Modelo de Inclusion social

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M inisterio de Protección Social

PROPUESTA UN MODELO COMUNITARIO EN RED PARA LA INCLUSION DEL CONSUMIDOR DE DROGAS

DOCUMENTO FINAL

MNISTERIO DE LA PROTECCION SOCIAL FUNDACIÓN PROCREAR Con el Apoyo Técnico de Corporación Viviendo Caritas Alemana DCV UNESCO Bogota, Junio de 2007

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TABLA DE CONTENIDO Introducción

1. PRIMERA PARTE: PRESENTACIÓN DEL PROYECTO 1.1 Antecedentes y Justificación 1.2 Objetivos del proyecto inicial 1.2.1 Objetivo General 1.2.2 Objetivo Especifico

1.3 Metodología 1.4 Elementos de Diagnóstico 1.4.1 Revisión Documental Fig. 1: Presentación de base de datos de instituciones consultadas Fig. 2: Presentación de base de datos de los documentos consultados. Fig. 3. Registro del resumen de entidades consultadas y documentos consultados. Cuadro 1. Listado de direcciones virtuales Cuadro 2. Organizaciones internacionales consultadas 1.4.2 Revisión de experiencias en el campo de la Reinserción Social. Cuadro 3: Listado de ciudades identificadas en el proyecto. Cuadro 4. Números de CAD existentes y consultados por ciudad. Cuadro 5. Registro de entidades y experiencias consultadas. 1.4.3 Caracterización De Las Organizaciones Fig.4. Tiempo de funcionamiento de las entidades consultadas. Fig. 5. Carácter de las organizaciones consultadas. Fig. 6. Edad y poblaciones atendidas por las entidades consultadas. 1.4.4. Caracterización De Los Programas De Reinserción, Reincorporación O Inclusión Social. - Áreas de intervención. - Normatividad de apoyo - Participación. - Estructura de Programa: objetivos, instrumentos de medición, evaluación y documentación. 1.4.5 Situaciones Problemáticas A Las Cuales Se Ven Enfrentadas Las Organizaciones 1.4.6 Propuestas De Las Organizaciones

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SEGUNDA PARTE: PRESENTACIÓN DEL MODELO DE INCLUSIÓN SOCIAL 2.1 Presentación Del Modelo 2.2 Finalidad Y Objetivos Del Modelo 2.2.1 Finalidad 2.2.2 Objetivo 2.2.3 Objetivos estratégicos

2.3 Fundamentación Teórica Del Modelo 2.3.1 Marco Legal En El Que Se Instaura El Modelo De Inclusión Social. 2.3.2 Marco General Y De Contexto Sociopolítico - La Globalización, Cambios E Impactos Socioeconómicos En La Sociedad Actual. - Estado Social De Derecho Y Dignidad Humana - Diversidad, Corresponsabilidad Y Acciones Positivas - Multidimensionalidad y Redes Sociales - Vulnerabilidad - Consumo Problemático 2.3.3 Marco Conceptual - Exclusión Social - Inclusión Social - Representaciones Sociales - Comunidades Locales - Acción Positiva - Reducción De Riesgos - Mitigación Y Reducción De Daño 2.3.4 Principios Del Modelo

3. TERCERA PARTE: MARCO ESTRATÉGICO DEL MODELO 3.1 Contextos Estratégicos: 3.1.1 El contexto de voluntad política 3.1.2 El contexto de intervencion comunitaria en red que propone el modelo

3.2. Líneas Estratégicas: 3.2.1 Línea Estratégica 1: Prevención de riesgos de exclusión social 3.2.2 Línea Estratégica 2: Desarrollo de un sistema de articulación local en red a través de formación en la acción 3.2.3 Línea Estratégica 3: Desarrollo de servicios preferenciales y acciones positivas para generar oportunidades laborales y movilización social Área de Asistencia Básica y Tratamiento Área de Educación y Empoderamiento Área de Capacitación para el trabajo y oportunidades laborales Área de la Salud Área Lúdico y Recreativa

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3.2.4 Línea Estrategia 4: Desarrollo de un proceso de Monitoreo y evaluación de la implementación del modelo: 3.2.5 Línea Estrategia 5: Desarrollo de un Proceso de Incidencia política:

3.3 Niveles de operación del modelo y actores: - Nivel Nacional: Actores Acciones del nivel nacional Desarrollo de acciones del nivel nacional en cada estrategia - Nivel Departamental: Actores Acciones del nivel departamental Desarrollo de acciones del nivel Departamental en cada estrategia -Nivel Municipal: Actores Acciones del nivel municipal Desarrollo de acciones del nivel Municipal en cada estrategia - Nivel Comunitario: Actores Acciones del nivel comunitario Desarrollo de acciones del nivel comunitario en cada estrategia

4. DESARROLLO DEL MODELO DE INCLUSION EN UN TERITORIO Fases para la Implementación experiencias piloto

4.1 Momento 0: Condiciones Previas 4.2 Momento 1: Presentación y Divulgación del modelo en todos los niveles 4.3 Momento 2: Creación y entrenamiento de unidad de gestión nacional 4.4 Momento 3: Conformación de Redes Operativas Locales 4.5 Momento 4: Formalización de alianzas de trabajo y conformación de Redes de Recursos 4.6 Momento 5: Entrando en la comunidad: 4.7 Momento 6: Consolidación de una instancia de acogida comunitaria 4.8 Momento 7: Implementación de servicios comunitarios en red. 4.8.1 Área de Asistencia Básica y Tratamiento 4.8.2 Área de Educación y Empoderamiento 4.8.3 Área de Capacitación para el trabajo y oportunidades laborales: 4.8.4 Área de la Salud: 4.8.5 Área de Lúdico pedagógica 4.9 Momento 8: Evaluación y propuesta de ajustes y replicación Cronograma ANEXOS

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Introducción El presente documento es producto del convenio establecido entre el Ministerio de la Protección Social y la Fundación Procrear para el diseño de un Modelo de Reinserción social de personas usadoras de drogas que presentan situaciones de consumo problemático o que tienen riesgo de llegar a ser excluidos socialmente. El documento se divide en cuatro partes. La primera presenta la información general del proyecto, los objetivos que se trazaron, la metodología propuesta y los principales elementos que se encontraron en el diagnóstico realizado a partir de una muestra de instituciones, que en varias regiones del país han desarrollado acciones y/o programas de inclusión social, tanto en el ámbito del consumo de drogas como asociados a otras problemáticas que generan exclusión social. Igualmente da cuenta de elementos sobresalientes encontrados en la revisión bibliográfica y conceptual del tema. La segunda parte integra la fundamentación teórica, contextual y los principios que animan el espíritu del modelo; la tercera parte presenta el marco estratégico, las líneas, niveles, contextos, actores y responsables para el desarrollo del modelo. La cuarta parte presenta la propuesta de implementación en territorios locales. Se pudo identificar a lo largo del proceso que en el terreno del consumo de drogas la propuesta de inclusión social es reciente para Colombia, lo que se expresa en muy poca documentación e insuficiente literatura al respecto. Se encuentra un mayor avance en España, y en algunos países latinoamericanos que como Brasil y Chile han venido explorando y desarrollando acciones concretas en ese terreno. Encontramos una serie de términos con los que se ha designado proceso de inclusión social, tales como reinserción, inserción, reincorporación, integración, reintegración. Se ha considerado que el término inclusión social es más dinámico, expresa la corresponsabilidad existente entre la sociedad y el individuo afectado por la situación de exclusión social y plantea que se requieren prácticas concretas de transformación mutua para que se avance en el proceso buscado. El Modelo que presentamos ha sido el fruto de un trabajo colectivo, donde los aportes por parte de los CAD (Centros de Atención en drogadicción), de los usadores de drogas y de aquellas personas en tratamiento, de los representantes del sector público, de las personas responsables del tema al interior del Ministerio de Protección Social, de Caritas Alemana, UNODC, UNESCO, La Universidad Nacional, la Universidad del Rosario y la colaboración de varios académicos y profesionales; han sido fundamentales para avanzar en una tarea que apenas comienza y que será finalmente exitosa siempre y cuando desde la sociedad en su conjunto y desde el mismo Estado se acoja una nueva visión del problema del consumo de sustancias psicoactivas, donde no prime el estigma sino el reconocimiento del individuo consumidor como sujeto de derechos y por lo tanto como ser con dignidad humana y las mismas oportunidades de los demás ciudadanos. El modelo nace en el contexto planteado por la Política de reducción de la demanda elaborada este año, que nos propone tres ejes operativos, prevención, mitigación y superación; el modelo de inclusión desarrolla algunas de las estrategias esbozadas en la política. En azul vemos las áreas donde se integran

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1. PRIMERA PARTE: PRESENTACIÓN DEL PROYECTO 1.1 Antecedentes y Justificación La Asamblea General de las Naciones Unidas, de la cual Colombia es país miembro, sesionó en el año 1998 para abordar el problema mundial de las drogas, aprobando una declaración Política1 mediante la cual se acordó orientar acciones y programas hacia la reducción de la demanda de las mismas. En unas y otros, el tema de la inclusión social ocupó un lugar relevante que ha venido siendo explorado con diversos abordajes y enfoques buscando dar respuesta, entre otros aspectos, a la complejidad del fenómeno de la exclusión por el uso de drogas, progresivamente creciente en nuestro medio. En diversos apartados, el documento aprobado por la Asamblea General hacía énfasis en la voluntad de los países firmantes de proporcionar los recursos necesarios para brindar tratamiento y rehabilitación, y de facilitar la inclusión social de quienes han caído en la toxicomanía. Con respecto a la reducción de la demanda, se reconoció ésta como “un pilar indispensable del enfoque global para luchar contra el problema mundial de la droga”, por lo cual se planteó el compromiso de introducir en programas y estrategias nacionales las disposiciones que se enumeran en la Declaración sobre los Principios Rectores de la Reducción de la Demanda de Drogas, anexa a la mencionada Declaración Política. Los lineamientos formulados para el diseño de una Política de Reducción de la Demanda de Sustancias Psicoactivas en Colombia, abogan por “la planeación conjunta de acciones que permitan la construcción de redes de soporte que, a su vez, faciliten y promuevan la movilización y la participación social y comunitaria en la búsqueda de respuestas al problema de la demanda de Sustancias Psicoactivas y a las consecuencias derivadas de la misma”2. Vale decir que desde la expedición del Plan Nacional de Lucha contra las Drogas de 1998, que contemplaba como uno de sus objetivos la Reducción de la Demanda, y de la posterior suscripción del convenio entre el Estado Colombiano y UNODC para descentralizar el Plan a través de estructuras territoriales que lo interpretaran y tradujeran en acciones contextualizadas a las realidades locales, se han ido propiciando condiciones adecuadas para que hoy exista un nivel de conciencia que facilita contar con espacios e instancias en las que se puede analizar el impacto del fenómeno en sus diferentes manifestaciones, a la vez que se identifican y evalúan diferentes formas de intervención. De hecho, puede afirmarse que en la actualidad el país ha alcanzado un momento de mayor madurez para diseñar, apropiar y desarrollar estrategias de acción en este campo, e intervenir en niveles más complejos, como el que supone avanzar hacia el diseño de modelos orientados hacia la inclusión social de las personas rehabilitadas del consumo de sustancias psicoactivas o de aquellas que presentan consumos problemáticos o se encuentran en condiciones de alta vulnerabilidad social. El Ministerio de la Protección Social tiene como función establecer la normatividad científica, técnica y administrativa que regula la calidad en la organización y la prestación de servicios de salud, asumiendo esta última como un bien y un servicio de interés público. En consecuencia, le compete garantizar a los usuarios de drogas tanto la calidad como la oportunidad en la atención que se les brinda, que abarca desde los procesos de diagnóstico y tratamiento hasta la rehabilitación y una plena inclusión social. La Resolución No. 004750 de 2005 establece que la filosofía de la atención debe orientarse al cliente y al mejoramiento continuo, lo que implica seguir la ruta del usuario desde el primer contacto con los centros de atención para la drogadicción hasta su egreso. Esta perspectiva exige que desde el Ministerio de Protección Social se definan marcos para procedimientos, enfoques y 1

Declaración Política XX Período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicado a la acción común para contrarrestar el problema mundial de las drogas (Nueva York, 8 a 10 de junio de 1998). 2 Documento preliminar de los lineamientos de la Política Nacional de Reducción de la Demanda, Ministerio de la Protección Social, Bogotá, octubre de 2004.

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modelos que favorezcan la inclusión social de los consumidores de drogas, especialmente de aquellos que presentan disímiles situaciones que afectan su calidad de vida. En 2004, el Ministerio de Protección Social realizó un Diagnóstico Situacional de los centros de tratamiento del consumo de Sustancias Psicoactivas, con cobertura nacional, mediante el cual se evaluaron las condiciones en las que se provee el tratamiento a los drogodependientes y a sus familias, ofreciendo además una serie de recomendaciones puntuales para el mejoramiento de su atención. Un aspecto importante de este estudio es el reconocimiento de que “las experiencias de reinserción, o reincorporación social, de personas consumidoras de drogas tratadas y rehabilitadas han sido limitadas en el país”, en gran medida porque la mayoría de los programas de tratamiento “dan por terminado el proceso con el logro de la abstinencia producto de la desintoxicación”. Por otro lado, señala que los programas que intentan facilitar algunos procesos de reincorporación no lo realizan de manera sistemática.3 El estudio identificaba la existencia de 368 centros de tratamiento en el país, de los cuales un 67% afirmó ofrecer servicios de inclusión social. Con respecto a otros objetivos de dichos centros, se observaron dos indicadores valiosos en términos de reinserción o inclusión social —el que explícitamente considera los componentes de inclusión social, reintegración y educación (reportados por un 17,8% de los centros) y el de reincorporación y capacitación laboral (presente en el 5,4% de ellos) -, si bien en términos del universo del estudio resultaron ser muy poco significativos. Lo que confirmó el estudio a este respecto es la necesidad de promover una visión más integral del proceso de tratamiento que se ofrece por parte de las diversas instituciones, de manera que se avance hacia modalidades de inclusión social del consumidor de drogas en las que se garantice una mayor eficacia en la persistencia de la rehabilitación, pues no se ignora que generalmente un número significativo de recaídas de los rehabilitados —independientemente de las modalidades de tratamiento— obedecen a la ausencia de este proceso fundamental, que se podría traducir como una efectiva articulación de las personas a las redes sociales y la inclusión que se requiere que les brinde la sociedad para una reconstrucción real de la dignidad humana desde el mismo momento en que deciden ingresar al centro de tratamiento e igualmente para aquellos que sin ingresar a procesos de tratamiento habitan territorios en situaciones de extrema exclusión y que requieren ser considerados igualmente como sujetos de derechos en las diversas instancias de atención y de servicios locales; ambas acciones dirigidas a incidir en procesos de transformación individual y social y asimismo a fortalecer los procesos de articulación, participación y empoderamiento ciudadano. Es deber del Estado y de la sociedad, en términos de la promoción y la salvaguarda de los Derechos, posibilitar no sólo el tratamiento y la rehabilitación a quienes lo requieren sino, además, proporcionar niveles dignos de bienestar y de calidad de vida. Tal debería ser el propósito central de los programas de inclusión social que, en términos de logros para sus usuarios debería traducirse en su auto-reconocimiento como ciudadanos que producen y aportan al desarrollo de la misma sociedad. En esta perspectiva, se planteó como aspecto fundamental para el diseño de un modelo considerar dicho abordaje y procurar que los programas con este tipo de orientación tengan continuidad, al tiempo que involucren progresiva y crecientemente redes familiares, comunitarias e institucionales en los procesos de aprendizaje colectivo que, en este contexto, se generen y desarrollen. Si el tratamiento y la rehabilitación se conciben como un problema pero, a su vez, como una búsqueda de soluciones de innegable complejidad, es imprescindible que en su comprensión y su atención se apele a la diversidad de actores que componen la sociedad para que se comprometan con los procesos de socialización y reintegración del consumidor de drogas. En una perspectiva sociológica amplia, podría afirmarse —al igual que para dominios como el de la educación o la salud públicas— que la problemática del consumo de sustancias psicoactivas tiene una enorme trascendencia para la sociedad que es imposible dejarla exclusivamente en manos de quienes por tradición la han abordado.

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Ministerio de Protección Social, Diagnóstico Situacional Instituciones de Tratamiento,Rehabilitación y Reincorporación Social a Consumidores de SPA en Colombia, Bogotá D.C., 2004

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Para lograr una mayor incidencia de este tipo de enfoques en la sociedad, así como al interior de las entidades que han asumido la atención al consumidor de drogas, se optó por trabajar en la perspectiva de construir, validar, promover y desarrollar la apropiación de un modelo orientador, con el que se establecieran las líneas más significativas para el desarrollo de programas de inclusión social y que se constituyera en un punto de partida que, sin duda alguna, se irá enriqueciendo con los aportes de prácticas adelantadas en los centros e instituciones de tratamiento, entidades que, conjuntamente con los organismos del sector estatal que estudian, evalúan y formulan políticas públicas, deben liderar el cambio en las representaciones sociales que hoy persisten socialmente y que consideran que no es posible lograr la reincorporación de los afectados a una plena vida social. Para este fin, se consideró preciso conocer qué identifican las instituciones como acciones de reinserción, reincorporación e inclusión social, y qué identifican como tales los usuarios de los programas, de manera que el modelo pudiera responder a las necesidades reales y a los aportes que están en capacidad de hacer los principales actores involucrados. Finalmente, es importante considerar que diversas experiencias de trabajo con consumidores de drogas, permiten observar que existe una alta correlación entre consumo de drogas, pobreza extrema, vida en la calle y seguridad personal, entre otros temas, lo que plantea de manera enfática la urgencia de trabajar en propuestas que, como ésta, contribuyan a generar procesos de inclusión que "impliquen ciertamente una normatividad metodológica común y recursos adecuados para la implementación de programas, pero también la participación de actores fuertes que garanticen un mayor control sobre factores contextuales de riesgo."4 1.2 Objetivos del proyecto inicial 1.2.1 Objetivo General Contribuir con el mejoramiento de la calidad de los servicios de atención, en el componente de inclusión en la sociedad, ofrecidos a las personas adictas al consumo de drogas, a partir del diseño de un modelo en el marco del Sistema de la Protección Social en Colombia. 1.2.2 Objetivo Especifico Diseñar un modelo teórico y operativo, en el marco del Sistema de la Protección Social, para el desarrollo del componente de inclusión en la sociedad de personas adictas al consumo de drogas en Colombia. 1.3 Metodología Para el desarrollo de la propuesta, en todas y cada una de sus fases, se consideró como aspecto fundamental contar con la participación activa de diversos actores sociales en la construcción del modelo, como quiera que su concurso se debía expresar en aportes relativos a sus experiencias, conocimientos, buenas prácticas y aprendizajes, y que los mismos constituyeran referentes de primer orden para establecer lineamientos para el diseño de estrategias de inclusión social. En la primera y la segunda fases del proceso se adelantó una búsqueda detallada de bibliografía relacionada con el tema, a partir de la cual se decantaron elementos para afinar el marco conceptual del modelo que se pretendía construir; al mismo tiempo, se buscó identificar prácticas exitosas en relación con experiencias de inclusión en la sociedad —tanto en el ámbito local, regional y nacional como en el contexto internacional—, que contribuyeran al diseño del premodelo inicial. Para las fases subsiguientes, se consideró de vital importancia contar con la participación de representantes de cada una de las entidades que durante años han intervenido en este tipo de procesos, y cuyos modelos de atención han dado respuestas significativas en términos de 4

E. Milanese, Desarrollos en el tratamiento comunitario de la exclusión grave: participación y protagonismo social de los gravemente excluidos, Ponencia presentada en el Tercer Foro Internacional Prácticas de inclusión social con consumidores de drogas. El derecho a tener Derechos, Popayán, Colombia, 23-25 de Noviembre 2005.

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resultados satisfactorios para las personas atendidas y para las mismas organizaciones; igualmente, se procuró tener acercamientos con los usuarios de estas experiencias, quienes pudieron describir sus aprendizajes y, con base en ellos, proponer componentes, o alternativas frente a los mismos, para la construcción del modelo. Finalmente, se buscó establecer contacto permanente con expertos investigadores, teóricos y académicos, responsables de entidades públicas y privadas que tienen una relación directa o indirecta con la atención al problema. Se realizaron diversos momentos de intercambios y discusiones en torno a los avances del proceso en materia de la comprensión y el desarrollo conceptual, filosófico, metodológico, legal y operativo de la propuesta. Con respecto a las entidades que se consultaron, se procuró que hubiera diversidad en términos de sus capacidades y estructuras, al igual que en la aplicación de diferentes modelos y modalidades de intervención, en la atención a poblaciones variadas, y en su localización en diversas zonas del país. Con tal diversidad se intentaba disponer de un amplio repertorio de miradas y de experiencias, con las que se nutriera la elaboración del modelo propuesto. Adicionalmente, se consideró la trayectoria de estas entidades, en términos de años de experiencia, proyectos ejecutados y el nivel de reconocimiento que han alcanzado. Con los insumos resultantes de las actividades de recolección, análisis y síntesis evaluativa de información sobre conceptos, metodologías y experiencias en programas y proyectos de atención a personas que presentaron consumos problemáticos de sustancias psicoactivas, se elaboró un Estado de Situación Breve, referente para la construcción del premodelo, que fue posteriormente validado en reuniones de reflexión con expertos y sometido a revisión de un experto internacional en el tema, para ajustarlo y producir una versión final coherente en términos conceptuales, legales y operativos. Finalmente el producto fue presentado y debatido con los representantes de los entes territoriales, los Comités Departamentales de Prevención de Drogas, y a algunos responsables de las entidades que operan en las ciudades y en el país con proyectos concretos de intervención y con la orientación de programas sociales dirigidos a estos sectores de población. Desde las diversas experiencias se propició que el Modelo fuera comprendido y legitimado para su posterior puesta en práctica desde los ámbitos locales y especialmente en aquellos territorios afectados por una grave exclusión social en las zonas urbanas. 1.4 Elementos de Diagnóstico 1.4.1

Revisión Documental

En el presente apartado se describen de manera sintética las actividades y los resultados en la elaboración del diagnóstico rápido sobre los programas de atención a personas consumidoras de drogas en Colombia. Este trabajo se inició con la revisión de la literatura existente sobre el tema, a partir de la identificación de Centros de Documentación Especializados y Bibliotecas. Se realizó por cada zona de trabajo un inventario de los Centros de Documentación y las Bibliotecas existentes en el país que pudieran contener bibliografía en relación con el tema previsto. Se seleccionó un grupo de 25 centros de documentación que contenían documentos especializados. Por otro lado, se contemplaron bibliotecas municipales, bibliotecas adscritas a universidades públicas y privadas del país, bases documentales de entidades privadas —como ONGs que trabajan en el tema del consumo de drogas— y de algunos profesionales que poseen documentos de interés para este proceso. Se encontró que, a pesar de existir un número significativo de entidades, no se cuenta con una proporción igual de documentos que aborden de manera explícita el tema. Esta situación llevo al equipo a determinar una búsqueda de documentos y elementos que abarcara el tema de la inclusión, no sólo en relación con el consumo de drogas sino también con situaciones conexas. Igualmente, se amplió la búsqueda sobre textos y experiencias que permitieran encontrar contenidos teóricos relacionados con la reincorporación

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y la inclusión social de personas que se encuentran en situación de exclusión social o en situaciones de sufrimiento social a partir de o en conexión con el consumo de drogas. Se construyó una base de datos, en la plataforma Visual Basic, que permite listar los Centros de Documentación consultados y los documentos existentes en cada uno de ellos. Fig 1: Presentación de base de datos de instituciones consultadas

Frente a la búsqueda de la literatura se identificaron dos fuentes importantes para conseguir el objetivo: La búsqueda activa en los Centros de Documentación seleccionados La búsqueda activa en redes y medios virtuales. Para el primer grupo se estableció la meta de consultar una muestra de no menos de 200 textos que contuvieran exposiciones y desarrollos sobre el tema, presentados como informes de investigación, artículos de revistas, documentos especializados, sistematizaciones de experiencias, etc. Se acordó profundizar en un número significativo de ellos, especialmente en aquellos que contuvieran reflexiones teóricas o sistematización de experiencias significativas. Se encontró una amplia bibliografía en el tema de drogas, si bien muchos de los documentos que conforman las bases documentales tienen varios años de antigüedad. Los contenidos giran específicamente alrededor del tema de la prevención y el tratamiento, y se detienen principalmente en la presentación de experiencias institucionales. Igualmente, hay un número significativo de tesis de grado que proponen programas para la atención centrados en estrategias de prevención o en la intervención en zonas o contextos de trabajo seleccionados por los autores. Los textos más recientes están en las bibliotecas de los profesionales interesados en el tema más que en los centros públicos. Finalmente se incorporaron 150 documentos a la base de datos, que puede ser consultada y que registra información que permite acceder a los textos completos. La base de datos permite la ubicación de los textos, informa sobre la localidad en la cual se encuentran y presenta una síntesis de su contenido. Puede consultarse de acuerdo con criterios como: Tipo de Documento, Titulo, Autor, Lugar en donde se encuentra, Fecha.

