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MariáteguiyMoquegua

Investigaciones realizadas en los últimos años demuestran que la vinculación de José Carlos Mariátegui con Moquegua es sorprendentemente más cercana de lo que yasesabía.

Hoy se ha determinado que el Amauta no fue hijo de Francisco Javier Mariátegui Requejo, como sus biógrafos siempre lo han sostenido. Su padrebiológicofueelmoqueguano Julio César Chocano del Solar, en consecuencia, ha llevado un apellido que no le correspondía.

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La veracidad de esta afirmación es concluyente y hoy nodejalugaradudas.

Además de que ya hemos precisadoquenacióenlacasa que custodiaba una espaciosa huerta ubicada en la calle Junín, en el parque de la Alameda, que una vez demolida hace unos años allí se construyeron dos nuevas viviendas que hoy llevan los números 230 A y 230 B. Se hace impostergable colocar en la fachada de la casa una placa queloilustre.

En1995aparecióellibroJosé Carlos Mariátegui la Chira. Familia e infancia, de Humberto Rodríguez Pastor, quien meses atrás estuvo en nuestra ciudad indagando en el Archivo Regional;desde luego quetambién,entreotrosrepositorios,lo hizo en Huacho entrevistando a una diversidad depersonajes.

Comoresultadodeesteenjundiosotrabajoconcluyeque el padre de Mariátegui es nuestro paisano Julio César Chocano, y que además doña Amalia La Chira tuvo con él a Juan Clímaco Julio, que cambiaría por Julio César (como su padre), y a María Amanda, cuyas partidas fueron asentadasporelmismoChocano,“in- formación que se maneja con discreción entre los descendientes de las familias La Chira y Vallejos que aún se encuentran en Huacho”escribía hace treinta años Rodríguez Pastor. Como es fácil de entender J. C. Chocano no podía reconocer a estos hijos por ser hombre casado con Josefa Infantas Vargas con quien tambiénteníafamilia.

En algunos círculos este descubrimiento tuvo el cariz de una irreverente profanación y causó gran revuelo. No era para menos, pues ponía enentredichocuantasbiografías se habían publicado hasta ese momento, además un sector de sus seguidores hizo de Mariátegui una suerte de gurú espiritual intocable, no obstante tratarse de una de las más agudas inteligencias, abierto a las nuevas ideas que contribuyó a introducir en el país, y lo publicado fue tomado con incredulidad acompañadadenopocasásperascensuras, no obstante, la reconocidaprobidaddelautor.

Comoresultadodeesteenjundiosotrabajo concluyequeelpadredeMariáteguiesnuestro paisanoJulioCésarChocano,yqueademásdoña AmaliaLaChiratuvoconélaJuanClímacoJulio, quecambiaríaporJulioCésar(comosupadre),ya MaríaAmanda,cuyaspartidasfueronasentadas porelmismoChocano,“informaciónquesemaneja condiscreciónentrelosdescendientesdelas familiasLaChirayVallejosqueaúnseencuentran enHuacho”escribíahacetreintaañosRodríguez Pastor.

Cierto,loinvestigadosehacía difícil admitirlo de inmediato como verdad irrefutable; se alegaba que eran simplesversionesdelostestigosy que estas no eran pruebas concluyentes.

Sin embargo, lo mismo ha podidoargumentarsedelapaternidad que se atribuía a FranciscoJavierMariátegui,filiación que nunca ha sido lo suficientemente clara, naturalmente que no podía serlo, al punto que en las biografías másautorizadasapenasseto- formaban que compartía genes con los nietos de J. C. Mariátegui que se hicieron igual examen y en el mismo centro, que dicho sea de paso presta este servicio a todo el planeta. Si consideramos que Tamayo desciende de una hermana de Julio César Chocano, la prueba viene a confirmar con innegable rigor científico el precursor estudio de RodríguezPastor. quegua desde octubre de 1893 hasta mayo de 1894; dos años después también lo sería el profesor Rafael Díaz,padrino de Mariátegui. Nicolás Jacinto fue integrante de la Junta de Gobierno Provisorio que presidiera Nieto en 1843, era primo hermano de José Santos Chocano Fernández Cornejo, abuelo del poeta, de lo que resulta que J. C. Mariátegui era primo en tercer gadodel“cantordeAmérica”,parentesco probablemente desconocidaporlosdos. ca este aspecto de la vida del ilustre pensador, como ahora sevieneesclareciendo.Chocano falleció en 1915,doña AmalialaChiraen1945,sinqueninguno compartiera su secreto, hastadondesesabe.

El año 2018 conversando con Augusto Tamayo San Román,conocidocineastaygran conocedor de la genealogía de su familia los Tamayo y Chocano, me facilitó el reporte del análisis de ADN que se hizo en un conocido laboratorio norteamericano. Allí le in-

Por su parte Servais Thissen, reconocido por la seriedad con la que viene investigando más de medio siglo la vida y obra del Amauta, en su recientelibroMariátegui,nuevos aportes (2021, p. 15 y ss.), con la misma responsabilidad con la que siempre ha trabajado,recogeesteestudioyamplía el tema acompañado de amplia información y del entendido comentario facilitado por nuestro amigo Augusto Tamayo, quien hoy nos informaqueunatreintenadenuevosanálisis,hechosenlosúltimosañosenelmismolaboratorio, van incrementando el númerodeparientesentrelos Chocano y Mariátegui de estasdosfamilias,loquevienea ser una reafirmación adicional repetida en cada uno de los casos, si acaso reiterarla tantas veces fuera necesario, parentesco que llevará a replantear algunos aspectos de la infancia de nuestro ilustre pensador, sin que ello melle en lo más mínimo su calidad intelectualnimoral.Quedaen el más profundo de los misterios saber si Amalia La Chira puso al tanto a su hijo José Carlossuverdaderafiliación.

JulioCésarChocanodelSolar fue hijo de Nicolás Jacinto Chocano Angulo y de su segunda esposa Gertrudis Petronila del Solar Gutiérrez;entre otros cargos, fue director del Colegio Nacional de La Libertad de la ciudad de Mo-

Las vinculaciones familiares resultan significativas en este caso. Nicolás Jacinto fue hermanodeJuanNicolásChocano,que en su primer matrimonio con María Petronila delSolartuvocomohijaaCarmen Chocano, prima hermana de Julio César, que radicó un tiempo en Huacho. Fue ella quien acompañó a Amalia La Chira a Moquegua,donde los esperaba J. C. Chocano, para que diera a luz. La alojó enlacasadelacalleJunínque era propiedad del medio hermano de Carmen, Eduardo ChocanoEspejo.

Agreguemos a lo dicho lo que hace unas décadas comentan algunos de los nietos de José (Pepe) Jiménez Pomareda, quien de 19 años de edadasentólapartidadenacimiento de Mariátegui. Doña Gumercida Gómez,esposa de donPepe,encontrócartasque Amalia La Chira había escrito a su esposo en las que le requería dinero. Encaró al marido exigiendo una explicación, y en un justificado arranque de celos las destruyó todas. Testigo de este arrebato fue una de las hijas que años después comentó a sus sobrinos lo visto y oído. Sin negar ni aceptarestaversión,estádentro de lo posible que ellos mantuvieran una relación epistolar cuando ella se alejó deMoquegua.

Determinada la verdadera filiación de José Carlos Mariátegui,suvinculaciónconlaciudad de Moquegua se hace máscercanaqueladesersimplementesuocasionalcuna.

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