaciones de constructivistas norteamericanos: especialmente, la visión del discurso científico como una construcción narrativa (Lyotard, 1984), el cuestionamiento del lenguaje como un medio transparente (Derrida, 1976; 1978) y el análisis de las construcciones sociales como prácticas disciplinarias que producen "sujetos" a través de la articulación de formas de saber con formas de control (Foucault, 1980). Por otra parte, poseen una incredulidad generalizada hacia las "metanarrativas" (Lyotard, 1984). Esta incredulidad hace entrar en crisis al discurso filosófico y acarrea la bancarrota de su función legitimadora del conocimiento y la política. Igualmente, un segundo tema postmoderno que se apropian los constructivistas se refiere al cuestionamiento del lenguaje como medio transparente para representar la realidad objetiva o las intenciones subjetivas de los actores. La perspectiva postmoderna coincide en la centralidad del lenguaje pero no acepta que el lenguaje sea un medio neutro a través del cual la mente pueda representar el mundo. Asimismo, niega que el lenguaje (hablado o escrito) pueda analizarse como la representación de lo que el sujeto piensa, siente, o pretende decir: el lenguaje opera más allá de las intenciones de los sujetos parlantes. El análisis de la construcción de problemas sociales tendió a concentrarse en el estudio de los procedimientos retóricos de líderes de grupos y movimientos que tenían considerable destreza retórica y probada experiencia en presentaciones públicas. Además, el análisis del carácter construido de las realidades sociales, lejos de ser un ejercicio intelectual neutro, apunta a hacer visibles las operaciones del poder, que el propio poder trata de oscurecer. La contribución postmoderna que nos ocupa introduce nuevos elementos de análisis al proponer que las instituciones sociales tienen un poder disciplinario que opera, no a espaldas de los sujetos, sino en y a través de ellos (Foucault, 1980). Esa perspectiva es importante porque dirige la atención al modo en que ciertas formas de dominación y subordinación aparecen actualizadas en interacciones aparentemente "libres", dado que no son objeto de censura, represión o violencia manifiestas. Se pueden enunciar algunos rasgos, como :

1. Reflexividad, anti-esencialismo, historicismo, a partir del giro postmoderno la perspectiva constructivista orientada a la investigación cualitativa se hace mucho más reflexiva. A partir de ahora, no sólo se trata de analizar las construcciones de los grupos bajo estudio sino también de tematizar el carácter construido de la investigación social. Desde el punto de vista de la metodología de la investigación dicha reflexividad se conecta con la exigencia de tematizar la actividad del observador en la modelación de lo observado. Esto se expresa en la tendencia cada vez más generalizada entre los investigadores constructivistas a reflexionar explícitamente sobre su rol en los procesos a través de los cuales emergen los "descubrimientos". También un rasgo del estilo de investigación que nos ocupa es el "anti-esencialismo" que son críticas a los intentos de presentar los "atributos femeninos" como si fueran el reflejo o la consecuencia de ciertas características orgánicas y anatómicas fijas. Esta crítica teórica al "reduccionismo biológico" suele complementarse con perspectivas de investigación dirigidas a describir y conceptualizar esos atributos no como "cosas naturales", sino como artefactos sociales que se cristalizan en identidades personales y colectivas, moldeadas, prefabricadas y activadas a través de prácticas sociales interactivas. 2– Relación entre conocimiento experto y conocimiento vernáculo, es decir las distinciones y las jerarquías heredadas acerca del conocimiento experto y su posición de superioridad con respecto a los conocimientos vernáculos. En las ciencias sociales existe una tendencia muy arraigada a desvalorizar los conocimientos vernáculos atribuyendo más objetividad y valor a los conocimientos expertos. Por el contrario, la perspectiva constructivista que nos ocupa rechaza esta tendencia y no acepta que haya una diferencia esencial entre ambos tipos de conocimientos , se busca ‗deconstruir" y desenmascarar los estilos de escritura experta, mostrando los efectos de distinción, distancia, inaccesibilidad y jerarquía que dichos estilos tienden a promover. de los mecanismos más frecuentes es la despersonalización del investigador, lograda a través del uso de la voz pasiva y la eliminación. Es muy frecuente el uso de la primera persona del singular ("se implementó un experimento", "los sujetos fueron expuestos a un estímulo", "se verificó de acuerdo a los procedimientos establecidos", etc.). Convirtiendo al investigador en un sujeto ausente, este estilo refuerza su autoridad y afianza la habitual diferencia de poder entre investigadores y participantes. 3-La política constructivista, que consiste en el destronamiento del conocimiento experto, mostrando cómo las categorías de este tipo de conocimiento son utilizadas para afianzar relaciones de poder. El estilo constructivista tiene un sello distintivo en las metodologías y técnicas de investigación utilizadas: el proceso de investigación es concebido como una co-producción -se gestan nuevos conocimientos, se transforman tanto los investigadores como los participantes.