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Fig 2: Presentación de base de datos de los documentos consultados.

En cada consulta podrá verse el resumen del contenido del documento registrado. El trabajo descrito se complementó con la realización de consultas virtuales a través de los diversos buscadores y las plataformas existentes. La búsqueda se centró en portales como Google, Altavista y Accoona, aunque también se hizo contacto con portales especializados y con personas en cada uno de ellos, lo que permitió lograr un mayor y más efectivo acceso a la información y contar con los documentos que se recibieron a través del correo electrónico. Fig 3. Registro impreso del resumen de entidades consultadas y documentos consultados.

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Cuadro 1. Listado de direcciones virtuales

ORGANIZACIÓN

PÁGINA WEB

RESPONSABLE (EN LOS CASOS DONDE SE LOGRÓ RESPUESTA POR PARTE DE ELLOS)

CORREO ELECTRÓNICO REFERENTE

Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente

www.unad.org

Javier Martín

javier.martin@unad.org

Fundación ENLACE

www-f-enlace.org

Yanira Rodríguez

f-enlace@f-enlace.org

Miguel de Andrés

Info@grupigia.com

Plan Nacional de Drogas de España Agencia Española de Cooperación Internacional Corporación Aprender de Chile Cruz Roja Española

www.pnsd.msc.es www.aeci.es www.corporacionaprende r.cl www.cruzroja.es

Red Iberoamericana de ONG que trabajan en www.riod.org Drogodependencia Edex España

www.edex.es

Fundación de Ayuda contra la DrogodependenciaFAD-España

www.fad.es

Grup Igia

www.grupigia.com

De la misma manera, se tuvieron acercamientos con redes internacionales y se estableció contacto con ellas, obteniendo como resultado el envió de documentos importantes y abriendo espacios de relación y de trabajo conjunto. Cuadro 2. Organizaciones internacionales consultadas

ORGANIZACIÓN Centro de Formación en Farmacodependencia y situaciones críticas asociadas México Lua Nova Brasil Red centroamericana de intervención en situaciones de sufrimiento – Recoiss Instituciones diversas de la Riod Nodo Andino

CORREO ELECTRÓNICO REFERENTE

REFERENTE

jmachin@laneta.apc.org

Juan Machín Raquel Barros

raquel@luanova.org.br secretario@recoiss.org

Ricardo Bautista Varios representantes

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Entre los textos consultados y ubicados en la base de datos se encuentra que el 70% corresponde a libros, el 18% a revistas, un 10% son documentos copiados de archivos ubicados en Internet, y el 2% revistas encontradas en la red virtual. Entre los documentos encontrados se destaca que la gran mayoría (61%) se refiere al tema de las drogas en general, si bien se abordan elementos de reinserción (o inclusión) aunque no a profundidad. Los demás documentos se refieren específicamente al tema de la exclusión (11%), y los relacionados con el consumo de drogas representan un 7% del total. Como ya se planteó, existe a nivel de tema de drogas un amplio espectro de documentos, pero a medida que se intenta una exploración sobre temas concretos como, por ejemplo, la presentación de experiencias y reflexiones en el campo de la reinserción, el mismo va disminuyendo y exige conectar este aspecto con nuevos elementos. De este modo se abre la posibilidad de incorporar literatura que aporta elementos frente a la exclusión como un proceso macro que obedece a reglas económicas, políticas y sociales, e ir encontrando elementos que muestren cómo la droga se relaciona con el tema de la exclusión y sus manifestaciones en el mundo real. 1.4.2 Revisión de experiencias en el campo de la Reinserción Social. Para el desarrollo de esta actividad, inicialmente se hizo una revisión del Directorio Nacional de Centros de Tratamiento. Se verificó que cada una de las entidades registradas en las diferentes zonas5 que se consideraron para el proyecto estuviera en funcionamiento, se efectuaron contactos telefónicos y, en algunos casos, se realizaron visitas para ambientar la realización de la entrevistas. Igualmente, se indagó en las Secretarias de Desarrollo Social de las Alcaldías de las ciudades sobre otras experiencias en este campo, de organizaciones que no se encontraran en el directorio de los CAD. Se seleccionaron 31 experiencias para conocer y entrevistar que hubieran desarrollado acciones y elaborado propuestas en el campo de la inclusión o la reinserción. Los criterios para esta selección atienden a una gama de alternativas que permitieron ampliar el espectro de análisis. Estos criterios fueron los siguientes: • • •

Experiencias de las entidades de carácter religioso: Pertenecientes a comunidades religiosas de diversos credos: ejemplo católicas o evangélicas. Experiencia en diversos estratos o niveles socioeconómicos: estratos 1, 2, 3, 4,5 o 6. se asocia con la capacidad de pago del tratamiento por parte de las personas. Experiencias con diversas modalidades de tratamiento: Comunidad Terapéutica, 12 pasos (AA / NA), Teoterapéutico, Medico-clínico, Psicológico terapéuticos, Pedagógico reeducativo, terapias alternativas.6 Experiencias que integraran diferencias de género, grupos étnico y grupos etéreos: programas que atienden: hombres, mujeres, mixtos, adultos, niños y niñas, adolescentes, indígenas. Considerar por al menos una experiencia no registrada en el directorio de CAD.

Para cada ciudad se eligieron 5 experiencias, si bien finalmente se evaluó un total de treinta y una (31), siendo Bogotá la ciudad que más propuestas presenta.

5 Zona Nororiente (Bucaramanga y Cartagena de Indias) Zona Central (Bogota) Zona del Eje Cafetero (Armenia, Manizales, Pereira) y Zona Sur occidente (Cali, Popayán y Pasto). 6 Se retoman las planteadas en el Directorio Nacional de Centros de Atención en Drogadicción.

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Cuadro 3: Listado de ciudades identificadas en el proyecto. CIUDAD BOGOTA CALI EJE CAFETERO BUCARAMANGA PALMIRA PASTO CARTAGENA TOTAL

NUMERO 11 6 6 5 1 1 1 31

Bogotá aporta en el conjunto general de las experiencias revisadas el 35%; le siguen Cali y Eje Cafetero con 19% cada ciudad, y Bucaramanga con un 16%. Las restantes ciudades representan un 3% cada una. De los 109 CADs existentes en las ciudades mencionadas, el 22% se contacta para el proceso de diagnóstico y el 6% (un total de 7 experiencias) no aparece en la base de datos del Ministerio. La relación de las entidades tomadas para este diagnóstico, en relación con el total registrado en el directorio es la siguiente: Cuadro 4. Números de CAD existentes y consultados por ciudad. CIUDAD BOGOTA CALI EJE CAFETERO BUCARAMANGA PASTO CARTAGENA TOTAL

DIRECTORIO CAD 65 16 10 10 3 6 110

11 7 6 5 1 1 31

CONTACTADAS 19% 43% 60% 50% 33% 16%

Las Entidades seleccionadas y contactadas se describen en al siguiente tabla: Cuadro 5. Registro de entidades y experiencias consultadas. NO . 1

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NOMBRE DE LA ENTIDAD ACJ Hogar Amanecer Arquidiócesis De Bucaramanga. Red.30 Asociación Hacia Un Futuro Mejor Elogios Asociación Niños De Papel Colombia Asociación Nueva Vida Para Mujeres

NOMBRE DEL PROGRAMA Hogar Amanecer Centro De Escucha Red 30 Elogios Tratamiento SPA Arca De Prevención Y Atención Reeducación

E-MAIL

Cll 21 n* 1654

yimca@bogotá.telesat.co m

Bogota

Gloria Cecilia Hidalgo

CLL 33n*2154

redpunto30@yahoo.com

Centro de Bucaramanga

Enrique López Carrillo, Pbro

Cra 13 n* 200-290 rio frio

ongelogios@gmail.com

Florida sder sur

Amparo Duran Mosquera

Cll 48 n*1879

prevensionyatencionbuc @niñosdepapel.org

Cartagena – Bucaramanga

Presbítero Manuel Jimenez

AV Cll 19 N 16a-30

nuevavida_mujer@yahoo .com

Bogota

Alba Nubia Duque

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CIUDAD

NOMBRE DEL DIRECTOR

DIRECCIÓN


6

Centro De Recepción De Menores

Protección, Emergencia, Medio Social Comunitario

7

Clínica San Juan De Dios

Clínica De Adicciones

8

Comunidad Terapéutica De Colombia

9

Corporación Caminos

10

Secretaria de Integración Social

11

Secretaria de Integración Social

12

Escuela De Trabajo La Linda

13

Fundación Caminos De Libertad

14

Fundación Cares

15

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17

18 19

20

Asociación Comunidad Terapéutica De Colombia Cotecol Servicio De Tratamiento Atención Integral A Ciudadanos Habitantes De Calle Proyecto 7311-Cat Comunidad Terapéutica Hogares Del Camino

Cra 27 N* 17-08

crmprotec@telesat.com.c o

Manizalez

Fanny Bernal

sandrapmh@yahoo.com

Manizalez

Hermano Carlos Sarmiento

TRANSV 59A N* 12863

cotecol@hotmail.com

Bogota

Padre Albeiro Saldaña

CLL 56 N*125 LA BASE

tratamiento@corporacion caminos.org

Cali

Clara Inés Londoño

Cra 35 n*1037

Bogota

Maritza Fuenmayor

Cra 61 N*4787

Bogota

Edgar Triana

lalinda@epm.net.co

Manizalez

Fray Salvador Morales

Cra 24 n*17fecadeli@gmail.com 56

Manizalez

Gloria Elena Avila

Cra 15 N* 15-39

Bogota

Rosalía Tarazona

Cra 43 N*70- funjhesua@hotmail.com 46

Bogota

Álvaro Novoa Parody

Cra 19N*2124 B.alarcon

Bucarama nga

Peter Rey

Manizalez

Jorge Mejia

Programa Mujer Promoción, Prevención Y Tratamiento De Las Adiciones Fundación Asistencia Preventiva Y Seguimiento E Inclusión Social

Fundación Casa De Cristocentrico Rehabilitación Jhesua Fundación De Las Tinieblas A Funtaluz La Luz Funtaluz Hogar De Paso Para Fundación Habitantes De Hernán Mejia La Calle Y Familias Desplazadas Fundación Orientación Y Hogares Claret Tratamiento Tratamiento Fundación En Fármaco Huellas dependencia Fundación Rescate Rehabilitar Juvenil Colombia

funtaluzp@yahoo.com

Cll 21 N* 1916 CLL 10 N*15-60

hogaresclaretbogota@ya hoo.com

Bogota – bga

Mario Montoya

KM 4 chalet villa laura

funhuellas@gmail.com

Cali

Maria Elena Cardona

Cll 2 D N* 44a-35

resktejuvenil@hotmail.co m

Bogota

Fermín Rodríguez

15


21

22

23

24

25

26

27

28 29

30

31

Protección, Rehabilitación Fundación Y Revivir En Capacitación Cristo De Marginados Inclusión Fundación Social De Samaritanos De Habitantes De La Calle La Calle Rehabilitación Fundación En Consumo SPA Alcohol Y Semillas De Vida Comportamien tos Fundación Social Y Formativa, Arca De Noe. Fundación Tierra De Ciudades De Refugio Refugio Camino, Verdad Y Vida Tratamiento Pnp,Investigac Fundar Bogota ion En Adiciones.

Kra 3 N*1058 Barrio San Bosco

revivirencreito_2@hotmai l.com

Cali

Edinson Sinestierra

Cra 12 N*10- josegonzalez@telesat.co m.co 60 casa 3

Cali

Padre José González

TRANS 70 N* 9A-79

Bogota

Teresa Tamayo

semillasdevida2@hotmail .com

Cra 21 N*21- arcadenoe@telecom.com Pasto .co 68 pasto

Cesare Cattini

Cll 31 N*2349

Palmira

Dagoberto Roa Ocampo

Cra 16 N*36- fundaradic@hotmail.com 22

Bogota

José Goethe Gutierrez Osorio

fundardelvalle@cable.net .co

Cali

Delia Hernández

CLL 50 N* 28-15

hogarcreamanizales@hot mail.com

Manizales

Liliana Patricia Giraldo

CLL 27 N*17-41

doraris2@hotmail.com

Manizales

Fray Salvador Morales

Cll 42 N*32b -36 el diamante

Cali

Sor Magnolia Palacio Correa

Calle 33 # 25 - 45

Bucarama nga

Juan Carlos Ortega

Fundar Del Valle Comunidad Terapéutica Anden (Niños) Senderos Zagales (Adolescentes ) Fundación Obra Programa De Social Las Rehabilitación Gaviotas Y Prevención Hogares Crea

Shalom

Shalom Casa De Paz

Para el desarrollo del diagnóstico y el hallazgo de elementos que permitieran encontrar aspectos importantes para la construcción del premodelo se diseñaron un conjunto de instrumentos que se aplicaron a diversos grupos, así: 1. Formato de identificación de las organizaciones locales que desarrollaban experiencias en reinserción. Para este caso se retoma el utilizado en el Diagnostico de Centros de Atención de Drogadicción. (se anexa formato) 2. Entrevista semiestructurada a los directivos y miembros del equipo de los CAD identificados (Se anexa formato). 3. Entrevista con actores sociales de la localidad. (se anexa el formato). 4. Grupos focales con personas que están en tratamiento o han vivido procesos de tratamiento.(se anexa plan de preguntas).

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En el desarrollo del trabajo operativo que ya ha terminado y se cuenta con los insumos que orientan el diseño del modelo se han encontrado las siguientes situaciones que son comunes a las organizaciones y que muy posiblemente reflejan parte de lo que es la realidad de las experiencias de Colombia en el ámbito de la Inclusión Social del consumidor de drogas. 1.4.3 Caracterización De Las Organizaciones Fig. 4. Tiempo de funcionamiento de las entidades consultadas. TIEMPO DE FUNCIONAMIENTO DE LAS ENTIDADES CONSULTADAS. DICIEMBRE 2006

MENOS DE 5 AÑOS; 13

mas de 20 años; 23

Entre 15 y 20 años; 3

Entre 6 y 10 años; 42

Entre 11 y 15 años; 19

Las Organizaciones consultadas en cuanto al tiempo de funcionamiento oscilan entre 2 y 42 años, en un 55% tienen menos de 10 años de estar prestando sus servicios y de experiencia en el tema de atención. El 45% tienen entre 10 y 42 años de experiencia, siendo significativas por su trayectoria nacional e internacional. Todas las organizaciones consultadas manifestaron en los servicios que ofrecen los de reincorporación social y laboral lo que significaba que las prácticas existentes podrían mostrarnos elementos de aprendizaje en el tema. Fig. 5. Carácter de las organizaciones consultadas. CARACTER DE LAS ORGANIZACIONES CONSULTADAS. DICIEMBRE 2006 100 90 90

80

70

60

50

40

30

20

10

10

0 PUBLICAS

PRIVADAS

El 90% de las organizaciones son experiencias privadas pertenecientes a ONG principalmente y el 10% públicas. El 62% son laicas, aun cuando muchas de ellas son orientadas por religiosos y el 38% son de orientación teoterapeuticas. Son diversos los modelos de intervención que desarrollan y todas ellas atienden el uso de drogas y alcohol en sus diversos momentos: consumo incipiente, intoxicación, recaídas, síndrome de abstinencia. Las propuestas de atención en las cuales se contempla la inclusión social integra las diversas modalidades, algunas de gran trayectoria como las comunidades terapéuticas, los

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Alcohólicos Anónimos, y otras más recientes como las terapias alternativas y los programas comunitarios. El 45% desarrollan solo una (1) modalidad mientras que el 23% integra más de 3 alternativas. Las mismas se prestan en servicios residenciales (29%), el 3% en ambulatorio y los restante mezclan sus modalidades de prestación de servicios ya sea complementando el residencial con el ambulatorio, las consultas, especializadas y otras. Los servicios prestados son atendidos por personal profesional y no profesional. Algunas experiencias emplean a ex - usadores de drogas como recursos al interior del proceso. Se denota que las Comunidades Terapéuticas y los programa teoterapéuticos son los mas que utilizan esta modalidad. Fig. 6. Edad y poblaciones atendidas por las entidades consultadas. RANGOS DE EDAD DE LAS POBLACIONES ATENDIDAS POR LAS ORGANIZACIONES. DICIEMBRE DE 2006.

MIXTO

42

ADULTOS

38

MENORES DE EDAD

19

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

El 42% atiende a hombres, mujeres, adultos y niños en una o varias sedes, algunos distribuidos por edades y género y otras mezclados. El 32% solo adultos hombres y mujeres, el 19% solo menores de edad, algunos atienden a hombres y solo el 3% a mujeres. 1.4.4 Caracterización De Los Programas De Reinserción, Reincorporación O Inclusión Social. El 61% de las entidades consultadas manifiestan desarrollar un programa o tener un servicio o una fase especifica de reinserción social y un 39% comenta que no lo desarrollan. El 39% manifiesta que la reinserción es una fase específica mientras que el 61% considera que es transversal en el proceso y conexa con el tratamiento. En la descripción de las mismas la mayoría de las personas la ubican como una etapa final –solo tres demuestran su articulación a lo largo del tratamiento- y por fuera de la organización, es algo así como un “poner a prueba” a la persona para abordar el medio al cual nuevamente regresará una vez termine su institucionalización. En la definición de la etapa se encuentran elementos relacionados específicamente con la reconexión de la persona en sus relaciones familiares, sociales, académicas, laborales, deportivas fundamentalmente. A pesar de vislumbrar un campo amplio de los contextos a los cuales el individuo “debe volver” es solo el familiar el que es posible, regularmente, retomar y evaluar antes de asumirlo cotidianamente y los demás quedan solo para practicarlos al momento de retornar al medio.

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Pareciera que esta “fase” es la gran prueba que las personas que han estado en tratamiento esperan. Se plantea con elementos como: “Se retoma un concepto de vida y manejo de autonomía en sus diferentes contextos” (Cotecol). “Cuando ya la persona ha comenzado a contar con herramientas para poderse enfrentar a la vida” (Cares). “En la que las personas se sienten plenas y pueden hacer sus vidas sintiéndose Bien”.(Tierra, Camino, Verdad y Vida) “Son las personas que llevan mas de 6 meses se vuelven colaboradores y sirven a la fundación” (Jhesua) “Es volver a adquirir un proyecto de vida” (Huellas). “Donde se le concientiza de la importancia, de ser ciudadano” (Rehabilitar por Colombia) Es importante destacar que esta fase se constituye en la gran prueba por la cual atraviesan las organizaciones, siendo que es en el momento del encuentro entre el residente de un proceso con su vida cotidiana en donde pueden vulnerarse los aprendizajes hechos o donde realmente se van a confrontar o resignificar los cambios producidos tanto en las personas directamente atendidas como en el grupo familiar y social que las ha acompañado. Es en esta etapa donde entra a medirse -desde los indicadores definidos actualmente frente al éxito o el fracaso de un proceso de atención a un individuo consumidor de drogas- la eficacia del proceso de tratamiento desarrollado. Es la etapa de prueba individual, familiar e institucional, que genera en los diversos ámbitos similares temores y similares esperanzas. El proceso de reinserción, reincorporación o inclusión cuenta para las organizaciones que lo realizan con una serie de momentos y de contextos como se planteo antes. Un primer momento se relaciona con la evaluación individual en todos los campos y los primeros acercamientos al sitio donde habita la persona, en primera instancia con relación al grupo familiar, mediante salidas supervisadas que poco a poco van siendo más autónomas. Las evaluaciones hechas y observaciones planteadas van permitiendo abordar otros espacios que afiancen los logros y permitan definir unos tiempos de permanencia en un cotidiano de vida por fuera del programa de tratamiento. Para otros casos como los programas ambulatorios y los de Reducción del daño, en donde la persona no rompe totalmente cono el medio familiar, escolar y/o comunitario se mantiene un contacto especialmente con el grupo familiar e igualmente se mantienen controles en cuanto a las actividades que la persona realiza en su cotidiano de vida. - Áreas de intervención. Las áreas y los tiempos que contemplan los programas de reinserción en buena medida dependen de factores como la edad de los beneficiarios, el género, el modelo de intervención y la propuesta filosófica que orienta a la organización. Se denota que los programas de niños, niñas y adolescentes hombres y mujeres, cuenta con una mayor gama de alternativas y servicios, contándose, entre sus requerimientos significativos, las áreas escolar, lúdica y recreativa. En el caso de los adultos lo laboral se constituye en el énfasis del trabajo de inclusión. Es importante señalar en este punto que algunas organizaciones (Funtaluz, Hernán Mejía,Shalom, Jhesua) manifestaron que no cuentan con sub - etapas o pasos definidos, otras señalaron que las ajustan teniendo en cuenta las áreas de derecho (Niños de Papel, Caminos) y otras de acuerdo a las necesidades de sus poblaciones (Fundar, Red.30). Las áreas de intervención más comunes son la de Capacitación (habilidades y competencias para el trabajo; área familiar (padres, hermanos, pareja, hijos); social (comunidad y grupos de pares); área laboral (empleo); Terapéutica (tratamiento profesional). Existe acuerdo entre las organizaciones frente a las áreas que fortalecen. Cada una de ellas responde al ámbito de desempeño que el individuo tendría que afrontar al momento de su integración y se constituyen a su vez en contextos sobre los cuales habría que intervenir para buscar desde allí transformaciones importantes que vayan en beneficio del desarrollo de las personas. No se mencionan por ejemplo campos como el comunitario (tal vez este concebido en el social), el de seguridad personal (por vinculaciones anteriores con grupos o actividades ilegales), vivienda, ni participación.

