
2 minute read
MUY MAL TIEMPO U
n sol radiante, buena temperatura –incluso calor–, noches templadas… vamos, lo que en otras circunstancias calificaríamos como buen tiempo, pero que ahora mismo no queda más remedio que denominarlo un tiempo horrible. Horrible porque nos encontramos en una de las peores sequías en décadas y, lo que es peor, sin perspectivas de que la situación vaya a cambiar en las próximas semanas.
Estamos inmersos en una doble sequía, por un lado hidráulica, puesto que los embalses y pantanos se encuentran a poco más del 50% de su capacidad (la media de los últimos 10 años por estas fechas es del 67%) y por otro lado hidrológica, habida cuenta de que en el último año ha llovido un 22,5% menos de lo normal. Las cuencas más afectadas son las de Guadiana, Guadalquivir y las del interior de Cataluña. Pero también se encuentran en situación de preemergencia muchas otras, una situación que ya está afectando y que puede hacerlo aún más a la situación del regadío y a todos los cultivos que dependen de él.
Advertisement
Por otro lado, la sequía hidrológica, la provocada por la ausencia de lluvias en el último año –y en especial en esta primavera–, es la que más afecta a cultivos de secano y a los cereales en general, así como a la ganadería extensiva y semi extensiva, que aprovecha los pastos naturales.
Como vemos, una situación compleja que pone en riesgo la supervivencia y continuidad de numerosas explotaciones agrícolas que no van a ser capaces de afrontar las enormes pérdidas que esta situación puede acarrearles, tanto por el incremento de costes como por la reducción de las cosechas y, por tanto, de los ingresos. Pero también es un problema para toda la sociedad, puesto que pone en riesgo la producción de alimentos. Ya no solo en esta campaña, en la que la subida de precios para los consumidores está asegurada (esa es otra batalla en la que no corresponde entrar ahora), sino en el futuro. No hay que olvidar que lo que se produce un año nos alimenta al año siguiente.
Ante la gravedad de la situación, es necesario que todos los actores que forman parte del sector agrícola tomen cartas en el asunto. Algo que parece que así ha sido con la convocatoria de la Mesa de la Sequía , en la que participan tanto el Gobierno como las asociaciones agrarias, Cooperativas y regantes, entre otros. Aunque no se han tomado medidas concretas, éstas deben orientarse en dos planos diferentes. Por un lado, las medidas coyunturales, orientadas a paliar las pérdidas que sin duda sufrirán los agricultores y ganaderos. Se trata de movilizar todo tipo de recursos, tanto nacionales como europeos, para poder superar esta situación. Por otro lado, es necesario también tomar medidas estructurales, que nos ayuden en este momento, pero que también prevengan situaciones similares en el futuro. Estas actuaciones se deben orientar en mejorar la eficiencia del riego (aunque en nuestro país 8 de cada 10 hectáreas ya cuentan con un regadío eficiente) y en facilitar con diferentes infraestructuras y coordinación entre cuencas, el máximo aprovechamiento de cada gota de lluvia que cae sobre nuestra “piel de toro”.
Y, por último, esperar a que el tiempo mejore y veamos los cielos encapotados y tengamos que coger los paraguas.
Jean-Jacques Rousseau ( 1712 - 1778)
Profesional AGRO promueve la gestión forestal sostenible y está impresa en papel con Certificación Forestal (PEFC).
© Prohibido cualquier tipo de reproducción, total o parcial, de los contenidos de esta publicación sin autorización previa y por escrito. Profesional AGRO y la empresa editora MEDIACLEVER COMUNICACIÓN Y SERVICIOS, S.L. no se hacen responsables de las opiniones vertidas por sus colaboradores. Todos los derechos reservados.
* Director Editorial de Profesional AGRO 8 david.martin@profesionalagro.com