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Siguiendo con issues de influencia e interés global, veamos una comparativa de escuelas ecológicas y sus temas de interés. Su estudio revela cuáles son los condicionamientos que las teorías canónicas -políticas, económicas y sociales- establecen sobre el orden internacional y global. El autor propone cinco escuelas de pensamiento ecológico dentro de las ciencias sociales: (1) el modelo dominante de desarrollo sustentable, que corresponde a la propuesta reformista esbozada en el Informe Brundtland y la Agenda 21; (2) la economía ambiental, que representa un esfuerzo por incorporar consideraciones ecológicas a la teoría neoclásica de economía; (3) la economía ecológica, que incluye un análisis de flujos de energía, apuntando hacia las limitaciones de la economía ambiental; (4) la ecología política, que constituye un esfuerzo por analizar la compleja dinámica socioeconómica detrás de los problemas ambientales, enfocándose en las relaciones de poder entre diferentes actores y grupos sociales; y (5) la agroecología, que pretende rescatar y desarrollar los aspectos positivos de la producción campesina tradicional. La escuela de desarrollo sustentable (MDDS) hace hincapié en el círculo vicioso entre la pobreza y la degradación ambiental; plantea la necesidad de realizar altas tasas de crecimiento económico en todas partes del mundo para superar la pobreza; y supone que la mejor manera de hacerlo es a través del comercio libre. De esta manera, el modelo dominante no reconoce límites absolutos al crecimiento económico exponencial indefinido (medidos en términos del PIB). Por otra parte, propone

la creación y/o fortalecimiento de instituciones (principalmente en los ámbitos internacional y nacional) para proteger el medio ambiente y para canalizar recursos y tecnologías hacia el Sur. La economía ambiental esta estrechamente relacioDarcy V. Tetreault nada al MDDS. Como se vio, esta escuela de pensamiento constituye un esfuerzo de extender la teoría (neo)clásica de economía hacia el medio ambiente. De esta forma, busca mecanismos para asignar valores monetarios a los servicios ambientales, de tal manera que las industrias y los consumidores internalicen sus "externalidades ambientales". En esencia, representa un esfuerzo por asignar más importancia al mercado como regulador de la contaminación y de la explotación de recursos naturales. Los bonos de carbono son un buen ejemplo; constituyen un esfuerzo por crear un mercado para ayudar a regular las emisiones Darcy V. Tetreault. (2008). ―Escuelas de pensamiento ecológico en las ciencias sociales‘, Estudios Sociales, Jul.-Dic., pp. 229263. 5

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de gases de efecto invernadero. Los bonos son para el Protocolo de Kyoto, lo que la economía ambiental es para el desarrollo sustentable. La economía ecológica es una crítica de la economía ambiental. Subraya las dificultades asociadas con la asignación de precios a servicios ambientales, apunta hacia las limitaciones del mercado como regulador de la tasa de explotación de recursos naturales, y argumenta que es imposible internalizar muchas externalidades ambientales. Por otra parte, los partidarios de esta escuela de pensamiento generalmente reconocen que algunas de las propuestas que provienen de la economía ambiental representan avances, por ejemplo: los eco-impuestos y los esfuerzos por incorporar consideraciones ambientales a las cuentas nacionales. Desde otro ángulo, la economía ecológica coincide con la ecología política en que los movimientos sociales ecologistas han sido la fuerza motriz detrás de la internalización de algunas "externalidades ambientales", frecuentemente obligando al gobierno y al sector privado a adherir a estándares ambientales más estrictos. Pasando a la ecología política, esta área de investigación tiene tres ramas: los estudios históricos y estructurales que indagan sobre las causas fundamentales de la degradación ambiental, los estudios sobre movimientos ecologistas, y el análisis postestructuralista. Las primeras dos analizan la compleja dinámica socioeconómica detrás del deterioro ecológico en el Sur y se enfocan en las relaciones de poder entre diferentes actores y grupos sociales; la tercera critica el discurso dominante de desarrollo sustentable, y expone su agenda política que favorece los intereses de grupos poderosos. La agroecología es la última escuela de pensamiento ecológico presentada en este trabajo. Se asocia a un movimiento que nació en México y en otras partes de América Latina durante los años setenta y que sigue evolucionando hoy en día. Como movimiento, se subsume por la rama de la ecología política que estudia "el ecologismo de los pobres". En el ámbito teórico, la agroecología representa un rechazo de la sociedad occidental industrializada, así como una búsqueda de un camino alterno para el desarrollo de las comunidades marginadas del Sur. Sus prescripciones incluyen el rescate y el mejoramiento de tecnologías campesinas tradicionales, el control local de recursos naturales, mayores niveles de autodependencia (en todos los ámbitos, pero sobre todo en el ámbito local), y mayores niveles de diversidad (productiva, cultural, biológica, etc.). Cabe señalar que la agroecología choca con el MDDS en la medida en que éste promueve la transferencia de tecnologías del Norte al Sur y crecientes niveles de interdependencia económica vía especialización productiva e integración en el mercado mundial . Finalmente, en esta clase, partiendo de las lecturas sobre las guerras al principio del s. XXI, los desafíos que los distintos enfoques sobre la cuestión de género