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- Normatividad de apoyo Las entidades consultadas manifiestan que no cuentan con una normatividad específica para el abordaje de los procesos de inclusión, que no conocen lineamientos particulares que les orienten y que ante situaciones extremas acuden a los mecanismos establecidos en la ley para garantizar los derechos de sus beneficiarios. Mencionan como normatividades principales a la Constitución Política de Colombia, la Convención Internacional de los Derechos del Niño Ley 1291, el Código del Menor y Ley de Infancia, la Ley 100 y los Derechos Humanos. - Participación. Frente a la participación de las personas beneficiarias en el proceso de inclusión social no se dan elementos claros ya que las respuestas dadas se ajustan mas a las acciones que durante el tratamiento se generan que específicamente sobre la inclusión posterior a la vida social y comunitaria. Se expresa como espacio de participación la decisión de las personas en la construcción de los manuales, la posibilidad de expresar sus sentimientos, sueños, intereses y expectativas. Frente a la participación de las familias y otras personas u organizaciones, se destaca que es un pilar fundamental no solo del tratamiento sino también del éxito de la inclusión; plantean para lograr el proceso de inclusión familiar talleres, encuentros, acciones terapéuticas. Frente a la participación de otras personas u organizaciones destacan aquellas con las cuales establecen conexiones para el trabajo en red de manera que les permita ampliar los servicios prestados. Se destacan los grupos de apoyo como Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos como importantes para la sostenibilidad de las personas y para su proceso de inclusión en la cotidianidad de la vida comunitaria y familiar. Tienen igual interés en este aspecto las iglesias y grupos religiosos por considerar que fortalecen a las personas internamente, convirtiéndose en un recurso existente en casi todos los contextos en donde se desarrolla la vida del individuo. Estructura de Programa: objetivos, instrumentos de medición, evaluación y documentación. No muestran en las organizaciones consultadas un documento específico que refleje el marco conceptual, metodológico, de evaluación y seguimiento del componente de reinserción. Este se encuentra descrito en el marco general del modelo de intervención. La reinserción, inclusión o reincorporación no es un tema particularmente pensado, debatido y planificado al interior de los procesos de tratamiento. Se evidencia que el mismo se asume como parte de los modelos que se han incorporado pero no ha sido el producto de la reflexión y conceptualización. Es quizás esta una de las razones por las cuales no se cuenta con un documento explicito que contenga lineamientos precisos acerca del proceso, que plantee objetivos, metas y acciones. Los objetivos manifestados giran en torno al compromiso que tienen las organizaciones de mejorar la calidad de vida de las personas desde el acceso a oportunidades para vivir sanamente, con aceptación y posibilidades en todos los campos de la vida humana. Algunas esperan que las personas se conviertan en replicadores de sus procesos con otros compañeros y que se mantengan conexas a la organización que les ha brindado la ayuda: “Son las personas que llevan mas de 6 meses se vuelven colaboradores y sirva a la fundación, se preparan se capacitan” (Revivir en Cristo, Funtaluz, Shalom) Frente a los instrumentos con que cuentan para monitorear y hacer el seguimiento de las acciones en el proceso de inclusión, el 65% plantean que cuentan con instrumentos diseñados para hacer la reinserción y el 35% que no tienen ninguno específico. Quienes respondieron afirmativamente identifican dichos instrumentos con aquellos que utilizan a lo largo del tratamiento y que hacen énfasis en el Proyecto de vida. Algunas organizaciones manifestaron que se encuentran en proceso de construcción de dichos instrumentos. Similares respuestas se recibieron con respecto a los instrumentos de seguimiento de las acciones durante y posterior al proceso de tratamiento. En relación a los indicadores con que se cuenta para medir la eficacia de los procesos de reinserción se comenta explícitamente el 33% que no los tienen establecidos, el 66% están definidos más informalmente. Se retoma un resumen de los más comúnmente propuestos:

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- Abstinencia principalmente para la mayoría: “La abstinencia, Haber superado la jerga de calle…” (R por C), A través del seguimiento saber que la persona tiene o no tiene consumo (ACJ), El joven debe haber desarrollado en un nivel alto su proceso evolutivo hacia el no consumo de sustancias ilícitas (Elogios). - Afrontamiento de situaciones críticas: Posee habilidades sociales para enfrentar factores que desencadenan el consumo (Elogios), Buen comportamiento, Buenas relaciones interpersonales y con su entorno, EL dinamismo, Que sobresalga en todas las actividades (Nueva vida para Mujeres). - Permanencia en el medio familiar: El joven debe iniciar un reencuentro consigo mismo, la familia y con la sociedad (Elogios), factor familiar – que evalúan y valoren el progreso (Huellas) - Comportamiento: Buen comportamiento, buenas relaciones interpersonales (Nueva Vida para mujeres) - Permanencia en el sistema escolar: lo académico, las vinculaciones académicas. (Niños de Papel, Caminos), Ánimo para estudiar (Funtaluz). - Obediencia y servicio; Obediencia y servicio al señor y al resto de la comunidad (Revivir en Cristo) - Estado de ánimo: Actitud positiva, ánimo para trabajar y estudiar, aceptar que es adicto en recuperación (Funtaluz). - Permanencia en el medio laboral: que mantenga el trabajo, maneje la plata y el tiempo libre (Semillas de Vida) “Uno es la capacidad de participar de manera adecuada en los aspectos que el quiera; académico, laboral, social, auditoria ciudadana y control ciudadano” (Fundar del Valle). Los medios a través de los cuales las organizaciones verifican el cumplimiento de sus indicadores es el siguiente: Visitas familiares, al sitio de trabajo, escolar Reportes de con las redes Participación en terapias y grupos de apoyo. Los requisitos que exigen las organizaciones para promover o terminar el proceso de reinserción se relacionan principalmente con: Edad Existencia de documentos de identificación No consumo de drogas licitas ni ilícitas, sobriedad total. Cumplimiento de objetivos terapéuticos Tiempo de permanencia en el proceso Participación en proceso de capacitación, tenga ubicación laboral o escolar (estén vinculados a procesos de ecuación regular formal o no formal) Haya claridad en sus redes familiares y sociales (grupos de amigos) Las experiencias de tendencia teoterapeutica le adicionan elementos relacionados con la participación en la iglesia. 1.4.5 Situaciones Problemáticas A Las Cuales Se Ven Enfrentadas Las Organizaciones Tanto los participantes en los grupos focales como los equipos de las organizaciones manifiestan una serie de situaciones problemáticas a las cuales se ven enfrentados al momento de pensar y actuar en la reinserción. La edad y la situación inicial en la cual se encontraba la persona que consumía de alguna manera determinan la complejidad de los problemas que tienen que asumir posteriormente. Para quienes han vivido la experiencia de calle, retomar la vida relacional, comunitaria, laboral, entre otras, es mas compleja que para quienes tienen una red social, acceso a servicios y posibilidades de cubrir las necesidades básicas. Sin embargo todos manifiestan una serie de situaciones que comparten, estas son:

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La representación que la comunidad, la escuela y la familia tienen del consumidor de drogas que propicia que se mantengan relaciones de desconfianza, se perpetúe una visión de incapacidad y que dicho señalamiento promueva la limitación de oportunidades. El convivir en medio de una sociedad de consumo en donde los pares y grupos comunitarios de referencia mantienen las prácticas de consumo. El contar con redes sociales frágiles que no logran contrarrestar el tiempo en el cual la relación se rompe. No es fácil la integración con grupos de pares o la participación en espacios y grupos de interés de acuerdo a sus edades. La inclusión en el trabajo es otra de las áreas de difícil abordaje. Generalmente no encuentran alternativas ocupacionales para incluirse, no existen programas específicos que promuevan la inclusión de personas con problemáticas específicas. Se suma a lo anterior la falta de preparación adecuada debido a que las ofertas de los programas ocupacionales ofrecidos regularmente no responden al mercado existente; la falta de certificaciones y la falta de experiencia laboral. Lo anterior se agrava con la estigmatización, como fue planteado anteriormente. En lo concerniente al componente de salud, manifestaron no contar con un marco de ley que garantice la prestación de los servicios y muchos de ellos se quedan sin posibilidades de ser atendidos. Algunos consideraron que entendiéndose el problema de drogas como un problema de salud, no se cuenta con los medios necesarios para dar respuestas al problema desde el plano biológico, no teniendo acceso a adecuada atención profesional ni a los medicamentos necesarios en los casos psiquiátricos. La mayoría consideró que existe un alto nivel de inseguridad aún no superado por el hecho de haber estado en la organización ni por el tratamiento, debido a que se ven enfrentados a los grupos con los cuales desarrollaron acciones por fuera de la ley y con los cuales contrajeron deudas que no han concluido. Plantean que existen presiones de los grupos de pares para que las personas vuelvan a vincularse a las actividades de consumo de drogas. El componente con menor número de respuestas es el relacionado con la Vivienda. Si bien se constituye en un elemento que pudiera reflejar el mejoramiento de la calidad de vida, especialmente para aquellos grupos humanos que han vivido la calle, no es tan significativa quizás para quienes atienden jóvenes debido a que generalmente se encuentran vinculados a sus padres o a sus grupos familiares, y en estos casos la vivienda, aun cuando pueda encontrarse en malas condiciones, es una situación que depende de otros fundamentalmente. Sumado a los problemas anteriormente expuestos se escucha el reclamo frente a la necesidad de ser tenidos en cuenta, de ser considerados como sujetos de derechos, de tener una nueva oportunidad, de mayor tolerancia y de tener un espacio en los distintos contextos que les permita participar sin el estigma de ser consumidores de drogas. Igualmente proponen alternativas que quizás hacen contrapeso a los problemas. Las propuestas giran en torno a disminuir la estigmatización, a sentir el acompañamiento de los equipos y de las organizaciones y, como ya se planteó, a tener una nueva oportunidad en la vida. 1.4.6 Propuestas De Las Organizaciones Las organizaciones entrevistadas sugirieron considerar en el modelo los siguientes aspectos: Que se trabaje en programas comunitarios que disminuyan las situaciones de estigmatización y den oportunidades a las personas en sus grupos, a través de acciones de sensibilización con las diversas instancias y con los líderes de la comunidad. Generar procesos que lleven a desmitificar los relatos y las representaciones asociados con el tema de las drogas, e incrementar la responsabilidad y el compromiso de todos en el problema y la búsqueda de soluciones. Se propone a un actor como la Iglesia acercarse más al tema en una perspectiva interdisciplinaria, apoyar las acciones preventivas y ver a las personas que usan drogas como seres humanos.

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Se pide a los gremios de la economía que se vinculen con el tema y le den la importancia que tiene. Se les pide proteger el trabajo y el ingreso de las personas que están en tratamiento y desarrollar programas preferenciales de empleo o apoyo ocupacional para estos grupos humanos. También se les pide ser actores corresponsables del problema y de las soluciones propuestas. A los políticos se les pide un papel protagónico en el desarrollo de políticas y programas que generen posibilidades para el tema y las personas. La aceptación del consumo para que el mismo se vea reflejado en la inversión y en la normatividad existente. Igualmente, desarrollar propuesta que reflejen la necesidad de la inclusión de las personas como un elemento fundamental para transformar el tema. Al área de empleo y capacitación se le propone acompañar las organizaciones para desarrollar programas que se ajusten a las necesidades del mercado y posibiliten el empleo de la gente. Igualmente, para este componente se presenta nuevamente la solicitud relacionada con la protección del empleo y el desarrollo de líneas especificas como las que existen para otras situaciones críticas. Al componente de Educación se le plantea trabajar sobre la estigmatización, la reducción de la exclusión de los niños y los jóvenes que presenten problemas con el uso de drogas, abrir posibilidades de programas especiales para poblaciones que ya no pueden vincularse al sistema regular y que por el uso de drogas no pueden responder de la misma manera que los demás personas. Al sector Salud se le pide una política frente al uso de drogas, modificaciones en la Ley 100 involucrando el tratamiento de drogas con mayores tiempos y recursos, redefinir el conceptos de adicto a drogas, y tener líneas de atención concretas para estas personas. Al Estado, la Familia y la sociedad se les pide lo anteriormente planteado, haciendo énfasis en políticas, programas y recursos (para el primero); acompañamiento, formación y presencia (para la segunda), y un cambio en la representación que conduzca a una mayor apertura y abra posibilidades para las personas (para la tercera).

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SEGUNDA PARTE: PRESENTACIÓN DEL MODELO DE INCLUSIÓN SOCIAL 2.1 Presentación del Modelo El Modelo de Inclusión de personas que presentan consumo problemático de sustancias psicoactivas y de aquellas que han asumido procesos de tratamiento y rehabilitación o se encuentran en situaciones de alta vulnerabilidad social, integra un conjunto de conceptos, principios, estrategias, actores, procedimientos e instrumentos que servirán de orientación y facilitarán la generación de condiciones que propicien el desarrollo social y humano de las personas, de las organizaciones y las comunidades afectadas por dichos consumos, y que a su vez aportarán a construir formas de participación que hagan posible el ejercicio de sus derechos y rescaten la dignidad humana. Consolidar esta perspectiva requiere verla en términos de proceso, de allí que se planteen metas de corto, mediano y largo plazo, señalando la necesidad de transformaciones de las estructuras sociales, políticas, económicas y de aquellas que históricamente han atendido la problemática de manera directa, en el orden nacional, regional y local. La comprensión integral del modelo requiere considerar algunas premisas y elementos fundamentales: 1) En primer lugar, la abstinencia del consumo de drogas no es requisito esencial para que los individuos puedan acceder a las instancias y los servicios propuestos desde el Modelo. Requieren contemplarse alternativas que permitan incluir otras modalidades, entre ellas aquellas contempladas en el marco de la reducción de los daños7, que no contemplan la abstinencia como punto de partida o punto de llegada del proceso. 2)

Atender o contener las recaídas es una estrategia de gran eficacia, que impide mayores daños y sufrimiento de los individuos y de su entorno.

3) No existe un mundo libre de drogas. Reconocer al ser humano como un ser dependiente que busca resolver sus estados de dependencia y superar las etapas de la vida utilizando mediadores emocionales (en situaciones en las cuales la droga quizás pueda jugar un papel de amortiguador para el cambio), es un aspecto fundamental que permitirá transformar el pensamiento colectivo sobre el tema y abrir posibilidades para que existan más y mejores alternativas y propuestas para las personas, sin que sean estigmatizadas ni excluidas de cada uno de los contextos en los que desarrolla su vida. La estigmatización y la exclusión limitan a las personas, tanto en sus opciones de participación social, política, económica, productiva y relacional como en sus capacidades para asumirse como actores responsables del desarrollo social y del impacto que sus actuaciones generan en el conjunto general de la sociedad. 4) Las representaciones sociales8 frente al consumo de drogas son significativas porque definen conductas, construyen relaciones entre los individuos y los grupos, señalan acuerdos, normas, 7

La Reducción del Daño: UNDOC. Manual sobre tratamiento de uso de drogas: Tratándose del alcohol o de otras drogas, la expresión “reducción de danos” denota las políticas o programas centrados directamente en reducir los daños derivados del consumo de alcohol u otras drogas tanto para la persona como para la comunidad en general. La expresión se aplica en particular a Las políticas o programas encaminados a reducir los danos sin exigir abstinencia necesariamente. Sin embargo, los esfuerzos por lograr la abstinencia total pueden verse precedidos de estrategias de reducción de danos para lograr mayor seguridad en el uso de drogas Observatorio Europeo de Drogas: Conjuntos de conceptos y estrategias tendientes a disminuir los efectos del uso de drogas a nivel, social, económico y de salud más que el uso en sí mismo. Juan Machín: Foro social. Chile 2005. Los daños derivados de las varias formas de drogadicción pueden ser resumidos en cuatro categorías: a) La primera concierne a los daños físicos, sociales y psicológicos respecto al sujeto que hace uso de sustancias psicotrópicas. b) La segunda concierne a los daños que la condición de drogadicción ocasiona, por sí misma y por las normas jurídicas vigentes (situación de ilegalidad), respecto al contexto próximo en el cual ésta se manifiesta (del proselitismo a la micro-criminalidad recurrente, al malestar de las familias con un drogadicto y a las respectivas redes sociales, entre otros). c) La tercera concierne al problema del daño que dicha condición produce en relación al contexto ampliado en el cual se manifiesta (pérdida total de la capacidad del control social, alarma social). d) La cuarta (la menos evidente, pero la que más preocupa) concierne a la pérdida de capacidad y aptitudes de una cultura en desarrollar sistemas rituales simbólicos de control social basados en la tolerancia y en la complejidad. OPS. Aquellas estrategias y acciones individuales y comunitarias destinadas a minimizar loa daños relacionados con el consumo de drogas sin que se reduzca o elimine el consumo. 8 La representación social es una modalidad particular del conocimiento, cuya función es la elaboración de los comportamientos y la comunicación entre los individuos. La representación es un corpus organizado de conocimientos y una de las actividades psíquicas

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formas de moverse individual y colectivamente en relación con los consumidores de drogas y con aquellos que lo fueron. Desarrollar acciones que propicien la transformación de las representaciones sociales que estigmatizan y que excluyen a las personas que usan o han usado drogas es un eje fundamental del Modelo. 5) Es indispensable para el desarrollo idóneo del Modelo, buscar que los recursos existentes — financieros, institucionales, humanos, sociales y técnicos— se articulen sinérgicamente para producir las condiciones mínimas de atención y de respuesta a las demandas y las necesidades de la exclusión social severa. 6) No se busca crear nuevas estructuras sino aprovechar las existentes y hacer posible el espíritu que el Sistema de Protección Social (Ley 789 de 2002) orienta con respecto a la disminución de la vulnerabilidad y el mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos, especialmente los más desprotegidos. 7) El Modelo es una guía que ofrece lineamientos que orientan, al interior del sistema de atención al tema de drogas, posibilidades de articulación de actores sociales, recursos y acciones que fomenten la generación de respuestas a las necesidades y demandas de las personas que consumen o han consumido drogas. Se busca involucrar a los actores sociales , sin distingo de raza, género, credo o estrato social. 8) El Modelo pretende complementar las acciones y los modelos o estrategias de intervención que desarrollan los CAD a nivel local y nacional; no se asume como una propuesta de intervención que reemplace a alguna de las existentes, sino que, por el contrario, pretende que puedan llegar a ser articuladas al proceso de inclusión social del consumidor de drogas. 9) El individuo tiene un rol protagónico en el proceso y por lo tanto es corresponsable con la sociedad de su propio proceso de inclusión social. 2.2 Finalidad Y Objetivos Del Modelo 2.2.1 Finalidad Contribuir a la generación de transformaciones sociales, económicas y políticas que creen condiciones para que las personas que usan o han usado drogas puedan vivir plenamente como sujetos de derechos, ser responsables de sí mismas y participes activas del desarrollo de su localidad y del país, disminuyendo así los niveles de exclusión social a la cual han sido sometidas por el uso de sustancias psicoactivas. 2.2.2 Objetivo Fomentar la movilización de diversos actores sociales e institucionales y la articulación de los recursos públicos, privados y comunitarios para que las personas en situación o en riesgo de exclusión social por consumo de drogas accedan a los estándares básicos en lo referente a salud, educación, vivienda, alimentación, trabajo, seguridad social desde una perspectiva de derechos, propiciando de esa manera su participación en la vida social de una manera libre, autónoma y en igualdad de condiciones. 2.2.3 Objetivos estratégicos ⇒ Sensibilizar y movilizar a todos los actores sociales involucrados en la prevención y atención de las poblaciones que por uso de drogas estén en riesgo o hayan sido excluidas de sus contextos de vida.

gracias a las cuales los hombres hacen inteligible la realidad física y social, se integran en un grupo o en una relación cotidiana de intercambios, liberan los poderes de su imaginación. (Moscovici, 1979 pp. 17-18) 8

La representación social es una modalidad particular del conocimiento, cuya función es la elaboración de los comportamientos y la comunicación entre los individuos. La representación es un corpus organizado de conocimientos y una de las actividades psíquicas gracias a las cuales los hombres hacen inteligible la realidad física y social, se integran en

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⇒ Reconocer, formar y fortalecer las redes sociales para prevenir los riesgos de la exclusión de las personas que han usado o usan drogas de sus contextos cotidianos de vida: familia, grupos, escuela, trabajo y comunidad. ⇒ Articular los actores sociales y los recursos y servicios comunitarios, municipales, departamentales y nacionales para potenciar acciones y procesos a favor de las personas que se encuentran en situación de exclusión social por uso de drogas y situaciones críticas conexas. ⇒ Propiciar el desarrollo de oportunidades y acciones positivas para que los individuos que han usado drogas encuentren alternativas para el mejoramiento de su calidad de vida y su proyección como ciudadanos y sujetos de derechos. ⇒ Crear un sistema de seguimiento y evaluación que permita el desarrollo de aprendizajes y el fortalecimiento del Modelo en Colombia a partir de la reflexión y el análisis fundamentado en las prácticas llevadas a cabo y en su documentación sistemática. A quienes va dirigido el Modelo El Modelo esta dirigido prioritariamente a las poblaciones en situación de alta vulnerabilidad por encontrarse o vivir en zonas en situación de exclusión social, pobreza, vida en calle, violencia y delincuencia asociado con el uso y la venta de drogas. Sin embargo contempla también como población objetivo en algunas de las estrategias a toda la sociedad (consumidora y no consumidora) y los diversos actores sociales que son los que posibilitarían alternativas para la reducción de la exclusión y la apertura integral para la inclusión de las personas. 2.3 Fundamentación Teórica Del Modelo 2.3.1 Marco Legal En El Que Se Instaura El Modelo De Inclusión Social. El reto que se propone el Sistema de Protección Social es el de avanzar hacia una Colombia incluyente, avanzar en la construcción de un país sin exclusiones, mejorar en calidad de vida para todos y lograr una vida más digna y más justa; reconoce, sin embargo, que este reto trasciende al gobierno y al mismo Estado y compromete a toda la sociedad. Los cuatro conceptos en los que se apoya el Sistema de Protección Social para el desarrollo del mismo son los de Previsión, Universalidad, Solidaridad y Participación9, con ellos define sus dos grandes componentes: el Sistema de seguridad social integral y el Sistema de asistencia social, con ellos la intención es que todos los colombianos y colombianas queden incluidos como cotizantes y beneficiarios de la seguridad social o como beneficiarios de los programas de asistencia social. El Sistema de Protección Social, menciona en su ABC, como razones éticas que el estar afiliados al Sistema de Seguridad Social es obligatorio, esto procurando el bienestar humano y el sentido de vida, además de existir razones legales que dan fundamento a esta obligación; agrega en este mismo sentido que “por el bienestar de cada persona y por el logro de una sociedad que de verdad incluya a toda su población, que respete sus derechos sociales; una sociedad que sea viable. Nadie puede ser rueda suelta en materia de protección social”. 9 Prevención: conjunto de acciones que se pueden realizar hoy para atender los riesgos del mañana. Se aplica a cada persona, su familia y a la sociedad en su conjunto. En este concepto es esencial la acción del Estado. Universalidad: Es para todas las personas, sin exclusión, en todas las etapas de su vida. Solidaridad: El Sistema requiere la ayuda de unos con otros: entre sectores sociales, generaciones, regiones y comunidades y, ante todo, apoyo a la población vulnerable. Participación: En la organización, control, gestión y fiscalización de las instituciones y del Sistema en su conjunto. ABC del Sistema de Protección Social: Deberes y Derechos, Guía de Consulta para Usuarios y Comunidades, Ministerio de la Protección Social, 2006

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En el Artículo 49 la Constitución Política de Colombia, citado por el ABC del Sistema de Protección Social, dice “la atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud”, en consonancia con esto el Sistema de seguridad social plantea como su eje principal el Plan Obligatorio de Salud (POS) que contempla la recuperación de la salud, la prevención de la enfermedad y el cubrimiento de ingresos de manera transitoria (prestaciones económicas) cuando se presenta incapacidad de trabajar por enfermedad, accidente o por maternidad y complementariamente el POS Subsidiado que ampara a todos los ciudadanos que estén desempleados y correspondan a los niveles 1 y 2 de Sisben, teniendo en cuenta que aquello no incluido lo debe cubrir cada departamento. Para el modelo los niveles de intervención: la población que tiene capacidad de pago y pueden afiliarse al régimen contributivo, la población que vive en condiciones de pobreza y no tienen la posibilidad de financiar su aseguramiento que son candidatos para el régimen subsidiado de salud o pueden ser también candidatos a hacer parte del listado censal10 (no pasar por los tramites de la encuesta Sisben), así como población vulnerable que no se encuentre afiliada al SGSSS es responsabilidad del Estado y debe ser atendida en las instituciones públicas o en privadas contratadas con cargo a los recursos de oferta. La ley 789 de diciembre 27 de 2002, mediante la cual se dictan normas para apoyar y ampliar la protección social y se modifican algunos artículos del Código Sustantivo de Trabajo, en su artículo 1º menciona que “El Sistema de Protección Social se constituye como el conjunto de políticas públicas orientadas a disminuir la vulnerabilidad y a mejorar la calidad de vida de los colombianos, especialmente de los más desprotegidos. Para obtener como mínimo el derecho a: la salud, la pensión y al trabajo”. La Ley 789 se desarrolla en VII Capítulos y 52 artículos y a través de ellos se explica cómo se hace viable para el conjunto de colombianos y colombianas la intención que asiste la promulgación de esta Ley (arriba mencionada). Siendo que lo que se plantea en el modelo de inclusión social es una propuesta que articula contextos, actores, niveles y responsabilidades, que igualmente propone unos procedimientos e intervenciones, se hace necesario establecer un marco de referencia que permita aprovechar y apoyarse en la legislación vigente, consideramos que éste lo ofrece la Ley 789 desde la creación de instancias de financiación y la reglamentación en la aplicación de estos fondos a acciones concretas, los recursos a tener en cuenta son: Fondo de Protección Social, como cuenta especial de la Nación, sin personería jurídica, adscrita al Ministerio de la Protección Social, destinado a la financiación de programas sociales que el Gobierno Nacional defina como prioritarios y aquellos programas y proyectos estructurados para la obtención de la paz (Artículo 1º). Fondo para apoyar al empleo y para la protección al desempleado, administrados por las Cajas de Compensación Familiar (Artículo 6º), destinados a apoyar programas de micro crédito para la microempresa y la pequeña empresa, con el objeto de promover la creación de empleo adicional. Fondo de Subsidio al Empleo y al Desempleo como cuenta especial adscrita al Ministerio de la Protección Social, sin personería jurídica, cuyos recursos serán administrados mediante fiducia pública (Artículo 8º). Fondo para la Atención Integral de la Niñez y Jornada Escolar Complementaria, administrado por las Cajas de Compensación Familiar, como recursos de este fondo las mismas destinará el porcentaje máximo que les autoriza la Ley 633 de 2000 (Artículo 16º, numeral 8). Fondo Emprender, creado como cuenta independiente y especial adscrita al SENA, administrado por éste y cuyo objeto exclusivo es financiar iniciativas empresariales que provengan y sean desarrolladas por aprendices o asociaciones entre aprendices, practicantes universitarios o profesionales que su formación se haya hecho en instituciones reconocidas por el Estado de conformidad con las Leyes 30 de 1992 y 115 de 1994 (Artículo 40). Siendo que el Sistema de Protección Social se fundamenta en la existencia de personas aportantes a pensiones, salud, riesgos profesionales el mismo propone en su Artículo 1º “crear las 10

