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RESEÑA HISTORIA DE LOS DOS QUE

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EDITORIAL

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HISTORIA DE LOS DOS QUE SOÑARON. Gustav Weil

Sueños, ambición y fe.

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En este texto se puede apreciar un narrador omnisciente, que cuenta la historia sobre dos personas en tiempos antiguos, que vivían en lugares distantes, una en el Cairo y la otra en Irán, tuvieron un sueño que sin saberlo estaba relacionado. Sin embargo, solo el que vivía en Egipto hizo caso a su sueño, y viajó a Irán. Por una situación accidental e injusta, fue llevado ante un juez, el que le preguntó de dónde era y por qué había venido. El viajero en su decepción le contó su sueño al juez, acerca del tesoro que, en su sueño supuestamente estaba en Irán. El juez sorprendido le contó a este que había tenido el mismo sueño, pero a la inversa, él tenía que viajar a una casa, por cuya descripción era la del viajero, en Egipto, y en esta casa debajo de una higuera estaba el tesoro. El juez reconoció la fe del viajero en sus sueños, fe que él no había tenido, por lo que le dio unas monedas y lo envió devuelta a su tierra, para que desenterrara el tesoro de sus sueños, lo que finalmente se hizo realidad.

La ambición de un hombre lo lleva a seguir un sueño, lo que también supone un acto importante de fe, y que al final termina haciéndose realidad. Por tanto, la fe puede movilizar tanto o más que la ambición, así también como tener un sueño y un ideal. Esto se puede verificar cuando el hombre, gracias a su ambición y fe, decide seguir su sueño, sin tener certeza alguna: “A la madrugada siguiente se despertó y emprendió el largo viaje… ” También se puede respaldar cuando el viajero le hace caso al juez y sigue el sueño de este último: “Debajo de la higuera de su casa (que era la del sueño del juez) desenterró el tesoro. ” En conclusión; los sueños, la ambición y la fe, son necesarios para que las personas logren sus metas y deseos. Por Trinidad Abadie

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