Scott Michaelsen

David E. Johnson

han posicionado respecto a los movimientos sociales –uno de los actores que se han activado en forma transversal tanto teórica como metodológicamente constituyéndose como ‗emergentes‘ en el vocabulario posinternacional– y las escuelas ecológicas, analizaremos otro término asociado a la globalización, cosmopolitismo, soberanías compartidas, inter, multi y transculturalidad, -entre otros-como lo es la noción ‗frontera‘ 6. Nuestros autores 7 efectúan un recorrido crítico esclarecedor sobre distintas posturas acerca de las teorías de las fronteras. Citamos a nivel de introducción lo siguiente: ‗Frontera (de frontero): Confín de un Estado …‘ (Diccionario de la lengua española) (…) - ‗Border: an outer part or edge‘ (parte exterior o borde) – ‗Boundary, Frontier‘: Límite, Confín - ‗Borderland‘: Zona fronteriza - ‗Borderline‘: Línea divisoria – ‗Bordure (bordura): Borde que rodea el escudo heráldico. (Webster‘s New Collegiate Dictionary) – ‗Vivimos en un tiempo y en un espacio donde las fronteras, tanto literales como figuradas, existen por doquier (…) La frontera traza los límites; mantiene a la gente dentro y fuera de un área; marca el fin de una zona segura y el comienzo de una peligrosa. Enfrentar la frontera y, más aún, cruzarla presupone un gran riesgo. En general, la gente tiene miedo de cruzar las fronteras (…) La gente se aferra al sueño de la utopía y es incapaz de reconocer que crea y vive la heterotopía. (Alejandro Morales, ‗Dynamic Identities in Heterotopía‘) ‗Heterotopía: desorden en que los fragmentos de un gran número de órdenes posibles brillan separadamente en la dimensión, sin ley o geometría, del heteróclito… en un estado de esas características, las cosas están colocadas y dispuestas en sitios tan diferentes uno del otro que resulta imposible encontrar un lugar de residencia para ellas‘ (Michel Foucault, The Order of Things)

Estos fragmentos han sido extraídos del texto de A. Lugo y será ampliado en las próximas clases (día 22 y 29 de junio) a los fines de comprender la relevancia del estudio de las fronteras en su relación con el orden internacional/ posinternacional. Consultar en Glosario: ‘Fronteras y Territorialidad’ (http:// hugoperezidiart.com.ar/teoria-aplicada-2014/UAI-glosario-fronterasterritorialidad.pdf) y ‗Fronteras geoculturales‘ (http://hugoperez idiart.com.ar/teoria-aplicada-2014/UAI-glosario-fronteras-geocul turales.pdf). 7 Scott Michaelsen; David E. Johnson (Eds.) Border Theory: the limits of cultural politics, University of Minnesota Press, USA (en español: David E. Johnson; Scott Michaelsen. (2003). Teoría de la Frontera, Ed. Gedisa, Barcelona, en particular: S. Michaelsen, D. E. Johnson S. Michaelsen: ‗Los secretos de la frontera: una introducción‘ (pp, 25-59); A. Grimson: ‗Dsputas sobre las fronteras‘ (pp. 13-23. Nota: este Art. no se encuentra en el original en inglés) y A. Lugo: ‗Reflexiones sobre la teoría de la frontera, la cultura y la nación‘ (pp. 63-86) 6

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‘Issues globales y las voces de

la Guerra y Paz. Teorías acompañantes: cuestión de género y ecología’

Protesta monjes camboyanos, Dic. 2007

Sebrenica, Cadáveres, julio 2005

‗1ra. Movilización Nacional Contra las Violencias Machistas‘, México, Abril 24, 2016

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TARI_CL 2016 - FRAME

Y. Ferguson

Debates en la Teoría

Conocimiento científico

R. Mansbach

M. Nussbaum

F. Halliday

G. Bachellard

O. Marchart

G. Klimovsky

K. Sodupe

Global Problems

M. Kaldor

H. Bull

M. Angenot

S. Hoffmann

Global Issues

D. Held H. Münkler

A. Sen

S. Michaelsen

S. Golden J. Agnew

D. Johnson

U. Beck

M. R. Alsina

H. Cairo Carou

D. Tetreault

Qin Yaqing D. Messner

J. C. Gorlier

I. Wallerstein G. Orozco Restrepo K. Guzik J. Jordán

‘Non-Western’ IR Theory

G. Sartori

M. Castellls

Dr. Hugo Pérez Idiart ‘Teoría Aplicada en las RR.II’


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