Listado censal: la relación de beneficiarios del Régimen Subsidiado es suministrado por autoridades o entidades especificas tales como los gobernadores de los cabildos indígenas, Acción Social de la Presidencia de la República, el Ministerio del Interior, el ICBF, entre otras. Las entidades deben presentar la información completa de acuerdo con las normas que rigen la materia (Sistema de Seguridad Social en Salud, Régimen Subsidiado de Salud, Ministerio de la Protección Social, 2006)

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condiciones para que los trabajadores puedan asumir las nuevas formas de trabajo, organización y jornada laboral y simultáneamente se socialicen los riesgos que implican los cambios económicos y sociales. Para esto, el sistema debe asegurar nuevas destrezas a sus ciudadanos para que puedan afrontar una economía dinámica según la demanda del nuevo mercado de trabajo bajo un panorama razonable de crecimiento económico”, en este sentido los recursos de los que dispone la Ley 789 son los siguientes: Subsidio al empleo para la pequeña y mediana empresa (Artículo 2º). Programas de micro crédito con cargo a los recursos que administran las Cajas de Compensación Familiar (Artículo 7º). Subsidio temporal al desempleo administrado por el Ministerio de la Protección Social (Artículo 8º) Servicios para desempleados con vinculación anterior a las Cajas de Compensación Familiar (programas de educación, capacitación, recreación y turismo) con cargo a los recursos propios de las Cajas (Artículo 9º). Régimen de apoyo para desempleados con vinculación anterior a las Cajas de Compensación Familiar (Artículo 10º) Capacitación para el proceso de inserción social con cargo a las Cajas de Compensación Familiar (Artículo 10º, literal b). Capacitación para inserción social con cargo al SENA (Artículo 12º) Régimen especial de aportes para estudiantes menores de 25 años y mayores de 16 años con jornada de estudio no inferior a cuatro (4) horas que a su vez trabajen en jornadas de hasta de cuatro (4) horas diarias o jornadas flexibles de veinticuatro (24) horas semanales, sin exceder la jornada diaria de seis (6) horas (Artículo 14º). Acciones que pueden ser consideradas favorables para el desarrollo del modelo de inclusión social podrían ser las siguientes: Cuotas de aprendices en las empresas (Artículo 33º) Selección de aprendices (Artículo 35º) Apoyo de sostenimiento durante las fases lectiva y práctica de los estudiantes del SENA que cumplan criterios de rendimiento académico y pertenezcan a los estratos 1 y 2 (Artículo 41º). En términos de hacer aprovechables disposiciones contenidas en la Ley 789 es conveniente tener en cuenta el Artículo 13 que plantea el Régimen especial de aportes al ICBF, al SENA y a las Cajas de Compensación Familiar, estableciendo que se excluirán del pago de aportes a los empleadores que vinculen trabajadores adicionales de condiciones especiales (personas privadas de la libertad, con disminución de su capacidad laboral superior al 25%, reinsertados de grupos al margen de la ley, personas entre 16 y 25 años y mayores de 50 años, jefes cabeza de hogar). Siendo que los recursos dispuestos para la implementación de la Ley 789 dependen de los aportes hechos por personas vinculadas formalmente a la economía, es prudente mencionara que en una economía como la colombiana en la que crece progresivamente la informalidad y el trabajo independiente como generador de ingresos para las personas y las familias, se hace necesario atender esta nueva dinámica y procurar maneras que el conjunto de colombianos y colombianas en edad productiva se sientan motivados y motivadas a aportar desde sus posibilidades porque efectivamente exista un beneficio social real que se traduzca en progreso y bienestar, de lo contrario los recursos demandados para procesos de inclusión social serán restringidos y escasos por no contar con una base de aportantes que faciliten los procesos planteados. Las estructuras del SENA, ICBF, Cajas de Compensación Familiar, gremios económicos, centros de formación reconocidos o avalados, hacen parte del engranaje que permitirá favorecer acciones de inclusión social para personas consumidoras de sustancias psicoactivas, con ellos y a través de lo expuesto arriba será necesario establecer acuerdos que operativicen lo ya escrito y definido en el espíritu de la Ley 789. Otro marco de referencia lo constituye la Política de Reducción del Consumo de Sustancias Psicoactivas y su Impacto del Ministerio de la Protección Social – Dirección General de Salud Pública que le “propone al país, a los territorios y a las comunidades, un esquema-marco general que pretende orientar las acciones en prevención, mitigación y superación de los riesgos y daños

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asociados al consumo de alcohol y otras sustancias, con particular énfasis en el uso indebido, el uso problema y la dependencia”. La Política de Reducción del Consumo de Sustancias Psicoactivas y su Impacto, propone “afrontar el reto de los objetivos estratégicos y las metas, a través de componentes que permiten una mejor gestión de los riesgos. Dichos componentes son la promoción de la salud y sus subcomponentes para prevenir y mitigar los riesgos asociados al consumo de alcohol y otras sustancias, la asistencia y la atención para mitigar y reducir los riesgos del consumo activo y continuado y los daños ya provocados, y por último, la inclusión social como herramienta para prevenir, mitigar y sobretodo superar o hacer frente a las “secuelas” de haber tenido un compromiso activo con el alcohol u otras sustancias”. En lo concerniente a educación es necesario apoyarse en las acciones establecidas desde el Ministerio de Educación para facilitar el acceso o retorno a los procesos de educación formal de manera institucional aprovechando la figura de las aulas de aceleración para quienes las requieran, las de alfabetización o aprestamiento en habilidades básicas, en este sentido es conveniente plantear de que la no existencia de programas pensados para personas que estén consumiendo o hayan consumido sustancias psicoactivas, no quiere decir que no puedan crearse o ajustarse siendo este un derecho consagrado en la Constitución de 1991. Para formación en oficios es conveniente acudir a lo que el SENA ya ha construido en ese sentido, además de los procesos que algunas Universidades vienen haciendo de manera directa o en convenio con entidades estatales en el fomento de acciones e iniciativas de emprendimiento. El Documento Conpes Social 102 de septiembre de 2006 menciona, citando a DNP – DDS –SS, las limitaciones en los enfoques de asistencia social de carácter sectorial y desde la perspectiva de grupos poblacionales (infancia, jóvenes,..), puesto que ha dado como resultado la proliferación de programas y la segmentación de la oferta pública, que a su vez ha producido la no definición de objetivos claros de política produciendo un esquema de financiamiento en el que priman la diversidad y desarticulación de las fuentes; atendiendo este análisis cabría decir que este riesgo siempre estará presente en el esfuerzo de articular de manera coherente los diferentes servicios que pueden ser dispuestos en una propuesta de inclusión para personas que consumen o han consumido sustancias psicoactivas. 2.3.2 Marco General y de Contexto Sociopolítico Introducción La globalización, como fenómeno actual, permite comprender que la exclusión social, aunque todas las sociedades han tenido mecanismos y dinámicas de exclusión como formas de control social, responde a diversos cambios estructurales en la sociedad de mercado y al desarrollo desigual de los territorios urbanos. Enfrentar esta serie de cambios sociales, económicos, culturales y políticos que incrementan la exclusión social, especialmente de grupos específicos, entre ellos los consumidores de drogas, plantea desde el Modelo un trabajo fundado en procesos comunitarios, que desde un trabajo de redes sociales incluyentes den paso a los nuevos abordajes que se han mencionado antes. Se hace necesario introducir, de manera breve, la incidencia que ha tenido el proceso de globalización en los procesos de exclusión social y como ambos impactan a su vez las dinámicas de consumo de drogas en la población excluida. Por otra parte, el Modelo se sustenta, esencialmente, en el reconocimiento de la dignidad del ser humano, aspecto que se enmarca, para el país, en el reconocimiento de Colombia como un Estado Social de Derecho que le exige garantizar los Derechos Humanos de todas las personas que están contenidos en la Carta Constitucional de 1991. Como ejes específicos, que acompañan el accionar del Modelo, se consideran: la diversidad humana, expresada en la diversidad de problemáticas, de causas, de contextos, de situaciones, de necesidades, que pueden contribuir al incremento del consumo en los individuos, los grupos y las comunidades; la multidimensionalidad del problema del consumo de drogas y otras sustancias psicoactivas que remite a abordarlo desde una perspectiva compleja, donde la corresponsabilidad social, que integra a toda la sociedad incluidos los consumidores de drogas, juega un papel fundamental en los procesos de

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transformación, inicialmente, de las representaciones sociales que subyacen actualmente producto de las dinámicas culturales, sociales y políticas, y, en consonancia con una nueva mirada del problema, se producen los cambios en la forma de intervenir y atender a quienes están afectados de manera directa por el consumo de drogas, propiciando acciones positivas que redunden en reconocerlos como sujetos de derechos lo que a su vez potencie su participación como ciudadanos en la construcción de la sociedad que habitan. A continuación se pretende dar una mayor claridad a esta Fundamentación y definir los conceptos más significativos con los que trabaja el Modelo. - La Globalización, cambios e impactos socioeconómicos en la sociedad actual. Diversos cambios económicos, políticos y culturales se han producido en las tres últimas décadas en los países latinoamericanos, debido a las transformaciones vertiginosas que han acontecido en la ciencia, en las comunicaciones y en la tecnología, que a su vez han ocasionado "un despliegue desigual pero avasallador de nuevas relaciones productivas y sociales"11. La globalización, denominación que se le ha dado a este proceso, afectó la dinámica internacional y, obviamente, también ha tenido impactos sobre los estilos de vida de los individuos y los grupos. Los países de América Latina en su empeño en acceder a mejores condiciones de competitividad no han encontrado respuestas acertadas para el incremento del deterioro social de grandes sectores de la población que van quedando excluidos y marginados de las dinámicas del mismo desarrollo que hoy propone la sociedad de mercado. A partir de los años 80, los países latinoamericanos debieron hacer grandes ajustes económicos y reestructuraciones internas de sus políticas económicas para acoplarse a este proceso de desarrollo globalizado. El peso de toda esta serie de transformaciones, que se sumó al efecto de los procesos inflacionarios, recayó sobre los sectores medios, las clases populares y los sectores informales, siendo los cambios suscitados al interior del mercado laboral los que mas afectaron los niveles de pobreza al incrementar las tasas de desempleo y de subempleo y al generar una fuerte reducción en los salarios e ingresos de la población trabajadora. A lo anterior se suman los incrementos en las cargas tributarias; el desmejoramiento y encarecimiento de los servicios de salud, de educación, de vivienda y de previsión social, contribuyendo aún más a este proceso de empobrecimiento de los países latinoamericanos. 12 En el caso de Colombia, se suman otros problemas como el narcotráfico, la guerrilla, el conflicto armado, los desplazamientos de la población rural, la corrupción y la fragmentación del poder, que han afectado la gobernabilidad del país y la convivencia, que han debilitado significativamente el tejido social y las redes sociales y comunitarias en las zonas urbanas y que han incrementado el deterioro en la calidad de vida de las comunidades y de la población en general. Todo lo anterior ha afectado la vida de las comunidades y de las personas especialmente en las zonas urbanas, produciendo situaciones disímiles, entre ellas el incremento significativo del consumo de drogas entre niños, jóvenes y adultos. Algunos de esos aspectos importantes de resaltar, entre otros, tienen que ver con: 1. El impacto sobre las dinámicas culturales de las comunidades, de las familias, de los grupos, de las instituciones ha generado cambios en las visiones y en las relaciones que a su vez han creado nuevos riesgos y pérdidas de seguridades colectivas que existían en las sociedades tradicionales. Se ha debilitado el tejido social pero a su vez se ha iniciado la construcción de un individuo más autónomo y de nuevas identidades sociales que favorecen la generación de nuevas formas de acoger los problemas y de abordarlos desde perspectivas incluyentes. La pertenencia 11

R. Cordera, Globalidad y Constitución en Un Estado para la Democracia, Instituto de Estudios para la Transición Democrática, México, 1997. 12 O. Sunkel (1991), Del Desarrollo Hacia Adentro al Desarrollo desde Dentro, en José Luis Reyna (comp.) América Latina a Fines de Siglo, México, F.C.E., 1995

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a la sociedad hoy es distinta, se expresa a través de las funciones que adquieren los individuos al interior de instituciones y en la decisión de pertenecer a grupos sociales definiendo sentidos culturales y simbólicos a partir de esa pertenencia. Sin embargo, la precarización de la población, la pérdida del estado de bienestar que ha llevado a que se incrementen las desigualdades sociales, las incertidumbres de la época, la ausencia de grandes utopías incrementan las posibilidades del uso de distintas formas de estímulo, de distintos consumos ofrecidos por la sociedad de mercado que fungen como mecanismos que disminuyen la angustia y el estrés social. El consumo de drogas es una de esas posibilidades ofrecidas desde la sociedad de consumo hoy, es una opción que cobra nuevos sentidos y significados y que requiere comprenderse, desde otras perspectivas que atraviesan no solamente a los sectores sociales mas desprotegidos sino que es una constante de toda la sociedad que se encuentra amenazada por las condiciones de riesgo e inseguridad social. 2. El incremento de los sectores marginales, especialmente aquellos que viven en condiciones de mayor exclusión social, más alta vulnerabilidad social y mayor deterioro humano. En esos territorios están naciendo cotidianamente niños y jóvenes que hoy ocupan las calles y las esquinas de las ciudades; son sujetos que nacieron excluidos, muchos de los cuales han encontrado en el consumo de drogas una posibilidad, una opción de vida, o una perspectiva de ser en medio de la segregación. Son individuos que nunca han estado insertos en las dinámicas y las estructuras habituales de nuestras sociedades, y para los cuales se hace necesario construir posibilidades y alternativas de ser acogidos. 3. La migración hacia los territorios de los excluidos de una población significativa de individuos que provienen de otros lugares producto, en múltiples ocasiones, de las expulsiones generadas desde diversos ámbitos como la escuela, el trabajo, la familia, el barrio, la comunidad, y ocasionadas por problemáticas de diversa índole, siendo una de las mas representativas la que tiene que ver con los consumos de drogas y otras sustancias psicoactivas. Se construyen "los barrios de los excluidos", lugares donde es posible la integración, el reconocimiento y el desarrollo de la identidad como ser social de estos sectores de población; territorios donde se integran los grupos e individuos marginados de oportunidades sociales, culturales, políticas, económicas; crece adentro y afuera de dichos territorios el estigma frente al consumo que se asocia con delito, con inseguridad, con violencia, situaciones producidas, sin duda alguna, por la exclusión. - Estado Social de Derecho y Dignidad Humana La Carta Constitucional de 1991 define a Colombia como un Estado Social de Derecho que se fundamenta en el respeto de la dignidad humana. El Artículo 13 considera que "Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados. El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan." El Estado se asume como garante de los estándares básicos que requieren todas las personas en lo referente a salud, educación, vivienda, alimentación, trabajo, seguridad social y participación, desde la perspectiva de Derechos, propiciando de esa manera la participación de todos los individuos en la vida social de una manera libre, autónoma y en igualdad de condiciones. Teniendo en cuenta a los sectores más desfavorecidos, es tarea del Estado y de la sociedad en su conjunto, velar porque se dirijan acciones específicas hacia ellos para promover esta igualdad de condiciones y oportunidades. Considerando la libertad y la igualdad de las personas y por tanto su derecho a tener derechos, una perspectiva de inclusión social para el consumidor de drogas busca enmarcarse en los

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lineamientos legislativos del país, que orientan la construcción de políticas públicas que propicien la corrección de dichas desigualdades y que fomenten la inclusión y la participación de dichas personas. El Estado y la Sociedad, requieren comprender que aquellos individuos excluidos de diversos ámbitos de interacción social por consumir drogas - familia, comunidad, escuela, trabajo -, se constituyen en sujetos a los que les ha sido negada su dignidad como personas humanas y, en el caso de aquellos que tienen mayoría de edad, se les niega a su vez su condición de ciudadanía. La libertad humana se encuentra directamente asociada al concepto de dignidad pues se supone que es lo que le posibilita a cualquier ser humano, dirigirse por sí mismo hacia su propia meta y determinar la dirección de toda su existencia13; a su vez, la dignidad humana, se asocia con el derecho a ser reconocido por los otros, a obtener una identidad, a merecer respeto y estima, a ser protegido. La dignidad humana es inherente al ser humano y lo define como ser único e insustituible, a quien debe garantizársele dicha condición de manera permanente a través del acceso a las múltiples oportunidades sociales, económicas, culturales, políticas que le aseguren su libertad y su autodeterminación. Libertad de elegir, reconocimiento, respeto, identidad, autodeterminación, son perspectivas complementarias, que promueven a la persona, en cualquier lugar que se encuentre de la escala social, como actor fundamental de la sociedad y de su propia existencia. En el caso del consumidor de drogas, su condición específica, con relación al consumo de drogas, no lo priva de su dimensión de dignidad humana, es decir, se reconoce como sujeto de derechos y deberes, y, esto significa contar con posibilidades sociales, económicas, culturales, políticas, que a su vez le permitan transformarse en actor social participante y creador, rol que de manera recurrente le es negado en los diversos ámbitos de interacción social, incluidos algunos espacios y modalidades de atención y tratamiento . Generar una perspectiva incluyente del consumidor de drogas requiere que el Estado, la Sociedad y los mismos consumidores de drogas se articulen y se comprometan a dar pasos en este sentido, es decir, se genere un marco de corresponsabilidad social que lo produzca; se requiere la participación conjunta y el compromiso a hacerlo factible desde los disímiles escenarios locales, regionales, nacionales e internacionales y desde el accionar de la diversidad de actores involucrados.

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Diversidad, Corresponsabilidad

El concepto de diversidad es esencial en la construcción del modelo que presentamos. El reconocimiento de la coexistencia de seres humanos y grupos distintos al interior de la sociedad, sin menoscabo de ninguno, propicia adoptar una visión tolerante y receptiva por parte de cada uno de los miembros y actores sociales frente a los otros. Colombia se ha definido como nación pluralista, pluricultural, diversa y esta caracterización, consagrada constitucionalmente, sólo puede tener correlato en la realidad en la medida en que colectivamente se asuma a través del reconocimiento del otro, de ese sujeto diferente, con visiones, actitudes, deseos y necesidades diversas. Para el tema que se aborda, un punto de partida es la comprensión de los diversos sentidos y significados que reviste el consumo de drogas en la sociedad actual y en los contextos donde cohabitan los consumidores de drogas. Identificar la variedad de visiones y de intereses que subyacen en los consumos permitirá dar un abordaje y una atención adecuada a cada individuo, a cada grupo, a cada comunidad, a cada contexto, propiciando la realización de acciones positivas con respecto a aquellos consumidores que, producto de sus circunstancias de vida, se encuentran más desfavorecidos en términos de derechos humanos y de dignidad humana, es decir, generando acciones que los favorezcan directamente en temas como la salud, la educación, la vivienda, la formación para el trabajo, la incorporación sociolaboral, la participación ciudadana, la recuperación de redes relacionales, entre otros ejes de atención y mejoramiento de la calidad de vida humana. Identificar la realidad de cada individuo facilita que se trasformen las relaciones verticales que usualmente se presentan en los espacios sociales donde se encuentran los consumidores de drogas y que, por lo tanto, se construyan relaciones más horizontales y participativas, de manera 13

P. Montano, La Dignidad Humana Como Bien Jurídico Tutelado Por El Derecho Penal, Uruguay, www.unifr.ch/derechopenal.

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que cada sujeto involucrado en la problemática reconozca su rol fundamental en el proceso de solución de sus diversos problemas. "Una persona no es su problema, vive con todas sus dimensiones"14, y la inclusión social requiere considerar los elementos objetivos y subjetivos con los cuales se presenta el individuo ante la sociedad, así como la sociedad requiere saber que cada ser humano es un camino, una posibilidad; que no se tienen todas las certezas en una época en la cual la incertidumbre es un componente fundamental de la existencia y que, consecuentemente, no se pueden exigir certezas sino que se requiere acompañar los procesos individuales con acciones positivas directas que repercutan en las transformaciones de los sujetos en cuestión pero, así mismo, en los cambios de la sociedad en su conjunto, con respecto al valor que reviste la inclusión social en la construcción del Estado Social de Derecho y de la democracia social. El Modelo que reconoce la diversidad y que se sustenta en la dignidad humana, se apoya, por una parte, en el reconocimiento del individuo como portador de recursos, capacidades y potencialidades y, por otra, en la certidumbre de que es necesario ajustar los recursos a las circunstancias, las realidades y las posibilidades de cada individuo; se orienta hacia el ingreso de las personas a redes de posibilidades y de oportunidades, guiadas y acompañadas por equipos de profesionales y de pares que les permitan avanzar en sus procesos de inclusión; reconoce que las recaídas y las deserciones hacen parte del proceso de inclusión social y, en consecuencia, no las identifica con visiones de fracaso de los procesos. En general, reconoce que cada individuo — siendo que es diverso y desde la perspectiva de la dignidad humana— requiere sus propios tiempos y busca sus propias respuestas. Lo importante es que la sociedad esté dispuesta a ofrecerle las oportunidades y posibilidades que requiere para avanzar en este trayecto de inclusión social, y esto sólo es alcanzable si son escuchadas las voces de los propios actores, es decir, aquellos sujetos consumidores o ex - consumidores de drogas que hoy sufren las dinámicas de la exclusión social. - Acciones Positivas Son aquellas estrategias que permiten establecer la igualdad de oportunidades para un conjunto de individuos de la sociedad, a través de medidas que aporten a la corrección de las formas de discriminación existentes socialmente. Se sustentan en una visión de igualdad, de promoción de los Derechos Humanos y de la dignidad humana del individuo. Muchas de estas acciones positivas requieren transformaciones en el plano legislativo, para ello es necesario hacer todo un trabajo de "advocacy" inicial que posibilite que los actores directamente comprometidos con estos cambios, comprendan la necesidad e importancia de los mismos. - Multidimensionalidad y Redes Sociales La mayor complejidad de la sociedad actual, la pérdida de referentes anteriores que posibilitaban la cohesión social de los individuos y sus formas de control social aunadas a la conclusión del Estado de Bienestar producto de las nuevas dinámicas políticas, propiciaron que las comunidades y los grupos —en desarrollo de estrategias de subsistencia y de supervivencia— potenciaran la creación y el desarrollo de nuevas redes sociales en la perspectiva de optimizar y fortalecer sus recursos a través de las sinergias que estas mismas redes producen. Las comunidades están compuestas por redes y continuamente se tejen interconexiones entre los diversos actores que las componen, es una tarea básica del Modelo propiciar que emerjan de manera explícita y potenciar otras, necesarias para el funcionamiento óptimo del proceso de inclusión social. Las redes internas a la comunidad, se conectan con otras redes externas, articulan recursos, oportunidades, acciones que garantizan el acceso de los participantes a bienes, servicios, relaciones y vínculos. 14

P. Fuentes, op cit.

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En el Modelo de inclusión social del consumidor de drogas se requiere de la interacción con redes externas e internas a la comunidad que produzcan el acceso de los individuos a oportunidades para el mejoramiento de sus condiciones y su calidad de vida; es decir, se requiere la construcción de redes de servicios, y de programas institucionales e intersectoriales que, sumadas a las organizaciones y las instituciones presentes en el interior de la comunidad, propongan, orienten y desarrollen acciones positivas hacia los consumidores de drogas, se encuentren o no en proceso de tratamiento. Por otra parte, es primordial al interior de la comunidad local identificar las redes subjetivas con las que cuenta el individuo, de manera que se puedan llegar a conocer los niveles de soporte que posee y potenciarlos en su proceso de inclusión social; en caso de la ausencia de dicho soporte, se requiere trabajar en acciones para generar redes sustitutas alrededor de la persona. Una mirada multidimensional del problema permite actuar en diversos planos y con distintas posibilidades, es decir, desde asumir tareas como acompañantes emocionales hasta tareas que satisfagan necesidades básicas insatisfechas de los individuos consumidores de drogas en proceso de inclusión, teniendo en cuenta la multidiversidad de situaciones y carencias con que viven y las diferencias entre los mismos individuos, sumado todo esto a los niveles de exclusión, que pueden llegar a ser leves o graves. Potenciar la transformación de las personas afectadas por el problema reconociéndolas como parte esencial de la solución, otorgándoles el debido protagonismo frente al desarrollo de sus propias vidas. La integración de múltiples actores sociales que están involucrados con el problema es un trabajo fundamental en el proceso de trabajo en red y de complejidad, reconocer que se requiere escuchar y ser escuchado para construir las posibles soluciones, en medio de un universo de incertidumbres, reconocer que es la participación individual y colectiva la que permite que se actúe como sujetos conscientes, autónomos, que se complementan y se construyen colectivamente y que, cotidianamente, edifican formas de solidaridad social para enfrentar los cambios permanentes de la sociedad y del mundo.

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Vulnerabilidad

La vulnerabilidad social hace referencia a la mayor exposición en que se encuentran los individuos, los grupos, las familias, las comunidades, a posibles problemáticas de consumo de drogas y otras conexas debido a sus menores oportunidades sociales, su carencia de recursos materiales y culturales, su carencia o menor acceso a redes relacionales heterogéneas y su escasez de vínculos afectivos. E igualmente, un individuo consumidor de drogas en condiciones de vulnerabilidad social se encuentra más afectado que otro que no viva en esas condiciones; esto hace mucho más compleja la problemática y por lo tanto es igualmente complejo el proceso de inclusión social pues se requiere abordar diversos niveles y situaciones para que dicha inclusión logre producirse. El deterioro en la calidad y condiciones de vida de los grupos ha llevado a que grandes sectores poblacionales vayan quedando marginados de oportunidades laborales, sociales, culturales, de participación y esto a su vez los lleva a verse abocados a buscar medios y formas de subsistencia cotidianamente. Las poblaciones en condición de vulnerabilidad no siempre se encuentran excluidas pero generalmente tienden a sumarse a los colectivos de excluidos para asegurar niveles de seguridad y subsistencia. Los análisis hablan de vulnerados y vulnerables para distinguir una situación de otra. Por lo tanto la vulnerabilidad social alude a situaciones de riesgo y a incapacidades para resolver dicho estado por sí mismo. La vulnerabilidad incluye la pobreza, prácticamente la incrementa como otro factor que sumado hace más frágil al individuo o al grupo. Los individuos y grupos vulnerados socialmente, generalmente no cuentan con los recursos ni con las capacidades para acceder a ellos, específicamente en áreas de la salud, la educación, el empleo, los ingresos, la vivienda, la participación, la información, entre otras. “Se considera que existe una fuerte correlación entre nivel de exclusión y nivel de vulnerabilidad”. Desarrollar un proceso de inclusión social del consumidor de drogas remite a plantearse la urgencia que requieren estas poblaciones que viven en situación de vulnerabilidad social puesto

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que la no atención propicia el incremento de problemáticas mas profundas asociadas con vinculación a redes ilegales, proliferación de ITS/VIH-SIDA; proliferación de otras enfermedades como la hepatitis B entre otras; inseguridad social; delincuencia; violencia social, etc. El Modelo sugiere que en los municipios es primordial iniciar la implementación del proceso en los territorios que han sido definidos con mayores niveles de vulnerabilidad social por hallarse asociados a todo lo señalado antes, debido a que en ellos habita un grupo significativo de población asociado con estas problemáticas relacionadas y además por que se han constituido en territorios de identidad desviante y a ellos acuden los individuos que van siendo segregados socialmente en otros espacios sociales pues es allí donde sienten que son reconocidos e incluidos por otros grupos. - Consumo problemático Recurrentemente el consumo de drogas ha sido asociado con delincuencia e infracción de las leyes y de las normas; sin embargo desde el Modelo esta visión hace parte de las representaciones sociales que es necesario abordar para propiciar procesos de transformación que eviten la estigmatización y la exclusión social y que fortalezcan los lazos entre las personas de manera que se evite llegar a niveles de vulnerabilidad social, como ya ha sido comentado. Sin embargo, existe un sector de consumidores de drogas que se han vinculado a acciones delincuenciales sin que pueda definirse una relación directa y unívoca. En determinadas situaciones la búsqueda de sensaciones extremas o la necesidad de acceder a las mismas sustancias inducen al individuo a acceder a acciones delictivas y/o violentas. Se ha definido el consumo problemático a nivel internacional como aquél consumo que se realiza por vía intravenosa o también el consumo habitual o de larga duración de heroína. Sin embargo consideramos que para el Modelo el consumo problemático estaría definido por consumos que están asociados a dinámicas de comportamiento que llevan al individuo a ser excluido por los grupos y a autoexcluirse, siendo que es un proceso dinámico y de doble vía, lo que significa que integra diversidad de sustancias y de formas de administración. Comprendemos que igualmente existe un consumo experimental, es decir aquél que hace el individuo por curiosidad, por conocer las sensaciones que producen las sustancias. A su vez existen los consumos ocasionales, es decir aquellos que el individuo realiza en situaciones y circunstancias especiales y que no significan niveles de dependencia ni tampoco están asociados a consumos problemáticos pues su vida funciona de manera integrada a las redes sociales y en términos generales, bajo condiciones de normalidad. El consumo se va tornando en amenaza a medida que el individuo requiere consumir más cantidades y en forma más regular, hasta llegar en múltiples ocasiones a perder el control totalmente; el policonsumo o consumo de varias sustancias simultáneamente, se encuentra asociado a consumo problemático pues tiende a generar manifestaciones como las señaladas previamente. El Modelo considera que una directriz fundamental como punto de partida del proceso, es atender el consumo problemático, que generalmente es el que genera exclusión o que generalmente tiende a ser la respuesta que los individuos excluidos le dan a la sociedad que los excluye. Es una manera de resistencia y supervivencia que asumen las poblaciones excluidas socialmente, y el consumidor de drogas en situación de exclusión no es la excepción. Sin embargo es necesario atender también a los individuos que consumen drogas en contextos donde la identificación de dicho comportamiento trae acciones recurrentemente excluyentes y que colocan al individuo en situación de vulnerabilidad social y que generalmente significan, desde la complejidad que el fenómeno reviste y del cual ya hemos hablado, avanzar hacia problemáticas más graves que el mismo consumo de drogas.

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2.3.3 Marco Conceptual Reconociendo lo expuesto antes, es básico definir los conceptos fundamentales que hacen parte del proceso de comprensión y de actuación del Modelo. Siendo el elemento de partida la exclusión social y teniendo en cuenta que es un término que se utiliza desde diversos ámbitos sociales y que incluso, en disímiles circunstancias, se asimila a conceptos como el de marginación, estigmatización, entre otros, será el concepto de partida, seguido, asimismo, del concepto de inclusión social, como elemento conductor de la presente propuesta. Posteriormente se presentan los conceptos que subyacen al método de trabajo indicado desde el Modelo y que articulados a través del desarrollo cotidiano y práctico, se considera que van a contribuir al proceso de Inclusión Social del consumidor de drogas en Colombia, dichos conceptos son: representaciones sociales, comunidades locales, redes, acción positiva, reducción de riesgos, mitigación y reducción de daño. - Exclusión Social La exclusión social es un fenómeno complejo y multicausal, al que se asignan diversas formas de interpretación, y al que corrientemente se asimila a otros fenómenos, identificados bajo conceptos como 'marginación', 'segregación', 'desviación' y/o 'aislamiento'. Es "un proceso multidimensional que debilita los vínculos entre los individuos y el resto de la sociedad", vínculos que se entienden como relaciones de tipo económico, político, sociocultural y espacial; a mayores vínculos rotos la persona se encuentra en condiciones de mayor vulnerabilidad social.15 Entre los enfoques más reiterativos para su descripción y su análisis se plantean: 1) La exclusión como apartamiento voluntario o involuntario de los estándares sociales dominantes; 2) La exclusión centrada en aspectos de índole económica; es decir, en relación con las carencias generadas por condiciones estructurales de la sociedad, que llevan a que individuos y grupos no tengan acceso a empleo, ingresos, educación, habilidades, bienes materiales o propiedades, recursos financieros, que les permitan alcanzar un nivel de vida digno. 3) La exclusión entendida en una perspectiva social y política, en la que el individuo es excluido en tanto no es considerado sujeto de derechos, es decir, ciudadano participante en acciones y decisiones que orientan el rumbo y el desarrollo de una sociedad.16 Robert Castel sugiere que "los excluidos" son colecciones y no colectivos de individuos, pues no tienen más que compartir que las mismas carencias, se definen en función de una base negativa, tienen disímiles trayectorias y se encuentran en situación de movilidad social descendente. Plantea que el desasosiego por no tener futuro es sentido individualmente, pero que la reacción de resentimiento puede llegar a expresarse de forma colectiva, lo que representa un factor de inseguridad muy alto que no se ha considerado con detenimiento por parte de la sociedad actual.17 La exclusión social impide que los individuos hagan parte de una sociedad humana, que se consideren a sí mismos como sujetos de derechos, y propicia la generación de ghettos de los excluidos, territorios que Castel denomina "barrios sensibles", porque en ellos se acumulan los principales factores de inseguridad (altas tasas de desempleo, actividades marginales y delictivas, hábitat degradado, promiscuidad, presencia de jóvenes inactivos o integrados a grupos delincuenciales, tráfico de drogas, entre otros aspectos relevantes).18 La sociedad ha construido una serie de concepciones referidas al consumo de drogas, que llevan a que se produzca un referente social de estigmatización del consumidor de las mismas y que le 15

Planteamiento del Banco Mundial citado por Maluf, Norma et. Al, Situación de Riesgo y enfoque de exclusión en los jóvenes, www.joveneslac.org/portal 16 F. Velásquez, Exclusión Social y Gestión Urbana: A propósito de Cali, en Exclusión Social y Construcción de lo Público en Colombia, A. Valencia (Editor) , Bogotá, Cidse-Cerec-Universidad del Valle, 2001 17 R. Castel, La Inseguridad Social ¿Qué es estar protegido?, Ediciones Manantial, Buenos Aires, 2004 18 Idem.

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permite clasificar desde la perspectiva del mismo a los individuos, justificando sus acciones excluyentes (las que le posibilitan prescindir de aquellos o marginarlos), y desarrollando de esta manera formas de control social que afectan posteriormente las dinámicas de cohesión y de seguridad social. La exclusión, además, incide de manera significativa en el incremento de la vulnerabilidad social del individuo y de los grupos afectados por el consumo de drogas e, incluso, propicia el incremento del consumo. Por otra parte, posibilita que el consumo de drogas se transforme en un signo de reconocimiento y de identidad social al interior de los grupos de consumidores, que les permite sobreponerse a las dinámicas de exclusión ejercidas por el resto de la sociedad sobre ellos. La exclusión social del adicto intenta colocarlo por fuera del grupo, a la espera de alcanzar la exigida recuperación de su condición de pertenencia a través de la búsqueda del estado anterior de "normalidad". De allí que se considere al adicto un “minusválido social”, un exponente de conductas “desviadas” que toca los límites de la peligrosidad y la delincuencia, constituyéndose en amenaza para el resto del grupo. El adicto es considerado "inferior" por la sociedad, y los discursos que se construyen desde diversos ámbitos alrededor de los consumidores de drogas se reproducen luego por él mismo, bajo la presión permanente del grupo y como manera de expresar su resentimiento contra la sociedad que los excluye. El estado de inferioridad en que se ha considerado al adicto lleva a que no sea escuchado, y a que no participe en discusiones y toma de decisiones sobre la sociedad y sobre sí mismo. El individuo que deja el consumo posteriormente sigue siendo estigmatizado, continúa siendo considerado inferior frente al grupo social, y continúa restringido a determinados espacios con la premisa de su posible recaída y rememorando de esa manera su desviación. La relación con los consumidores de drogas en los diversos contextos y escenarios de interacción se presenta como una ruptura de dichas relaciones, que hace alusión a "los normales" y los "anormales"; los de "adentro" y los de "afuera"; los que se encuentran al interior del sistema social y los que se encuentran en la periferia. Este estar dentro o afuera, se expresa no solamente en términos de lo simbólico sino que se expresa en prácticas cotidianas que llevan a que el consumidor de drogas, a partir de un proceso de múltiples exclusiones que se van gestando en su proceso de consumo, desde la familia, desde la escuela, desde el espacio laboral, desde el espacio comunitario, desde el espacio filial, entre muchos otros, termine en los ghettos o en las calles de la ciudad, únicos lugares que le permiten acceder a un lugar, a un espacio y a la construcción de identidad y reconocimiento social, necesarias para alcanzar su estado de individuo participante de un colectivo o grupo social. En el proceso de consumo de drogas se podrían considerar vulnerabilidad, es decir, leve, media y grave exclusión social.

niveles de leve, media y alta

En las primeras fases del consumo de drogas se pasa, generalmente, a un nivel de leve exclusión, entendida esta como aquellas situaciones en las cuales las redes primarias y las redes de socialización inicial (familia, amigos, entorno socioafectivo, escuela) van asumiendo comportamientos excluyentes, estigmatizantes y van construyendo una identidad social desviada en el individuo consumidor. La exclusión grave sobreviene posteriormente, cuando el individuo, que ha sido estigmatizado y excluido por estas redes relacionales primarias, tiende a acentuar sus niveles de consumo de drogas y encuentra en la calle una posibilidad de vida, de libertad, de ruptura con los espacios sociales de su vida anterior; aparece entonces la desintegración social extrema, acompañada de extrema pobreza, de marginación, de desprotección social, de condiciones de subsistencia ínfimas e incluso, puede llegar a producir la incorporación a actividades delictivas e ilegales, sumado a la incapacidad de recuperación por sí mismo, que sobreviene en infinidad de ocasiones.

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La exclusión social referida al consumidor de drogas, se encuentra directamente relacionada con los contextos de interacción de los individuos y los grupos y con los territorios, de allí que es necesario identificar en cada uno de ellos cómo se expresa, cómo se genera, cuáles son las causas que la provocan, cómo dan cuenta de dicha exclusión los actores que la producen y los actores que la sufren; la exclusión es dinámica, es decir, se transforma a partir de las relaciones existentes en cada uno de dichos contextos, tiene diversidad de sentidos e interpretaciones que es necesario reconocer para poder actuar y transformar las circunstancias que la producen. Las causas y los efectos de la exclusión que se produce en el espacio sociofamiliar son distintas a las causas y los efectos de la exclusión que se produce en la escuela o en el barrio o en el medio sociolaboral; la apuesta es trabajar con los actores que integran cada uno de dichos contextos para que juntos reconozcan los sentidos y significados que subyacen al interior de sus acciones. La exclusión del consumidor de drogas se constituye en un fenómeno multidimensional al ser la expresión de diversidad de actores que inciden en ella y a su vez son múltiples los contextos donde se lleva a cabo; por otra parte, la exclusión del consumidor de drogas se presenta como una trayectoria de vida, tal vez no es claro el inicio pero sí se preveen los puntos de llegada; son disímiles las historias que apuntan hacia situaciones de grave riesgo, grave exclusión e incluso muerte. - Inclusión Social Siendo que la exclusión es un proceso dinámico es decir, contextualizado a tiempos y espacios, transformable, no lineal, igualmente la inclusión requiere plantearse en la misma perspectiva. Integrar los diversos actores sociales, los que producen la exclusión, los que se han constituido para atender las situaciones de exclusión y los que las sufren; requiere gestionarse en los espacios específicos, en los territorios y contextos donde se produce la exclusión y atender sus múltiples causas y consecuencias, abordándolas a partir de procesos no lineales y estableciendo metas adaptadas y posibles de alcanzar por los individuos afectados de manera directa. La inclusión es entonces el resultado de las acciones que se realizan entre los diversos actores sociales ya señalados, para generar condiciones y posibilidades que propicien que los excluidos se asuman a sí mismos y sean asumidos por los otros como sujetos de derechos. La inclusión es, en síntesis, un proceso que se requiere recorrer conjuntamente con el individuo, un proceso que tiene idas y regresos, que tiene momentos de fracaso y de acierto, que tiene la dimensión objetiva y subjetiva de los individuos acompañados y de aquellos que lo acompañan.19 "Por consecuencia puede resultar mas

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P. Fuentes, Exclusión Social: "Saber ver"..."saber hacer" en XV Jornadas Andaluzas de Asociaciones de Drogodependencias y Sida, Fundación Enlace, Cádiz, 2004

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productivo hablar de inclusiones siendo que no solamente los procesos de inclusión son diferentes sino que pueden ser diferentes sus puntos de llegada (por ideales que esos puedan ser)".20 El consumidor de drogas es una persona con una problemática múltiple (familiar, laboral, relacional, personal, física, familiar, comunitaria, legal, entre muchas otras posibles) de la cual forma parte la dependencia que padece, verlo integralmente exige no reducir la problemática al mero consumo. El consumidor de drogas, en conjunto con los equipos humanos que lo acompañan en las instituciones de tratamiento y al interior de las redes sociales y comunitarias, se considera sujeto participativo de su gestión de cambio desde el mismo momento en que decide avanzar en dicho sentido, y para ello es parte esencial del Modelo su involucramiento en los procesos de planeación, gestión y evaluación del proceso de inclusión de manera permanente. La abstinencia no es una condición para avanzar en el proceso de inclusión social, el individuo, consuma o no consuma, tiene derecho a tener derechos al interior de la sociedad en que vive. Es un proceso transversal a los procesos de tratamiento, cuando el individuo por decisión autónoma y acorde a sus necesidades decide asumirlo, pero, asimismo, aun cuando no asista a un proceso terapéutico se requiere gestar acciones incluyentes en los diversos espacios de interacción social donde se desenvuelve la vida de las personas. La inclusión social del consumidor de drogas requiere desarrollar acciones de carácter estructural, es decir que incidan en cambios estratégicos a nivel social, político, económico, cultural, pero igualmente requiere desarrollar acciones en la cotidianidad, es decir, allí donde es necesario restablecer los vínculos del entorno con el individuo y viceversa. Desarrollar un trabajo de redes sociales incluyentes en los lugares y territorios donde viven los individuos es fundamental, es allí donde se hace práctico el proceso de inclusión, donde se hace real y efectivo, donde el individuo se integra a una dinámica concreta de participación, donde es reconocido como sujeto activo y donde el mismo se empodera como ciudadano y como actor de su propio proceso de cambio y del proceso de transformación del entorno que habita; en suma, es en dicha cotidianidad que se transforman las representaciones sociales frente al consumo y frente al consumidor, de manera que se propicie este nuevo paradigma que se plantea desde el presente Modelo. -

Representaciones Sociales

Todos los seres humanos perciben las experiencias y las asimilan a partir de las vivencias cotidianas, no sólo en los entornos familiar, local o social, sino además influidos por aspectos del acontecer nacional y mundial, en gran medida por la incidencia de los medios de comunicación, que acortan distancias y hacen eco de formas de pensar, sentir y actuar de sociedades y culturas distintas de aquellas a las que se pertenece. El conjunto de percepciones, conceptos e interpretaciones sobre las distintas dimensiones de esa cotidianidad compleja configura sistemas de representación social, construcciones que se hacen sobre la realidad (sin ser ella misma), y que constituyen el marco de referencia de todo comportamiento y, por tanto, son referentes importantes de cualquier proceso de transformación. Poner en evidencia las representaciones sociales de todos los actores de los procesos (acompañantes de proceso y abusadores de SPA) facilita lograr procesos de acogida. En esta perspectiva, el trabajo supone aceptar a las personas que entran a tratamiento como sujetos distintos, cuya realidad (la particular representación de ella) hay que conocer para que el plan que se elabore sea propio. Esto, más la observación permanente de las situaciones y de las peculiaridades que configuran el mundo cotidiano de los individuos, es decir, el análisis de situación (capital personal y social), permite que se puedan sentir protagonistas. Tras el análisis de situación se inicia la deconstrucción del mundo representacional, y con ella la búsqueda de nuevos significados y sentidos. Se trata de producir una inversión en la base de significados que cada sujeto ha construido (sus representaciones sociales), a partir de la elaboración de una mirada crítica al marco conceptual que estructura la percepción de la realidad 20

E. Milanese, “Desarrollos en el tratamiento comunitario de la exclusión grave: participación y protagonismo social de los gravemente excluidos”. Tercer Foro Internacional “Prácticas de inclusión social con consumidores de drogas. El derecho a tener Derechos. Popayán, Colombia, 23-25 de Noviembre 2005.

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y la forma de interpretar el mundo de cada individuo; es decir, se apunta al desarrollo de una conciencia crítica. La deconstrucción, entonces, se ordena a propiciar un comportamiento crítico que permita generar comportamientos autónomos y de autogestión; por tanto, de fortalecimiento personal. - Comunidades Locales Los territorios locales, por efecto del proceso de globalización, han tenido que readecuarse para lograr su vinculación con el resto del mundo; hay quienes hablan de procesos de “globalización”, es decir, aquellos en los cuales lo global incide en lo local y viceversa. En la perspectiva de no quedar excluidas de los procesos de desarrollo mundial, las comunidades se readecuan y se organizan en redes que les permiten atender sus problemas, necesidades e intereses. La Comunidad Local hace posible que cada contexto sea tenido en cuenta y sea abordado, con la diversidad que comporte, por parte de los individuos y los actores que la integran. En las comunidades locales hay diversidad de dimensiones: calidad y formas de procesos organizativos y estructuras sociales; realidades de los grupos existentes y de las personas que habitan en ella; composición humana desde variables étnicas, etáreas, género, estrato socioeconómico; percepción y vivencia de problemas, necesidades y demandas, entre otras. En esa medida, la comunidad está llamada a reconocer los aspectos específicos de su conformación que inciden en los consumos de drogas de su población y, reconociendo los problemas conexos a dichos consumos, puede aportar a la construcción de formas de abordarlos en una perspectiva incluyente. En el proceso de inclusión social del consumidor de drogas, la comunidad local organizada identifica las acciones adecuadas para hacerlo viable fundamentada en el conocimiento del entorno, y propicia la participación en el mismo de los diversos actores sociales que se requieren para generarlo. Obviamente, es un requisito previo contar con el compromiso del sector gubernamental del municipio y de los diversos sectores sociales, políticos, económicos y culturales que se requieren para el desarrollo del Modelo que se propone. La construcción de diagnósticos que permitan identificar las necesidades del consumidor de drogas, las posibilidades y los recursos con que cuenta la comunidad y las nuevas opciones que se requiere construir para dar una respuesta adecuada al individuo que busca integrarse, son un punto de partida del trabajo en la comunidad local. - Reducción de Riesgos La reducción de riesgos busca minimizar las consecuencias desfavorables del consumo de drogas y se aborda desde el contacto que se establece en las comunidades con los consumidores de drogas, reconociéndolos y manteniendo dichos contactos, creando espacios de atención de bajo umbral, es decir, donde las exigencias para ingresar sean mínimas para que la mayoría pueda acceder y ser ayudado. Implica a los consumidores como actores al interior de la comunidad lo que facilita dichos acercamientos y contactos, permitiendo conocer sus realidades a través de ellos mismos. Potenciar asimismo que las instituciones públicas de atención social garanticen el acceso para atender las consecuencias en los niveles de salud, legales, relacionales que se generan. La reducción de riesgos busca además incidir en las situaciones de conflicto, en las situaciones críticas generando acciones de mediación entre actores sociales involucrados con los consumidores de drogas específicamente.

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Mitigación y Reducción de daño

La reducción de daños y la mitigacion se asocian con las prácticas de reducción de riesgos, aunque intentan incidir no solamente en las consecuencias desfavorables del consumo de drogas sino también disminuir el sufrimiento social que ocasiona la relación consumidor y drogas. El trabajo plantea el ir a buscar al usuario de drogas donde se encuentre para generar las conexiones, relaciones y vínculos posibles que propicien la ayuda para atenuar los daños que produce el consumo. Se parte de considerar que el consumo de drogas aunado a contextos como pobreza, discriminación sexual, desigualdad social, exclusión produce mayor vulnerabilidad en los individuos, en los grupos y en las comunidades afectando sus capacidades para enfrentar el daño y el sufrimiento social generados por la totalidad de la situación incluido el que causa el consumo de drogas en sí mismo. Se parte de considerar que el individuo tiene un papel fundamental en el proceso, que es con su participación y su decisión que pueden llevarse a cabo las acciones para reducir el sufrimiento social en conjunto con el Estado y la sociedad en su conjunto. "La mitigación busca reducir los efectos negativos de los riesgos, tanto antes de que se materialicen como cuando ya lo han hecho y se han convertido en "daños".21 En el Modelo de Inclusión Social del consumidor de drogas se desarrollarán acciones que fortalezcan a los individuos consumidores de drogas, los grupos y las redes de manera que tengan la capacidad de enfrentar, contrarrestar o minimizar las situaciones de riesgos que los individuos que consumen drogas asumen constantemente. Se requiere que quienes se encuentran expuestos a dichos riesgos, comprendan las situaciones y niveles de riesgo que están asumiendo para que consideren que es posible desarrollar actitudes, conductas y comportamientos distintos que les generen menor afectación e impacto destructivo y/o perturbador de sus vidas. Mitigar de manera mas efectiva requiere promover a los grupos humanos de manera que se reduzcan las situaciones de vulnerabilidad social en que se encuentran y generando capacidades que les ayuden a enfrentar las situaciones que los afectan de manera sostenible. Por ello la mitigación debe estar asociada al Modelo, buscando que individuos y grupos se fortalezcan y puedan enfrentar dichas situaciones y minimizarlas a través de las redes sociales y las redes de recursos, activadas y dispuestas para atender dichas situaciones emergentes. La mitigación hace que las redes y los individuos se vuelvan competentes para ello, se formen, se interconecten, se apropien de sus problemas en relación con el consumo de drogas y otros relacionados. Se requiere establecer planes de mitigación que consideren temas como la articulación de recursos de salud, educativos, vivienda, entre otros; la capacitación frente a como asumir los riesgos y el impacto del consumo; campañas permanentes de atención en salud y atención a situaciones de riesgos; sensibilización de la ciudadanía; identificación de mapas de riesgo en las comunidades locales así como de las posibilidades que ellas mismas tienen de miminizarlos a partir de experiencias concretas que han abordado antes. Lo fundamental que se requiere es no quitarles las competencias ni a los individuos directamente afectados por el consumo de drogas ni a las comunidades locales donde se expresan las situaciones concretas. La mitigacion y la reducción del daño buscan: 22 ♦ "Contener los problemas mas relevantes en particular las tasas de morbilidad y mortalidad y contener o eliminar el uso de las sustancias mas nocivas en términos de la salud del individuo consumidor. 21

Ministerio de Protección Social, Política Nacional para la Reducción del Consumo de SPA y su impacto, resumen ejecutivo, 2007 Los elementos centrales frente al tema de reducción de daños y reducción de riesgos así como el listado de acciones fundamentales en el proceso de reducción de daños, han sido tomados de: Efrem Milanese, La reducción del daño: conceptos, acciones, métodos, historia, Segundo Seminario Internacional de Expertos en el Area de Drogas ,Bogotá D.C. Colombia, 2002. 22

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♦ Mejorar la calidad de vida de los consumidores de drogas, propiciando la atención a sus situaciones específicas así como propiciando que se reduzca su participación en situaciones delictivas y conflictivas al interior de la comunidad. ♦ Desarrollar intervenciones en la comunidad local particularmente dirigidas a la modificación de las representaciones sociales de los farmacodependientes, de las actitudes o posturas de los actores comunitarios hacia ellos y desarrollar procesos de organización de la comunidad para que intervenga activamente en el proceso de inclusión social del consumidor de drogas, dando orientaciones, articulando las redes, apoyando a los centros de tratamiento, etc. ♦ Generar acciones de atención alternativa y de calidad hacia los individuos consumidores de drogas que no asisten ni asistirán a espacios o centros de tratamiento por diversos motivos. Para ello es necesario desarrollar trabajos concretos en los territorios, articulando las redes y trabajando con todos sus actores involucrados. ♦ Generar espacios de escucha comunitaria de bajo umbral que permitan ser puntos de referencia para la población en general y especialmente para los consumidores de drogas, donde puedan presentar sus demandas, sus necesidades y asimismo ser orientados o recibir de manera directa atención y respuesta. Se hace necesario ofrecer una oferta de atención diversa para el tratamiento de los consumidores de drogas, integrar las acciones entre las organizaciones que están prestando servicios en este sentido de manera que los individuos puedan acceder acorde a sus realidades, situaciones, necesidades sin presiones, sin temor, sin condicionamientos. ♦ Desarrollar procesos sistemáticos de investigación que permitan entender lo que se hace y lo que se logra como resultados de manera que permita continuar, colectivamente, construyendo nuevas y mejores estrategias a favor de los seres humanos, en especial de los consumidores de drogas que son el objetivo de este Modelo." Toda esta serie de pasos desde la mitigación, la reducción de riesgos y la reducción de daño inciden en nuevas prácticas sociales e institucionales que, articuladas, van a propiciar la inclusión social del consumidor de droga y su reconocimiento como sujeto de derechos, que es el fin primordial que orienta este Modelo. 2.3.4 Principios Del Modelo Entendiendo la complejidad que encierra el desarrollo de una propuesta que requiere de un entendimiento claro, procedimientos ajustados a la realidad y responsabilidades, se hace necesario señalar una serie de principios que guíen el camino y garanticen que no se diluya o se haga esquivo el resultado que se pretende cuando se habla de inclusión social de personas consumidoras de sustancias psicoactivas. La redacción de los mismos se corresponde con una visualización de lo que se pretende como necesario, y el ejercicio que se deriva de ellos es convertirlos en una realidad sobre la base de que se asuman y compartan responsabilidades sociales, económicas y políticas, reconociendo que cada una de estas dimensiones es absolutamente imprescindible y que tan sólo la falta de una dificultaría en grado sumo el desarrollo de una propuesta de inclusión social. Los principios propuestos para que el Modelo de inclusión social se desarrolle son: Sostenibilidad: la inclusión requiere el desarrollo de procesos que perduren en el tiempo, se consoliden y se integren con acciones y directrices de las entidades (públicas y privadas) que tengan responsabilidad sobre el tema. Integralidad: se requiere considerar los diferentes ámbitos en los que el ser humano desarrolla su cotidianidad y obtiene elementos para construir su vida y llenarla de sentido (individuo, familia, comunidad, trabajo, educación, sociedad). Transversalidad: la inclusión social es transversal al proceso de atención a las personas consumidoras de sustancias psicoactivas, debe ser pensada como dimensión (objetivo, meta) en cada uno de los momentos del proceso, y en la perspectiva del mejoramiento de su calidad de vida, así ellas decidan no renunciar al consumo. Flexibilidad: es fundamental ajustar las estrategias, los métodos y las técnicas a las necesidades y demandas de las personas a quienes beneficia. Reconocer las diferencias y la diversidad humana permite desarrollar las acciones teniendo en cuenta que hay retrocesos y avances, hay recaídas y que lo que se requiere es reajustar los procedimientos adecuarlos a las realidades de los sujetos atendidos.

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Corresponsabilidad: la sociedad en su conjunto, representada en sus diversas instituciones, es responsable —por acción u omisión— de las situaciones que genera; por ende, debe responsablemente atender y propiciar la existencia de condiciones que permitan a quienes han optado por el consumo como un estilo de vida contar con las posibilidades de tener un lugar y construir un proyecto de vida que los dignifique al interior de la sociedad, y no en sus límites o por fuera de ella. Igualmente, el individuo como sujeto de derechos es corresponsable del problema y es corresponsable, asimismo, de su solución, o sea que tiene derechos y deberes como integrante de dicha sociedad. Diversidad: Una propuesta de inclusión social no puede ser ajena a la diversidad existente, se requiere generar opciones diversas teniendo en cuenta la multiplicidad de realidades sociales. Para ello se tendrán en cuenta dimensiones y aspectos culturales, étnicos, económicos y sociales. Respeto por la dignidad humana: requiere garantizarse la existencia de condiciones que faciliten que a toda persona atendida en su condición de consumidora de sustancias psicoactivas le sean respetados sus derechos y sea vista como persona digna. Es el principio fundamental sobre el que se construye el Modelo de Inclusión Social.

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3. TERCERA PARTE: MARCO ESTRATÉGICO DEL MODELO El marco estratégico es la esencia del modelo que orienta la acción, está definido por dos contextos estratégicos (contexto de voluntad política y contexto de intervencion comunitaria en red propuesto por el modelo); cinco líneas estratégicas ( Prevención de la exclusión social, Desarrollo de un sistema de articulación en red, Desarrollo de servicios preferenciales, Implementación de un sistema informativo de seguimiento y evaluación y Acciones de incidencia y participación en política publica.) Las líneas estratégicas se desarrollan en cuatro niveles: Nacional, Departamental, municipal y local/comunitario. 3.1 Contextos Estratégicos: 3.1.1 El contexto de voluntad política definido básicamente por los lineamientos dados por la política de reducción de la demanda. Requiere el liderazgo desde el Ministerio de la Protección Social para avanzar en los acuerdos, reglamentaciones y presupuestos con los Departamentos y estos a su vez con los Municipios, de manera que sea viable el desarrollo de las acciones propuestas. 3.1.2 El contexto de intervencion comunitaria en red que propone el modelo contempla un sistema de acciones intencionadas y organizadas para sistematizar, monitorear y evaluar el desarrollo de procesos de inclusión social con componente comunitario y trabajo en red. 3.2. Líneas Estratégicas:

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3.2.1 Línea Estratégica 1 Prevención de riesgos de exclusión social: Busca hacer prevención de la exclusión social interviniendo los riesgos, que buscara propiciar movilización social para la disminución del estigma y la discriminación asociados al consumo de SPA. Integra tres componentes, Sensibilización, Formación y Comunicación. Se propone difundir el modelo e incidir en los niveles de exclusión social que viven las personas que usan o han usado drogas en sus diversos contextos de vida, familiar, comunitaria, laboral y escolar, orientándose hacia la construcción de un pensamiento social incluyente que exige transformaciones en la representación social frente al consumo de drogas. El desarrollo de esta estrategia plantea una serie de acciones que deben desarrollarse en los diferentes niveles donde opera el proyecto.

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3.2.2 Línea Estratégica 2

Desarrollo de un sistema de articulación local en red a través de formación en la acción Desarrollo de un sistema de articulación en red a través de formación en la acción, que busca la construcción de un dispositivo que haga posible el desarrollo de los objetivos propuestos. Esta estrategia es la columna vertebral del modelo como se vera en el desarrollo de los diversos momentos de implementación del modelo en lo local que se presentan en la Cuarta parte. Apunta a construir un sistema de redes que permita procesos de inclusión sostenibles. La construcción de un dispositivo23 en red para la inclusión, en el que participen todos los actores comunitarios e institucionales de la localidad, es el objetivo de esta estrategia. Construir el dispositivo es una acción que se realiza en lo cotidiano, en el territorio, con la participación de los actores sociales formales y no formales el modelo propone para el desarrollo de esta línea estratégica una serie de pasos que no son una estructura rígida ni una lista exhaustiva de posibilidades, plantean un camino posible para la construcción de redes y vínculos en una comunidad local. La metodología propuesta busca construir conocimiento colectivo a través de formación en la acción al mismo tiempo que se va articulando la red local. Se trata de un marco lógico, de un proceso, de un conjunto de instrumentos y acciones para llevar a cabo, con la participación de actores de la comunidad local, un diagnóstico comunitario para realizar entre todos un plan de acción (estrategia, objetivos, acciones) lo mas apegado posible a las necesidades y recursos de la comunidad. (Ver Anexo ___ Pasos propuestos para el Desarrollo de un sistema de articulación local en red a través de formación en la acción.)

3.2.3 Línea Estratégica 3

Desarrollo de servicios preferenciales y acciones positivas para generar oportunidades laborales y movilización social Desarrollo de servicios preferenciales para generar oportunidades laborales y de autosustentamiento; esta línea es el producto del proceso de articulación, negociación y organización de los recursos locales, apunta a la potenciación de procesos de desarrollo social, se despliega a partir de 5 áreas, en las que se busca desarrollar servicios con la comunidad: Formación, capacitación para el trabajo, salud, asistencia básica y actividades lúdico, recreativas. Cuando decimos “desarrollar servicios” entendemos en este caso una modalidad organizada de respuesta a necesidades o demandas de la población. Todas las comunidades cuentan con servicios y recursos, la propuesta plantea que se inicia utilizando los servicios que la comunidad tiene, fortaleciéndolos cuando lo necesitan y creando nuevos servicios junto con los actores comunitarios cuando estos no existen y cuando existe una necesidad claramente observada.

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Llamamos “dispositivo” a un conjunto de elementos que nos permiten hacer lo que deseamos o pretendemos hacer en una comunidad local. El trabajo inicial consiste en la construcción de un escenario en el cual sea posible trabajar con óptica comunitaria y de red. Se trata de entrar y desplazarse, vivir en los contextos comunitarios con un mapa mental con elementos básicos de la sociología y de la antropología urbana y de la psicología de comunidad. Conceptos como comunidad, territorio, grupo, redes, socialización, desviación social, poder, conflicto social, marginación, participación, exclusión etc. son fundamentales para la construcción de un dispositivo que posibilite espacios de inclusión social. En situaciones de extrema exclusión, violencia grave, pobreza, organización social basada en procesos de resiliencia y sobrevivencia, puede ser imposible iniciar acciones que garanticen la seguridad de los operadores, de las personas apoyadas y de los resultados. Es entonces importante construir un escenario de seguridad mínima. La existencia de un dispositivo que funcione es el primer resultado y el primer impacto del proyecto en la comunidad. (Cita)

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Cuando se dice “construir servicios con la comunidad” se quiere subrayar el hecho que la participación de los actores comunitarios en cada una de las fases de producción de estos servicios es imprescindible y uno de los criterios de calidad y buen éxito de estos tipos de iniciativas. El proceso no consiste transportar a la comunidad local estrategias y servicios experimentados en la comunidad terapéutica o en hospitales o en otras formas institucionalizadas de asistencia, sino en detectar, reunir, organizar, fortalecer, educar y hacer trabajar juntos los recursos presentes en la comunidad. En este proceso se pueden utilizar obviamente metodologías, instrumentos y recursos procedentes de experiencias terapéuticas, educativas, organizativas y productivas institucionalizadas sin embargo, estas se utilizan cuando está demostrado que no existen en la comunidad, evitando introducir recursos que ya existen. Cuando introducimos en una comunidad local recursos que la comunidad posee y que es posible utilizar (profesionales que ya existen en la comunidad por ejemplo) estamos fortaleciendo procesos de contra empoderamiento y dependencia. Los servicios propuestos por la línea estratégica # 3 para el desarrollo de servicios preferenciales y acciones positivas que generen oportunidades laborales y movilización social se llevan a cabo en el nivel comunitario, pero necesitan de acciones en los diversos niveles para poderse concretar. Área de Asistencia Básica y Tratamiento: Se trata de articular servicios de mitigación de situaciones de alta vulnerabilidad presentes en el territorio como duchas, dormitorios, hogares de paso, servicios ambulatorios, comedores comunitarios, comunidades terapéuticas, con el fin de contener los efectos negativos de la exclusión, estabilizar a las personas en situaciones de consumo grave y mejorar la capacidad de respuesta de los servicios y las redes de atención de manera que las personas que hagan uso de los servicios, se integren a procesos de seguimiento en red que vayan posibilitando otros espacios, no ya asistenciales, sino de promoción y desarrollo social. Es necesario desarrollar y articular servicios diferenciados para los distintos niveles de vulnerabilidad (alta, media y baja) que presentan las poblaciones. La asistencia básica se enmarca en un escenario que busca favorecer la toma de contacto, y el enganche precoz, abandonar la lógica de trabajo en las estructuras y servicios: Entrar al territorio, construirlo, darle forma de comunidad local terapéutica. Se trata de alcanzar a las personas por medio del conocimiento, el acompañamiento, la cercanía, de ocupar los espacios públicos y los lugares de vida de los consumidores. Es importante centrar la organización de las acciones de asistencia básica y tratamiento en las demandas y necesidades de las personas y construir intervenciones diversificadas y flexibles. Esto significa BAJAR EL UMBRAL. Es fundamental construir y mantener puntos de referencia constantes, creíbles, reconocibles: personas, capacidades, servicios que den respuesta a demandas concretas: acogida, comida, baño, orientación, cama. Pero es importante saber que no es suficiente producir respuestas es importante producir procesos de integración entre ellas. No es suficiente diversificar, ser creativos, crear propuestas, experimentarlas y evaluarlas, es necesario ver el sentido que tienen, sus interconexiones, las consecuencias para las personas y las redes; es necesario analizar los casos, tratar de ver los procesos. Cada acción que se realiza debe tener un resultado concreto, tangible, observable por parte de todos los actores involucrados. Área de Educación y Empoderamiento. Es necesario desarrollar procesos de educación básica formal y no formal a través de los cuales las personas adquieran las competencias necesarias para avanzar en el proceso de inclusión social y mejorar sus conocimientos. Lecto escritura y matemáticas básicas, manejo de sistemas y Web, presentación de una carta o una hoja de vida, manejo de sistemas

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de transporte en la ciudad, son algunas de las habilidades que debe desarrollar esta área. Hay desarrollos muy interesantes en esta area, es necesario explorar prácticas exitosas de educación popular, escuela abierta y alfabetización para adultos que aportaran en este sentido mucho. Se trata de aprovechar lo que ya esta hecho y funciona. En este sentido las aulas de aceleración, los programas de alfabetización del Ministerio de Educación, los institutos tecnológicos, las universidades que apoyan programas de emprendimiento social serán básicas, siendo que cada región cuenta con sus propios recursos, y no en todos los lugares son los mismos, es importante en primer lugar su identificación para posteriormente articularlos. Área de Capacitación para el trabajo y oportunidades laborales: La ausencia de una oportunidad laboral digna es un elemento esencial de pronóstico negativo en procesos de inclusión social

Esta área busca desarrollar programas que permitan el acceso al mercado laboral y a opciones adecuadas para integrar al sector productivo y económico a las personas, reconociendo la diversidad de características y condiciones en que pueden encontrarse. Se requiere que estas alternativas implementen metodologías que tengan en cuenta las características de las poblaciones y se puedan conectar con posibilidades de empleo reales. La participación del SENA las Cajas de Compensación Familiar, el Banco Agrario en esta área de trabajo serán fundamental. Si revisamos el marco legal que apoya desde el sistema de protección social las oportunidades laborales descritas en el punto 2.3.1, vemos que hay espacios para las personas que tienen capacitación y posibilidades de organización comunitaria. Pero para poblaciones severamente excluidas, con niveles bajos de escolarización y con historias de consumo y calle, las oportunidades son mucho menores. La responsabilidad empresarial es una línea por desarrollar, que cuenta con el espíritu de solidaridad social planteado por de la ley 78924 Al interior de las empresas es necesario que se implementen acciones para disminuir las dinámicas de exclusión de quienes consumen y la estigmatización de quienes han consumido y han vivido un proceso de tratamiento. Se requiere asimismo crear posibilidades de trabajo protegido pensadas como proceso de inclusión dentro de espacios empresariales e institucionales. Área de la Salud: Es fundamental abrir posibilidades para que las personas que usan drogas y sus familias puedan ser atendidas no sólo por las situaciones de enfermedad general que presentan sino también en la problemática de consumo, que en algunos casos se torna más compleja por la conexión con otros trastornos mentales, requiriendo suministros y atenciones especializados que para una franja importante de la población no esta cubierta. En este sentido será importante desarrollar acciones coordinadas con los grupos locales que ejecuten las acciones delineadas en la política de salud mental. Es necesario buscar cómo articular las acciones de las IPS, EPS, ARS, UAICAS, ARP, ESE de manera que sean asequibles a las comunidades más vulnerables, allí también la ley 789 contiene lineamientos y espacios que hay que aprender a utilizar.

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La ley 789 de diciembre 27 de 2002, mediante la cual se dictan normas para apoyar y ampliar la protección social “El Sistema de Protección Social se constituye como el conjunto de políticas públicas orientadas a disminuir la vulnerabilidad y a mejorar la calidad de vida de los colombianos, especialmente de los más desprotegidos. Para obtener como mínimo el derecho a: la salud, la pensión y al trabajo”.

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Área Lúdico y Recreativa:

El juego y la recreación libre hacen posibles espacios no formales muy utiles para la construcción de vínculos y redes pues permiten desarrollar en los colectivos valores como la cooperación, el respeto a la diferencia, la tolerancia, la solidaridad, el trabajo asociativo, la igualdad de oportunidades y el aprovechamiento de ellas, entre otros. A su vez propicia que las personas ganen en autonomía, en capacidad creativa e imaginativa; en capacidad de atender las normas y reglas definidas previamente y entender el sentido de ellas; en sentirse protagónicos y sujetos participantes en los espacios de toma de decisiones al interior de los grupos lo que a su vez va fortaleciendo los niveles de autoestima y reconocimiento social y, además, permite encontrar alternativas de aprovechamiento del tiempo libre, del uso de la libertad individual en procesos que fortalecen su desarrollo integral, el fortalecimiento de su conciencia y su voluntad, es decir un desarrollo humano íntegro. Para desarrollar esta área se trabajará con actividades artísticas, recreativas, deportivas, culturales, de profundización del Ser, entre otras. De manera premeditada se buscará fortalecer los espacios intercomunicativos que aportan a la construcción de confianza y valoración entre los diversos actores sociales inmersos en el contexto social y comunitario. Se parte por lo tanto de considerar al ser humano como un ser integrado por pensamientos y sentimientos, por un universo emocional y afectivo, aspectos que se orientan a través del bien común y que permiten producir entre diversos individuos y es esta precisamente su riqueza asociada al disfrute, la alegría, la espontaneidad como características de la lúdica. En síntesis, aportan al mejoramiento de la calidad de vida de los grupos y las personas y del fortalecimiento y el desarrollo de los liderazgos al interior de las comunidades locales para la solución creativa de sus problemas y la atención solidaria de sus necesidades. Es de resaltar el papel que jugaran las Cajas de Compensación Familiar con sus propuestas lúdico recreativas y sus infraestructuras adecuadas para ese fin, las instancias gubernamentales del orden municipal y departamental como las Secretarías de Recreación, Deporte y Cultura con sus institutos adscritos (Inder e Imder) y las propuestas a nivel de formación, pero también de espectáculos y espacios lúdico recreativos.

3.2.4 Línea Estrategia 4:

Desarrollo de un proceso de Monitoreo y evaluación de la implementación del modelo: Un sistema de evaluación, monitoreo y evaluación acompañará las diversas acciones de implementación del modelo, buscando que se visibilicen los avances y resultados del proceso, ajustar las acciones y realizar análisis comparativos entre diversas experiencias. Será transversal a las demás estrategias y buscará que la construcción de instrumentos sea parte de los procesos de formación de equipos. Permitirá profundizar en la realidad de los diversos contextos donde se desarrolle el Modelo y asimismo diseñar políticas acordes a dicha realidad y coherentes con la perspectiva de inclusión social. Dicho proceso de sistematización obra además como parte de la acción educativa, pues permite entre todos construir instrumentos de recolección de la información, recolectar la información y dialogar alrededor de los datos de manera que es en esa acción transversal donde se van gestando transformaciones de las representaciones sociales de los actores involucrados. Es base fundamental por lo tanto de las negociaciones y de los acuerdos al interior de los estamentos públicos y de las comunidades locales participantes; es allí, en ese intercambio de informaciones consolidadas que se van gestando las posibilidades reales de inclusión social y se van comprendiendo los sentidos que tienen para todos, actores colectivos e individuales. Para lograr implementar el sistema de monitoreo y evaluación se requiere: 1. Definir instrumentos de recolección de la información. 2. Registrar sistemáticamente la información de manera cotidiana, clara y transparente. Es importante reconocer que los registros van desde diarios de campo, actas de reuniones, reflexiones de los equipos, reflexiones de los integrantes de los equipos, planes de trabajo,

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3. 4. 5. 6. 7.

memorias de encuentros, fotografías, videos, grabaciones, mapas parlantes, gráficos, gráficos de redes y vínculos, hasta el llenado de instrumentos definidos por los equipos y por la direccionalidad del proyecto en conjunto. Hacer altos periódicos que retomen la información, la ordenen de acuerdo a variables de análisis y a partir de los resultados obtenidos se generen retroalimentaciones al interior de los equipos. Presentar avances a la comunidad, a las entidades públicas comprometidas con el proyecto y a otros actores sociales comprometidos con el proceso. Propiciar encuentros entre las diversas experiencias que permitan entender el sentido de los contextos y aportarse mutuamente desde la riqueza que produce la diferencia. Documentar con artículos, ensayos, resultados analizados de la investigación y en lo posible realizar publicaciones que permitan involucrar a otros actores a partir de la lectura de los avances. Asistir a espacios de comunicación masiva para que el gran público conozca otros referentes y abordajes donde la inclusión social es el elemento articulador y fundante de las acciones.

En esta línea de acciones el proceso inicia con una etapa formativa de los diversos equipos al interior de la cual se construyen y validan los instrumentos de recolección de la información y se va avanzando hacia el aprendizaje del manejo de los registros y la capacidad analítica frente a los resultados obtenidos. Se buscará que cada individuo que participa en el proceso se involucre, participe y aporte en este nivel de análisis e interpretación de los resultados y de las buenas prácticas y los aprendizajes producidos. La información se irá reportando a las estancias municipales, departamentales y nacionales, acorde a lo que va aconteciendo durante el proceso. En esa medida cada uno de dichos ámbitos tendrá una serie de responsabilidades específicas para el desarrollo de esta línea estratégica.

3.2.5 Línea Estrategia 5:

Desarrollo de un Proceso de Incidencia política: Movilización social y procesos de "advocacy" que favorezcan la generación de transformaciones normativas para que sustenten y fortalezcan la implementación del Modelo de inclusión. Es el desarrollo de un conjunto de acciones de estudio, información pública, consulta, diálogo social, denuncia, propuestas alternativas, etc., que buscan fundamentalmente influenciar las decisiones que permitan orientar políticas públicas prioritarias para el proceso de inclusión social del consumidor de drogas. Se necesitan transformaciones en lo local, lo departamental y lo nacional que posibiliten realmente que el Modelo de Inclusión Social del Consumidor de Drogas sea posible y logre consolidarse como una política pública en Colombia; este aspecto requiere ser legislado y para ello es necesario identificar las propuestas de Ley que propicien su articulación real con las normatividades dirigidas al consumidor de drogas en el país. Para ello se requiere: ⇒ La identificación de los aspectos favorables y desfavorables que en materia de normatividades, de presencia de actores sociales y de políticas públicas permiten articular la propuesta local y nacionalmente. ⇒ Propiciar acercamientos desde el Congreso de la República que permitan ganar un espacio de reflexión y análisis a su interior del tema de inclusión social del consumidor de drogas y desde allí propiciar las propuestas de ley que favorecen la puesta en práctica del modelo. ⇒ Formar a los equipos locales que asuman estar al frente de la incorporación del Modelo en el territorio en el trabajo de advocacy y en el diseño y gestión de políticas públicas acordes con la propuesta.

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3.3 Niveles de operación del modelo y actores:

Se refiere a los diferentes niveles de responsabilidad existentes para la operatividad del Modelo-. Podríamos decir usando la metáfora del árbol que propone la imagen, que el nivel nacional es el ambiente donde se desarrollara la estrategia, el nivel departamental el follaje y las ramas, el nivel municipal el tronco que sostiene y lo local comunitario la raíz que alimenta y permite el crecimiento.

Nivel Nacional: Le corresponde a este ámbito generar una normatividad que sustente la operación del Modelo en cada ente territorial y municipal, y comprometer a las organizaciones situadas en este mismo orden para que generen los servicios y las alternativas que se requieren localmente para poder articular los demás ámbitos. Es la instancia de orientación técnica y concertación política nacional del Modelo. Actores: Esta integrado por las diversas instancias que en el nivel nacional orientan el diseño y ejecución de recursos y programas que apuntan hacia el mejoramiento del bienestar humano. Este nivel se articula desde el Ministerio de la Protección Social a través del Manejador de la red nacional (MRN) y se deberían integran en ella: la Comisión Nacional de Reducción del Consumo de Drogas, ICBF, SENA, Gremios, Cajas de Compensación Familiar, Iglesias, Consejo Nacional de Estupefacientes, Departamento Nacional de Planeación, Acción Social de la Presidencia, Red Contra la Pobreza. Acciones del nivel nacional Sensibilizar, informar, divulgar, orientar, capacitar, acompañar el desarrollo de los procesos departamentales y municipales Diseñar con el equipo de asesores nacionales un sistema de monitoreo y evaluación (M &E) de la calidad de los servicios para la atención integral de las poblaciones vulnerables priorizadas que será aplicado en los niveles departamental, municipal y local. Diseñar e implementar un plan de capacitación en gestión de planes de mitigación con enfoque de vulnerabilidad para las mesas departamentales (de los departamentos participantes). Propiciar y concertar con los departamentos y municipios que estén dispuestos a implementar el modelo, y cofinanciar la implementación inicial de experiencias piloto que serán sistematizadas y permitirán reajustar el modelo. Gestionar a nivel de Conpes Social los recursos que permitan la implementación del modelo a nivel nacional de manera sustentable con aquellos departamentos y municipios que se comprometan con el desarrollo del mismo. Articular nacionalmente con las organizaciones los programas y servicios que se requieran en los diversos territorios. Desarrollar acciones de incidencia para los ajustes normativos consistentes con el Modelo. Diseñar y gestionar las políticas públicas que fortalezcan el desarrollo del Modelo. Dar lineamientos legales para la implementación del Modelo.

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Línea Estratégica 1 Prevención de riesgos de exclusión social: Diseñar lineamientos para la implementación de un plan nacional de sensibilización, educación y comunicaciones en relación a la Prevención del riesgo de exclusión y la inclusión social aplicables en los diversos contextos: familia, grupos, empresas, instituciones, etc. Nombrar el dinamizador de la red nacional (DRN) y a acompañarlo en el proceso de articulación de la Unidad de Gestión Nacional (UGN) Coordinar intersectorialmente (educación, salud, del interior, etc.) para que conjuntamente operen las estrategias en los demás niveles. Definir normatividad que haga posible el Modelo de Inclusión Social.

Línea Estratégica 2

Desarrollo de un sistema de articulación local en red a través de formación en la acción (SiDiEs) Organizar y convocar el equipo de asesores de apoyo que capacitarán a las unidades locales en las ciudades donde se concerte la implementación del modelo. Articular las entidades del estado que pueden generan servicios para las personas tengan alternativas y servicios para la inclusión social. Ejemplo: con el SENA, ICBF, Gremios, Policía, etc. Realizar un taller de capacitación por departamento sobre el modelo de inclusión y los sistemas de monitoreo y evaluación, dirigido a las instituciones de prestadoras de servicios en el área de vulnerabilidad

Línea Estratégica 3

Desarrollo de servicios preferenciales y acciones positivas para generar oportunidades laborales y movilización social

Articular con los diversos sectores (salud, educación, capacitación, empleo, recreación) el desarrollo de programas de mitigacion para diversos grupos humanos: mujeres, niños y niñas, adolescentes, jóvenes, etc. Motivar a los diversos sectores económicos para el ejercicio de la Responsabilidad Social desde la perspectiva del desarrollo de programas especiales que fomenten la inclusión social. Retomar las ideas y propuestas de los departamentos y municipios y promover a partir de ellas propuestas legislativas (acuerdos, decretos, ordenanzas, leyes).

Línea Estrategia 4:

Desarrollo de un proceso de Monitoreo y evaluación de la implementación del modelo: Desarrollar marcos e instrumentos comunes que permitan hacer seguimiento y evaluación del modelo (Bases de datos). Desarrollar experiencias pilotos que permitan mostrar la eficacia del modelo, los cambios que se vienen dando en torno al tema y las posibilidades que se generan a partir del mismo. Desarrollar un sistema unificado nacional de información de resultados. Publicar de experiencias, resultados y planteamientos teóricos frente al desarrollo del modelo en Colombia. Generar espacios de investigación con expertos

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Generar espacios y recursos de investigación con expertos. Promover encuentros nacionales de intercambio de las experiencias. Fortalecer una dinámica comunicativa nacional.

Línea Estrategia 5:

Desarrollo de un Proceso de Incidencia política:

Desarrollar espacios de debate nacional. Incidencia en Ministerios involucrados con procesos de inclusión social para la orientación de políticas públicas. Hacer incidencia en propuestas de Ley que aporten a la construcción de las políticas de inclusión social en Colombia

- Nivel Departamental: La coordinación en el nivel departamental, esta ubicada políticamente en el Consejo de Política Social del Departamento y operativamente esta orientada por una persona ubicada en la Gobernación en las oficinas de Desarrollo Social o Desarrollo Comunitario. Actores: Esta integrado por los representes de las organizaciones e instituciones que en el Departamento hacen posible programas y proyectos de acción social: Direcciones Territoriales del MPS, comités departamentales de droga, Gobernaciones, ICBF, SENA, Cajas de Compensación Familiar, Educación, Secretaria de Desarrollo comunitario o social, Seccionales de los Consejos de Estupefacientes, Planeación. Acciones del nivel departamental: Conformar la instancia de coordinación departamental que viabilice y dé sostenibilidad al proyecto en lo municipal Articular con los municipios los servicios de su competencia Complementar y generar programas y cofinanciaciones locales Promover el intercambio de experiencias Recolectar la información departamental y municipal para alimentar el sistema M&E del Proyecto.

Línea Estratégica 1 Prevención de riesgos de exclusión social: Retomar los lineamientos trazados en el nivel nacional para el desarrollo de acciones de Prevención del riesgo de Exclusión social y la inclusión de las personas. Coordinar intersectorialmente para que se desarrollen estrategias de Educación en los sectores: salud, educación, económico, en relación a la inclusión social.

Línea Estratégica 2

Desarrollo de un sistema de articulación local en red a través de formación en la acción (SiDiEs)

Vincular el Modelo al Consejo Departamental de Política Social y el Comité Departamental de Drogas. Definir una instancia operativa desde la cual se representa el Tema y el modelo. Seleccionar y contratar los municipios donde se realizara el proyecto

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Línea Estratégica 3

Desarrollo de servicios preferenciales y oportunidades laborales y movilización social

acciones

positivas

para

generar

Articular en el territorio los gremios, las empresas, educación, cajas de compensación familiar y entidades de capacitación para el desarrollo de programas de inclusión social de personas que usan o han usado drogas.

Línea Estrategia 4:

Desarrollo de un proceso de Monitoreo y evaluación de la implementación del modelo:

Generar sistema de información, captar información regional y enviar a nivel nacional. Elaborar informes, reflexiones y análisis. Propiciar publicaciones de las experiencias a nivel departamental. Generar espacios y recursos de investigación departamental. Promover encuentros departamentales y regionales de intercambio de las experiencias. Fortalecer una dinámica comunicativa departamental y regional.

Línea Estrategia 5: Desarrollo de un Proceso de Incidencia política: Proponer y propiciar espacios de reflexión en los municipios, con los diputados y el gobierno. Proponer proyectos a la Asamblea Departamental que beneficien el desarrollo de programas de acción positiva.

- Nivel Municipal: Es la instancia de coordinación para la operación del Modelo en el Municipio, conecta las demandas de las comunidades y los servicios ofrecidos por las redes de atención existentes. Está ubicada políticamente en el Consejo de Política Social y operativamente está orientado por el manejador de la red local (MRL) ubicado en la Alcaldía en el área de Desarrollo o bienestar social o Salud.

. Actores: Integrado por todos los representantes de las organizaciones e instituciones que en el Municipio prestan los servicios: Alcaldía, ICBF, SENA, Representante de los gremios, cajas de compensación familiar, ESE, Policía, Educación, Fondo Emprender, Iglesias, Salud, Desarrollo o Bienestar Social, Planeación Municipal, oficinas municipales de empleo, Inspecciones de Trabajo, representante del Comité de Drogas y CADs, IPS, EPS, UAICAS, ARS. Acciones del nivel municipal: Articular las organizaciones y los recursos institucionales y financieros que hacen posible la oferta de servicios al interior de las comunidades Generar interconexión entre redes, programas y proyectos disponibles para una determinada población Proponer alternativas de acción, coordinar con organizaciones y líderes comunitarios el desarrollo de acciones previstas o sugeridas por el Modelo

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Desarrollar procesos formativos con los diversos actores sociales en temas relacionados con reducción de la demanda según los lineamientos dados desde el orden Departamental y Nacional y desarrollar las acciones de sensibilización y comunicación que se programen. Capacitar a diversos actores sociales en incidencia política y construcción de redes sociales con poblaciones vulnerables Promover la participación de los líderes comunitarios en instancias de decisión política necesarios para el desarrollo del Modelo. Proponer a las diversas instancias políticas requerimientos en cuanto a la normatividad necesaria para el desarrollo del Modelo.

Línea Estratégica 1 Prevención de riesgos de exclusión social: Implementar estrategias visibilización y reflexión sobre estigma y discriminación en la comunidad y en las organizaciones a nivel municipal. Coordinar los medios, recursos y los actores necesarios para hacer posible el desarrollo de la estrategia en el nivel local.

Línea Estratégica 2

Desarrollo de un sistema de articulación local en red a través de formación en la acción (SiDiEs)

Definir una instancia operativa desde la cual se articula el Modelo de Inclusión social y ayudar a construir acuerdos entre las entidades. Seleccionar las entidades que desarrollarán las actividades que propone el modelo. Ubicar el Modelo en el Marco del Consejo Municipal de Política Social y el Comité Departamental de Política Social. Fortalecer y articular las redes formales e informales de protección social y de organización comunitaria para reducir la vulnerabilidad de los grupos mas excluidos Articular organizaciones de tratamiento y ofertas locales de capacitación, empleo, etc. Elaborar un inventario local de programas y proyectos en los ámbitos de salud, educación, cultura, deporte y recreación, trabajo, empleo, capacitación, vivienda, Universidades. Dinamizar procesos de difusión que haga posible que los mismos sean utilizado por las comunidades. Desarrollar procesos de encuentro, formación en donde se fortalezcan las relaciones entre diversos actores (institucionales, comunitarios, formales y no formales) para coordinación, formación, discusión, operación, seguimiento y evaluación conjunta de acciones. Promover el desarrollo y articulación de servicios para poblaciones en alta vulnerabilidad.

Línea Estratégica 3

Desarrollo de servicios preferenciales y acciones positivas para generar oportunidades laborales y movilización social

Fortalecer y expandir servicios sociales y comunitarios amigables y de bajo umbral que reduzcan las condiciones de riesgo, mejoren la calidad de vida y dignifiquen a los grupos vulnerables. Articular en el territorio los gremios, las empresas, sectores de salud, educación, cajas de compensación familiar y entidades de capacitación para el desarrollo de programas de inclusión social de personas que usan o han usado drogas. Desarrollar líneas específicas de proyectos para grupos específicos: mujeres, niños y niñas, las y los adolescentes, los jóvenes, los adultos, los mayores de edad, las personas en situación de calle, las personas que viven con el VIH, TBC, ITS.

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Promover entre los CAD la articulación con las redes de recursos, programas existentes para que las personas que pasan por sus procesos se incluyan de manera permanente una vez empiezan.

Línea Estrategia 4:

Desarrollo de un proceso de Monitoreo y evaluación de la implementación del modelo:

Orientar aplicación de instrumentos. Recoger información de experiencias comunitarias. Analizar la implementación del Modelo a nivel local. Producir documentos y publicaciones Propiciar espacios y recursos de investigación local. Promover encuentros municipales de intercambio de las experiencias. Promover una dinámica comunicativa municipal. Recoger información de los CAD sobre su articulación a los procesos de inclusión social.

Línea Estrategia 5:

Desarrollo de un Proceso de Incidencia política: Convocar y Desarrollar espacios de reflexión y dialogo social con todos los actores sociales y la comunidad en general. Identificar aspectos favorables y desfavorables de normatividad de inclusión de actores sociales y de política que permitan articular la propuesta localmente. Formar a los equipos locales en gestión de políticas públicas y advocacy. Presentación de propuestas a través de instancias gremiales que estimulen la inclusión de personas en el ámbito laboral.

Nivel Comunitario: Incluir el nivel comunitario como actor y no como receptor de servicios es uno de los grandes retos de esta propuesta. El nivel comunitario es la base y cimiento del Modelo. Lo constituyen los barrios y los lugares en los cuales transcurre la vida de las personas y en los que es posible encontrar respuestas, recursos y posibilidades para la inclusión, hace referencia fundamentalmente al conjunto de redes sociales que definen y animan un territorio delimitado por confines geográficos.25 Actores: Son actores de este nivel las diversas formas organizativas existentes en las comunidades y que se constituyen, en algunas ocasiones, en grupos de presión para la exclusión de las personas que usan drogas, y en otras, en reforzadores de estilos de vida en donde el uso de drogas es el medio de interconexión permanente. Está integrado por las personas que viven y trabajan en la comunidad local, los representantes de las organizaciones comunitarias, los líderes sociales (JAC, JAL, Comités, etc), los representantes de las instituciones que prestan servicios en la comunidad, los grupos de apoyo AA y NA, los CAD (cuando los haya)los grupos juveniles, los grupos de madres, las personas que usan drogas, las iglesias, etc. Uno de los actores fundamentales del nivel comunitario lo constituyen las familias, considerándose tres características que delinean acciones específicas con este grupo: (i) aquellas que no tienen entre sus miembros personas que usan drogas pero que necesitan desarrollar pautas que les lleven a fortalecer internamente la estructura de la familia, crear mecanismos de resolución de las 25

Efrem Milanesse. Manual para el tratamiento comunitario de las adiciones. 2005.

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situaciones conflictivas y fortalecer los vínculos, los recursos y las competencias de cada uno de sus integrantes; (ii) las que tienen entre sus miembros a una persona que tiene un consumo inicial de drogas y que, debido a sus actitudes, creencias y sistema de organización interna, colocan a la persona en situación de exclusión, (iii) y aquellas familias de las personas que se encuentran en situación de alta vulnerabilidad y grave exclusión, que han perdido el contacto con ellas y que, generalmente, han roto todo tipo de relación y comunicación debido al dolor y el sufrimiento acumulado. Acciones del nivel comunitario: Articular en un plano micro acciones e instituciones. Desarrollar acciones informativas, de divulgación, orientación y sensibilización dirigidas a la comunidad vulnerable usando medios de comunicación masiva y focalizada. Animar la red local, acompañar a personas y grupos, desarrollar y promuever servicios, Desarrollar un proceso de organización y movilización social que permita y propicie el funcionamiento del comité coordinador local que dé sentido a las estrategias previstas en el Modelo, de manera que se puedan aprovechar los recursos del medio, Elaborar propuestas, articular demandas y servicios, proponer posibilidades para poblaciones específicas, etc. Coordina la participación de los líderes y representantes en las acciones formativas y de comunicación que se programan desde el orden municipal. Producir informaciones, sistematizar y retroalimentar el sistema de M&E Generar reflexiones, discusiones y que promuevan la participación de los lideres en los espacios de decisión política para generar transformaciones normativas y de servicios a favor de las poblaciones mas vulnerables. Establecer internamente acuerdos con todos los actores sociales comunitarios, e institucionales para la remisión y seguimiento de los casos. Articular con los CAD de referencia acciones que favorezcan a las personas que se encuentren en tratamiento y rehabilitación.

Línea Estratégica 1 Prevención de riesgos de exclusión social: Implementar estrategias de sensibilización y reflexión sobre temas de estigma y discriminación en la comunidad y en las organizaciones a nivel local. Sensibilizar a actores comunitarios26 en temas relacionados con representaciones sociales, derechos humanos, mecanismos de defensa, normalización y desviación social. Articular propuestas sostenibles y permanentes que, involucrando a todos los actores que integran las “comunidades educativas” (alumnos, docentes, padres de familia, directivos y personal administrativo), generen transformaciones y acciones que incluyan y generen posibilidades tempranas de atención y disminuyan la exclusión escolar.

Línea Estratégica 2

Desarrollo de un sistema de articulación local en red a través de formación en la acción (SiDiEs) Articular y hacer visibles las organizaciones y los servicios comunitarios. Identificar y canalizar las demandas. Articular con el municipio las necesidades de la comunidad y sus integrantes. Formar los miembros de la red comunitaria. Identificar las carencias y necesidades de la comunidad en prevención y atención por medio de grupos focales con líderes comunitarios 26

Técnicos de las Instituciones y organizaciones que atienden el tema de prevención e intervención y operadores de los programas de tratamiento y de calle, políticos, empresarios, educadores, madres y padres de familia, agentes comunitarios de base, representantes de las iglesias, profesionales y Lideres formales y no formales, comunidades locales en condiciones de pobreza y exclusión grave y personas que usan drogas o han usado drogas.

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Construir un inventario local de programas y proyectos en los ámbitos de salud, educación, cultura, deporte y recreación, trabajo, empleo, capacitación y vivienda. Dinamizar y difundir los programas y servicios existentes en las comunidades Desarrollar acciones comunitaria que fortalezcan las relaciones entre diversos actores y propicien encuentro e intercambio, creación de espacios de formación, discusión y operación conjunta de acciones. Favorecer la reducción de situaciones de exclusión que incrementan el dolor y el sufrimiento individual, familiar y grupal, así como potenciar los recursos de la comunidad e incrementar la escucha y el acompañamiento de las personas que han terminado un tratamiento, o están en situaciones de consumo pero se hallan vinculadas a programas de reducción del daño. Promover el surgimiento de servicios de apoyo a las familias. Potenciar el surgimiento de redes familiares en las comunidades. Articular a los CAD presentes en el sector, que hagan parte del área de influencia o que ofrezcan servicios a personas del sector. Articular los CAD con las redes de familias existentes y grupos de apoyo familiar de los CAD. Divulgar mediante estrategias formales y no formales las redes de servicios para familias. Visualizar las redes existentes para los diversos grupos existentes en las localidades: Jóvenes, mujeres, niños y niñas, adultos, etc. Promover intercambio entre los diversos grupos existentes en las localidades

Línea Estratégica 3

Desarrollo de servicios preferenciales y oportunidades laborales y movilización social

acciones

positivas

para

generar

Coordinar desde el Consejo de Política Social los programas existentes con las entidades y las personas que lo requieren y armonizarlos con las entidades Proponer al Consejo de Política Social Municipal proyectos que respondan a las demandas en las diversas áreas: educación, salud, empleo, deportes, etc. Mapear los servicios existentes e iniciar acciones conjuntas para interconectarlos. Orientar a los diversos grupos sobre los servicios existentes, sus exigencias y la ruta de acceso Activar, mantener y/o fortalecer los recursos y ofertas comunitarias como lugares de inclusión. Hacer análisis con la comunidad de las necesidades de la zona para atención de problemas de alta vulnerabilidad.

Línea Estrategia 4:

Desarrollo de un proceso de Monitoreo y evaluación de la implementación del modelo:

Proponer posibles instrumentos. Recolectar la información Elaborar registros diarios de la información Sistematizar la información recolectada en períodos definidos conjuntamente con los otros niveles. Hacer seguimiento al desarrollo de su experiencia. Producir informes. Remitir a nivel de CAD y del municipio. Promover encuentros locales de intercambio de las experiencias. Promover una dinámica comunicativa local.

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Línea Estrategia 5:

Desarrollo de un Proceso de Incidencia política: Acompañar el proceso de advocacy en el municipio. Apoya la vinculación de personas que consumen o de grupos específicos a las mesas de mediación y redes existentes en sus localidades. Participar de espacios de discusión frente al tema de drogas y de la inclusión frente al tema de inclusión. Proponer y mantiener mesas de mediación comunitaria frente al tema de drogas. Atender y canalizar las demandas en relación a la vulneración de los derechos. Promover acciones de denuncia y defensa de los derechos de los más vulnerables asociados con drogas. Estimular presencia y participación en escenarios de discusión y decisión (JAL, JAC, Consejos comunitarios). Facilitar espacios de análisis de situaciones generadoras de exclusión. Participar en espacios de formación en derechos. Estimular la expresión de situaciones generadoras de exclusión a través de las formas organizadas existentes en espacios de discusión y propuesta (consejos comunitarios, mesas y comités). Presentar propuestas en los consejos comunitarios. Promover espacios de análisis y discusión de situaciones generadoras de exclusión en diferentes contextos y poblaciones.

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4. DESARROLLO DEL MODELO DE INCLUSION EN UN TERITORIO ¿De donde partir para construir un modelo de inclusión en el que participen los consumidores, exconsumidores y la comunidad local donde se desarrolle la estrategia? Podemos iniciar de diversas formas: podemos construir el proceso a partir de una organización presente en una comunidad de alto riesgo, que trabaje el tema de las drogas relacionadas con la exclusión grave con un acercamiento institucionalizado; o con un grupo que hace únicamente prevención en los servicios y en la comunidad; o con un grupo informal interesado en “hacer algo”, o un grupo conectado con las actividades de una parroquia; la escuela de un barrio, etc. Resulta productivo iniciar un proceso de formación de los actores locales hasta construir un equipo o grupo de trabajo en cada ciudad. Este proceso que puede implicar fases de autoformación y contribuciones “externas”, tiene como finalidad rescatar el valor de lo existente orientándolo hacia el fortalecimiento y la construcción de redes comunitarias. La estrategia se plantea como una oportunidad para dar forma y contenidos nuevos a la acción institucional, o grupal, para resolver problemas o dar respuestas a demandas surgidas en el marco de proyectos o acciones anteriores Algunos pasos del proceso pueden ser:

identificar la comunidad local (territorio) construir o definir un equipo que desarrollará la experiencia en cada localidad iniciar un proceso de formación y sistematización común realizar una capacitación en la acción producir perfiles operativos diferenciados producir un modelo organizativo local replicación de experiencia en otras áreas de la ciudad

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Momentos Para La Implementación De El Modelo En Los Territorios Locales El montaje del modelo en cada ciudad plantea un PROCESO de dos años que propone objetivos de corto, mediano y largo plazo la figura muestra la ruta que propone el modelo 8 momentos

4.1 Momento 0: Condiciones Previas Mas que una fase es una premisa necesaria para la implementación de las experiencias a nivel nacional. Esta dada por el contexto político liderado por el MPS. Es necesario que el MPS nombre un funcionario que acompañe la propuesta durante dos años el -Dinamizador Nacional de la Red- DNR.- que se encargara de coordinar el proceso de desarrollo de conformación, asesoria y seguimiento de los equipos locales. M inisterio de Protección Social

4.2 Momento 1: Presentación y Divulgación del modelo a nivel nacional, departamental y municipal Será desarrollada por el Ministerio de Protección Social en cabeza del dinamizador nacional. Consiste en la implementación de un sistema de comunicación que permita generar elementos para el posicionamiento del tema de la inclusión en diversos escenarios. Contempla acciones como la presentación del Modelo a través de los medios de comunicación y estrategias de mercadeo social con el fin de difundir en los niveles departamental, municipal y comunitario las propuestas del modelo sobre el tema del consumo y el tratamiento del abuso de SPA.

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Esta fase se relaciona con la Línea estratégica # 1, Prevención de riesgos de exclusión social que integra tres componentes, Sensibilización, Formación y Comunicación. (Ver punto línea estratégica 3.2.1 ) Busca incidir en los niveles de exclusión social que viven las personas que usan o han usado drogas en sus diversos contextos de vida, familiar, comunitaria, laboral y escolar, orientándose hacia la construcción de un pensamiento social incluyente que exige transformaciones en la representación social frente al consumo de drogas. Son acciones de esta fase: Diseño e implementación de una estrategia de comunicación de nivel nacional que permita generar elementos para el posicionamiento del tema de la inclusión en diversos escenarios Encuentros departamentales, y municipales para presentar el modelo y buscar alianzas. Presentación de la iniciativa en medios de comunicación

4.3 Momento 2: Creación y entrenamiento de unidad de gestión nacional Esta fase corresponde al primer momento de desarrollo de la Línea Estratégica # 2 (ver punto 3.2.2) Desarrollo de un sistema de articulación local en red a través de formación en la acción (SiDiEs). En esta fase se consolidara la instancia nacional que animara el desarrollo de la propuesta que llamaremos Unida de Gestión Nacional (UGN) Esta unidad de gestión nacional estará adscrita al MPS coordinará el establecimiento, seguimiento e implementación de protocolos y compromisos de trabajo que hagan posible el desarrollo del modelo en las diferentes ciudades donde se realice. Esta unidad estará en cabeza del Dinamizador Nacional de la Red (DNR) y contará con un grupo de asesores que planearán y ejecutarán los procesos de formación de la red nacional. La Unidad de Gestión Nacional (UGN) participará de un proceso de entrenamiento conceptual, metodológico y técnico para el manejo del modelo desde el punto de vista administrativo y operativo. Entre las primeras tareas de la Unidad de Gestión Nacional (UGN) se encuentran: definir, con base en los planteamientos del modelo, el perfil de los Manejadores de la red operativa local. construir instrumentos, procesos y programa de implementación de la fase 2 construir instrumentos y procesos de evaluación de la fase 2. 4.4 Momento 3: Conformación de Redes Operativas Locales

Esta fase desarrolla el segundo momento de la línea estratégica # 2 (fortalecimiento de redes) y comienza a construir las bases para el desarrollo de la acción estratégica # 4 (desarrollo de servicios preferenciales Ver 3.2.3) El manejador local de la red (MLR) en asocio con el dinamizador nacional y los representantes de las diversas instancias municipales definirán y convocarán al equipo local o red operativa (ROL) que desarrollará la estrategia. Una forma posible (de varias que los municipios deben analizar) sería por ejemplo que en concertación entre los comités departamentales y los consejos de política social ICBF aportara personas al equipo (jóvenes lideres de clubes juveniles. Una madre Fami, un educador familiar…); que el SENA destinara un maestro para apoyar algún tema de capacitación para el autosustentamiento, que la policía comunitaria destinara dos bachilleres para acompañar el proceso. Otra posibilidad seria contratar al equipo de una ONG para desarrollar el proceso. Este tema debe ser analizado entre el departamento y el municipio.

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El equipo que se propone es un equipo mixto27 integrado por el coordinador local y 6 personas, 4 de las cuales se espera sean parte de la comunidad local. Puede estar integrado por: Operadores Profesionales en el área de salud pública y trabajo social con experiencia en el área de prevención y rehabilitación. Operadores técnicos con experiencia en el área de prevención y rehabilitación. Operadores ex-pares que vivan o hayan trabajado en la comunidad local (ej. personas que han completado con resultado positivo un proceso de rehabilitación) Personas de la comunidad interesadas en participar Personas que consumen y se vinculan al proceso de mitigación e inclusión que propone el modelo. Acciones de esta fase: Identificar y seleccionar los operadores locales de las acciones del proyecto Hacer la planeación, ejecución y seguimiento del trabajo de construcción en red de acciones de inclusión social y reducción de la vulnerabilidad de los grupos Capacitar y sensibilizar a líderes, actores clave, pares de los grupos vulnerables (operadores y aliados) en temas de organización comunitaria y fomento de redes sociales Capacitar a los operadores y aliados pares de los grupos vulnerables priorizados en temas de promoción de la salud y estrategias de IEC Diseño del proyecto comunitario local en cada ciudad Hacer el lanzamiento del proyecto comunitario local en cada zona de influencia Los Resultados esperados de esta etapa serán entonces: una lista de actores locales para constituir un equipo local un grupo inicial de organizaciones e instituciones locales implicadas en el programa (nodos iniciales de la red local). 4.5 Momento 4: Formalización de alianzas de trabajo y conformación de Redes de Recursos locales Esta fase es el tercer momento del desarrollo de la línea estratégica # 2 para el desarrollo del trabajo en red. La Unidad de Gestión Nacional (UGN) hará contacto y garantizará la participación activa de representantes de los entes territoriales y las Secretarias de Salud y de Desarrollo Social y otras instancias locales propicias; presentará el modelo con los coordinadores locales y discutirá el plan de trabajo para la implementación del proyecto en cada ciudad. Estas instancias deben delegar funcionarios específicos y estables para acompañar la propuesta en sus diferentes fases. La Unidad de Gestión Nacional y cada Municipio, designarán un coordinador local para la estrategia el manejador local de red (MLR) que dependerá de la secretaria o instancia en la que se desarrolle administrativamente el proyecto. Este coordinador y los técnicos del municipio, definirán de acuerdo a criterios epidemiológicos, sociológicos, de viabilidad, socioculturales y de acceso, la zona donde se realizara la estrategia en cada ciudad. El Manejador Local de red (MLR) tiene como función convocar e invitar a participar en el proceso a los representantes de las instituciones y organizaciones públicas y privadas que ejecuten servicios con poblaciones vulnerables o que forman parte de la red de servicios locales: CAD, entidades de servicio social y ONGs, líderes comunitarios, representantes de gremios; sectores de la salud, educación, cultura y empleo; iglesias, institutos de deportes y recreación municipales; policía, comités de drogas, y otros organismos de cooperación que puedan contribuir con el desarrollo de acciones locales. 27

Un Equipo Mixto está compuesto por personas con profesión escolarizada (formal) y personas con experiencia profesional en el campo (formación por medio de la experiencia).

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Todos los manejadores locales (MLR) y la unidad de gestión nacional (UGN) participaran en un proceso formativo y de entrenamiento para fortalecer un marco común de competencias en la implementación operativa y el manejo organizativo y administrativo del modelo. Durante este proceso de entrenamiento y formación se implementará un proceso de adaptación (localización) de lo planteado en este modelo, produciendo un “manual de trabajo” que sirva como marco de referencia común respetuoso de las características de las localidades. El proceso de entrenamiento servirá también para definir el plan (cronograma y objetivos adaptados) de acompañamientos de la Unidad de Gestión Nacional (UGN). Entre los temas de entrenamiento y formación se encuentran: concepto, construcción y fortalecimiento de redes a nivel local diagnóstico estratégico mapas de riesgos y de recursos Entre los resultados visibles de la fase 3 se encuentran: los municipios sensibilizados los coordinadores locales identificados y nombrados coordinadores locales y UGN (Unidad de Gestión Nacional) entrenados un manual de trabajo adaptado a necesidades locales un plan de acompañamientos de la Unidad de Gestión Nacional (UGN) 4.6 Momento 5: Entrando en la comunidad: Diagnóstico Participativo, mapas de servicios y vínculos. Consolidación de la red Esta fase desarrolla un tercer momento del proceso que se plantea para en la línea estratégica #2 Se realizará una capacitación inicial del equipo nacional que propicie una cultura organizativa que permita compartir un estilo de trabajo, una actitud hacia la tarea de construcción colectiva, una actualización permanente de los objetivos y las relaciones al interior del equipo, con la red y con la comunidad. Entre los temas de la capacitación se proponen: diagnóstico estratégico, construcción de redes, mapas de vulnerabilidad y riesgos, construcción y manejo de redes operativas, manejo integrado de casos además de las temáticas que surgirán de acuerdo a las especificidades locales. Una parte importante de este proceso de capacitación se basará en acciones de autoformación que buscan a valorar las experiencias y competencias existentes. La metodología formativa y de capacitación utilizada será de “capacitación en la acción” queriendo decir con esto que los equipos vivirán el proceso de capacitación mientras implementan las acciones iniciales del programa, específicamente: la construcción de redes locales, el diagnóstico participativo etc. En el transcurso de esta fase (en los primeros seis meses) se realizará un encuentro nacional para construir una línea de base y un plan de trabajo con objetivos comunes, que no pierda de vista las especificidades locales, pero que genere un marco común a partir del cual hacer el seguimiento de la estrategia. Una vez definido el equipo, e iniciado el proceso de formación, se levanta un inventario local, de las alternativas y las ofertas de servicios (Red de Recursos) con que cuenta la comunidad y con las que podría contar el equipo, para la atención de situaciones asociadas a alta vulnerabilidad y consumo de SPA.

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Algunos objetivos de esta fase serán: Mapear las actividades de prevención que se están implementando, Hacer contacto con cada una de ellas y con las organizaciones que las implementan Identificar los líderes de opinión y otros actores clave para la dinámica de la comunidad local Reconstruir la historia de las comunidades locales que se ubican en las zonas de influencia local elegidas, así como las dinámicas sociales, comunitarias y rituales que las sustentan Contribuir en la sistematización que plantea el sistema de diagnostico estratégico Favorecer procesos que permitan construir sinergias y armonía en la red Implementar procesos de prevención innovadores formales y no formales Identificar CAD en el sector o que presten servicios al sector para integrarlos a la propuesta. En esta fase del trabajo la participación de actores ya presentes en el territorio es fundamental: ellos tienen el conocimiento, la experiencia, los contactos... El resultado final de este proceso puede ser: haber contactado y fortalecido los vínculos con los actores locales (grupos formales, ONG, instituciones etc.) de prevención tener un listado de proyectos que se están implementando tener un marco común de referencia entre actores locales tener un mapa de necesidades y prioridades en prevención tener un conocimiento compartido de la cobertura asegurada y de necesidades que no encuentran respuestas. haber fortalecido los procesos de prevención primaria. Se han identificado los principales líderes de opinión y actores clave Se han propuesto procesos de prevención formales y no formales Los elementos fundamentales en esta primera fase son: (i) Fortalecer los procesos de prevención primaria en la comunidad es el objetivo inicial de la implementación operativa del modelo. Es sobre la base de la prevención primaria que se construyen las alianzas e interconexiones locales (dispositivo) que serán utilizadas sucesivamente para la creación y gestión de los centros de escucha. (ii) Valorar el protagonismo de todos los actores (grupos formales, ONGs, instituciones etc.) que vienen desarrollando en el territorio actividades, proyectos, programas de prevención primaria. (iii) Concientizar a la comunidad local respeto al tema del consumo de drogas y a las condiciones de alta vulnerabilidad En la medida en que estos dos elementos sean garantizados, la fase siguiente, focalizada en mejorar las condiciones de vida y favorecer procesos de cambio (rehabilitación y reinserción social formal o informal) pueden ser implementada con pronóstico positivo. Completado este primer proceso centrado en la construcción de conocimiento y en la prevención, se focaliza la formación en la acción en el conocimiento de las situaciones de exclusión grave relacionadas con el consumo de drogas. También en este caso se trata de: Mapear las actividades de rehabilitación, cura y reinserción social que se están implementando. Hacer contacto con cada una de ellas y con las organizaciones que las ejecutan Contribuir en su sistematización. Favorecer procesos que puedan construir sinergias y armonía en la red

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También en esta fase del trabajo la participación de actores ya presentes en el territorio es fundamental: ellos tienen el conocimiento, la experiencia, los contactos... El resultado final de este proceso puede ser: Haber contactado directamente y fortalecido los vínculos con los actores locales (grupos formales, ONGs, CAD, instituciones etc.) de prevención, tratamiento y rehabilitación (Aumento en la densidad de la red de recursos) Tener un listado compartido y discutido de proyectos que se están implementando. Tener un marco común de referencia entre actores locales. Tener un mapa de necesidades y prioridades en reinserción social. Tener un conocimiento compartido de la cobertura asegurada y de necesidades que no encuentran respuestas. Tener una red de recursos comunitarios sensibilizada y focalizada hacia la reinserción social. En algunas entidades este tipo de actividad se está implementado desde antes. En este caso el equipo local se inserta en procesos ya existentes que no es necesario reinventar. Los elementos fundamentales en el segundo momento de esta fase son: Insertarse en los procesos y entre los actores de la rehabilitación, de la cura y de la reinserción social, para entender el alcance de lo que se está haciendo, valorarlo y armonizar lo novedoso con lo existente. Valorar el protagonismo de todos los actores (grupos formales, ONGs, CAD, instituciones etc.) que vienen desarrollando en el territorio actividades, proyectos, programas de prevención primaria, tratamiento y rehabilitación. Escuchar las diferentes posiciones con atención, tratando de entender las diferentes motivaciones e intereses. Proponer ideas, estrategias etc. que resulten también del análisis de las posiciones de los diferentes actores. Evidenciar elementos de interconexión sin negar los elementos del conflicto Favorecer espacios y ocasiones de encuentro directo entre los actores (pueden ser fiestas, actividades deportivas o culturales, mesas de discusión etc.) Mantener vivo el flujo de información entre los diferentes nudos de la red. Se realizará diagnostico con las organizaciones sobre las necesidades y las demandas mas frecuentes. Esta acción tiene dos objetivos,(i) hacer vínculo con las instituciones y grupos en la comunidad conocer los referentes institucionales; y (ii) hacer un inventario participativo inicial de las demandas más frecuentes y los problemas para atenderlas. Este conocimiento permitirá al equipo empezar a visualizar las acciones necesarias para el desarrollo de los servicios diferenciados y las rutas de atención que se implementaran en las fases 6 y 7 del modelo.

4.7 Momento 6: Consolidación de una instancia de acogida comunitaria La consolidación de una instancia comunitaria es el fruto de un proceso de trabajo comunitario que se fundamenta en la construcción de redes sociales donde participan activamente los actores de la comunidad local dando respuesta a problemáticas y necesidades priorizadas por la misma. Se trata de un espacio de acogida de bajo umbral que puede tener diferentes funciones, evidenciamos aquí algunas de ellas que consideramos fundamentales en el sentido que pueden organizar a las demás: escuchar, organizar, mediar, orientar, acompañar y capacitar.

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Escuchar. Los elementos que pueden caracterizar la escucha son la escucha activa y la acogida. en el territorio de vida cotidiana en el cual se da las situaciones de exclusión y sufrimiento. Se trata entonces de una escucha en la relación de vida cotidiana y no fuera de ella. La función organizadora de la instancia comunitaria es fundamental, se concreta en algunas acciones que se pueden describir de la manera siguiente: (i)

analizar las demandas, peticiones que recibe

(ii)

buscar en la comunidad a personas o instituciones que puedan atender dichas demandas,

(iii)

Posibilitar condiciones para que las personas llegue y sean acogida en los servicios (que lleguen limpios, que lleven los papeles que necesitan, etc)

(iv)

tomar contacto directamente con los profesionales o instituciones de la red de recursos

(v)

construir un pactos o un protocolos de interconexión y acciones operativas (definir y acordar las formas de ayuda, las rutas de las interconexiones)

(vi)

mantener un contacto directo y personal con cada nudo, reestablecer las interconexiones cuando estas se rompen, construir nuevas etc.

Mediar. La mediación comunitaria es una operación de interconexión entre actores en conflicto en la cual el mediador tiene como finalidad la flexibilización de las posiciones y la construcción de espacios mentales (ideas) en los cuales los actores en conflicto puedan encontrarse. La tarea principal del equipo que integra la instancia comunitaria, es escuchar y entender las posiciones de todos los actores y trabajar para que éstas, a un cierto punto se interconecten. Orientar. En la orientación, en este contexto, caben aspectos diferentes: la creación de una relación de confianza, ayudar a la persona a entender el sentido de lo que le está sucediendo, buscar los recursos necesarios para satisfacer la demanda y acompañar a la persona y al grupo. Acompañar. El acompañamiento es una función compleja constituida por el entretejido de tres factores: la búsqueda de los recursos, su formación, el acompañamiento de la persona. El acompañamiento implica también un trabajo de seguimiento. El acompañamiento simbólicamente, y a veces realmente, implica mantener el contacto, apoyar para que la persona siga en el proceso; reconfortar… hacer ver que la escucha se lleva a cabo en todo el proceso. Capacitar. Se refiere a un trabajo de capacitación (información y sensibilización en particular) que puede ser llevado a cabo en la informalidad, en el contexto de la relación cotidiana, es decir en un nivel casi ausente de institucionalización. Este tipo de capacitación o formación es tarea especifica de los equipos locales (ROL). Otras actividades, más formalizadas, de capacitación pueden realizarse utilizando la red de recursos comunitarios o externos, si en la comunidad no se encuentran aquellos que se requieren. 4.8 Momento 7: Implementación de servicios comunitarios en red.

Esta fase Desarrolla la línea estratégica # 3: Desarrollo de servicios preferenciales y acciones positivas para generar oportunidades laborales y movilización social y plantea la necesidad de realizar acciones en las áreas de Formación, capacitación para el trabajo, salud, asistencia básica y actividades lúdico, recreativas.

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4.8.1 Área de Asistencia Básica y Tratamiento: Diseñar e implementar un plan de ajuste, fortalecimiento (donde ya los haya) y montaje de servicios sociales y comunitarios de mitigación y de bajo umbral (donde no los haya) para y con las poblaciones vulnerables (personas en situación de calle, trabajadoras/es sexuales, travestís y niños/as/jóvenes en contextos de desplazamiento. Desarrollo, por parte de las estructuras municipales o en convenio con ONG´s, de servicios especiales para poblaciones que se encuentran en situación de alta vulnerabilidad. 4.8.2 Área de Educación y Empoderamiento Desarrollar alternativas no formales que faciliten el acceso a las personas que no logran ajustarse a las formas regulares o formalmente constituidas del sector educativo. Es necesaria para la calificación y formación del individuo de manera que le permita acceder a mejores posibilidades en la escala social. Articular la disponibilidad y la oferta de cupos escolares a lo largo del año para la ubicación de las personas que lo requieran. Articular el diseño de alternativas de educación especiales que permitan la integración de los beneficiarios con necesidades y capacidades. Desarrollar metodologías alternativas para grupos de personas que no logran vincularse a programas escolares regulares pero que requieren apoyo para terminar sus ciclos escolares. Desarrollar metodologías de alfabetización para los grupos que lo requieran, ya sea mediante la coordinación con programas de educación que manejan las Cajas de Compensación Familiar o con los Centros de Educación No Formal que prestan servicios en las localidades. Incluir programas y acciones de reducción de la exclusión y la estigmatización de los estudiantes por causa del uso de drogas, y de acompañamiento y articulación con redes de apoyo para su permanencia en el sistema escolar y su tratamiento frente al uso de drogas. 4.8.3 Área de Capacitación para el trabajo y oportunidades laborales: Articular el diseño y el desarrollo de programas de capacitación técnica, empresarial y para el desarrollo de actitudes para el trabajo para las personas que están en tratamiento, de acuerdo con sus edades y en la medida que puedan ser competentes en el mercado local. Desarrollar en los programas alternativas específicas de apoyo a las personas que han terminado tratamientos o están en proceso de tratamiento. Ajustar las exigencias y las metodologías de los programas de capacitación a las características y las necesidades de los grupos que son atendidos en los CAD, teniendo en cuenta las secuelas dejadas por las drogas y los estilos de vida que han tenido las personas que los integran. Articular la información oportuna sobre ofertas de empleo para las personas que terminan su tratamiento y que tienen competencias para responder a las demandas de las empresas.

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Gestionar posibilidades de oferta laboral al interior de empresas, que reciban estímulos por ello, para personas que han usado drogas y/o estén afectadas por el VIH. Generar alternativas de apoyo financiero, o líneas de crédito especial, de capacitación y de acompañamiento psicosocial y administrativo, para el desarrollo de proyectos productivos. Protección de puestos de trabajo para personas que están en tratamiento. Inclusión en programas específicos de acompañamiento y seguimiento a las personas que han usado drogas al interior de las empresas. Abrir posibilidades para el desarrollo de prácticas empresariales y laborales que permitan a las personas que han usado drogas, y que no tienen historial de empleo, contar con las acreditaciones necesarias para poder soportar sus hojas de vida. Desarrollar alternativas de ocupación a personas que puedan desenvolverse con solvencia en los mercados locales. Incentivar, apoyar y articular en los mercados locales las propuestas de productividad que desarrollen los CAD y que benefician a las personas que consumen o han consumido drogas. Desarrollar el sentido de la Responsabilidad Social empresarial para que se invierta en alternativas de empleo para estas poblaciones. 4.8.4 Área de la Salud: Incluir en el SISBEN a las personas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad con respecto al uso de drogas y otras situaciones asociadas: VIH, ITS, vida de y en calle, prostitución, travestismo. Desarrollar procesos de Educación en temas relacionados con SPA y modelos comunitarios de atención con los profesionales, técnicos y operadores de las organizaciones e instituciones del área de salud, CAD, EPS, IPS, ARP, ARS, educación, cajas de compensación familiar, y otras entidades de servicio de la localidad. Articular la atención de las poblaciones que se encuentran en tratamiento, al igual que con las demás organizaciones que desarrollan propuestas para personas que consumen y que están en situación de alta vulnerabilidad o en programas de reducción del daño. Desarrollar, en articulación, programas de prevención y atención a poblaciones específicas, como las personas que viven con VIH , ITS, TBC o enfermedades mentales. 4.8.5 Área de Lúdico pedagógica: Articulación con los CAD para el diseño y la oferta de alternativas de recreación, deporte y arte con las personas que están en tratamiento. Desarrollo de alternativas de recreación, deporte y arte para personas en situación de alta vulnerabilidad, que no estén vinculadas a un CAD o que estén participando en programas de Reducción del Daño. Desarrollo de acciones lúdico, recreativas, deportivas y de reflexión en donde se puedan dar el reconocimiento de diversos grupos.

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Potenciar la participación de los diversos grupos en acciones concretas en las comunidades en donde desarrollan sus cotidianos de vida. Facilitar y potenciar la participación de jóvenes y/o adultos hombres y mujeres consumidores y exconsumidores en acciones comunitarias. 4.9 Momento 8: Evaluación y propuesta de ajustes y replicación Lo que hemos llamado Fase 8 es en realidad el resultado de un proceso que se da transversalmente, a lo largo de todo el proceso de trabajo. Línea estratégica # 4. Poder evaluar lo que se hace en cada territorio con instrumentos sencillos pero que recojan los mismos indicadores, permitirá hacer evaluaciones periódicas del proceso, pero además tener un contexto nacional y no solo local. Tener instrumentos comunes tiene ventajas notables: permite comunicar entre proyectos diferentes, organizaciones diferentes, países diferentes que trabajan en la misma área o en áreas diferentes, hace posible comparar datos y experiencias, resultados y procesos, sistematizar conjuntamente, contribuir conjuntamente a la construcción del conocimiento y al mejoramiento de los servicios. La elaboración de los documentos de monitoreo y evaluación es una tarea de la unidad de gestión nacional y los equipos locales. El sistema de habitante de calle de Medellín tiene un sistema de monitoreo que puede ser la base a partir de la que se trabaje, integrando instrumentos que permitan el monitoreo de las redes.

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CRONOGRAMA POSIBLE A manera de Ejemplo se plantea el siguiente cronograma que permite visualizar el proceso de operacionalización de la propuesta durante 24 meses. Hay áreas que se enfatizan al inicio del proceso, por ejemplo la presentación y difusión del modelo deberá hacerse de manera mas intensa en los 5 primeros meses (amarillo fuerte), sin embrago no se dejara de hacer durante el desarrollo del proceso (amarillo mas pálido) Momentos Momento 0 Momento 1

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Condiciones Previas Presentación y Divulgación del modelo Creación y entrenamiento de unidad de gestión nacional (UGN) Conformación de Redes Operativas Locales Formalización de alianzas de trabajo y conformación de Redes de Recursos locales Entrando en la comunidad: Diagnóstico estratégico, mapas de servicios y vínculos. Consolidación de una instancia de acogida comunitaria Desarrollo de servicios preferenciales y acciones positivas para generar oportunidades laborales y movilización social Evaluación y propuesta de replicación

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